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Las nuevas formas de desaparición de personas: un mapa escalofriante

Por: PABLO FRANCESCUTTI 

Publicado en Tercera Información

El término ‘desaparecido’ fue aplicado por las Madres de Plaza de Mayo a los secuestrados por la dictadura argentina. En su nuevo libro, el sociólogo Gabriel Gatti explora su utilidad para dar cuenta del anormal estatuto de los descendientes de haitianos privados de nacionalidad en la República Dominicana, los emigrantes sin nombre ahogados con sus pateras o las mujeres ‘esfumadas’ en Tijuana, entre otros muchos expulsados de los mapas por un sistema que los considera desechables.

Tener un nombre y un apellido inscritos en un registro civil, un volante de empadronamiento, un documento de identidad, una partida de nacimiento y, finalmente, un certificado de defunción, se nos antoja lo más normal del mundo: el ejercicio de nuestro derecho inalienable a probar que existimos o hemos existido en un espacio y tiempo dado.

Eso sí, para una fracción nada desdeñable de la población de unos cuantos países demostrar su existencia resulta inalcanzable. Son los “nuevos desaparecidos”: el objeto de estudio de Gabriel Gatti, sociólogo de la Universidad del País Vasco.

El investigador se internó en el tema movido por una circunstancia personal: su condición de hijo de un político uruguayo ‘desaparecido’ en el Buenos Aires de la dictadura de Videla. De ahí su interés inicial por víctimas similares de la represión política, como los fusilados en las cunetas durante la Guerra Civil.

Pero a medida que ahondaba en el asunto, se topaba con casos de personas cuyo paradero desconocido no era achacable al terrorismo de Estado, y, más impresionante todavía, con individuos vivos cuya existencia no constaba en ninguna parte ni parecían importarle a nadie.

Desaparecidos. Cartografías del abandono resume y relata la historia de este descubrimiento, una indagación intensamente personal y rigurosamente científica. Con un estilo a caballo de la crónica periodística y de la pesquisa sociológica que fue elogiado por el escritor Juan Villoro en su acto de presentación en Madrid, Gatti refiere los recorridos que lo llevaron de su seguro y “archimapeado” entorno profesoral a Melilla, Estados Unidos, México, República Dominicana, Colombia, Uruguay, Brasil y Suiza, el centro de la institucionalización jurídica de la figura del ‘desaparecido’ .

Lo que revelan los mapas

Observación etnográfica, estadísticas y entrevistas en profundidad trufadas con reflexiones teóricas, referencias a novelas y películas alusivas y conversaciones sobre sus hallazgos con su hija pequeña son algunos de los recursos desplegados para desvelar realidades inesperadas y, con harta frecuencia, espeluznantes.

portada libroPortada de ‘Desaparecidos. Cartografías del abandono’. / Ed. Turner

En los mapas concienzudamente trazados por Gatti y otros preocupados por las nuevas formas de la desaparición se sitúan los bebés robados durante el franquismo; los descendientes de haitianos forzados en República Dominicana a un estatuto apátrida; los indigentes sin nombre arrojados a las fosas comunes de Brasil; los cuerpos que un siniestro personaje, el Pozolero, recibía en Tijuana para disolverlos en sosa cáustica; los que saltaron la valla en Melilla y aguardan recibir visibilidad y nombre; los niños indígenas enterrados en los internados canadienses….

Un lúgubre atlas que, admiten los “cartógrafos del abandono”, no recoge todos los espacios vacíos que representan a los “inexistentes en los mapas existentes”, según apunta Médicos Sin Fronteras. Lo más chocante para el autor —y también para el lector— es que esos ‘agujeros negros’ abiertos en el tejido social no se esconden por lo general en lugares recónditos.

Los nuevos desaparecidos pasan por delante de autoridades y vecinos antes de desvanecerse como por arte de magia sin que casi nadie haga preguntas; o bien son ciudadanos de apariencia normal que carecen de los papeles que prueben no digamos ya su ciudadanía, sino simplemente su existir; o bien bebés que lloran y patalean en un paritorio antes de ser declarados muertos, sustraídos y entregados a otras familias.

