Dick Tahta, el maestro que inspiró a Stephen Hawking y le “abrió los ojos a las matemáticas como el plano del universo mismo”

Por: Margarita Rodríguez

«Gracias al señor Tahta me convertí en profesor de matemáticas en Cambridge, un puesto que ocupó Isaac Newton», dijo Stephen Hawking.

«Muchos maestros eran aburridos, el señor Tahta no. Sus clases eran animadas y emocionantes. Todo podía ser debatido».

En 2016, la Fundación Varkey que otorga el Premio Global a la Enseñanza, publicó un video en el que Hawking contó esa parte de su extraordinaria historia.

«En la escuela de St. Albans, había un maestro de matemáticas inspirador».

«Juntos construimos mi primera computadora, que fue hecha con interruptores electromecánicos».

BBC Mundo explora quién fue Dick Tahta y qué lo hizo ser un maestro de matemáticas extraordinario, pues no sólo inspiró al gran físico teórico, sino a muchos estudiantes y docentes más.

Y es que, como indicó el cosmólogo, «cuando cada uno de nosotros piensa en lo que podemos hacer en la vida, lo más probable es que podamos hacerlo gracias a un maestro».

«La chispa»

En octubre de 2018, ocho meses después de la muerte de Hawking, el Museo de la Ciencia de Reino Unido organizó una conferencia sobre su último libro: Brief Answers to the Big Questions.

Stephen Hawking

FUENTE DE LA IMAGEN,BBC/RICHARD ANSETT

Pie de foto,El físico británico, quien sufrió de Esclerosis Lateral Amiotrófica, falleció el 14 de marzo de 2018 a los 76 años. (Foto: 2015)

El evento terminó con unas palabras del físico, que él había grabado con su sintetizador de voz.

El científico contaba cómo de niño tenía un interés apasionado por saber cómo funcionaban las cosas, que le gustaba desarmar objetos para descubrir su mecánica y que, con el tiempo, ese interés cambió de escala: usando las leyes físicas, buscaba averiguar cómo funciona el universo.

«La mente humana es algo increíble. Puede concebir la magnificencia de los cielos y las complejidades de los componentes básicos de la materia», dijo.

«Sin embargo, para que cada mente alcance su potencial máximo, necesita de una chispa. La chispa de la indagación y del asombro».

«Con frecuencia esa chispa viene de un maestro. Permítanme explicarme. No era la persona más fácil de enseñar, fui lento para aprender a leer y mi escritura era desordenada».

De hecho, en el video de la Fundación Varkey, Hawking reconocía que «no era el mejor estudiante» y que «podía ser perezoso».

«Pero cuando tenía 14 años» -prosiguió en la grabación difundida por el museo- «mi maestro (…) Dickran Tahta me mostró cómo aprovechar mi energía y me animó a pensar creativamente sobre las matemáticas«.

«Me abrió los ojos a las matemáticas como el plano del Universo mismo».

«Si miras detrás de cada persona excepcional, hay un maestro excepcional».

El hijo mayor

Dick Tahta (bautizado como Dickran) nació en 1928 en Manchester, norte de Inglaterra.

En 1927, sus padres, que eran armenios, llegaron de Estambul con deseos de expandir el negocio familiar de exportación de algodón.

Tahta junto a su madre, Hasmig, su padre, Kevork y su hermano menor, Haig.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Pie de foto,Tahta junto a su madre, Hasmig, su padre, Kevork y su hermano menor, Haig.

Tiempo después se les unirían otros miembros de la familia.

Sophy Tahta lo recuerda como un padre muy amoroso y habla de él con un profundo orgullo.

Le cuenta a BBC Mundo que creció rodeado de la calidez de una familia grande, que tenía expectativas en él, por ser el primer hijo y el primo mayor.

«Su crianza dentro de una familia armenia de primera generación durante la guerra y los años de la licenciatura obviamente moldearon la persona en la que se convirtió«.

«Creció en dos culturas y conoció una tercera en el internado y en Oxford».

Y aunque se movió «cómodamente» entre ellas, «pudo haber momentos de dificultad, cuando quizás se sintió un poco ajeno, o que no se ajustaba del todo».

Dick Tahta cuando era joven

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Pie de foto,Joan George cuenta en el libro Merchants in Exile. The Armenians in Manchester (Comerciantes en el exilio. Los armenios en Manchester) que los padres de Tahta decidieron acortar el apellido de la familia Tahtabrounian.

