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Mateo Crossa: Honduras, un valle de lágrimas y de resistencias

El Valle de Sula, actualmente arrasado por los huracanes Eta y Iota y fuertemente afectado por la pandemia de covid-19, ha sido históricamente el corazón de la ocupación trasnacional en Honduras. También ha sido el corazón de una resistencia vigorosa. Las estructuras para resistir la explotación laboral sirven hoy para organizar la solidaridad social.

El pueblo hondureño vive actualmente acechado por la pandemia y las catástrofes ambientales que han causado cientos de muertes y enormes pérdidas en el país. Pero también vive otra pandemia: la de la violencia de un Estado que no ha funcionado más que para profundizar las desigualdades, la pobreza y la migración. Una de las regiones de Honduras más lastimadas por el covid-19 y la destrucción causada por el paso del huracán Eta y la tormenta tropical Iota en menos de dos semanas ha sido el noroccidente del país, específicamente el Valle de Sula, que se ha visto devastado por las inundaciones causadas por la crecida de los ríos Ulúa y Chamelecón.

La magnitud de la destrucción hace imposible que hasta la fecha se tenga certeza de los desoladores efectos que estos fenómenos han tenido en la región y en el país, no solo por la destrucción que han causado en el Valle de Sula sino también por la adversidad que provocaron en el departamento de Santa Bárbara y en el amplio territorio históricamente agraviado de La Mosquitia. Al menos tres millones y medio de personas resultaron afectadas por estos fenómenos, mientras que por lo menos medio millón han sido desplazados internos por la misma causa. En este contexto, se ha señalado que los daños de los huracanes duplicarán el déficit habitacional del país, lo cual equivaldría a una necesidad aproximada de 2,5 millones de hogares. Algunos economistas han calculado que el impacto del Eta y de Iota podría alcanzar hasta 40% del PIB o bien generar cinco años de retroceso, lo que podría llevar el índice de pobreza hasta 80% en 2021. A esto se suman las enfermedades que se puedan generar tras el paso de los huracanes y la vulnerabilidad de 1,5 millones de niñas y niños expuestos a los daños.

El impacto del Eta y de Iota podría alcanzar hasta 40% del PIB o bien generar cinco años de retroceso, lo que podría llevar el índice de pobreza hasta 80% en 2021

El Valle de Sula, actualmente arrasado, ha sido históricamente el corazón de la ocupación transnacional en Honduras, desde la histórica presencia de grandes extensiones de plantíos de banano controlados por la United Fruit Company y Standard Fruit Company, hasta grandes terrenos ocupados actualmente por multinacionales de la industria maquiladora.

Desde hace un siglo, esta región de poco más de 6.000 kilómetros cuadrados fue apropiada por las empresas bananeras estadounidenses que se extendieron a través de miles de hectáreas de monocultivo Rcomunicadas por vías férreas que desembocaban en muelles y puertos de la costa para exportar a Estados Unidos. Ahí se produjeron las condiciones de mayor barbarie laboral, como bien lo demuestra la pluma de Ramón Amaya Amador en la novela Prisión verde, pero también los actos populares de mayor rebeldía, tal y como ocurrió con la histórica huelga bananera de 1954, que hizo temblar el poder del dinero frente a la inmensa insurrección obrera que sacudió al país entero, con epicentro en el municipio de La Lima, que actualmente se encuentra severamente dañado.

A partir de la década de 1980, cuando Honduras se convirtió en el apéndice del dominio económico y político estadounidense en América Central, en el contexto de la Revolución Sandinista en Nicaragua y del conflicto armado en El Salvador, grandes sumas provenientes del extranjero ingresaron en el Valle de Sula para ser invertidas en la industria maquiladora de exportación, aprovechando las precarias condiciones salariales que predominan en el país, además de la ubicación estratégica que tiene el Puerto Cortes para exportar bienes manufacturados hacia la Florida. Desde aquellas fechas hasta la actualidad, con el impulso de políticas económicas neoliberales que solo han garantizado la venta del territorio nacional a las grandes empresas, el Valle de Sula pasó a convertirse en el enclave manufacturero exportador sobre el cual recae el grueso de la economía nacional.