“Junto a espectáculos deslumbrantes de cultura y de civismo, de derecho y de progreso crítico, de movilización reflexiva y de creatividad social, estallan muestras de violencia desbocada que se hacen tierra, olor, paisaje, que lo penetra todo a un punto tal (…) que la desaparición parece ser la regla”. México, subraya Gatti, ofrece el ejemplo paradigmático de estas realidades contrapuestas.

Un tejido social creador de gente invisible

El hilo conductor de los ‘dispositivos’ que provocan estas desapariciones, se nos explica, no pasa tanto por las políticas criminales de los estados, como por las configuraciones sociales que propician que determinados sujetos o instituciones —narcos, proxenetas, mafias policiales, traficantes de inmigrantes, sacerdotes, leyes excluyentes…— decidan quién merece existir en términos legales o en la práctica.

En vez de acciones gubernamentales represivas, se observa una retirada del Estado de amplias esferas de la sociedad, una dejación de funciones resultado del achicamiento de la Administración y de su infrafinanciación promovida por el neoliberalismo. Su ausencia permite que ciertos individuos —incluidos funcionarios prevaricadores— se arroguen decisiones sobre la vida o muerte de los ‘nadies’, como denominaba Eduardo Galeano a los “que no son, aunque sean”.

Gatti ha aquilatado un estilo que, sin renunciar al rigor de la más exigente investigación social, se aleja de la gélida asepsia de la escritura académica. Y lo ha plasmado en este ensayo, una suerte de retrospectivo making of de sus textos anteriores sobre los mismos asuntos que elaboró conforme a los estrictos formatos universitarios.

Aquí ha expuesto lo que ocurre entre los bastidores del quehacer sociológico (las dudas, temores y esperanzas del investigador y sus tácticas para obtener información y colaboración, sus afectos y resquemores con sus fuentes…) y también, entre tanto tétrico testimonio, las redes de ayuda entre tejidas por trabajadores sociales, religiosos de a pie, líderes vecinales, voluntarios y funcionarios que por su cuenta procuran impedir que desaparezcan más personas o conseguir que otras “vuelvan a los mapas”.

Sin olvidar a los antropólogos y sociólogos urgidos por disponer de las categorías adecuadas para visibilizar y encarar situaciones que se hallan fuera del radar de las disciplinas empeñadas en mitigar el sufrimiento humano.

Fuente: SINC
Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/cultura/08/08/2022/las-nuevas-formas-de-desaparicion-de-personas-un-mapa-escalofriante/
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La educación durante y después de la pandemia

Por: Emilio Vargas Santiago

El “impacto de la crisis provocada por la COVID19 en la educación no tiene precedentes. Ha retrasado el logro de los objetivos internacionales en materia de educación y ha afectado de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables.

En esta entrega se exponen algunas ideas del contenido de dos importantes informes. El primero plantea recomendaciones sobre la educación durante y después de la pandemia de COVID-19. El segundo pretende visibilizar las consecuencias de las medidas en las comunidades educativas, planteando recomendaciones para sobrellevar su impacto para el aprendizaje y la innovación en la educación posterior a la pandemia en Latinoamérica. Por último, se ponen a disposición de los lectores los textos completos.

Informe de políticas: La educación durante la COVID-19 y después de ella. Este Informe fue publicado en agosto de 2020 y parte de que: “Antes de la pandemia, el mundo se enfrentaba ya a ingentes desafíos para cumplir la promesa de lograr que la educación fuera un derecho humano básico”. Pero, reconoce la matriculación casi universal en los primeros grados en la mayoría de los países y “de acuerdo con cifras disponibles de la UNESCO respecto a 25 países de la región [latinoamericana], de no ser por la pandemia el gasto educativo habría aumentado un 3,6% de 2019 a 2020”.

Entre los desafíos a enfrentar están más de 250 millones de niños sin escolarizar y unos 800 millones de adultos son analfabetos. Otros datos reveladores de las deficiencias acumuladas se refieren a que para los alumnos escolarizados el aprendizaje no estaba garantizado, ya que se calculaba en todo el mundo que había unos 387 millones de niños en edad escolar de primaria (56%) que carecían de aptitudes básicas de lectura, de modo que la financiación de la educación era un problema abrumador antes de la COVID-19. Además, se espera que un número elevado de estudiantes no vuelvan a las aulas, pues al menos 1.2 millones de niños y adolescentes podrían quedar excluidos de sus sistemas educativos en América Latina y el Caribe, sumándose a los 7.7 millones que no asistían regularmente a la escuela antes de la crisis sanitaria (Viteri et al, 2021).