Después de la guerra, experimentó un optimismo político de «una sociedad más igualitaria».

De hecho, dice, su sentido de equidad y justicia era algo que tenía profundamente arraigado desde muy joven.

Tony Brown, quien tuvo a Tahta como supervisor de su doctorado y un amigo cercano, lo recuerda como «extraordinariamente amable y cálido con los demás».

«Entendió el sufrimiento humano, en parte por la experiencia de su propia familia del genocidio turco de armenios», le indica el exeducador a BBC Mundo.

«Su comprensión de la naturaleza humana lo ayudó a interpretar las dificultades individuales de los estudiantes para aprender matemáticas».

Brown hace referencia a la matanza de armenios durante la Primera Guerra Mundial, que muchos académicos, gobiernos y organizaciones internacionales llaman «genocidio», pero que Turquía no reconoce con ese término.

«Mágico»

En 1954, comenzó a dar clases de inglés e historia en la Escuela Rossall, y, después, se sumarían las de matemáticas.

Stephen Hawking, como alumno de St Albans

FUENTE DE LA IMAGEN,MARY HAWKING/PA

Pie de foto,Stephen Hawking dijo que las lecciones de Tahta nunca fueron aburridas.

«Quería compartir lo que sabía, pero también que otros disfrutaran las matemáticas tanto como él», le dice a BBC Mundo, George, uno de los cuatro hijos que tuvo con su esposa, Hilary.

«Su compromiso con las matemáticas era absoluto».

Al año siguiente, se convertiría en maestro en St Albans, donde Hawking estaba entre sus pupilos.

En 1961, comenzó a dictar, en la Universidad de Exeter, un curso para formar a docentes en educación matemática.

«Un maestro mágico, disfrutó de la interacción animada con el salón de clases. Sus posgraduados se encontraron haciendo películas animadas de 8 mm, explorando (el Parque Nacional) Dartmoor e incluso horneando como parte de la enseñanza de las matemáticas», relató The Guardian en su obituario.

Stephen Hawking (izquierda) como alumno de St Albans School

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Pie de foto,Stephen Hawking (izquierda) como alumno de St Albans School, en Hertfordshire, en la década de 1950.

Y eso, en parte, lo hizo un maestro excepcional, enfatiza Brown: «su comprensión de las conexiones entre las matemáticas y otras actividades humanas como cocinar, hacer películas, jugar, armar rompecabezas».

Se convirtió en un destacado miembro de la Asociación de Maestros de Matemáticas (ATM, por sus siglas en inglés), que a partir de la década de los 60 publicó influyentes libros y revistas.

«En la década de 1970, dedicó mucha energía a Leapfrogs, un grupo de educadores matemáticos que produjeron una gama de materiales didácticos innovadores y luego hicieron una revolucionaria serie educativa de matemáticas para televisión, primero llamada Leapfrogs; más tarde Junior Maths, que duró 12 años», evocó el diario.

La influencia de Tahta trascendió las paredes de las aulas en las que enseñó y su recuerdo entre quienes lo conocieron sigue vigente.

El maestro

«Dick influyó en mi vida profundamente», le cuenta a BBC Mundo Derek White, quien trabajó junto a Tahta en el departamento de matemáticas de la Escuela Backwell, en Inglaterra, y en la ATM.

Dick Tahta

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Pie de foto,Ya fuese en las aulas, en talleres o en publicaciones en las que participó como autor, Tahta hacía énfasis en la importancia de la colaboración en el proceso educativo.

Además, Tahta había sido su tutor cuando se preparaba para ser maestro de matemáticas en la Universidad Exeter.

«Dick transformó no sólo la forma en que yo me percibía como matemático, sino mi autoconfianza en general».

«En la escuela y en (la Universidad de) Cambridge, vi las matemáticas como las ideas de otras personas que simplemente tenía que aprender».

«Pero Dick me enseñó que podía hacer mis propias matemáticas. Quizás él tuvo el mismo efecto en Stephen Hawking con resultados impresionantes».

«Cuando llegué a la Universidad de Exeter, no tenía deseos de ser maestro. Dick cambió todo y me dio un propósito en la vida y una apreciación de la belleza de las matemáticas».

Tahta lo llevó a desarrollar lo que él recuerda como su primer «proyecto propio» y «aunque lo que descubrí fue el Teorema de Pick, en lo que a mí respectaba, era mi teorema».

