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II Capitulo del podcast educativo: Hablando y escribiendo con destreza

Por: Luz Palomino/CII-OVE

En esta oportunidad presentamos el segundo capítulo del podcast titulado hablando y escribiendo con destrezas, que surge como una estrategia didáctica para promover el desarrollo y mejorar de las habilidades de expresión y compresión oral.

En este capítulo nos centraremos en la estructura de un discurso efectivo, mantener la atención del público y consejos para enfrentar el miedo escénico. esta propuesta permite desarrollar y/o mejorar la expresión oral y escrita como aspecto esencial de la competencia comunicativa, haciendo uso de herramientas TIC.

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CII-OVE-Podcast: Mujeres y educación en América Latina (2)

Por Selene Kareli/CII-OVE

Salvadora Medina Onrubia (1894-1972) – Argentina (2)

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien desde cualquier latitud en la cual nos estén escuchando. Me alegra mucho estar de nueva cuanta con ustedes. Les habla Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO, y del Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas. En esta ocasión, y como un acto de memoria para la educación y el pensamiento crítico promovido y elaborado por las mujeres, a través de nuestro OVE-podcast, les estaré compartiendo una serie de episodios dedicados a las Mujeres y la Educación en América Latina, no necesariamente feministas todas ellas, pero sí todas defensoras de los derechos de las mujeres y pensadoras convencidas de que la educación ―escolarizada y/o popular― es el camino para consolidar sociedades más justas, así como para formar hombres y mujeres más libres con pensamiento crítico, con una conciencia social e histórica que lleva a fortalecer tejidos sociales.

En este sentido, las Mujeres de quienes les estaré compartiendo un poco de su historia y trayectoria serán presentadas sin responder a un orden especifico, el principal criterio ha sido poner bajo la lupa su labor socioeducativa, la cual ha sido pensada para un bien común, para el bien-estar de los pueblos, situadas en su época y en el contexto latinoamericano. Asimismo, esta serie de entregas cerrará con un capítulo especial dedicado a las Mujeres organizadas desde la lucha obrera comunista, donde la educación jugó un papel importante para los procesos de emancipación, siendo un capítulo especial porque responderá a latitudes más allá de Nuestra América. Destacando que, muchos de los derechos políticos,
sociales y humanos que hoy podemos ejercer, se debe en gran medida a que muchas mujeres en el pasado se organizaron por una vida más digna y justa. Estas luchas continúan desde el presente.

De tal manera, esperamos nos acompañen en esta serie de episodios y nos compartan sus comentarios, dudas y sugerencias. Hoy damos continuidad a este ciclo con Salvadora Medina Onrubia, si bien, ella no dedicó su vida completamente a la educación, si fue una ávida militante anarquista, quien dejó una huella significativa en la organización feminista en América Latina. Para este episodio, retomo principalmente el libro ¡Arroja la bomba! escrito por Escales Vanina y el documental “Salvadora”, mismo que produjo Daiana Rosenfeld. Sin duda se retoman otras fuentes, pero de este texto y de esta producción visual he tomado las ideas centrales que hoy expongo y comparto con ustedes. Salvadora nace en La Plata, Argentina, en 1894, y muere en Buenos Aires en 1972. Onrubio, en La Plata se hace maestra rural, sin embargo, al quedar embarazada a los 16 años se va a Rosario y luego a Buenos Aires, donde decide llevar una vida de madre soltera sin importar lo que la sociedad de la época dijera de ella. Recordemos que estamos a finales del siglo XIX principios del XX. Con este suceso, Salvadora emprendió un camino lleno de autonomía y una constante búsqueda por construir y consolidar su libertad, al tiempo que luchó por la emancipación y la justicia social desde una visión anarquista, y donde la voz de la mujer era necesaria. Se dice que, sus compañeros de lucha la apodaron como "la venus roja", por el paralelo con Louise Michel, otra anarquista y poeta, protagonista y dirigente de la Comuna de París.

De igual manera, Salvadora fue una escritora, poeta y pionera en el feminismo argentino. Una de las obras de teatro que más destacó de su producción literaria fue Las descentradas, estrenada por primera vez en el Teatro Ideal en 1929 y que
se convirtió en un éxito para la crítica. Allí, Salvadora parece hablar de su propia contradicción a través de mujeres que cuestionan las estructuras monogámicas, el matrimonio y la familia tradicional; de quienes se logran asomar por encima del deber ser femenino y vivir más plenamente su feminidad. En palabras de Onrubia: Nosotras no queremos los derechos de los hombres, que se los guarden. Saber ser mujer es admirable, y nosotras solo queremos ser mujeres en toda nuestra espléndida femineidad. Las descentradas somos las que no pensamos, las que no sentimos, las que no vivimos como las demás. Las que entre gente burguesa somos ovejas negras y entre ovejas negras somos inmaculadas. Todas somos raras.

Por otra parte, Salvadora también tuvo una fuerte presencia en la prensa, escribió en Fray Mocho, PBT y La Protesta. Posteriormente acudió al periódico Crítica, donde buscó colocarse como redactora, lugar, donde también conoció a quien
sería su compañero de vida: Natalio Botana. Con Botana tuvo tres hijos ―dos niños y una niña―, y este adoptó como suyo a aquel pequeño con quien Salvadora había salido de La Plata años atrás. Lo que la convierte en la primera mujer en dirigir un diario en Argentina. En cada una de sus palabras siempre intentó plasmar la cuestión de la lucha social, la emancipación de la mujer, y en algunos casos, se mira a Salvadora entre sus palabras tratando de liberarse a sí misma.

Onrubio también fue pionera en dar un discurso público, siendo mujer, en una manifestación política. Se expresó abiertamente para pedir la liberación de Simón Radowitzky, anarquista que había asesinado al jefe de policía Ramón Falcón, quien fuera un represor de la clase obrera. Salvadora también habló públicamente en el entierro de las víctimas de la Semana Trágica –como se conoce la represión y masacre que sufrieron cientos de obreros en enero de 1919, durante el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen–, de la mano de su pequeño hijo, al que llevaba “para que se fuera enterando de lo que era la lucha social”.

Ya para 1930, José Félix Uriburu encabezó el primer golpe de Estado del siglo XX, que Crítica inicialmente apoyó. Un año más tarde Uriburu clausuró el diario y encarceló a Botana, a Salvadora y a 30 periodistas. Jorge Luis Borges, Roberto
Arlt entre otros intelectuales de la época, decidieron enviar una carta al presidente de facto pidiendo por la libertad de Salvadora Medina Onrubia, sin embargo, ella rechazó el pedido y le mandó una carta en la que se atrevía a decirle: “General Uriburu, guárdese sus magnanimidades junto a sus iras y sienta cómo, desde este rincón de miseria, le cruzo la cara con todo mi desprecio”. La carta completa que Medina Orubio mandó a Uriburu será compartida en la parte descriptiva de este podcast, por si desean leerla.

Después de ser liberada y exiliada en Uruguay, Salvadora siguió dirigiendo el diario varios años. Hasta que el gobierno de Perón lo expropió. Junto con Alfonsina Storni y Victoria Ocampo, Medina Onrubia completa esa tríada que, a través de la literatura, cuestionó las tradiciones y las buenas costumbres de la sociedad de principios del siglo pasado. "A pesar de ser mujer, me permito el lujo de tener ideas ¿sabe?", interpela al mundo uno de los personajes que ella creó.

Mucho se dice que, murió en la marginalidad por las drogas, el alcohol y, quizás, por una locura natural; sin embargo, no es menor todo lo que se atrevió a vivir, primero, el hijo que decidió tener como madre soltera, la dura pérdida por suicidio
de este. El encarcelamiento, la lucha constante por ideales de justicia social que llegó a vivir como contradicción. Es injusto juzgar desde el presente sin haber vivido las batallas que enfrentó Salvadora en aquella época, de las cuales no podemos decir que estemos completamente libradas.

Por ahora, voy cerrando. Invitando a que miren el documental que se encuentra de libre acceso en internet. Lo pueden buscar como Salvadora, dirigido por Daiana Rosenfeld; y el libro de Escales Vanina: ¡Arroja la bomba! De igual manera, espero se despierte el interés por la búsqueda de estas grandes mujeres que dejaron mucho para construir las sociedades de hoy, y que siguen siendo inspiración para tejer el futuro. En la próxima entrega les hablaré y compartiré de Gabriela Mistral – Chile (1889-1957), quien fuera la primera mujer en América Latina en recibir el premio nobel de literatura.

Les agradezco mucho su escucha, recordando que todo comentario, duda o sugerencia que aporte a la crítica constructiva será bien recibida. Nos pueden seguir a través de nuestras distintas redes sociales: Facebook, X, Tik-tok, YouTube, Instagram en donde nos encuentran como OVE mundo, y otras voces en educación.

Sin más, me despido de ustedes, deseándoles salud y bienestar en su andar. Hasta la próxima. Carta al general Uriburu, cárcel del Buen Pastor, 5 de julio de 1931Gral. Uriburu, acabo de enterarme del petitorio presentado al gobierno provisional pidiendo magnanimidad para mí. Agradezco a mis compañeros de letras su leal y humanitario gesto; reconozco el valor moral que han demostrado en este momento de cobardía colectiva al atreverse por mi piedad a desafiar sus tonantes iras de Júpiter doméstico. Pero no autorizo el piadoso pedido… Magnanimidad implica perdón de una falta. Y yo ni recuerdo faltas ni necesito magnanimidades. Señor general Uriburu, yo sé sufrir. Sé sufrir con serenidad y con inteligencia. Y desde ya lo autorizo que se ensañe conmigo si eso le hace sentirse más general y más presidente.

Entre todas esas cosas defectuosas y subversivas en que yo creo, hay una que se llama karma, no es un explosivo, es una ley cíclica. Esta creencia me hace ver el momento por el que pasa mi país como una cosa inevitable, fatal, pero necesaria para despertar en los argentinos un sentido de moral cívica dormido en ello. Y en cuanto a mi encierro: es una prueba espiritual más y no la más dura de las que mi destino es una larga cadena. Soporto con todo mi valor la mayor injuria y la mayor vergüenza con que puede azotarse a una mujer pura y me siento por ello como ennoblecida y dignificada. Soy, en este momento, como un símbolo de mi Patria. Soy en mi carne la Argentina misma, y los pueblos no piden magnanimidad.