Un corredor industrial maquilador que abarca desde Choloma hasta El Progreso se ha formado a lo largo de los años para absorber un enorme ejército de trabajadoras y trabajadores que originalmente migraron desde regiones rurales para instalarse en las líneas de producción. Estos laboran día y noche, 12 horas diarias sin parar, cosiendo prendas básicas y ensamblando arneses exportados al mercado estadounidense. 150.000 trabajadores y trabajadoras de la maquila se han instalado en las diferentes colonias populares del Valle de Sula, enfrentándose y organizándose diariamente contra la permanente vejación y violación de derechos laborales. Este histórico espacio se ha convertido así en un territorio marcado no solo por la explotación de las grandes empresas, sino por la resistencia y la rebeldía que no dejan descansar a los dueños del dinero.

Desde la década de 1990, cuando la maquila se encontraba en pleno apogeo, organizaciones obreras desarrollaron huelgas históricas a lo largo y ancho del Valle de Sula para denunciar bajos salarios, despidos, jornadas extenuantes y trabajo infantil. Desde allí se organizaron campañas globales de denuncia que han puesto en jaque a las marcas de ropa por su responsabilidad y total impunidad en la precarización del trabajo. Además, esta rebeldía también ha sido fundamental para establecer lazos de solidaridad con la organización laboral de otras actividades económicas, en la formación del movimiento sindical de la industria melonera, en el apoyo a las demandas obreras del sector del banano, en la lucha feminista contra la violencia patriarcal, en la rebelión contra los fraudes electorales y contra las políticas neoliberales de privatización de la educación y la salud pública.

Las colonias obreras devastadas por el paso de los huracanes Eta y Iota se fueron construyendo y ampliando con los años a medida que trabajadoras y trabajadores fueron erigiendo sus hogares sin la ayuda de nadie más que su fuerza de trabajo. Por más que los medios de comunicación empresariales y la clase política busquen presentar el actual desastre como una causa ajena y externa, la devastación causada por estos fenómenos meteorológicos (producidos por efectos del calentamiento global) evidencia un robo histórico e institucionalizado de riqueza que, en lugar de quedar en manos de la población que diariamente la crea con su trabajo, ha sido expoliada para quedar en las arcas de las grandes corporaciones maquiladoras y bananeras que por años han ampliado su acumulación a costa de la vida obrera. Este robo institucionalizado ha provocado una escasez generalizada que se refleja en falta de vivienda digna y de seguridad en la reproducción de la vida obrera del Valle de Sula.

El problema no radica únicamente en la fuerza de los huracanes Eta y Iota en Honduras y en el Valle de Sula, sino en las décadas de expoliación de riqueza que han dejado a la población trabajadora del campo y la ciudad al límite de la vida, sin garantías de seguridad, vivienda y trabajo digno. Esta larga historia de explotación y despojo de una economía de enclave como la hondureña es la mayor responsable de las consecuencias catastróficas que ha generado el paso de los huracanes por Honduras. La ausencia de políticas de Estado para la ciudadanía ha quedado, además, al descubierto con la pandemia. El país tiene hoy un sistema de salud público quebrado.

El Estado hondureño brilla por su ausencia a la hora de promover una seria política de prevención y emergencia que sirva para la población damnificada que ha perdido sus hogares y sus trabajos, mientras que muchas corporaciones maquiladoras obligan a su mano de obra a trabajar mientras se anuncian con bombos y platillos «ayudas» a los empleados afectados, cuando estos han dedicado sus vidas a producirles sus ganancias y sus riquezas monopólicas.

Los sindicatos de la industria maquiladora y del sector del banano organizan brigadas para monitorear, recaudar y entregar víveres a la población afectada, además de denunciar los abusos a los que están siendo sujetos por parte de las empresas

Pero Honduras y el Valle de Sula también brillan por una inmensa e incalculable solidaridad popular que se puede ver en las calles, con brigadas de limpieza, recaudación y distribución de víveres y apoyos que sí alcanzan a lapoblación damnificada. Organizaciones de pueblos originarios, así como movimientos barriales y sindicales, responden al escenario adverso, movilizándose y solidarizándose con la población lastimada. Así como han construido sus vidas en la región dañada con su propio esfuerzo colectivo, a contracorriente y con un Estado que históricamente les ha dado la espalda, hoy enfrentan el desastre causado por el paso de huracanes con un sentido de autoorganización para la supervivencia que busca poner la vida por delante.