Apertura total

A Tahta le gustaba hacer preguntas abiertas a sus alumnos.

«Cada respuesta era valorada, lo que reflejaba la habilidad de Dick de hacer que cada estudiante se sintiera apreciado. No había una respuesta ‘correcta'», dice White.

Dick Tahta junto a unos niños

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Lo mismo recuerda Kev Delaney, quien enseñó en la Universidad Nottingham Trent y es el autor del libro Teaching mathematics resourcefully.

«Te sentías apoyado y respetado con la respuesta que dabas«, le cuenta a BBC Mundo.

White recuerda la primera lección de coordenadas cartesianas de una clase de niños de 9 años.

«Dick le pidió a un estudiante que hiciera una marca en el pizarrón vacío y le preguntó a los alumnos cómo debían llamar a ese punto. Un estudiante respondió: ‘George’. Dick aceptó su respuesta y a continuación hubo una discusión sobre las consecuencias de llamar al punto ‘George’ si, después, quisieran ubicarlo y no supieran dónde estaba».

«Surgió así la idea de dibujar algunos ejes y llamar al punto 3, 4 o como fuere».

«Ese ejemplo de hermenéutica» fue uno de los tantos aspectos que White admiró de Tahta y que él mismo incorporó como principio cuando estuvo a cargo del departamento de matemáticas en la Escuela Backwell, en los años 70 y 80.

«El regalo de tu atención»

John Mason, quien trabajó por casi 40 años en la Open University y ha escrito varios libros, entre ellos Thinking Mathematically, recuerda a Tahta como una persona muy perceptiva.

«Era extremadamente experimentado en sacar lo mejor de las personas», le cuenta a BBC Mundo.

Dick Tahta

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

«Por ejemplo, me di cuenta de que en los talleres, cuando alguien ofrecía una observación que quizás no tenía mucho sentido para mí, Dick invariablemente hacía una referencia a esa contribución más adelante, reconociendo y celebrando así ese aporte mientras atraía a esa persona al grupo».

«Fue muy bueno para probar mis experiencias, ofreciendo interpretaciones inesperadas, desafiándome, pero apoyándome sin menospreciarme de ninguna manera», indicó el investigador honorario de la Universidad de Oxford.

Sophy recuerda que ya fuese con colegas, amigos, familiares, o en cualquier ámbito, no temía cuestionar opiniones, lo cual hacía de «una manera suave, bromista o apasionada, dependiendo de con quién estuviera».

Y la frase «Estoy intrigado» era una constante en sus conversaciones.

Su padre, cuenta, no sólo llevaba a sus interlocutores a concebir ciertos temas más allá de «su zona de confort», sino a descubrir nuevas formas de pensar.

Laurinda Brown, quien enseñó en la Universidad de Bristol, hizo el curso de formación de maestros que Tahta dictaba en Exeter.

«Lo realmente importante de la forma como Dick enseñaba era su habilidad para llegar a cada persona».

Cuenta que cuando hacía el curso, tuvo con él «la conversación más extraordinaria» de su vida.

«Fue su atención, fue esa conversación que cambió mi vida y no estoy siendo muy simplista».

«Era capaz de escuchar, hablamos por horas. Era una persona extraordinaria», dice con la voz entrecortada.

«De él aprendí lo que llamaba ‘el regalo de tu atención’. Me vio trabajar con niños y me decía: ‘Les estás dando el regalo de tu atención'».

«Un artista»

Delaney señala que Tahta creía en las experiencias prácticas como «puntos de partida» y trabajaba con lo que surgía de ellos durante sus clases.

Sus cuatro hijos: Chloe, George, Sophy y Maia.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Pie de foto,Tahta se casó con Hilary y tuvieron cuatro hijos: Chloe, George, Sophy y Maia.

«Esto requiere una gran habilidad y significa que no se planea una lección punto por punto, sino que se ‘prepara’ considerando puntos de partida útiles y apropiados».

«Es una forma más completa y holística de preparar una clase», que se basa en «la voluntad de seguir las respuestas de los alumnos«.

Y aunque Tahta tenía en mente algunos resultados posibles, «trabajaba de manera flexible a medida que desarrollaba la lección».

Para Laurinda Brown, «lo que lo hizo un maestro de matemáticas tan increíble era que trabajaba con lo que los niños traían y creía que ellos tenían el poder de observar y transformar«.