En este innoble rincón donde su fantasía conspiradora me ha encerrado, me siento más grande y más fuerte que Ud., que desde la silla donde los grandes hombres gestaron la Nación, dedica sus heroicas energías de militar argentino a asolar hogares respetables y a denigrar e infamar una mujer ante los ojos de sus hijos … y eso que tengo la vaga sospecha de que Ud. debió salir de algún hogar y debió también tener una madre. Pero yo sé bien que ante los verdaderos hombres y ante todos los seres dignos de mi país y del mundo, en este inverosímil asunto de los dos, el degradado y envilecido es Ud. y que usted, por enceguecido que esté, debe saber eso tan bien como yo. General Uriburu, guárdese sus magnanimidades junto a sus iras y sienta como, desde este rincón de miseria, le cruzo la cara con todo mi desprecio.

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Podcast CII-OVE: Capítulo III Las pedagogías feministas como práctica de la libertad

Por: Selene Kareli

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien en cualquier parte de los muchos territorios que habiten. Les habla Selene Kareli, formo parte del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación, suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. También formo parte del Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas. Hoy pasamos al tercer capítulo de las pedagogías feministas en este nuestro podcast OVE-educación, en el cual damos voz y nombre a las diversas maneras de hacer educaciones, donde el enfoque feminista es clave para tejer sociedades más justas y libres.

En este recorrido hemos hablado de manera general del patriarcado y las pedagogías de la crueldad, tomando como referencia a María Galindo y Rita Segato. Asimismo, hemos dicho que las pedagogías feministas se tejen desde la educación formal, no formal e informal, desde las educaciones populares y la cotidianidad, mismas que buscan hacer frente a la violencia patriarcal con propuestas de educaciones otras, destacando que las educaciones feministas dan cuenta de la pluralidad y diversidad que habitamos. De igual manera, y retomando a bell hooks, procuramos mirar con ojo crítico la historia de vida propia y la de las y los otros. Aceptar nuestra historia, mirar el dolor, teorizar el dolor y colectivizar nuevas formas de ser y estar, que apunten a la justicia, a la equidad, a la libertad desde la educación, y no solo desde el sistema jurídico, que, como dijimos anteriormente, es crucial y muy importante para los feminismos; sin embargo, hace falta transgredir desde los espacios educativos los prejuicios, las normas y la dominación patriarcal. Necesitamos teorizar y necesitamos hacerlo desde nuestras contradictorias experiencias. Es así, como hoy llegamos a hablar de las pedagogías feministas como práctica de la libertad, donde Catherine Walsh con el enfoque de interculturalidad crítica, Paulo Freire con la educación como práctica de la libertad y bell hooks con enseñar a transgredir nos van dando camino para trazar esas educaciones emancipatorias. Primero, quiero destacar que, Catherine Walsh radica desde hace varios años en Ecuador, sus aportaciones giran en torno al pensamiento crítico en América Latina, la geopolítica del conocimiento, las luchas políticas, la praxis social de los pueblos afrodescendientes e indígenas, así como los pensamientos feministas, las pedagogías decoloniales y la interculturalidad crítica. En esta ocasión me gustaría destacar que para hablar de perspectivas feministas en educación también hay que hablar de interculturalidad. Catherine Walsh nos dice que “al instaurar una jerarquía racial de identidades sociales ―blancos, mestizos, indios y negros― se han borrado las diferencias culturales de estas últimas, subsumiéndolas en identidades comunes y negativas de “indios” y “negros”, por lo que, “la colonialidad del poder contribuyó de manera clave a la configuración del capitalismo mundial como modelo de poder global, concentrando todas las formas de control de la subjetividad,  la cultura y la producción del conocimiento bajo su hegemonía occidental”. En este sentido, desde la educación, la lucha es contra la deshumanización y por la existencia y por la libertad, es decir para recuperar la dimensión subjetiva y diversa. Por tal, se vuelve fundamental la idea de que una pedagogía crítica podría contribuir a construir algo distinto, donde la diversidad de culturas, de mujeres, de hombres tienen posibilidad de existencia y diálogo. Pensar en un giro decolonial, nos dice Walsh, en torno al conocimiento y la educación requiere tomar con seriedad tanto las contribuciones como las implicaciones de las historias locales y de epistemologías negadas, marginalizadas y subalternizadas. Siendo las historias de las mujeres las que hay que mover de esas categorías. Ya lo dijo Paulo Freire, “no hay práctica social más política que la práctica educativa, la educación puede ocultar la realidad de dominación y la alienación, o puede, por el contrario, denunciarlas, anunciar otros caminos, convirtiéndose así en una herramienta emancipatoria”, por tal, habrá que nombrar aquellas pedagogías que visibilizan la operación de los patrones del poder, racializado, patriarcalizado, heterosexualizado, la geopolítica del saber y la topología del ser.

Sin duda la educación puede construir seres críticos y sociedades más justas, donde a las mujeres se nos vea y trate como sujetos y agentes activos de cambio, y no como meros objetos. Mujeres diversas.

Asimismo, bell hooks, apunta que, la educación como práctica de la libertad tiene como propósito crear comunidades de aprendizajes, donde se pueda reconocer la diferencia, sin confundir estas diferencias con querer sustituir una cultura encima de otra, sino darle valor al disenso, al cuestionamiento y al cambio. Por su parte, hooks apuntó que, todas las personas que participamos del mundo universitario y de la cultura en su conjunto estamos llamadas a renovar nuestro entendimiento si queremos transformar las instituciones educativas (y la sociedad) para que la manera en que vivimos, enseñamos y trabajamos pueda reflejar nuestro deleite por la diversidad cultural, nuestra pasión por la justicia y nuestro amor por la libertad.

De tal manera, la pedagogía debe de ser transformadora, donde la confrontación sea constructiva y la interrogación sea crítica. Esto nos recuerda que no es fácil para los individuos cambiar de paradigma y que debe haber espacio para que las personas expresemos nuestros miedos, para que se hable de lo que se está haciendo, cómo se está haciendo y por qué lidiar de manera provechosa con tanta «diferencia».

Es de reconocer que hay cierto nivel de dolor implícito al renunciar a las formas antiguas de pensar y conocer para aprender nuevos enfoques. El cambio de paradigma implica una ruptura de estructuras. No resulta fácil nombrar nuestro dolor, teorizar desde ese lugar, hacer teoría a partir de la experiencia vivida, pero sin lugar a duda, cuando damos paso a esta parte, ejercemos y tomamos esa porción de nuestra libertad para crear otras maneras de ser y estar con nosotras mismas y con las y los otros.

Es por ello por lo que les invitamos a pensar, sentir y actuar en clave feminista, intercultural, critica y antirracista, para crear esas otras educaciones.

Por hoy, vamos cerrando esta reflexión, recordando que la próxima semana finalizaremos esta miniserie de cuatro episodios de pedagogías feministas, con las experiencias de colectivas, grupos, educaciones populares, que han apostado a las pedagogías feministas para crear esos otros mundos posibles. Les agradecemos mucho nos sigan acompañando.

Finalmente les invitamos a seguirnos en nuestras distintas redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, Tik Tok, en todas estamos como Otras Voces en Educación, y compartir sus opiniones y perspectivas, así como para estar pendientes de la siguiente emisión. Los enlaces para descargar los textos que hoy fueron compartidos serán de libre acceso en la parte descriptiva de este podcast para que puedan consultarlos a profundidad cuando ustedes así lo decidan.

También las, los, les invitamos a estar pendientes de las diversas actividades que se realizan desde el Grupo de Trabajo Capitalismo Digital, Políticas Educativas y Pedagogías Críticas que se promueve desde un compromiso en red y en colaboración con CLACSO. Actualmente se encuentran abiertas las inscripciones para el Diplomado en tecnologías e investigación educativa, dejamos el enlace donde encontraran más información.

https://otrasvoceseneducacion.org/archivos/406438

Muchas gracias por seguirnos y escucharnos. Nos encontramos en la próxima reunión en rebeldía, por una educación crítica y emancipatoria del patriarcado.

Hasta pronto.

Interculturalidad crítica y educación intercultural – Catherine Walsh

https://drive.google.com/file/d/1m03GpbQegjBV9-FCJ8YnqOAQbQMDDq0I/view?usp=sharing

Enseñar a transgredir. La educación como práctica de la libertad – bell hooks

https://drive.google.com/file/d/1Rs8FNCSFGKxnuqtpXoyYUy6tpJEOV5Sy/view?usp=sharing

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OVE-Podcast: La enseñanza de la historia en diálogo con la Dra. Julia Salazar

Por: Selene Kareli Zepeda Pioquinto/CII-OVE

Buen día, espero que todas, todos, todes, se encuentren muy bien. Les habla Selene Kareli Zepeda Pioquinto, formo parte del Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación suscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO. En esta ocasión, arrancamos el año con el primero de 12 podcast que conformaran un diálogo con especialistas en educación y sus diversas aristas de trabajo, estudio, lucha y resistencia. Siendo la enseñanza de la historia nuestro tema de arranque.

De tal manera, el día de hoy, nos acompaña la Dra. Julia Salazar Sotelo, con quien conversaremos uno de los varios textos que ha escrito respecto a este tema. El libro se titula: ¿Por qué enseñar historia a las jóvenes? Una reflexión sobre el sentido de la historia en la formación de las identidades en el México globalizado. Mismo que fue publicado en el 2018 bajo la editorial Horizontes Educativos de la Universidad Pedagógica Nacional.

Pero antes de pasar al diálogo, me gustaría compartir una breve semblanza académica de la Dra. Julia, esa es Doctora en Historia, UNAM; Maestra en Historia de México, UNAM; Licenciada en Sociología, UNAM

Sus líneas de formación y sus Campos de interés académico son: Procesos de enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales, didáctica de la historia, educación ciudadana, uso de la tecnología en la enseñanza de la historia, divulgación de la historia: museos, revistas, caricatura y patrimonio cultural, así como, reflexión filosófica sobre la importancia de la historia en la sociedad globalizada.