Los sindicatos de la industria maquiladora y del sector del banano organizan brigadas para monitorear, recaudar y entregar víveres a la población afectada (no solo a los agremiados), además de denunciar los abusos a los que están siendo sujetos por parte de las empresas –muchas de ellas obligan a los trabajadores y trabajadoras a presentarse a la fábrica para trabajar pese a las condiciones adversas–. A pie, en carros y en lanchas, las mismas estructuras organizativas que se han creado en estas industrias para resistir frente a la constante vejación laboral y solidarizarse con otras luchas en el país ahora sirven como sostén de apoyo para la población damnificada.

De esta manera se demuestra, una vez más, que frente a un Estado indolente que se sostiene a punta de fraudes, corrupción y pólvora, y que da la espalda al dolor y las necesidades apremiantes, han sido la autogestión, la autodeterminación y la organización de los trabajadores y trabajadoras la mayor herramienta para enfrentar las consecuencias catastróficas generadas por los huracanes y la pandemia en Honduras, especialmente en su memorable Valle de Sula.

Fuente: https://www.cadtm.org/Honduras-un-valle-de-lagrimas-y-de-resistencias

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Los salarios bajan a consecuencia de la covid-19, informa la OIT

Poco a poco el miedo se ha propagado universalmente, y si antes nos refugiábamos en el horizonte de la esperanza, ahora solo nos encogemos de hombros cuasi con resignación e indiferencia ante la pandemia que nos gobierna: según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pandemia de Covid 19 provocó que en el primer semestre de 2020 los salarios mensuales de dos terceras partes de los países se redujeran o crecieran más lentamente.

Además, es probable que en el futuro cercano la crisis ejerza una inmensa presión a la baja sobre los salarios. Los efectos más adversos de la crisis se han hecho sentir en el salario de las mujeres y de los trabajadores con remuneraciones más bajas.

Al analizar los datos, parecía observarse un aumento del salario medio en una tercera parte de los países que habían facilitado datos; sin embargo, ello se debía a la distorsión del valor promedio provocada por el gran número de trabajadores mal pagados que habían perdido el empleo y cuyos datos ya no se incluían entre los de los asalariados.

En los países en los que se adoptaron medidas firmes para preservar el empleo, los efectos de la crisis se sintieron fundamentalmente como reducciones salariales, más que como pérdidamasiva de puestos de trabajo.

El informe Mundial sobre Salarios 2020-2021 indica que la crisis no ha afectado del mismo modo a todos los trabajadores. Las mujeres se han visto más perjudicadas que los hombres. De las estimaciones basadas en una muestra de 28 países europeos se desprende que, sin los subsidios, en el segundo trimestre de 2020 la pérdida salarial para las mujeres hubiera sido del 8,1 por ciento frente al 5,4 por ciento para los hombres.

La crisis también ha asestado un duro golpe a los trabajadores con remuneraciones más bajas. Quienes tenían una ocupación de baja calificación perdieron más horas de trabajo que quienes ocupaban un cargo directivo o profesional mejor remunerado. A partir de los datos del grupo de 28 países europeos el informe explica que, sin los subsidios temporarios, el 50 por ciento de quienes menos ganan hubiera perdido aproximadamente el 17,3 por ciento de su salario. Sin los subsidios, la cuantía salarial media perdida en todos los grupos hubiera sido del 6,5 por ciento. Sin embargo, dichas prestaciones compensaron el 40 por ciento de este monto.

Según Guy Ryder, Director General de la OIT, el crecimiento de la desigualdad a causa de la crisis de la Covid-19 podría dejar un desolador saldo de pobreza e inestabilidad social y económica de enormes proporciones. “Nuestra estrategia de recuperación debe centrarse en las personas. Necesitamos políticas salariales adecuadas que tengan en cuenta la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se aborden también las desigualdades y la necesidad de sostener la demanda”, señaló.