La lección que Tahta le enseñó a John Hibbs, docente retirado que lo conoció en la ATM, fue: «Deja que las matemáticas hablen«.

«Dick fue un gran maestro porque era un poeta y un artista que, en mi opinión, vio las matemáticas como un arte y no solo como el lenguaje de la ciencia y la tecnología», le señala a BBC Mundo.

El legado

Hibbs es de los que cree que la educación matemática «le debe mucho» a Tahta.

Un salón de clase

FUENTE DE LA IMAGEN,JEFF OVERS/BBC

Pie de foto,Foto genérica de un salón de clase en Reino Unido.

Delaney, quien participó en varios de los seminarios y talleres que el docente dictó y organizó en la ATM, coincide:

«Dick fue uno de varios maestros de matemáticas creativos y llenos de energía que se unieron en la década de 1950 y cambiaron sustancialmente la forma en que se veía la enseñanza de las matemáticas en Reino Unido. Esa influencia todavía se siente hoy«.

«Consideraron que el aprendizaje de las matemáticas no era un acto pasivo en el que se instruía a los alumnos en técnicas matemáticas, sino una oportunidad para participar activamente en una serie de experiencias interesantes, en las que podían surgir ideas y los maestros podían aprovecharlas para permitir una comprensión más integral».

Un principio rector -explica- era que «los verdaderos matemáticos» exploran los problemas de forma individual y creativa y que los alumnos también debían tener esta oportunidad.

«Dick fue un ser humano maravilloso que apoyó mucho a los maestros más jóvenes y menos experimentados como era mi caso cuando lo conocí».

Como si fuera un juego

Alf Coles, profesor de educación matemática en la Universidad de Bristol, conoció a Tahta en los últimos 15 años de su vida.

Tahta y su esposa, Hilary, cargando a sus nietas Kirsty y Fiona.

FUENTE DE LA IMAGEN,CORTESÍA FAMILIA TAHTA

Pie de foto,Tahta y su esposa, Hilary, cargando a dos de sus nietas Kirsty y Fiona.

«Lo recuerdo como un hombre mayor, con cabello blanco, pero increíblemente energético. Una figura carismática que le daba vitalidad a cualquier conversación», le cuenta a BBC Mundo.

«Fui muy afortunado de verlo enseñar. Creo que cuando vino a hablarle a una de mis clases, fue la última vez que le enseñó a un grupo de niños».

«Lo que observé fue que creaba situaciones para los niños como si se tratara de un juego, pero era un matemático tan extraordinario que era capaz de llevarlos a involucrarse en matemáticas de alto nivel muy rápidamente».

«Los niños saben de juegos y que tienen que aprender sus reglas. Lo que él hacía era crear un contexto en el que los niños debían descubrir las reglas y a medida que se metían en el juego se adentraban en geometría o álgebra complejas«.

Tahta le abría la puerta a la creatividad de los niños y, al hacerlo, las matemáticas cobraban sentido para ellos, «no porque tuvieran aplicaciones en el mundo real, sino porque se les permitía involucrarse en las reglas».

«Por qué no»

Tahta se retiró de la Universidad de Exeter en 1981, emprendió proyectos educativos en Estados Unidos y Sudáfrica y continuó contribuyendo con instituciones británicas.

Stephen Hawking en 1979 en Estados Unidos.

FUENTE DE LA IMAGEN,SANTI VISALLI / GETTY IMAGES

Pie de foto,«El señor Tahta», fue la respuesta de Hawking cuando en una campaña británica, en los 80, se le preguntó por un maestro que lo hubiese inspirado.

David Pimm, profesor retirado de la Universidad Simon Fraser, en Canadá, no duda de que Tahta se convirtió en «una figura internacional significativa de la educación matemática durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX».

Él también lo conoció y, además de sus cualidades como docente, lo recuerda «divertido y sublime, profundamente presente».

En los años 80, en una campaña en Reino Unido para atraer personal a la profesión docente, se les pidió a figuras famosas que nombraran a un maestro que los hubiese inspirado.

Hawking dijo: «El señor Tahta».

El docente -señala un memorial de su familia- siempre fue «modesto acerca de ese homenaje y nunca lo mencionaba«.

Kirsty Tahta-Wraith piensa en él como el pilar de su familia.