Y bueno, con esta breve contextualización me gustaría comenzar a conversar con usted doctora, destacando que el libro se divide en cinco capítulos:

  • El desafío de la historia en la sociedad globalizada
  • El sentido de la historia
  • Los avatares de la enseñanza de la historia en México
  • Los valores de identidad nacional en los adolescentes mexicanos
  • Enseñanza de la historia y ciudadanía

Por tal, generé una pregunta para cada capítulo, quizá podemos seguir ese orden y si la dinámica cambia al estar conversando no hay ningún problema mientras mantengamos el centro del libro y la enseñanza de la historia.

Capítulo 1. El desafío de la historia en la sociedad globalizada

Selene Kareli/CII-OVE: En el texto puede leer una crítica que se hace a esta historia que, muy en particular durante el siglo XX se impulsó, que fue la del Estado-nación. La cual nos narra una historia única, la historia dominante. Sabemos que uno de sus objetivos fue fortalecer a ese Estado, y por ende se contó esa narrativa. Lo que implicó no nombrar varias historias, como lo son la de los pueblos, los campesinos, las mujeres, los obreros, los indígenas…

Sin embargo, a través de su libro, puedo ver dos momentos: El Estado-nación y el Estado-globalización. Historias que se desprenden de estos dos momentos. Me pregunto yo, si vinculamos esta parte al Sistema Educativo, ambos tienen intereses y objetivos particulares, el Estado-nación y ese Sistema Educativo que surge de ahí tienen un interés; y el Estado-globalizado, también respecto al sistema educativo tiene un interés, por lo que me pregunto, ¿usted cree que es posible construir un Estado que a través de la enseñanza de la historia dé cabida a la diversidad y a la pluralidad? Sobre todo, en una sociedad globalizada como la que vivimos, porque creo que puede tener sus ventajas y sus desventajas como ya lo advirtió en algún momento Bauman en su libro de La globalización y que usted también refiere aquí, como estos pros y contras de ser una sociedad globalizada, pero ¿usted cree que es posible desde este México consolidar una Estado plural a través de la historia?

Dra. Julia Salazar: Bueno, yo creo que lo primero que tenemos que mencionar es que la política educativa es política, o sea, antes que una intención ―que mal decirlo―, pero antes que una intención educativa tiene una intención política, y lo podemos ver desde los liberales del siglo XIX, como van tendiendo los lineamientos que hasta la fecha siguen presentes en relación al papel que tiene que jugar la educación, y, la educación y el proyecto de sociedad van a estar muy asociados, o sea, a qué sociedad aspiraba la elite gobernante. Entonces, es un binomio que no podemos separar. Vamos a tener en parte del siglo XIX y parte del siglo XX, esta historia que estaba pensada para justificar a esta elite, para crearles su historia, o sea, una historia que los justifique y que les dé sentido de su presencia como grupo político dominante; el ejemplo para mí más claro, es cuando Salinas de Gortari cambia los libros de texto y en el libro de sexto habla de, prácticamente de él mismo, vanagloriándose de la globalización, de la modernización económica, etcétera, o sea,  ahí, esa página, ahorita ya no recuerdo qué página es, pero para mí esa página es un claro ejemplo de cómo todo el siglo XX, e insisto, parte del siglo XIX, a la historia se le utiliza para justificarse ellos y su proyecto, ahí ensalza a Porfirio Díaz y lo convierte en el modernizador, cuando anteriormente Porfirio Díaz era el dictador; sin embargo, ese es un momento que abre un parteaguas en la enseñanza de la historia, y no precisamente porque la elite política mexicana estuviera abierta a nuevas ideas, sino son los aires renovadores que hay a nivel mundial y concretamente, para nuestra suerte, europeos, o sea toda esta visión europea que habla de la diversidad de la inclusión, empiezan a llegar estos aires, al diseño curricular, y bueno, en particular también a la historia, donde empiezan emerger esas pequeñas historias que no veían que no se hablaban. Eso estamos hablando más o menos finales de los 70 principios de los 80.

Voy a narrar una experiencia ―espero no salirme―, voy a narrar una experiencia de cuando era estudiante de la facultad ya en los últimos años. Recuerdo que asistí a un congreso de historiografía de movimiento obrero, y el movimiento obrero era así como, en Europa, en México, en América Latina, era como clandestino, como que nada  más los mas allegados llegaban a esas conferencias, o sea, no eran temas abiertos, entonces, ¿en qué va ayudar la globalización a la escritura de la historia?, en que efectivamente estos aires renovadores que hay en otros países van a hacer emerger también aquí esas historias y vamos a empezar a ver historias de los obreros, de los indígenas, vamos a empezar a ver historias de las feministas, de los movimientos lésbicos, homosexuales, o sea, ya para la década de los 90 vamos a tener la emergencia de muchas historias; sin embargo, esas historias no se ven reflejadas en la enseñanza de la historia, hay una ―hay que decirlo claramente― hay un divorcio entre esta nueva tendencia historiográfica que no es muy generalizada sino son grupos muy particulares.

Hay un divorcio porque sigue prevaleciendo la historia tradicional. Incluso yo cuando estudié en la facultad de filosofía, la maestría, seguía habiendo y sigue habiendo hasta este momento, una visión todavía, híjole, entre positivista y como que quieren meter cosas nuevas, pero sigue siendo positivista la historia.

Recuerdo perfectamente yo como socióloga, me pusieron 16 materias para cursar la maestría ―materias para poder ingresar―, y casi todos los cursos que tomé eran de una historiografía tradicional, algunas muy bellas: la Dra. Beatriz Gaytán me embelesaba con sus historias, pero era una historia tradicional, y fíjense, ya estoy hablando prácticamente del siglo XX cuando yo estudio esto y seguimos en esa historia. Cuando estudio el doctorado vuelve a ser lo mismo, o sea, me doy cuenta de que no hay…, en la facultad veo materias, veo los horarios y veo algunas materias nuevas. De cien materias unas cinco materias que hablan ya de la nueva historiografía, pero son cinco seis materias.

La globalización nos ha permitido estos aires renovadores en la historia; sin embargo, en la enseñanza no. En la enseñanza si nosotros revisamos hasta la fecha lo que se enseña a los niños, es una especie de, cómo podríamos decirlo, de querer meter nuevos temas, pero no tienen algo que yo planteo en el libro, para mi lo fundamental es cuál es el sentido de enseñarles ese algo, incluso para qué quiero enseñarles historia del movimiento campesino o historia de las mujeres o las historias de los pueblos, o sea, para qué quiero enseñar eso, como que no queda claro en sentido, más bien, no queda claro el sentido de para qué estamos enseñando historia, antes, en el siglo XX siglo XIX, me queda claro que se estaba formando una ciudadanía, una ciudadanía si quieres, digamos, que obedecía al ser mexicano, no una ciudadanía democrática, participativa, crítica, no, no, no, una ciudadanía que al Estado lo que le importaba es formar ciudadanos mexicanos o ciudadanos franceses, o ciudadanos no sé qué,  pero hoy, creo que, no queda exactamente claro para qué enseñamos historia. La llenamos de nuevas cosas, que historia de la cultura, o le metemos actividades didácticas a veces que son, yo las veo y digo, ¿de dónde se les ocurrieron? Actividades didácticas que no están abonando a lo que debería de abonar el conocimiento histórico, que es al desarrollo del pensamiento, y es algo que también insisto mucho en el libro, es que la historia finalmente es una ciencia que implica habilidades cognitivas. El historiador no tan sólo justifica y legitima, detrás, en la obra negra del trabajo del historiador hay habilidades cognitivas que no se dimensionan, o que no se llevan al salón de clases; entonces, termino para esta primera idea, si hay un avance historiográfico, no es muy fuerte en México, incluso lo podríamos ver en algunas universidades, la UAM Azcapotzalco ya es más abierta en su currículum, la Universidad Iberoamericana, la Universidad de Puebla; el Mora, fíjate que en el Mora pasó algo chistoso por decirlo así, al principio lanza algo sobre enseñanza de la historia y después lo olvida, o sea, no lo consideraron relevante, entonces sí hay destellos, pero no tenemos un trabajo historiográfico, que se esté reflejando en el aula; e insisto, la historia no es sólo discurso que legitima, la historia es conocimiento, es cognición y lo que debemos llevar al salón de clase es esa cognición que hace el historiador. No estoy diciendo plantear pequeños historiadores, no, conocer las habilidades del trabajo del historiador. Esta sería una primera idea, Selene.

Capítulo 2. El sentido de la historia

Selene Kareli/CII-OVE: Muchas gracias, doctora. Algo de lo que retomo de lo que comparte ahora, es precisamente este enfrentamiento que llega a haber entre la política educativa y quienes están diseñando e impulsando la política educativa y el interés que hay en la enseñanza de la historia, creo que ahí hay una cuestión muy fuerte como para lograr esto que usted plantea de que sea historia no sólo para legitimar  sino para producir este conocimiento y este pensamiento crítico trascienda, o sea, creo que ahí es donde se genera un tope, como una barrera, entre los hacedores de esa política educativa, y acá, como se está viviendo la enseñanza de la historia. Me parece bastante interesante esta idea que nos plantea y la pregunta que usted misma ahora comparte, ¿cuál es el sentido de enseñarle este algo a estos estudiantes, a estos niños, a estos jóvenes? Que debería, me parece, ser también un centro por considerar; y bueno, a partir de ahí, pienso en algo muy concreto que involucre a los jóvenes y que tiene que ver precisamente con lo que es el sentido de la historia frente a la juventud, ¿cómo podemos dotarlos a ellos de este sentido de la historia y por la historia? Porque como ya lo mencionaba, sabemos que el sistema educativo marca parámetros, da lineamientos de enseñanza, da un currículum, que en teoría tiene objetivos y desde ahí se forja un sentido de una historia, pero ¿cómo podemos lograr que los jóvenes se interesen por la historia o las historias que habitamos para conocer y entender el presente?,reconociendo que habitamos una sociedad globalizada y plural y que hay algo que va más allá de lo institucional, cómo podríamos encaminar a los jóvenes hacia ese sentido de la historia

Dra. Julia Salazar: Claro, claro, fíjate, yo recuerdo una frase, cuando empezaba mis primeros pininos sobre la enseñanza de la historia, un niño de quinto año de primaria señalaba que a él no le interesaba lo que habían vivido los muertos, a él le interesaban los vivos, y dije, o sea, esa frase para mi fue impactante porque ese niño tiene la claridad de lo que debe de ser la historia,  o sea, él para qué quiere saber determinados hechos históricos si no ―bueno, aquí ya yo le agrego―, si no los vincula con el presente.