“Si queremos reconstruir pensando en un futuro mejor, también hemos de plantearnos cuestiones incómodas, como por qué con tanta frecuencia las ocupaciones de gran valor social, como la de cuidadores/as y personal docente son sinónimo de sueldo bajo”, añadió. En el Informe se incluye un análisis de los sistemas de salario mínimo, que podrían ser un factor determinante para conseguir una recuperación sostenible y justa. En la actualidad, el 90 por ciento de los Estados Miembros de la OIT tiene establecida alguna modalidad de salario mínimo. Incluso antes de comenzar la pandemia de Covid-19  a nivel mundial, 266 millones de personas –el 15 por ciento de todos los asalariados del mundo– percibían una remuneración inferior a la del salario mínimo por hora, ya fuera a causa del incumplimiento de la normativa pertinente o porque su ocupación estaba excluida de la misma. Las mujeres son mayoría entre los trabajadores que perciben el salario mínimo o una suma inferior.

“Un salario mínimo adecuado pone al trabajador a salvo de una remuneración baja y reduce la desigualdad”, señaló Rosalía Vázquez Álvarez, una de las autoras del Informe. “Sin embargo, lograr la efectividad de las políticas del salario mínimo exige un conjunto exhaustivo e inclusivo de medidas. Significa lograr un mayor cumplimiento, ampliar la cobertura a más trabajadores, y establecer un salario mínimo a un nivel adecuado e ir actualizándolo, a fin de que el trabajador y la familia puedan tener un mejor nivel de vida. En los países en desarrollo y emergentes, la mejora del cumplimiento exigirá la transición de los trabajadores desde el sector informal hacia el sector formal”, añadió.

La hegemonía económica determina la realidad

¿Será cierto que un mundo de transformación seguirá reduciéndose en la nostálgica llorona de un universo perdido en décadas de miseria o en la retórica del discurso del neoliberalismo conservador globalista? La pandemia está exacerbando las desigualdades ya existentes; desde enfermar del virus o padecer las dramáticas consecuencias económicas. De los Informes a las advertencias, la OIT pretende poner el acento en los olvidados de siempre, aquellas personas cuyas dificultades se acrecientan en tiempos de crisis. Pero sabemos que el lenguaje es una de las herramientas usuales para interpretar y comprender la realidad. No obstante en nuestros días es habitual la utilización del lenguaje fingido, para controlar la forma de pensar o legitimar desigualdades. Las malas condiciones de trabajo también se manifiestan en los bajos ingresos. En 2019, más de 630 millones de trabajadores de todo el mundo, no ganaron lo suficientes para que ellos y sus familias salieran de la pobreza extrema o moderada, que se define como la situación en la que los trabajadores ganan menos de 3.20 dólares al día.

Sin embargo, nunca en la historia ha habido tanta riqueza acumulada como ahora. Es un problema de equidad, de solidaridad y de justicia, que debe traducirse en prioridades políticas, económicas y sociales. Aunque los mercados accionarios mundiales siguen marcando récords en sus bolsas de valores, aparentemente descontando un futuro promisorio de la mano del descubrimiento de las vacunas de aún desconocida eficiencia contra el Covid 19, la realidad económica actual y la previsible para el futuro inmediato parece bien complicada. Necesitamos trabajo y sustento y nos ofrecen empleo cada vez más precario, cada vez más indecente. Este es el problema por resolver. Y no tiene solución viable razonando con la lógica del lucro y el dinero. La lógica del modelo económico neoliberal dominante ha impuesto una nueva configuración del trabajo en la que el desempleo y la precariedad son lo habitual, lo normal, puesto que lo nuclear no son las personas sino la rentabilidad.

Eduardo Camín. Periodista uruguayo acreditado en la ONU-Ginebra Miembro asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente: https://rebelion.org/los-salarios-bajan-a-consecuencia-de-la-covid-19-informa-la-oit/

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Libro: El pretexto del Covid-19 y su uso contra los trabajadores. (PDF)

Presentación:

Frecuencia Laboral: El Espacio donde los Trabajadores son la Noticia y su portal www.frecuencialaboral.com cumplieron 15 AÑOS, en un contexto de crisis financiera, económica, comercial en el mundo y en México. Estamos presenciando una nueva crisis del capitalismo imperialista, que se suma a los errores propios del gobierno mexicano, cuyas consecuencias inmediata han sido los despidos masivos y violaciones a los derechos humanos laborales.