Este Informe indica que la pandemia afectó a casi 1,600 millones de alumnos en más de 190 países en todos los continentes, equivalente al 94 % de los estudiantes de todo el mundo, cifra que asciende al 99 % en países de ingreso bajo y mediano bajo. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe. Además, solo a consecuencia de sus repercusiones económicas, alrededor de 23.8 millones de niños y jóvenes de nivel preescolar y postsecundario, respectivamente, podrían abandonar la escuela o no tener acceso a ella en años siguientes. Pero también, la interrupción de la educación ha tenido y seguirá teniendo efectos en otros ámbitos, como  la capacidad de trabajar de muchos padres y aumentar los riesgos de violencia contra mujeres y niñas.

Este Informe pretende mitigar las consecuencias potencialmente devastadoras de la pandemia, y alienta a los Gobiernos y otros interesados a llevar a la práctica las siguientes respuestas en materia de políticas, destinadas a:

    1. Proteger la financiación de la educación y coordinarse para lograr resultados, a fin de fortalecer la movilización de recursos internos para abordar las ineficiencias.
    2. Fortalecer la resiliencia de los sistemas educativos para lograr un desarrollo equitativo y sostenible, haciendo hincapié en la equidad y la inclusión, reforzando las capacidades para gestionar el riesgo en todos los niveles y asegurando una coordinación y un liderazgo robustos.
    3. Repensar la educación y acelerar el cambio positivo en la enseñanza y el aprendizaje, centrándose en responder a las pérdidas de aprendizaje y prevenir el abandono escolar de los grupos marginados; apoyar la profesión docente y la preparación del profesorado; ampliar la definición del derecho a la educación para incluir la conectividad y reforzar los datos y el seguimiento del aprendizaje.

Informe CEPAL-UNESCO: La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19. Este Informe pretende visibilizar las diversas consecuencias que provocaron las medidas en las comunidades educativas, así como plantear recomendaciones para sobrellevar su impacto proyectando oportunidades para el aprendizaje y la innovación en la educación, posterior a la pandemia en América Latina y el Caribe. Se publicó en agosto de 2020.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconoce que antes de la pandemia, la situación social en la región se estaba deteriorando, por el aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema, las desigualdades y un creciente descontento de la población. De manera que la crisis tendría  efectos negativos en los distintos sectores sociales, particularmente en la salud, la educación el empleo y la evolución de la pobreza.

En el ámbito educativo, la información recolectada sobre los 33 países de América Latina y el Caribe hasta el 7 de julio de 2020 permite constatar quegran parte de las medidas que adoptaron estos países ante la crisis, se relacionan con la suspensión de las clases presenciales en todos los niveles, lo que dio origen a tres campos de acción: el despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la utilización de una diversidad de formatos y plataformas con o sin uso de tecnología; el apoyo y la movilización del personal y las comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de los estudiantes.

Este Informe, preparado por la CEPAL y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), alerta a la comunidad internacional acerca del incremento de las brechas existentes producto de la pandemia, tanto en el acceso como en la  equidad y calidad, afectando especialmente a los más vulnerables. Asimismo, plantea que la interrupción del ciclo escolar debe convertirse en una oportunidad en materia de adaptación e innovación de los sistemas de enseñanza, lo que puede significar enormes avances, pero también puede implicar una acentuación de las brechas educativas preexistentes en la región entre los estudiantes más vulnerable y los más aventajados en resultados de aprendizaje y otros indicadores educativos, como el progreso y la permanencia en la escuela.

Otro aspecto importante que resalta, se refiere a la contracción de la actividad económica que se proyecta para la región, que “llama a poner urgente atención en la necesidad de salvaguardar el financiamiento como una prioridad fundamental para proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje”.