Yo creo que aquí el punto de partida para nosotros darle, para darle el sentido que es, o sea llevar el conocimiento histórico a la clase, es llevar desde dónde nos preguntamos para investigar determinado tema. Un historiador no va y se planta en un archivo y dice “a ver qué encuentro” y empieza a caminar en los pasillos, no. Un historiador lleva una pregunta, si quieres para legitimar, si quieres para justificar sus ideas, o sea, él lleva una pregunta y lleva un cuestionamiento que quiere investigar, que quiere saber, que quiere confirmar o deshacer; entonces, nosotros lo primero que tenemos que hacer, es ubicar al niño en su presente; para mí el punto de partida fundamental es ubicar los problemas del presente para poder mirar al pasado.

Yo un poco parto de la idea de que el pasado hay que entenderlo, comprenderlo, analizarlo, desmenuzarlo, pero, dejarlo donde es, en el pasado, pero eso me va a ayudar para entender donde estoy parada, aquí. A mí me interesa saber por qué la ciudadanía mexicana en especial, para no hablar de otras, no hace caso a las cuestiones de cuidado sobre la pandemia, o sea, de dónde vienen esas formas de actuar ciudadana, eso me interesa a mí para poder transformar. Es un poco conocer el pasado, y porque no decirlo, para transformar el futuro, y bueno, entender mi presente y puedo trasformar el futuro, pero si no entiendo mi presente cómo voy a transformar mi futuro, o sea, voy a seguir repitiendo. Así que insisto en la idea, el presente es punto de partida y hay que ubicar a los niños en sus problemas de ahorita, de hoy.

Al niño de secundaria que vive en Iztapalapa, hay que ubicarlo en los problemas reales. En el problema, por ejemplo, desde la violencia alrededor de su colonia, ubicarlo en eso. Para mí la escuela no se trata, no debería solamente enseñar conocimientos, sino confrontar estos conocimientos. La realidad, que más tu como socióloga, además a mí eso me sirvió también, porque también soy socióloga de origen, tú sabes que estamos siempre mirando la realidad, o sea cualquier cosa la vemos y la analizamos. Todos los fenómenos que estamos viendo, a veces he llegado a pesar de que esta idea del presente, ya lo señalaron historiadores desde siglo XIX, concretamente Marc Bloch, pero los problemas del presente son los que nos dan el punto de partida para irnos al pasado.

Yo no quiero niños enciclopédicos, o alumnos de la universidad enciclopédicos. Yo quiero gente que piense, que relacione. Si tu me preguntaras a mí cuál es la palabra, una palabra, con qué palabra definirías que es la historia, yo te diría relacionar; porque la historia se pregunta, por qué pasa esto, por qué pasa aquello, o sea, siempre estamos relacionando, buscando relaciones. Ya si nos vamos más epistemológicamente estamos buscando causalidades, entonces, en ese sentido, ese es para mí el punto de partida: el presente. Y bueno, problematizarlo ya sería un segundo momento, que nosotros a partir de los elementos que tenemos empecemos a decir, bueno, por qué somos una ciudadanía, a bueno, porque desde la escuela nos educaron de esta manera, o sea, empezamos a relacionar una serie de hechos. Aquí cabe aclarar que cada nivel cognitivo, la primaria, la secundaria, estudiante universitario, implica ciertos niveles de profundidad. Aunque yo parto también de una idea que me gusta mucho, de un psicólogo constructivista norteamericano, que se llama Jerome Bruner, que dice que al niño más chico se le pueden enseñar las cosas más complejas, adecuándolos a sus condiciones cognitivas, él lo dice de otra manera, pero es la idea que él nos dice en su libro ―se me fue el título―, pero es la idea que Jerome Bruner plantea, y para mi esa ha sido una idea motor.

A todo mundo se le puede enseñar el analizar, el confrontar, el interpretar, a un niño incluso de seis años, a un niño se le puede enseñar, claro, respetando, no le vamos a dar un cúmulo de categorías y conceptos, sino partir de cosas concretas y luego vamos complejizando. Entonces, insisto y termino diciendo, el presente es el punto de partida del conocimiento histórico: lo que no ha hecho el currículum.

Capítulo 3 Los avatares de la enseñanza de la historia en México

Selene Kareli/CII-OVE: Sí, justo para allá iba, precisamente, lo que no ha hecho el currículum, y entonces es el gran desafío que tiene el docente al estar parado frente al grupo, porque al final el docente termina atendiendo lo que dice el currículum, pero entonces, quizá, la palabra que yo voy a usar es que le toca transgredir un poco lo que se le está diciendo para poder hacer esto que usted menciona, de que la escuela no se trata únicamente de enseñar conocimiento sino de confrontar esas realidades sociales en las cuales están habitando las niñas, los niños, los jóvenes; ese es un reto y un desafío para los docentes frente a la enseñanza de la historia con los jóvenes; bueno, pensando justo en estos procesos de enseñanza-aprendizaje en el aula misma, hay un reto, ¿cómo hacer ese transitar de un siglo a otro respecto a la enseñanza de la historia? Entiendo que usted nos plantea que es necesario cambiar esa manera de narrar y hacer memoria, porque nos cuentan la historia hegemónica, donde únicamente se divide en vencedores y vencidos, que es lo que ha dominado la esfera educativa en la cuestión curricular, ¿cómo lograr este transitar? Pienso, y, quizá yo me puedo responder algo, pero yo lo que quiero es escucharla a usted y que me comparta ¿cómo transitar en estos cambios de la enseñanza de la historia?

Dra. Julia Salazar: Fíjate que me gustó mucho que usaste la palabras transgredir, yo creo que mucho del avance que tenemos en educación es precisamente a que ha habido muchos transgresores, porque si no hubiera esos transgresores estuviéramos en el medievo, entonces, yo como maestra, como educadora, como quien diseña materiales siempre he estado transgrediendo lo que me han enseñado, tengo que estar cambiando, tengo por ejemplo, en el aula tengo que tener una actitud de modificar ese discurso que va de aquí para allá.

Un primer elemento que nosotros tendríamos que pensar que el discurso histórico no es univocista, no es una sola verdad. Nosotros lo que tenemos que considerar es que hay muchas verdades de acuerdo desde donde miremos el problema. Tú tan sólo piensa, no sé, del asesinato de Colosio. Todos vimos el asesinato en tele y yo lo vi cien veces o más y lo repetía y lo repetía, y hasta la fecha, a ciencia cierta no sabemos quién asesinó a Colosio. Lo saben los que lo mandaron a hacer, pero como historiadores, tú piensa en un historiador que venga dentro de cuarenta años a estudiar esto, pues lo que tiene son los documentos, lo que hay, porque hay diferentes inter-fuegos, hubo diferentes interpretaciones, diferentes miradas. Esto rompe totalmente con la enseñanza que hemos tenido en la escuela, y por eso también es muy difícil, porque imagínate aceptar que un niño te diga que Cristóbal Colón descubrió América por equivocación, ¡no!, él tiene que poner “¿Quién descubrió América? Cristóbal Colón”, y que el niño vaya más allá del hecho, bueno, ese niño es un transgresor, porque está tomando más información para decir que Cristóbal Colón ni se enteró de que descubrió América.

Yo creo que aquí es fundamental no pensar que la historia solamente es un discurso univocista, sino que hay una diversidad de discursos. Una diversidad de discurso, que si bien, no todos son válidos, si son factibles, o plausibles. Existe la plausibilidad de que hayan sido, entonces es un elemento que tendríamos que llevar a la escuela, pero por supuesto que es complicado, porque imagínate a los maestros, tendríamos que tener una atención total a cada alumno que va construyendo sus propias hipótesis. Yo sé que es difícil llevar al salón de clases una forma de enseñanza diferente, pero eso tendríamos los maestros que darnos, la posibilidad de entender que no es un discurso único y que no hay respuestas univocas, sino posibilidades de respuestas, y claro, quién nos marca los márgenes para no salirnos, pues la propia información historia. Yo no puedo inventar cosas que no estén dentro de la información histórica, claro, ¿el historiador cómo avanza?, transgrediendo esa información y busca otras nuevas hipótesis. Yo creo que uno primero como docente, como docente y como diseñador de material, tenemos que conocer.

Ahorita recordé cuando con los estudiantes de psicología ―ya tiene mucho que no trabajo con sociología―, pero, me acuerdo de que les di una actividad sobre el 68, pero que no era lo clásico, sino que les dio todas las voces del 68. Les di desde lo que decía Gustavo Díaz Ordaz, conseguí los materiales, incluso algunos los tenía en audios originales, los periódicos, los intelectuales, los propios estudiantes, un nuevo libro que había de las mujeres en el 68, di una variedad, diversidad, multi de voces del 68, y les dije, esto es el 68. Ya después leímos los artículos, los análisis, pero entonces eso ya lo veían desde las historias concretas. Yo por eso digo que el problema es el punto de partida, de que lo sientes de carne, aquí, lo que tienes cerquita, porque cuando los estudiantes escucharon a Gustavo Díaz Ordaz manotear la mesa y decir “muchachito, usted está aquí porque yo fui el mero mero…”, hasta estudiantes que eran las mujeres que hacían la comida, reproducían los materiales, todas esas voces, los significan diferente. Lo que me gustó fue que ellos pudieron ver la información, los análisis sociológicos ya desde las historias concretas; entonces el segundo elemento que considero importante es que las historias, las voces, nosotros tenemos que escuchar a las voces, la diversidad que hay para tener una visión global porque sino me quedo con una sola voz.