A este panorama adverso se sumó la declaratoria del Covid-19 como pandemia, el 11 de marzo de 2020, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo principal financiamiento lo aportan los gobiernos de esos mismos países imperialistas que nos arrastran en su caída y en su guerra petrolera: Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, así como la Fundación Bill Gates, magnate que se convirtió en uno de los principales multimillonarios del planeta con el negocio de los programas de cómputo y antivirus digitales, pero ahora hace millones en la industria farmacéutica augurando epidemias y fabricando vacunas para humanos.

El gobierno mexicano obedeció los lineamientos de la OMS y emitió una serie de acuerdos y decretos derivados de la emergencia sanitaria, para asegurar el distanciamiento social y el aislamiento de las personas que recomendaba la Organización Mundial de la Salud, como principales medidas de prevención y contención del virus COVID-19, que –decían- era altamente mortífero, entre los que ordenó cancelar todo tipo de actividad económica “no esencial”.

A la par desarrollo la campaña de difusión de las medidas de prevención “sana distancia” y “#QuédateEnCasa”, pero en los monopolios de los medios de comunicación en México (que tienen un 95% de influencia en las audiencias) se llegó al exceso de mostrar fotografías de ataúdes de migrantes sirios ahogados, afirmando que eran muertos por COVID-19, para aterrorizar a sus audiencias y convencerlas de aislarse y limitar su movilidad.

Descargar completo aquí: covid19 y su uso contra lo strabajadores

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Trabajadores suramericanos demandan mejores condiciones laborales

En Chile, la jornada de protesta inicia este miércoles y se extenderá hasta el viernes próximo.

Sindicatos de trabajadores del sector salud de varios países de Suramérica realizan una serie de actividades en demanda de mejores condiciones laborales, en el marco del combate a la pandemia de coronavirus, que deja en América Latina y el Caribe casi 430.000 muertos.

En Chile, gremios de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) agrupado en la Secretaría de Salud llamaron a una jornada de protesta y movilización nacional de este miércoles al viernes 20 de noviembre.

El reclamo de los trabajadores chilenos tiene como consigna: ¡Defendamos la vida con salario y trabajo decente!”, mientras que en las redes promueven la etiqueta “#LasPersonasPrimero”.

La CUT denuncia incumplimientos del Gobierno del presidente Sebastián Piñera con relación al aumento del presupuesto para la atención sanitaria.

En Paraguay, los sindicatos de trabajadores del Hospital de Clínicas anunciaron una huelga que inició este miércoles y se extenderá por 30 días.

Los empleados sanitarios paraguayos exigen un mejor presupuesto y nivelación salarial.

En Uruguay, funcionarios de la salud del sector privado harán un paro de 24 horas debido a que -argumentan- se carece de avances en las negociaciones colectivas con las empresas.

Asimismo, rechazan la pérdida del poder adquisitivo del salario, y el deterioro de las condiciones laborales y en defensa de derechos laborales adquiridos y una calidad en la atención a pacientes.

Estas protestas ocurren en el marco de los efectos provocados por la pandemia de coronavirus en la región. De acuerdo con estadística oficiales, los países de América Latina y el Caribe reportan 12.185.041 contagios de la Covid-19, con 427.166 fallecidos.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/suramerica-trabajadores-sector-salud-realizan-protestas-20201118-0005.html

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Trabajadores uruguayos se movilizan contra recortes salariales

Sindicatos uruguayos exigen la derogación de la Ley de Urgente Consideración y el proyecto de presupuestos de Lacalle.

La Central Sindical uruguaya protagonizó este miércoles una movilización contra dos legislaciones impulsadas por el Gobierno de Luis Lacalle Pou: la Ley de Urgente Consideración y el proyecto de presupuestos.

Los manifestantes recharon «el ajuste del Gobierno, la rebaja salarial, las tercerizaciones y privatizaciones», por lo cual, el líder de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), Fernando Pereira dijo que trabajarán para «anular» la Ley de Urgente Consideración.

El líder sindical expresó que  «si hay recortes, habrá lucha y acá estamos luchando». «Esta no es una lucha cualquiera porque cuando empezó la pandemia dijimos que hay que tomar medidas y con la Intersocial propusimos un salario de emergencia para atender todas las carencias de 300.000 uruguayos que se habían quedado sin ingreso, pero ¿cuál es la respuesta hasta ahora? gente pasándola mal, gente sin ingresos, gente sin trabajo, barrios descuidados», insistió.