Entre las medidas y desafíos regionales, el Informe señala que las respuestas nacionales en materia de educación permitieron detectar desafíos prioritarios a la hora de implementar medidas para proyectar la continuidad, la equidad y la inclusión educativas durante la suspensión de las clases presenciales y en los procesos de reapertura de los centros educativos. Y que los retos en equidad e inclusión deben centrarse en los grupos poblacionales más vulnerables y marginados. Y llama a atender especialmente el riesgo de abandono escolar de los grupos más vulnerables a los efectos de la pandemia y la consecuente crisis sanitaria, social y económica.

Además, la pandemia puso en evidencia la deuda en inclusión digital y señala que la desigualdad en el acceso a oportunidades educativas por la vía digital, aumentó las brechas preexistentes en el acceso a la información y el conocimiento, por tanto, el proceso de aprendizaje que se impulsó a través de la educación a distancia dificultó la socialización y la inclusión en general. En cuanto a la calidad y pertinencia, la mejora de los contenidos de los programas de estudios debe centrarse en  la  salud y el bienestar, así como en el apoyo especializado al personal docente, asegurando condiciones contractuales y laborales adecuadas, la formación docente para la educación a distancia y el retorno a clases, y el apoyo socioemocional para trabajar con los estudiantes y sus familias. Se deben reformar tanto la formación inicial como la formación en el empleo destinadas a docentes para capacitarlos mejor en nuevos métodos de enseñanza.

El documento plantea que las respuestas aplicadas en los distintos países muestran que existen iniciativas innovadoras y prácticas prometedoras, así como importantes avances en tiempo récord, para intentar garantizar la continuidad del aprendizaje. Sin embargo, repensar la educación, sus propósitos y formatos, se vuelve esencial. Por eso, llama a replantear los contenidos y la organización del aprendizaje de cara a las lecciones que deja la pandemia. Estos contenidos deben preparar a los estudiantes para comprender la realidad y actuar de manera solidaria y responsable, y formatos que respondan a la diversidad y a la incertidumbre, más allá de los tiempos de crisis. También plantea que “esta crisis ofrece una oportunidad sin precedentes para aumentar la capacidad de recuperación de los sistemas educativos nacionales y transformarlos en sistemas equitativos e inclusivos que contribuyan al cumplimiento del compromiso colectivo asumido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos los países de la región están desigualmente preparados para enfrentar esta crisis aprovechando la digitalización, porque aún persisten brechas considerables en el acceso efectivo al mundo digital, lo que tiene profundas implicaciones en las oportunidades y la participación de las nuevas generaciones. “El acceso a conexión a Internet es bastante más extendido y, con la excepción de México y Panamá, las brechas por nivel socioeconómico y cultural son menores”, aunque  “no es suficiente tener acceso a Internet, porque no todas las modalidades ofrecen las mismas oportunidades de uso y aprovechamiento, ya que estas también dependen en gran medida de la calidad de la conexión y el tipo de dispositivo”. De ahí que es central que las políticas de promoción de un acceso más igualitario a la tecnología comiencen por reconocer las “diferentes dimensiones que estructuran las desigualdades sociales en la región y trabajar intencionalmente para revertirlas”.

Según este Informe, el profesorado que cuente con competencias para usar las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en su práctica profesional, dispone de mejores elementos para brindar una educación de calidad y para guiar eficazmente el desarrollo de las competencias del alumnado en materia de TIC. Pero, aún son pocas las instituciones que han transformado sus procesos de formación docente inicial, a fin de preparar a las futuras generaciones de docentes en lo referente a las competencias necesarias para la educación del siglo XXI.

Este Informe concluye, entre otros aspectos,  expresando que el “impacto de la crisis provocada por la COVID19 en la educación no tiene precedentes. Ha retrasado el logro de los objetivos internacionales en materia de educación y ha afectado de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables. Sin embargo, la comunidad educativa se ha mostrado resiliente y ha sentado las bases para la recuperación”

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-educacion-durante-y-despues-de-la-pandemia-9036182.html

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Corregir o dialogar, el dilema presente en familias de estratos pobres

Por: Tahira Vargas García

Los matices del diálogo se muestran claramente en los grupos focales tanto con adolescentes como con personas adultas.