Selene Kareli/CII-OVE: Justo aquí está el desafío también de las planeaciones, o sea, veía el currículum y decía, bueno, me están dando estos temas y me dicen que yo no me salga de esos temas, pero, el maestro lleva esas posibilidades de esas voces múltiples, abre el abanico respecto a ese centro que le están dando para no quedarse únicamente con la historia que ha dominado, en este caso, por ejemplo, el ejemplo que usted nos da del 68, casi siempre hay una voz dominante, pero bueno, vamos a ver qué pasaba con las otras voces, eso es interesante y sin duda creo que ahí la didáctica juega un papel muy importante respecto a la planeación de cómo voy a presentar esto a las y los estudiantes.

Dra. Julia Salazar: Claro, claro, fíjate que, esta idea… Empezamos con esto de la enseñanza de la historia cuando recién ingresé a la universidad, hace muchísimos años, no sé, hace unos 28 años, y dimos un curso de actualización y una maestra, sobre enseñanza de la historia, fue la que me dijo así medio picara ―me acuerdo hasta de su carita―, dice, “es que en el salón de clases, maestra, pueden pasar muchas cosas, depende de nosotros”; entendí un poco esto que, sí, tenemos la planeación, pero también nosotros en el salón de clases podemos mover, crear, crear nuevas cosas, utilizar muchos materiales no quedarnos con el libro ni la antología, porque así en la universidad. Cuando yo entré, así se acostumbraba. A mí me dieron una antología y este es el programa que se va a dar, y sí, lo di un año dos, pero yo dije, cómo me voy a quedar con una antología, no, no, no. Me gusta dialogar con los autores y a los alumnos, que ya estoy hablando a nivel universitario, que dialoguen entre los autores que estamos leyendo, ese es el ejercicio de análisis que tenemos que hacer, ¿cómo me enfrento a la experiencia del otro? Pues haciéndolos dialogar.

Te digo, con las propuestas que he desarrollado, voy pensando en el nivel cognitivo a quien está dirigido, claro, yo he trabajado fundamentalmente con universitarios, y bueno, mi material, el trabajo que hago es para profesores universitarios, pero cuando tuve oportunidad de concursar ―no ganamos―, en el libro de quinto año; lo que hacíamos nosotros era un discurso escrito para niños de diez años, o sea, si considero la narrativa que está pensada para los niños debe ser escrita para ella. Lo que yo veo en los libros ¿qué veo? A mí me llaman mucho la atención los libros de texto porque son un recorte de un autor sobre equis tema y luego el recorte de otro autor y luego el recorte de otro autor. Luego los libros, el discurso que se le da a los niños es tan complicado, porque no es, porque cuando tú haces un texto tienes una idea, y haces tu texto con base a esa idea, pero cuando recortas un pedacito de uno un pedacito de otro, no se acaba de tener claridad, uno qué va a tener claro el hilo conductor.

Un elemento que yo considero muy importante es escribir los materiales de acuerdo con el alumno al que va dirigido, incluso a nivel universitario. Tu como alumna lo habrás vivido, a veces el maestro habla de otras cosas y la lectura habló de otra cosa, porque el maestro nada más quiere un tema en particular, entonces, yo escribo los textos que mis alumnos van a leer porque están enfocados a la problemática que quiero destacar. Todo curso mío empieza con una problemática que yo escribí, y ya después veo a los autores, pero los alumnos tienen que enfocar la mirada en la problemática que vamos a trabajar, porque los autores pueden hablar de muchos temas, pero yo por ejemplo, sólo quiero hablar de identidad, o de cómo se consolidó el nacionalismo, entonces, la lectura que yo haga, tengo que darles, por decirlo de alguna manera, darles a los alumnos una mirada para las lecturas, porque nosotros como alumnos nos podemos perder; pero si ya llevo una serie de problemáticas trazadas, yo voy estudiando ese texto a partir de esas problemáticas.

Hace rato dijiste la didáctica, en México no hemos desarrollado propuestas como en España. En España los grupos de investigación tienen financiamiento de años, de años, no es solamente mete tu proyecto Conacyt y te va a durar un año, dos, no, no, no, allá son de años y aquí los investigadores de la enseñanza de la historia, pues todos somos solitos, los que podemos con nuestros recursos. No tenemos una visión de política educativa que diga la enseñanza de la historia es importante. Ahorita lo que te financian es ciudadanía, yo creo que ahí podemos insertarnos, pero por muchos años, no había. No había apoyos para grupos de investigación, y si hay, es uno o dos años, y en cambio en otros países la investigación es de largo aliento, aquí lo que hacemos los investigadores sobre enseñanza de la historia, somos muchos, pero no nos conocemos, pero no tenemos maneras de trabajar en colectivo.

Capítulo 4. Los valores de identidad nacional en los adolescentes mexicanos

Selene Kareli/CII-OVE: Seguro, ahí están todos estos desafíos de la planeación didáctica, lo veo también como un reto de creatividad para poder interesar respecto a estos temas, y bueno, ahí, otra vez me surge la política educativa vista desde que responde a determinados intereses, ahí es el reto, un reto muy fuerte que está presente, ¿cómo se vincula la enseñanza de la historia respecto a las políticas educativas que se promueven de un determinado Estado? y, bueno me gustaría continuar con esta parte, en el apartado cuatro de su libro, usted nos comparte los resultados de un trabajo de campo que realizó con un grupo de estudiantes de secundaria de la Ciudad de México, y me parecieron interesantes los hallazgos, las ideas que ahí plasma, porque pareciera que los jóvenes tienen un sentido de identidad muy nacionalista, pero, yo me pregunto y le pregunto ¿cree que el sentido de identidad nacional que ellos expresan se haga desde una conciencia histórica y social, o cómo surge esa apropiación de esa identidad nacional? ¿Qué rol tienen las representaciones sociales, los imaginarios sociales para que ellos sigan sosteniendo esta identidad que se impulsó mucho a partir del siglo XX y toda la identidad que ahí se plasmó? ¿Cómo fue esa experiencia?

Dra. Julia Salazar: Bueno, aquí, ahorita que dices cómo fue mi experiencia, deja comentarte que yo en esa parte tenía una hipótesis diferente. Yo pensaba que los alumnos ya no iban a tener estas características, ya no iban a tener en su mente estos atributos del nacionalismo decimonónico, sino que iban a ser mas globalizados, iban a ser más en función de la tecnología de las redes; incluso, a algunos les puede pasar, a mí me pasó en mi tesis que llevaba ya mis escritos, me agarré a todos los especialistas en globalización: Vattimo, Bauman, todos, y yo iba bien encarrerada con mi marco teórico, y cuando voy viendo los resultados, me dije, no puede ser. Empecé a ver las encuestas y ya que hice el vaciado, comencé a ver las respuestas, y dije no puede ser… ¿Por qué yo pensaba o de donde partía de que los alumnos no iban a ser nacionalistas?, y bueno, esto me llevó a cambiar mi marco teórico a la hora de hacer el informe de esta parte, pero un poco la respuesta la encontré en las lecturas clásicas del nacionalismo.

El nacionalismo es un atributo que le llaman esencialista, o sea, nosotros somos nacionalistas porque se nos da como atributo. Nosotros no lo pensamos, no lo reflexionamos. Yo soy nacionalista porque soy mexicana, soy mexicana porque nací en México, o quiero a México porque nací en México.

A mi particularmente no me gusta el futbol; y sin embargo, una vez que estaba en Chiapas en una terminal para trasladarme de un lugar otro, había un partido, una final, no sé ni de qué, era un mundial y México estaba jugando, y yo súper emocionada, y cuando México metía gol me emocionaba. Yo sé que son 22 personas corriendo en una cancha, 22 millonarios corriendo en una cancha tras una pelota, pero ¿por qué me dio emoción?, bueno pues por que hay ese sentido esencialista de la nación.

Mis papás cuando yo era chica me llevaban al desfile, y yo me acuerdo de que me emocionaba pasar a ver a los soldados, y sentía en mi corazón mucha alegría porque iban los tambores, y bueno, esa es una identidad esencialista, no es reflexionada, está más en la emoción que en la razón. Es una emoción que desde niño te la enseñan. Las prácticas que tenían antes las familias eran de respeto a la bandera, de respeto al himno, al presidente, etcétera, etcétera, y sentirte orgullosa de ser mexicana, cuando no sabías qué era eso. Es algo que se te queda, como esas narrativas tan poderosas que te marcan para ver la realidad. Yo parto de la idea de que eso se enseña y la tienes aquí, introyectada en tu pensamiento, en tus imaginarios… Yo me emocioné de ver un partido cuando no me gusta, estoy en contra de esos negocios multimillonarios, no puedo creer que a un futbolista le paguen los millones que gana cuando la ciencia necesita más, y yo super emocionada, y te estoy hablando de que eso pasó hace unos 10-15 años, o sea ya era una especialista formada, especialista en la enseñanza de la historia, y a pesar de eso emocionada, o sea, la respuesta es eso. No pensamos, no está en el pensamiento, está en la emoción, de repente me costó trabajo entenderlo, porque pensé que los cambios eran mas fluidos, pero me acordé de una idea de Carlos Marx que dice que cambiar las ideologías es muy, muy difícil, no se cambia de cien años una ideología, son procesos muy, muy lentos y de larga duración; ese nacionalismo es de esos procesos que no es fácil cambiar, aunque estemos muy globalizados, que yo ya a veces lo dudo.