«Le inculcó a todos sus nietos la confianza en sí mismos y una actitud de ‘por qué no’. A pesar de perderlo demasiado pronto, no sería la adulta que soy si no lo hubiese tenido 13 años», le indica a BBC Mundo.

Tahta murió a los 78 años en 2006.

«Lo echamos mucho de menos».

Y es que como dijo Hawking, «más que nunca antes, necesitamos grandes maestros».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-60016188

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La herencia de Hawking: una herramienta para estudiar universos paralelos

Europa/España/elperiodico.com/es

El físico británico Stephen Hawking completó un procedimiento matemático para identificar la existencia de universos paralelos apenas dos semanas antes de morir, el pasado miércoles a los 76 años, revelaron hoy medios británicos.

Hawking firma junto a Thomas Hertog, del Instituto de Física Teórica de Lovaina (Bélgica), un estudio que todavía no se ha publicado en ninguna revista científica tras ser sometido a un proceso de revisión por pares, si bien ya se puede consultar en un archivo en línea de la Universidad de Cornell (EEUU).

El trabajo establece un método que puede llevar a obtener una prueba experimental de que existe un ‘multiverso’, una de las conclusiones que se desprenden de las investigaciones de Hawking sobre el Big Bang en la década de 1980.

Su teoría indica que el Universo se expandió a partir de un punto minúsculo en un proceso conocido como inflación, aunque las matemáticas en las que se sustenta esa explicación sugieren asimismo que la explosión primigenia estuvo acompañada de un número infinito de comienzos similares que dieron lugar a otros tantos universos.

Huella en la radiación de fondo

En su trabajo póstumo, Hawking propone que ese proceso ha dejado una huella en la radiación de fondo que inunda nuestro Universo y que esa evidencia puede ser medida.

«Queríamos transformar la idea de un multiverso en una estructura científica que pueda ser sometida a prueba«, señaló al diario ‘The Sunday Times’ Hertog, coautor del estudio, titulado ‘A Smooth Exit from Eternal Inflation’ (‘Una salida suave de la inflación eterna’).

El trabajo de Hawking y Hertog concluye asimismo que el Universo en el que nos encontramos se continuará expandiendo y terminará disolviéndose en la oscuridad cuando todas las estrellas acaben con sus fuentes de energía.

«Una de las consecuencias de la inflación es que debería haber una multitud de universos, pero nunca hemos sido capaces de medir esto», afirmó el profesor de cosmología en la Universidad de Durham Carlos Frenk.

Hawking murió la semana pasada en Cambridge (Inglaterra), tras haber sufrido desde 1964 una enfermedad neurodegenerativa que le dejó inmóvil y le obligaba a comunicarse a través de un sintetizador de voz.

Además de sus investigaciones sobre la expansión del Universo y los agujeros negros, el cosmólogo británico adquirió fama por sus libros de divulgación científica, entre ellos ‘A Brief History of Time’ (‘Una breve historia del tiempo’).

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Colombia: Qué es «machine learning» y porqué será tan grande como la llegada de internet

Colombia / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Espectador

El «aprendizaje automático» cambiará la forma en que vivimos (para bien o para mal).

De acuerdo con un artículo escrito por el experto en tecnología en El País de España, Enrique Martín, el aprendizaje automático o “machine learning” cambiará la forma en la que vivimos y trabajamos. De hecho, esta tecnología de aprendizaje ya está presente en nuestras vidas diarias: en el software de los teléfonos, en los carros, en softwares de mapas, incluso en el algoritmo de Facebook.

Según Israel Olalla, ingeniero español de Google, el machine learning deriva de la Inteligencia artificial y consiste en desarrollar códigos o procesos que le permita a las máquinas aprender a través de un conjunto de datos que se le entregan y que, conforme al desarrollo de la máquina, se van corrigiendo. En otras palabras, es moldear la experiencia y la manera en que un cerebro (en este caso, una máquina) la procesa.

De acuerdo con Martín, este aprendizaje está cambiando el modo en el que los humanos percibimos el mundo: se reduce el tiempo de toma de decisiones, de comunicaciones entre nosotros. “El aprendizaje automático será la tecnología que defina una era”, escribió. Incluso señala que esta tecnología crece a la par con los datos abiertos y la infraestructura de “nube” que cada vez se alimenta más con grupos de datos más grandes. De acuerdo con la International Data Corporation, 7 de cada 10 compañías del mundo tienen su información “subida” en la nube (aunque solo 3 de 10 sepan realmente cómo usar la herramienta).  Adiós a edificios con pisos dedicados a alojar abarrotados archiveros: todo se aloja en la nube. De esos datos se alimenta la máquina programada para el aprendizaje automático, y entre más información tenga, más rápido y efectivamente aprende y se corrige.