Pereira denunció que habían propuesto «una canasta de servicios públicos y hasta ahora, sin respuesta».

No obstante, aseguró que la Ley de Urgente Consideración «la vamos a anular, que vamos a trabajar y la vamos a anular y en pocas semanas va a haber decenas de miles de firmas ni bien esté el texto porque no es ni popular ni atiende los problemas de urgencia de la gente, mas bien lo que limita es el derecho a la protesta, al piquete, a la huelga, a la defensa de los mas humildes, nos coloca en riesgo nuestra seguridad y atenta contra la educación pública uruguaya».

También instó al Gbierno revertir algunos de los cambios planteados en el presupuesto. «Está a tiempo de resolver este problema, tiene algunos días para enviar un mensaje complementario que no recorte educación ni viviendas ni salud ni salario», dijo.

En la marcha participaron la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), la Mesa Sindical Coordinadora de Entes (MSCE), la Federación Nacional de Municipales (FNM), el Centro de Salud Estudiantil Universitario (CeSEU), la Intergremial Universitaria (UI) y la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU).

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/trabajadores-uruguayos-movilizacion-recortes-salariales-luc-20201028-0029.html

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Miles vuelven a las calles en Colombia en rechazo al gobierno de Iván Duque

Indígenas, profesores, estudiantes y sindicatos marchan este miércoles en Colombia, en una nueva jornada de protestas para exigirle un cambio de rumbo al gobierno conservador de Iván Duque.

Miles se volcaron a las calles en medio de la pandemia para elevar la presión sobre el mandatario con el cuarto «paro nacional» desde que subió al poder en agosto de 2018.

Esta vez la multitud se congregó en torno al reclamo por el repunte de violencia en zonas apartadas del país tras el acuerdo de paz de 2016, que desarmó a la poderosa guerrilla de las FARC.

En Bogotá, epicentro de las protestas, los manifestantes avanzan a pie y en caravanas hacia el centro de la ciudad con consignas variopintas contra las políticas del gobierno.

A la marcha se sumaron unos 7.000 indígenas del suroeste del país, una zona castigada por la peor embestida de grupos armados que financia el narcotráfico.

Los pueblos originarios exigen desde el 10 de octubre un cara a cara con el presidente, pero ante su negativa se movilizaron hasta llegar a Bogotá el domingo.

Las masivas protestas contra el gobierno comenzaron en noviembre de 2019 y marcaron un hito en Colombia.

Duque soporta el descontento popular mientras lidia con el deterioro de la economía y la seguridad en medio de la emergencia sanitaria.

La violencia financiada por el narcotráfico ha dejado 68 masacres en lo que va de 2020, según el observatorio independiente Indepaz.

Expertos señalan al Estado colombiano de no haber tomado el control de los territorios dejados por los rebeldes tras el acuerdo de paz, lo que facilitó el fortalecimiento de nuevas organizaciones que se disputan el negocio de la coca.

Las manifestaciones menguaron con la pandemia, desde que se detectó el primer caso de covid-19 en marzo, pero la gente volvió a las calles en septiembre tras el homicidio de un hombre a manos de uniformados que desató sangrientas movilizaciones contra la brutalidad policial.

Colombia el país más desigual entre los 37 socios de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), arrastra un desempleo del 19,6% y una informalidad laboral que afecta a casi el 50% de los trabajadores.

Fuente: https://www.infobae.com/america/agencias/2020/10/21/miles-vuelven-a-las-calles-en-colombia-en-rechazo-al-gobierno-de-ivan-duque/

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Dinero

Por: Enrique Galván Ochoa

 

Afore: en tiempo de crisis debe permitirse retirar más dinero // Manejan la mayor concentración de capital del país // Sería un gran apoyo para los trabajadores.


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La mayor concentración de dinero del país es el fondo de retiro de los trabajadores que operan las Afore. Manejan alrededor de 3.5 billones de pesos. Las Afore tienen prestado ese capital al gobierno federal y a empresas privadas, inclusive extranjeras. Lo paradójico es que los verdaderos dueños del dinero no pueden tocar sus ahorros (ni siquiera las aportaciones voluntarias) hasta la edad de 65 años, excepto en dos circunstancias: desempleo y matrimonio. ¿Sería conveniente que en esta época de crisis fuera autorizado que retiren una parte mayor, o todo, de sus ahorros? Las respuestas en el sondeo se dividieron en dos grupos: 1) debe permitírseles retirar 50 por ciento y 2) retirar todo. (Gráfica)

Metodología

El sondeo fue distribuido por redes sociales. Participaron mil 212 personas; en Twitter, 250; en El Foro México, 491 y en Facebook, 471.