Al principio, a ti te debió de haber tocado, mas o menos cuando estudiaste, que la globalización, decíamos iba a destruir todo, que nuestras prácticas, nuestras tradiciones, nuestro consumo. Me acuerdo de que los autores iban por ese camino, y bueno, no, hoy vemos que no pasó eso. Ha habido movimientos de resistencia, pero tampoco la globalización logró todo eso, si es cierto que han cambiado nuestros hábitos de consumo, por ejemplo alimenticio, pero finalmente la tortilla, o el maíz, sigue siendo parte esencial de nuestra comida, aunque nos gusten las hamburguesas. Yo pienso que la globalización no arrasó, así como nos lo anunciaron en la década de los 90 finales de los 80 algunos sociólogos. Sí, si transformó, incluso las practicas, ahorita con el uso del internet que tenemos. Sí han cambiado, pero finalmente, por ejemplo, yo te estoy viendo a ti, veo tus emociones, veo tus reacciones, te estoy viendo a ti, no estoy viendo a la televisión, te estoy viendo a ti. Finalmente veo la emoción, o las emociones, tus movimientos, eso es lo que yo estoy viendo, entonces, si, la globalización ha cambiado, pero seguimos entre los temas, que el nacionalismo sigue siendo esencial en nuestros imaginarios, en nuestras representaciones de lo mexicano.

Selene Kareli/CII-OVE: Me parece muy interesante lo que me comparte y también esta cuestión de la identidad esencialista, porque realmente es algo que de manera muy reciente yo me había cuestionado mucho, la parte del nacionalismo y cómo nos apropiamos tanto, como usted señala de esta experiencia, y, claro, con estas ideas retomadas de Marx, pues si, transformar algo que tenemos tan profundo y tan interiorizado no es algo de que hoy se me ocurrió y ya mañana. En algún momento yo llegué a asociar estos procesos de transformación históricos con la cuestión psicoanalítica, cómo uno se narra y se cuenta estas historias para hacer estos cambios, y no es sencillo, son procesos de larga duración.

Dra. Julia Salazar: Nada más deja acotar esto de lo narrativo, para mi es fundamental. Nosotros, dice Bruner también, que, en la narrativa, las formas en que nos narran las cosas son armas poderosas para dar inteligibilidad. Yo te digo una narrativa muy sencilla, que nos han enseñado mucho: “las mujeres cabellos largos ideas cortas”, o “la mujer detrás de la puerta siempre con escopeta siempre cargada”, algo así, narrativas que siempre nos ubican por debajo de los hombres, por poner un ejemplo, o subordinadas al poder o dominio de los hombres y con esa narrativa nacemos.

Me acuerdo una muy común, con esa narrativa le damos explicación a la realidad. Una frase muy común que yo he escuchado “es tu cruz comadrita”, esas narrativas son muy poderosas para dar inteligibilidad, entonces lo que nosotros tenemos que cambiar, la escuela, y yo si creo que la historia también, lo que tiene que cambiar son esas narrativas, por ejemplo, la narrativa del héroe. En México nos han enseñado que el héroe es víctima, piensa en los héroes populares, ¿quiénes son nuestros héroes populares?: Zapata, victima; bueno, Benito Juárez no murió asesinado; Pancho Villa, victima; Cuauhtémoc, victima, en México nos han enseñado una narrativa del héroe popular siempre derrotado, incluso las historias más populares, Chucho el roto y esas; el que le daba a los pobres pero derrotado, y así vemos derrotados.

La narrativa que nos han enseñado es que los héroes populares siempre son derrotados, o víctimas, y no,  por qué no enseñar una narrativa que los héroes populares también pueden ser triunfadores, fíjate, detrás de eso hay una intención política ideológica muy fuerte; para qué luchas si finalmente van a acabar derrotados, y si tú lo piensas es un poco el discurso que dicen los empresarios actualmente, Claudio X González, es un poco ese discurso el que trae, “nosotros los empresarios estamos luchando por ustedes, estamos enarbolando la bandeara de ustedes, ustedes tranquilos”, bueno, fue lo que hicieron mucho en el siglo XX, cuando le quitan a los zapatistas su bandera de la lucha agraria, “nosotros la elite”, entonces los campesinos quedan azorados, en este sentido, bueno siguen luchando pero quedan fuera de la historia. Hoy hacen los mismo, pero ¿por qué cae rápido esto en nuestra cabeza, en nuestro entendimiento?, porque esa es la narrativa que nos han enseñado, una narrativa donde finalmente hay otro que puede luchar por nosotros, el líder, el intelectual, el blanco, esa narrativa es la que hay que derrotar.

Capítulo 5. Enseñanza de la historia y ciudadanía

Selene Kareli/CII-OVE: Y sabe, ahorita que yo la escuchaba y retomaba las ideas que hace un rato me compartió, pensaba incluso, bueno, estoy en el aula, y te estoy enseñando nacionalismo pero te voy a enseñar las voces del nacionalismo que no es una línea, vamos a ver qué hay aquí, eso es bastante interesante, ir desentramando toda esta parte del discurso que hay detrás de esta historia que se nos ha contado, que se nos ha narrado, y me surge, y ya para ir cerrado, una última inquietud una última idea, ¿cómo echar mano de la enseñanza de la historia para fortalecer la democracia y la participación de la ciudadanía?, que es algo que también se plasma dentro de su libro, me parece que va a ser un poco reiterativo, porque está enfrentarse como docente a ese desafío de los poderes hegemónicos que nos hablan de estas historias únicas, desde estas mismas narrativas. Ahí, primero el docente se tiene que enfrentar a eso y después transmitir algo al estudiante, es como una cadenita, me pregunto, ¿cómo no perdernos en un relativismo?, ¿cómo hacer que quede toda esta pluralidad hacia con los estudiantes?

Dra. Julia Salazar: Exacto, fíjate que fue una pregunta que también me hice mucho tiempo, y mas o menos he ido construyendo la respuesta, ¿para qué yo quiero que sepan historia? Yo no quiero que sepan historia para que concursen en un juego de preguntas sabias. No. Yo quiero que sepan historia para que desarrollen habilidades de pensamiento crítico y de pensamiento histórico; estas habilidades, por ejemplo, una habilidad del pensamiento histórico es poderse mover, como diría Marc Bloch, en el plasma de la experiencia temporal. No pensar que el pasado nos va a marcar para siempre.

Marc Bloch, me gusta mucho esta forma que lo expresa él, porque es como un plasma, porque si tú te lo imaginas te puedes mover. En el plasma puedes ir al pasado al presente, incluso proyectar hacia más adelante, hacia el futuro. Yo creo que el pensamiento histórico, y concretamente la experiencia temporal, nos permite movernos en ese ir y venir, en ese pasado y presente. Piensa tu en tu vida personal. Tu no puedes, tu no piensas en tu vida personal cronológicamente, el presente es quien…, de repente una canción te lleva al pasado, es una habilidad que hay que tener desarrollada en términos, incluso para nosotros para nuestra vida personal, entender por qué estamos y por qué somos así, y no culpar a toda la gente de lo malo que me pasa. Entender en este momento por qué estoy en esta situación. En la historia es exactamente lo mismo, a partir de problemas que nosotros detectamos miramos hacia el pasado, nos vamos hacia el pasado, esa es la habilidad de moverse en la experiencia temporal. Entonces, imagina que tenemos una ciudadanía, que entendemos eso porque ya lo traemos introyectado ―que no es así en términos de la realidad ahorita―, pero imagínate los alumnos formados desde los primeros años en esa mirada, bueno, la realidad la verían así, la verían siempre como una sociedad en cambio, una sociedad en permanente movimiento, no una sociedad estática que, por ejemplo, las frases estas que nos enseñaron, “estudia para que seas alguien”, “si no trabajas vas a ser siempre pobre”, esas narrativas que vienen precisamente de las elites, nos marcan mucho, esa de que “tú eres pobre porque quieres”, ¡por favor!, son narrativas que tenemos aquí, entonces, si nosotros empezamos en la primaria en la secundaria a ver que hay diferentes voces y que finalmente nos movemos en espacios que podemos desplazarnos y que podemos cambiar, ya es otra narrativa, es otra narrativa que nos lleva a explicar el presente, nuestra realidad de manera diferente, entonces, para mí, por eso es tan importante la historia, porque la historia nos enseña ese desplazamiento temporal, claro, la historia pensada como ciencia, no la historia que nos enseña la escuela.

La historia, digamos, el conocimiento histórico nos permite eso, el conocimiento histórico nos permite relacionar, el conocimiento histórico nos permite comparar, la ciencia histórica nos desarrolla muchas habilidades, imagina, imaginemos que desde la escuela, desde la primaria nos desarrollan esto, responsabilidad, solidaridad, valores, además esto es un punto, pero la historia también tiene que desarrollar determinados valores, entre ellos solidaridad, el trabajo colectivo, que tú eres parte de un colectivo, que lo que hagas tú va incidir en los demás, eso nos lo enseña la historia.

Yo creo que son puntos a considerar o tomar mucho en cuenta, que en la escuela tenemos que dimensionar las habilidades del pensamiento histórico, eso es lo que tenemos que hacer, y eso me daría posibilidad de enfrentar o de entender la realidad de manera diferente a como la veo. Hoy la veo en dos voces nada más, la voz de unos y la voz de otros.

Te voy a contar rápido una anécdota, yo vivía cerca de la Universidad Pedagógica Nacional hace tiempo, y un día fui a una junta vecinal, y la gente nada más tenia dos, le era muy difícil poner más posibilidades, nada más tenían dos. No podían ver mas de eso, porque la escuela nos ha enseñado eso, que nada más existe esta verdad. Confrontarlas, eso no. Ahí me di cuenta, que tan importante ―yo reflexiono mucho de los problemas a partir de la realidad―, ahí empecé a reflexionar por qué la gente no quiso ver más, por qué nada más quiso ver la voz dominante, que era la voz de la presidenta de la colonia y otra voz, pero la apagaron, se quedaron con la voz dominante y no quisieron ver más. Y yo dije, ¿por qué?, bueno, porque así nos han enseñado en la escuela. Nuestra forma de hacer inteligible la realidad es con una sola voz, y una voz dominante, y a lo mejor otra voz excluida, pero no más voces, entonces digo, cuando la historia es eso, una multitud de voces. Si nos dieran la posibilidad, yo soñaría que nos dieran la posibilidad, pero no hay, incluso, con el actual gobierno que yo lo apoyo totalmente, apoyo totalmente a la 4T, pero pues creo que en política educativa nos van a quedar a deber mucho. Estuve viendo algunas propuestas que van a hacer para el nuevo currículum y creo que nos van a quedar a deber mucho todavía, pero bueno, pues aquí estamos.