En una entrega anterior iniciamos la presentación de hallazgos del estudio cuanti-cualitativo sobre “prácticas de crianza que promueven u obstaculizan la protección de niños, niñas y adolescentes del abuso y la violencia, así como la igualdad de género en las provincias: Elías Piña, Gran Santo Domingo y La Altagracia” que realizamos para Plan Internacional desde la dirección del Equipo Vargas de Investigación Social y se puso a circular el 21 de abril de este año.

El estudio muestra distintas situaciones vinculadas a las prácticas de crianza siendo una de ellas la comunicación entre personas adultas y la población infantil y adolescente al interior de las familias.  Un extracto del estudio sobre este tema se presenta a continuación.

El 79% de la población adulta dialoga con niños/niñas y adolescentes al interior de las familias y el 14% solo dialoga con adolescentes y el 6% no dialoga ni con niños/as ni con adolescentes. El diálogo con la población infantil está negado en el 21% de la población adulta encuestada. En las encuestas a adolescentes el 15% señala que sus padres/madres y personas adultas responsables no dialoga con ellos/ellas.

Los matices del diálogo se muestran claramente en los grupos focales tanto con adolescentes como con personas adultas. Las respuestas ofrecidas muestran distintos estilos de comunicación como son:

a) Dialogo sostenido en base a órdenes y deberes de niños, niñas y adolescentes

Al cuestionar a padres y madres sobre qué temas dialogan con sus hijos e hijas. Muchos de ellos respondieron con frases como las siguientes:

Le digo que me pase la cuchara, o un tenedor

Me hace los mandaos.

b) Comunicación sostenida en base a las necesidades (alimentarias y otras). Esta consulta sobre la comida solo se presenta en la población adolescente masculina. Lo que demuestra la reproducción de los roles sexistas de género, a las muchachas no se les pregunta porque se supone que ellas participan de la preparación de la comida, lo que no ocurre con los muchachos.

c) Consulta en decisiones sobre actividades recreativas. Las actividades recreativas son de las pocas consultas que aparecen señaladas por la población adolescente

d) Consejos y recomendaciones de padres/madres a hijos e hijas. Al cuestionar a algunos padres y madres sobre los temas que dialogan con sus hijos e hijas, estos señalan elementos que tienen que ver con consejos y recomendaciones de como “deben comportarse”.

Mis padres hablan conmigo sobre que, debo estudiar para recibir calificaciones buenas.

e) Ausencia de diálogo entre personas adultas y adolescentes. En la población adolescente entrevistada se presentan algunos señalamientos de que no existe dialogo entre ellos y sus padres y madres.

No converso ningún tema con mis padres

No hablamos. A veces mi abuelo me pregunta algo, si hablo la verdad no me cree. Mi mamá pocas veces me cree las cosas

Llama la atención la desconfianza que tienen algunos padres y madres de sus hijos e hijas adolescentes. Señalamientos como “no me creen” o que no “quieren hablar” son elementos que demuestran una gran barrera comunicacional entre la población adulta y la adolescente.

En la población adulta encontramos algunas madres y padres que consideran que no tienen por qué hablar con sus hijos e hijas porque son niños. Entendiendo que solo se conversa con los que son más grandes.

 “No tengo muchachos grandes para hablar con ellos”.

El diálogo en la familia es muy débil. Hablar con los hijos e hijas es interpretado por la población adulta como dar órdenes o mandatos, o recomendaciones sobre lo que deben o no hacer. Los temas que provocan diálogo son aquellos que se refieren a la búsqueda de respuesta a necesidades o para recrearse. En algunos casos hay quienes reconocen que no hay diálogo y peor aún no existe confianza en las relaciones entre padres-madres e hijos/hijas. Demostrándose así una gran barrera comunicacional entre padres/madres/personas adultas responsables e hijos/hijas en las provincias estudiadas.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/corregir-o-dialogar-el-dilema-presente-en-familias-de-estratos-pobres-8942757.html

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El coronavirus desde una mirada ética

Por: Héctor Rodríguez Cruz

Nos toca decidir cómo será el futuro. Empecemos por elegir cómo será el mundo hoy. Esperemos que la huella de lo vivido marque el paso de lo que vendrá mañana.