Twitter

Es excelente idea para activar la economía sin endeudar a la ciudadanía.

@oldwolf98597792 /CDMX

Las afore entregan el ahorro de los trabajadores a un particular para que lo haga productivo. Las Afore son una fuga constante –en comisiones y operaciones fraudulentas–, del dinero de los trabajadores en México. Por lo que: debe el Estado recuperar esos ahorros y administrarlos con una institución incorruptible y auditada cada mes.

@SinMaizNoPais /Zapopan

Como máximo 50 por ciento, y que fuera a elección y necesidad del trabajador.

@marc_ant /Pachuca

Es urgente porque están recibiendo un salario limitado, los pocos que lo reciben.

@CPJannyBarrera /Hermosillo

El riesgo es que en un corto tiempo la mayoría de los ahorradores se acabarían el ahorro de toda su vida laboral.

@Cargolibarra /Toluca

El Foro México

Hoy sabemos que una de las políticas neoliberales fue hacer de México un país maquilador con trabajos mal remunerados y con poco margen de ahorro, esto hizo, que la fuerza laboral prefiriera el comercio informal. Los ahorros de las Afore, representan una minucia para cuando un trabajador se pensione. Espero que la emergencia sanitaria sea temporal, y que se le permita retirar el mismo porcentaje actual.

Ignacio Alvarado /El Mante

La existencia de las Afore es una prueba de que hay dinero. De ese fondo se les debe dar a los trabajadores en esta crisis pero no a cuenta de sus ahorros sino para financiar la responsabilidad social que tienen empresas y gobierno.

Óscar Monroy /CDMX

Una buena parte de los trabajadores no es constante en sus empleos y no alcanzará las semanas suficientes. Si se les permite sacar dinero, pues, de facto las Afore se convertirían en una especie de tanda, y ya sabemos lo que ocurre con el dinero de las tandas.

David Luviano /Cuernavaca

Eso ayudaría mucho a los trabajadores, a las empresas y, sobre todo, a la economía del país.

Teodulfo Soledad Reyes /Aguascalientes

Muchas personas, no conscientes del futuro, harían retiros innecesarios causando problemas que se reflejen posteriormente.

Reyes Flores Sandoval /CDMX

Facebook

Retirar dinero sería condenar el futuro de los trabajadores de por sí ya paupérrimo. Creo se puede salir de esta situación sin arriesgar el futuro de los asalariados.

Pablo Escutia /Naucalpan

Deberían permitir que los trabajadores retiremos nuestro dinero de las Afore y que cada uno decida en qué invertirlo. Son pésimos los rendimientos otorgados y las comisiones son un robo en despoblado, las cobran aunque haya pérdidas, sólo es negocio para las Afore.

Minerva Mendoza López /CDMX

Es un ahorro del trabajador que como desempleado sería de gran apoyo para enfrentar la crisis y no que lo utilicen empresarios que se enriquecen más.

José Mérida /Campeche

El problema mayor lo tienen los de la ley 97, el propósito es lograr que esa cuenta crezca, no lo contrario, recordemos que la pensión la otorgará la Afore y será calculada de acuerdo al monto final que se haya logrado ahorrar.

Eduardo Melchor /Monterrey

Es el dinero de los trabajadores y están en su derecho de garantizar que tengan para comer en este tiempo de crisis. Hoy es el momento de hacer uso de éste.

Isabel Conde /CDMX

Nada recomendable bajo el actual esquema. Pues al menos al hacer la solicitud de retiro de dinero por desempleo. Es una vez cada cinco años pero lo más perjudicial es que se refleja en la cantidad de aportaciones para tu pensión por cesantía de edad. Lo que será infinitamente difícil después recuperar. No creo sea lo más prudente.

Fuente:  https://www.jornada.com.mx/2020/04/04/opinion/013o1eco

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