Selene Kareli/CII-OVE: Ahorita que decía eso, yo creo que ahí es donde está la necesidad de que sigan existiendo estos maestros transgresores, se hacen a lo mejor algunas modificaciones, algunos cambios, pero ahora, y a partir de esta conversación me queda claro que estas personas siempre tiene que estar ahí, para que los cambios se sigan haciendo, porque si uno lo pide por favor, a veces por favor no suceden las cosas, y bueno, retomo también esta cuestión de reconocer mi presente a través de ir al pasado para entenderlo, y hace un rato también lo comentaba, incluso para crear el futuro: estoy en el presente, me voy al pasado y a ver cómo puedo avanzar, es un ir y venir en el tiempo.

Dra. Julia Salazar: Así es, esa es mi idea motor, mi idea motor de todo es esa, yo no voy a cargar mi pasado, incluso hasta de manera personal, sino lo voy a entender, lo voy a comprender, pero me deshago de él, y sigo caminando, y sigo caminando aquí-ahora, así como dicen, aquí y ahora, y como dice la vox populi campesina, ¡vamos pa`lante, pa`lante! Vamos para adelante, o sea fíjate, los campesinos son más sabios, muchas veces a pesar de que uno piense que son conservadores, son mas sabios que uno, porque ellos pueden vivir en condiciones diferentes, pero ellos siempre están pensando que van avanzando, bueno, eso nos lleva a otro tema a discutir.

Selene Kareli/CII-OVE: Bueno, ya para cerrar esta conversación, no sé si usted quiere agregar algo más al respecto, sino pasaría al cierre.

Dra. Julia Salazar: No pues solo eso, que tenemos que encontrar, ya sea, yo creo que todos podemos contribuir desde nuestra trinchera, que quisiera yo que la política educativa dijera vamos a hacer un financiamiento para los que van a trabajar algo de la enseñanza de la historia y vamos a ponerlo a prueba y se va a llevar un año, o sea, una investigación en serio, pero pues no, no hay, entonces yo creo que desde la trinchera en que yo estoy en que tu estás, en que están muchos otros maestros, podemos ir a hacer esos cambios, tenemos que, en el espacio que estamos, cambiar, ser transgresores para cambiar, y si logramos el cambio en algunos alumnos, eso es bueno, porque ellos a su vez van a lograr el cambio en otros, entonces, eso es lo que yo diría, estar siempre transformándonos, cambiándonos, actualizándonos, nada más.

Selene Kareli/CII-OVE: Bien, pues muchas gracias, y también este dialogo ha sido una invitación a que ustedes, quienes nos escuchan, lean el libro ¿Por qué enseñar historia a las jóvenes?: una reflexión sobre el sentido de la historia en la formación de las identidades en el México globalizado. Y bueno, también quien este interesado en estos temas de la enseñanza de la historia y en el trabajo de la Dra. Julia pues se sigan adentrando, pues como habrán escuchado es un tema, en algunos momentos bastante controversial también apasionado y generando aquí muchas emociones, reflexiones. Doctora Julia, yo le agradezco mucho su tiempo para conversar en este espacio y compartir con las y los compañeros que sigue el Portal de Otras Voces en Educación. Espero más adelante podamos tener un nuevo encuentro y seguir dialogando todos estos temas.

Por ahora, invito a nuestros escuchas a que nos sigan en nuestras diversas redes sociales: YT, FB, TW, IG, TT, en todos nos encuentran como Otras Voces en Educación, así como en nuestro portal donde día a día se comparten las noticias más relevantes en materia educativa de América Latina.

Esten al pendiente de nuestro siguiente podcast. Nos seguimos escuchando.

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Un asesinato y una portada de revista provocaron el nacimiento del primer podcast queer de África

Reseñas/12 Diciembre 2019/El país

Selly Thiam dejó un trabajo de profesora e inició la tarea de recolectar historias de la LGTBIQ en el continente y en la diáspora que no se ciñesen a la perspectiva victimista

El 29 de septiembre de 2004, la fundadora de la Asociación de Lesbianas y Gays de Sierra Leona, FannyAnn Eddy, fue encontrada muerta. La revista LGTBQ de Chicago Windy City Times  llevó una fotografía suya en portada. La profesora de instituto Selly Thiam encontró ese ejemplar en la estantería en un restaurante. La imagen de la sierraleonesa le cambió la vida.

Como senegalesa en la diáspora, la noticia fue el primer contacto de Thiam con una África Occidental lesbiana. “Cuando era una joven queer y africana, no había ninguna imagen de nosotros que pudiera encontrar en la cultura popular. Cuando supe de ello fue en el contexto de la violencia”, explica.

Thiam dejó entonces las aulas e inició la tarea de recolectar historias de la comunidad en el continente y en la diáspora que no se ciñesen únicamente a la perspectiva victimista y criminalizada. “Quería honrar el trabajo que hacía (Eddy) y por eso era tan importante ayudar a crear la memoria colectiva de nuestras experiencias, no sólo desde la tragedia”, indica. Desde 2006 esta antigua docente lleva acumulando relatos y el boca a oreja ha sido primordial. En el verano de 2018 lanzó un podcast único y pionero: AfroQueer.

Hecho en Nairobi, esta emisión busca desencorsetar los cánones de género y sexualidad. Tras una primera temporada en la que se dedicaron episodios al galimatías racial y clasista de la fiesta del Orgullo de Johannesburgoal chantaje recibido por hombres homosexuales al usar Grindr en Kenia o a cómo una boda gay se hizo viral en Nigeria, Thiam y su equipo acaban de iniciar la segunda temporada.

“Hicimos algo que queríamos escuchar”, cuenta. Pero el podcast se ha convertido en una ventana a lo LGTBIQ y refuerza unas identidades y derechos que en muchos países se sigue negando. En más de 30 estados africanos tener una relación homosexual es ilegal. En tres, sin incluir zonas del norte de Nigeria, significa la pena de muerte. Uganda tomó medidas legislativas contra este colectivo en 2013 y Nigeria endureció las penas en 2014 bajo el mandato del presidente Jonathan Goodluck.

Ante la criminalización de la homosexualidad, proyectos como AfroQueer impulsan el debate, dan cobijo y acompañamiento, generan júbilo y crean un espacio íntimo para establecer un vínculo en el que “la audiencia, sea queer o no, pueda verse reflejada y aprenda”.

“[Ser gay] Es una identidad. Es quien soy”, afirmaba el periodista y escritor nigeriano Chiké Frankie Edozien durante la presentación de su memoria gay, Lives of Great Men, en la edición de 2018 del festival literario Africa Writes de Londres.

Edozien resaltaba que la lucha del colectivo en el continente no puede negarse por mucho que se aprueben leyes que los vulneren. Y para ello, cuanto más se cree, se escriba, se documente, mejor. “La representación destroza el aislamiento de las personas. Cuando la gente te ve empoderada, en ciertos espacios, sana… la representación es importante. La gente está más visible, hay activistas que luchan, se criminalizan las turbas, hay más acceso a Internet, a las redes sociales, a información y a distintos lugares”, explica Thiam.

El equipo de None of Record, productora bajo la que se realiza AfroQueer, apuesta por la normalización y se opone a la cobertura mediática que en ocasiones se realiza desde fuera del continente “Seguimos con nuestra vida, entablamos amistades, formamos parte de nuestra sociedad, al igual que otras personas”, puntualiza Thiam. El problema, reconoce la presentadora, viene cuando se desnudan las historias, se presentan dos visiones maniqueas y se olvida la complejidad. “Y no es sólo una cuestión que concierne a lo LGTBIQ sino en general cuando se reportea sobre África en los medios occidentales”.

El archivo sonoro de Thiam crece tras años de activismo y entre todas esas historias resaltan las de aquellas personas que se han enfrentado a enormes adversidades y continúan siendo faro para otras. “He aprendido cómo se puede ser uno mismo en situaciones en las que a menudo quieren dejarte fuera”.

Ella también ha madurado: “Cuando comencé este trabajo tenía una fuerte visión contra el sistema y era completamente injusta en aquel momento. Y ahora me doy cuenta que al final todo tiene que ver con la libertad de elegir cómo se quiere vivir la vida. Y eso es algo que no es sólo sobre sexualidad, particularmente en el continente”.

Hacer digital la tradición oral africana

De Kenia a Brasil. De Nigeria a India. El podcast viaja mundialmente y el equipo de AfroQueer se congratula de la acogida que tuvo en ciertos países de Oriente Medio. La sorpresa vino ante el número de oyentes en Indonesia: “Estaba en shock».

La presentadora confía en la expansión del podcast en el continente: “Sobre todo en países como Kenia donde hay precios asequibles para datos móviles, una penetración rápida del teléfono móvil y una fuerte tradición radiofónica. Es el nuevo gran medio al que la gente va a acudir”.

Coincide Tafadzwa Majayapara, fundadora de AfricanPodcasts.com, quien ve en este medio “la clave para que los africanos avancen y desarrollen la tradición de transmitir la historia oral a través de la narración”. Sin embargo, reconoce que este crecimiento solo se produce en un ramillete de países como Nigeria, Sudáfrica, Kenia, Ghana y Uganda. “En el resto del continente el podcasting no es relevante. Todavía”.

Selly Thiam ha puesto su esfuerzo en allanar el acceso a generaciones futuras a la representación de la diversidad sexual. Para ello utiliza píldoras sonoras que acercan y comparten realidades. “El podcasting abre la percepción de lo que es ser africano. Es una de las formas en que estamos construyendo nuestra propia narrativa”, señala Majayapara,

AfroQueer cimenta la representación LGTBIQ en la escena podcastera en África, se afana en cambiar el prisma de cómo se cuentan estas historias y combate la retórica y cultura del miedo.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/04/planeta_futuro/1575458002_602065.html

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Un ‘podcast’ para aprobar Historia en selectividad es de los más escuchados de España

Europa/España/16 Mayo 2019/Fuente: El país verne

  • El profesor Juan Jesús Pleguezuelos también cuenta con otro programa para preparar Historia del Arte, y ambos pueden escucharse en Spotify

Para estudiar los 21 temas de Historia de España que entran en selectividad (ahora llamada EBAU), los alumnos de segundo de bachillerato pueden recurrir a reglas mnemotécnicas, subrayados, resúmenes, esquemas… Y también a un podcastJuan Jesús Pleguezuelos, profesor del instituto Virgen de las Nieves, en Granada, publicó en 2017 un programa de radio online en el que explicaba, tema a tema y con tono desenfadado, todos los contenidos que entran en este examen. Lleva más de un año entre los podcast más escuchados de Spotify, junto a programas de éxito como La Resistencia de David Broncano o Nadie sabe nada, de Andreu Buenafuente y Berto Romero.