El potencial del aprendizaje automático es increíble, sobre todo para grandes empresas de tecnología como Grant o Google que al final, son quienes necesitan, financian y hacen uso del machine learning a gran escala. Según él, el aprendizaje automático reduce el tiempo en el que se crean pronósticos precisos y fiables y puede tener un impacto en la capacidad de las empresas para planificar, hacer presupuestos, identificar anomalías en grandes conjuntos de datos, etc.

Pero hay quienes se oponen a este “avance de la ciencia”, o que por lo menos son escépticos con respecto a sus efectos, y con razón. El reconocido físico Stephen Hawking tiene una idea más fatalista sobre el potencial del “machine learning”. Desde 2014 ha advertido sobre el avance de la inteligencia artificial “para evitar que de destruya la raza humana. Necesitamos encontrar una manera de identificar amenazas potencialmente antes de que tengan la oportunidad de escalar y poner en peligro a la civilización”, dijo.

En noviembre de este año reiteró su escenario apocalíptico y dijo a la revista Wired que “si la gente diseña un virus de computador, alguien diseñará una Inteligencia Artificial que se mejore y se replique a sí misma. Esto sería una nueva forma de vida que superaría a los humanos”.

Malas noticias para el señor Hawking: el aprendizaje automático que se apoya en la infraestructura de la nube es parte integral de casi todas las estrategias de tecnologías de las empresas que trabajan con datos, y no solo ha llegado a las organizaciones, cada vez se intrinca más en la vida de los seres humanos. En ese orden de ideas, un apocalipsis a lo Hawking sería una versión más interesante de esa aburridísima película, Yo Robot, en donde la inteligencia artificial se ha perfeccionado a tal punto que las máquinas esclavizan a la raza humana en venganza por ser tratadas en calidad de microondas, y la única persona capaz de detenerlas es tan humano que no se da cuenta de que es (¡oh, sorpresa!) un robot.

Puede que sea tan sencillo como lo que dice Francoi Chollet, ingeniero de aprendizaje automático de Google a El País, “la IA se ocupará de las tareas en las que los humanos no somos muy buenos, y lo harán mejor. Serán una herramienta, no la competencia». O tan preocupante como lo que dijo Elon Musk, fundador de empresas como Solar X (que entre otras cosas, también usan estas tecnologías), durante una reunión de gobernadores en Estados Unidos en junio de este año: “la inteligencia artificial representa el raro caso en el que necesitamos ser proactivos con la regulación, en vez de reactivos. Creo que, para el momento en el que estemos reaccionando, será muy tarde. La inteligencia artificial representa un riesgo fundamental para la existencia de la civilización humana”.

En algo están de acuerdo: sin importar si tememos o no, el machine learning está aquí, aprendiendo de usted, entre sus dedos, mientras lee esto en el celular.

Fuente:

https://www.elespectador.com/tecnologia/que-es-machine-learning-y-porque-sera-tan-grande-como-la-llegada-de-internet-articulo-728101

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Hawking: La humanidad debe abandonar el planeta para sobrevivir

Por: Telesur. 19-11-2016
La guerra nuclear, la actividad de la inteligencia artificial y la propagación de un virus genéticamente modificado, serían las causas del fin del mundo, de acuerdo a Stephen Hawking.
El científico británico Stephen Hawking reveló que los humanos no serán capaces de sobrevivir a menos que abandonen la Tierra en los próximos mil años.

Durante una conferencia con los estudiantes de la Universidad de Oxford, Hawking indicó que la humanidad debe abandonar el planeta lo antes posible y destacó la necesidad de construir naves espaciales que sean capaces de volar a largas distancias.

«Es posible que un día seamos capaces de utilizar las ondas gravitacionales para contemplar el ‘Big Bang’ tal y como fue» declaró el  astrofísico británico al diario británico Daily Mail.

En los últimos 50 años la ciencia ha avanzado de una manera considerable y ha ayudado a que la humanidad se aproxime al descubrimiento de muchos de los secretos que esconde el cosmos, dijo Hawking.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Hawking-La-humanidad-debe-abandonar-el-planeta-para-sobrevivir-20161116-0041.html

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