Con la llegada del COVID-19 el mundo entero ha entrado en shock. Este estado de preocupación extrema se mantiene flotando. Durante doce meses el miedo, la desesperación, la soledad y la muerte de muchos vienen generando una desesperanza que enferma y aterra a millones de personas de todo el mundo. Un vacío que atrofia el sentido de la vida misma.

La situación de emergencia sanitaria derivada de la pandemia por la COVID-19 ha evidenciado la necesidad de construir un marco ético compartido y de referencia para la planificación y toma de decisiones en la asistencia sanitaria, económica y social a todas las personas de alguna manera afectadas por la pandemia. ¡Que somos todos!

Mirar la pandemia desde una óptica ética implica un examen de las propias actitudes y comportamientos de cada uno en su relación con el otro a fin de combatir los comportamientos egoístas y de asumir el cuidado propio y el de los demás no como un ejercicio de la soledad, sino como una práctica social, hoy más necesaria que nunca.

En estos tiempos de pandemia, donde la vida está en juego y los más desfavorecidos luchan por sobrevivir, la práctica de una ética centrada en el otro puede generar mejores ciudadanos. Y si lo consideramos así, todo nuestro mundo moral tendría que ser replanteado. Pensar, decir y actuar desde el otro, he ahí la perspectiva ética.

Necesitamos una ética de la responsabilidad compasiva, es decir: actuar con mucha atención a las consecuencias de lo que hacemos, pero dando prioridad a las consecuencias sobre las personas más necesitadas. Y este clamor es válido para los individuos, las instituciones y los gobiernos.

Necesitamos un compromiso mayor con los valores de la ética cívica compartida, asumida como libertad responsable, igualdad cívica, solidaridad planetaria, respeto activo, actitud de diálogo y convivencia, que debe ser cuanto antes una ética mundial, sintonizada con éticas locales que no sean contrarias a estos valores básicos.

La pandemia nos impulsa a asumir la responsabilidad para entender que el sufrimiento de unos inevitablemente puede convertirse en el sufrimiento de todos. De ahí que defender el propio bienestar implica también defender también el bienestar de nuestro prójimo.

Como expresa la filósofa española Adela Cortina: “Hay que recuperar la fe de que la sociedad va a cambiar radicalmente después de esta crisis, ya que habrá «un antes y un después» y para poder avanzar se va a necesitar toda la capacidad moral y todo el capital ético de cada uno”.

De igual manera expresa Noah Harari, historiador y escritor israelí, cuando afirma que “las consecuencias de las decisiones que tomemos ahora dejarán una persistente huella en el mundo en el que viviremos cuando lo peor haya pasado”. No le demos vacaciones a nuestra responsabilidad y ni la encerremos en cuarentenas poco valientes.

También dirá Harari, que depende de nosotros si esto nos da miedo o esperanza. Depende de nosotros cómo será el mundo del mañana. ¿Será más generoso, empático y solidario? ¿Será capaz de valorar las cosas verdaderamente importantes?

Desde la ética asumamos el “coraje de la responsabilidad”. Nos toca decidir cómo será el futuro. Empecemos por elegir cómo será el mundo hoy. Esperemos que la huella de lo vivido marque el paso de lo que vendrá mañana. Procuremos hacer nuestro el diseño del mañana, haciendo de nuestra vida un testimonio de solidaridad y ética ciudadana.

Comparto el vigorizante discurso ético de Emmanuel Levinas: “Así como a través de la responsabilidad entré en el pasado de la humanidad, así, a través de la Misericordia también llego al futuro de la humanidad. Cada hombre es la huella del otro”. ¡El bien consiste justamente en la misericordia por el otro!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/el-coronavirus-desde-una-mirada-etica-8920889.html

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Mundo: La tecnología ‘Industria 4.0’ para el mundo post-COVID está impulsando la desigualdad: UNCTAD

Mundo/26-02-2021/Autor(a) y Fuente: news.un.org

Los países en desarrollo deben adoptar tecnologías innovadoras que han sido una herramienta fundamental para abordar la pandemia de COVID-19 o, de lo contrario, enfrentar desigualdades aún mayores que antes, dijeron  el jueves expertos en desarrollo económico de la ONU en la UNCTAD  .