Este podcast, titulado Historia de España para selectividad, [puedes escucharlos todos al final de este artículo] cuenta con más de treinta programas de entre 10 y 30 minutos. Cada uno de los 21 primeros («la primera temporada», como los denomina Pleguezuelos) están dedicados a un punto del temario de este examen: desde «Historia en la península Ibérica» (episodio 1) a «Los Gobiernos de la democracia» (capítulo 21). «Al principio los hacía para mis 60 alumnos de bachillerato, pero empecé a ver cómo subían las visitas y el interés por más programas y me volqué con ello», cuenta este profesor por teléfono a EL PAÍS.

Podcast más escuchados de Spotify. Consultado el 2 de mayo.

Pleguezuelos explica que comenzó a hacer podcast hace tres años con uno llamado Historia con el móvil, que todavía continúa. «Es un programa de divulgación de historia para jóvenes», cuenta. «Como los alumnos de segundo de bachillerato suelen ir muy pillados de tiempo para selectividad, se me ocurrió grabar otro programa específico para ellos, basado en los apuntes que yo utilizo en clase», explica.

Los programas que Pleguezuelos sigue publicando semanalmente profundizan en «los estándares de aprendizaje evaluable», es decir, los puntos dentro de cada tema que, por ley, pueden caer en el examen. Por ejemplo, dentro del tema 10 (La revolución liberal en el reinado de Isabel II), además del episodio dedicado a ese capítulo en su totalidad, también ha creado un programa dedicado al carlismo. «Aunque estos son para profundizar, para aprobar basta con el capítulo dedicado al tema general», reconoce. «Estos son para nota».

Además de Spotify, los programas de Pleguezuelos también pueden escucharse en la plataforma de podcasting Ivoox, donde todos ellos llevan miles de reproducciones. «Lo que más valoro es la cantidad de mensajes de alumnos de toda España que me escriben dándome las gracias y diciendo que han aprobado gracias a mis podcast«, cuenta el profesor. «Eso es lo que me motiva a, después de toda una semana de clase, llegue el fin de semana y me quiera poner a grabar».

Desde finales de 2018 también está disponible tanto en Spotify como en Ivooxotro podcast similar, también de este profesor, para preparar el examen de selectividad de Historia del Arte. Puedes ver su lista completa de episodios en la parte inferior de este artículo. Y, si tienes dudas, puedes consultárselas en los directos que hace semanalmente en su cuenta de Instagram.

Cómo usar bien estos podcast

Escuchar los podcast de Juan Jesús Pleguezuelos puede ayudar a que los estudiantes de bachiller lleguen mejor preparados a selectividad, pero tampoco son milagrosos. ¿Cómo hacerlos más efectivos? «Yo a mis alumnos les recomiendo que los escuchen antes de venir a clase, así cuando llegamos al tema todo les suena y, si les ha quedado alguna duda, pueden consultarla», explica. «Y, después de la clase, otra vez, para terminar de repasar».

Pleguezuelos cuenta que «la ventaja del podcast es que puedes estudiar en cualquier parte, así puedes escucharte la lección camino a clase e incluso haciendo deporte». Además, «casi todos los reproductores cuentan con la opción de acelerar el audio, así que la segunda vuelta puedes escucharla a mayor velocidad». Y, si quieres repasar el temario al tiempo que escuchas el podcast,también puedes descargarte los apuntes que el profesor utiliza como esquema para grabar sus programas.

Si quieres todavía más armas para enfrentarte a la selectividad con garantías, aquí puedes leer una serie de reglas mnemotécnicas para aprender a retener fechas y conceptos. Y aquí, un programa especial de Pleguezuelos de cómo estudiar para el examen.

A continuación, tienes la lista de reproducción completa de Historia de España para selectividad en Spotify. También puedes escucharla en Spotify.

Si lo que quieres es preparar Historia del Arte, esta es la lista de reproducción de los programas dedicados a esta signatura. También en Spotify.

Ïmagen tomada de: https://ep01.epimg.net/verne/imagenes/2019/05/02/articulo/1556789001_641072_1556802960_noticia_normal.jpg

Fuente: https://verne.elpais.com/verne/2019/05/02/articulo/1556789001_641072.html

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Observatorio Pedagógico Latinoamericano Radio. Primer Programa. México (Audio)

América Latina / 12 de mayo de 2019 / Autor: Miguel Ángel Hernández Vázquez / Fuente: Revista El Arcón de Clío

En este primer programa del Observatorio Pedagógico Latinoamericano hacemos un repaso de los objetivos y alcances que perseguimos al revisar cotidianamente lo que acontece en las aulas de clase de Latinoamérica y el mundo, dando prioridad a atender las novedades en las tendencias peagógicas, estrategías didácticas, recursos educativos, presentaciones de libros, documentales, conferencias, foros, etc., que enriquezcan nuestro pensamiento y reflexión sobre nuestra práctica educativa cotidiana. Esto sin dejar de observar todo lo relativo a las políticas educativas, problemáticas de presupuesto, luchas magisteriales, protestas estudiantiles y demás conflictos que día a día se presentan en muchos países donde se busca defender el derecho a la educación.

Enlace para escuchar el primer programa del Observatorio Pedagógico Latinoamericano:

https://mx.ivoox.com/es/observatorio-pedagogico-latinoamericano-radio-001-abril-audios-mp3_rf_35336349_1.html

O bien, puede escuchar haciendo click en el botón play del siguiente reproductor:

 

 

 

Las secciones del programa así como los enlaces a los diferentes recursos audiovisuales a los que hace referencia
son los siguientes:

1. Introducción – 00:00

2. Efemérides: Día Mundial de la Educación – 02:21
Enlace: https://youtu.be/deeHKlYAuHo

3. Documentales: “La Educación en Movimiento” – 03:27
Enlace: https://youtu.be/FNsIi3lazhg

4. Recursos Educativos:

a) Presentación del libro “Cine y Educación” – 04:58
Enlace: https://youtu.be/c4K0WDFN7tc

b) Programa “Claves para producir podcast educativos” – 06:14
Enlace:
https://mx.ivoox.com/es/5-claves-para-crear-podcast-educativo-entrevista-audios-mp3_rf_33991503_1.html

c) Francisco Tonucci: El lugar de las TIC en la educación – 06:52
Enlace: https://youtu.be/dCi9c–QBvU

5. Seguimiento a las Reformas Educativas:

a) Participación del Dr. Manuel Gil Antón en foro del IISUE-UNAM sobre la Reforma Educativa
mexicana – 07:45
Enlace: https://youtu.be/9WM6h166uCs

b) Protestas magisteriales y de médicos frenan leyes regresivas en materia de educación y salud en
Honduras – 08:50
Enlace: https://youtu.be/oB_XwyOGeq4

6. Agradecimientos y despedida – 10:03

7. Canción de salida («En Pie de Lucha»: Obeja Negra, Akil Ammar, Tapacamino, Mexikan SS, Mare &
Bungalo Dub II EP06) – 12:10
Enlace: https://youtu.be/xWGYz5hY_Zs

Invitamos a estudiantes, docentes, pedagógos, padres de familia y en general a todos los interesados en el tema de la labor educativa para que se comuniquen y colaboren con nosotros en la creación de estos programas sobre educación. Ponemos a su disposición nuestro correo electrónico: opusque@gmail.com así como nuestro whatsapp: +52 1 55 1491 1092 para que puedan envíarnos colaboraciones, comunicados, audios y saludos, los cuales incorporaremos con mucho agrado a nuestro programa.

Por último, agradecemos a los siguientes estudiantes de los grupos 601 y 602 del Plantel “Carmen Serdán” del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México, quienes amablemente prestaron sus voces para la realización del tema de entrada de este podcast: Roberto Isaac López Segura, Paola Reyes Luis, Natalia Gala Díaz Ramos, Abigail López Segura, Karla Zairet González López, Marlene Viridiana Lara León, Luis Alejandro Suárez Jiménez, Isaac Hernández García, Andrea García Galindo, Andrea Mendizabal Gutiérrez, Jennifer Michelle Martínez López, Barbara Morales López, Ana Cortés Espinoza, Rodrigo González Gudiño, Viviana Campos Blancas, Diego Garay Guillermo, Ángel Jesús Rosario Mora, Jorge Valdéz Palomares, Fátima Sotomayor Jiménez, Mariana Galindo, Marcelo Domínguez González, Paola Elin Álvarez Hernández, Edith de Anda Cornejo, Eva Lorena Ramírez, Bogar Márquez Nava, Carlos Alexis Gallardo Aguayo, Daniel Hernández Herrera, Luis Eduardo Salazar Montes de Oca, Ximena Leyva Mata, Wendy Cristal González Maldonado, Paola Martínez López, Ana Luisa Cruz Lupián, Paola Cassandra Butanda Méndez, Karol Marcos Adrián de Jesús Pineda, Abraham Mendoza Hernández, Diego Barbera Romero, Kevin Cruz Medrano, Marco Antonio Sánchez Ramos, Sharont Yanine Ramírez Flores, Óscar Mauricio Parra Zavala, Maron Tatiana Salazar González, Ezequiel Efraín Ríos Peña, Edwin Alberto Pérez Hernández, Carlos Adán Rodríguez Lagunes, Diana Denise Martínez Bañales, Berenice Nolasco Vallejo y Alexis Osiris Flores Ruiz.

Fuente del Artículo:
http://revista.elarcondeclio.com.ar/observatorio-pedagogico-latinoamericano-radio-primer-programa-mexico/
ove/mahv
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