“Muy pocos países crean las tecnologías que impulsan esta revolución, la mayoría de ellos se crean en China y Estados Unidos, pero todos los países se verán afectados por ella”, dijo Shamika Sirimanne, jefa de la División de Tecnología y Logística de la UNCTAD . «Casi ninguno de los países en desarrollo que estudiamos está preparado para las consecuencias».

El llamamiento, que se destaca en un nuevo informe de la UNCTAD  , se refiere a todas las cosas digitales y conectivas, las llamadas «Industria 4.0» o «tecnologías de frontera», que incluyen inteligencia artificial, macrodatos, blockchain, 5G, impresión 3D, robótica drones, nanotecnología y energía solar.

La edición de genes, otro sector en rápida evolución, ha demostrado su valor en el último año, con el desarrollo acelerado de nuevas vacunas contra el coronavirus .

Ayuda para drones

En los países en desarrollo, las herramientas digitales se pueden usar para monitorear la contaminación del agua subterránea, entregar suministros médicos a comunidades remotas a través de drones o rastrear enfermedades usando macrodatos, dijo Sirimanne de la UNCTAD.

Pero “la mayoría de estos ejemplos se mantienen a nivel piloto, sin que nunca se amplíen para llegar a los más necesitados: los pobres. Para tener éxito, la implementación de la tecnología debe cumplir las cinco A: disponibilidad, asequibilidad, conciencia, accesibilidad y capacidad para un uso eficaz «.

Ampliación de la brecha de ingresos

Con un valor de mercado estimado de $ 350 mil millones en la actualidad, es probable que la variedad de soluciones digitales emergentes para la vida después de COVID valga más de $ 3 billones para 2025, de ahí la necesidad de que los países en desarrollo inviertan en capacitación e infraestructura para ser parte de ella, Sirimanne. mantenido.

“La mayoría de las tecnologías de la Industria 4.0 que se están implementando en países desarrollados ahorran mano de obra en tareas rutinarias que afectan los trabajos de habilidades de nivel medio. Recompensan las habilidades digitales y el capital ”, dijo, señalando el aumento significativo en el valor de mercado de las plataformas digitales líderes en el mundo durante la pandemia.

Dividendos de innovación

“Las mayores ganancias las han logrado Amazon, Apple y Tencent”, continuó Sirimanne. «Esto no es sorprendente dado que un número muy pequeño de empresas muy grandes proporcionaron la mayoría de las soluciones digitales que hemos utilizado para hacer frente a varios bloqueos y restricciones de viaje».

Expresando optimismo sobre el potencial de los países en desarrollo de seguir la nueva ola de digitalización en lugar de verse abrumados por ella, el economista de la UNCTAD restó importancia a las preocupaciones de que la creciente automatización de la fuerza laboral corría el riesgo de dejar sin trabajo a las personas de los países más pobres.

Esto se debe a que “no todas las tareas de un trabajo están automatizadas y, lo que es más importante, a que se crean nuevos productos, tareas, profesiones y actividades económicas en toda la economía”, dijo Sirimanne.

‘Polarización laboral’

«Los bajos salarios … para las habilidades en los países en desarrollo más las tendencias demográficas no crearán incentivos económicos para reemplazar la mano de obra en la manufactura, todavía no».

Según la UNCTAD, durante las dos últimas décadas, la expansión de los trabajos con salarios altos y bajos, un fenómeno conocido como «polarización laboral», ha llevado a una reducción de solo un dígito en los trabajos de calificación media en los países desarrollados y en desarrollo (de cuatro y seis por ciento respectivamente).

“Por lo tanto, se espera que los países en desarrollo de ingresos bajos y medianos bajos estén menos expuestos a los posibles efectos negativos de la IA y los robots en la polarización del trabajo”, explicó Sirimanne.

No obstante, el organismo de comercio y desarrollo de la ONU advirtió que parecía haber pocas señales de que la desigualdad galopante se desacelerara en la nueva era digital, señalando datos que indican que la brecha de ingresos entre los países desarrollados y en desarrollo es de 40.749 dólares en términos reales en la actualidad, frente a los 17.000 dólares. en 1970.

Fuente e Imagen: https://news.un.org/en/story/2021/02/1085652

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Pandemia “congela” la educación de millones de niños en Latinoamérica

América del Sur/15-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

Informe difundido por Unicef indica que la pandemia ha privado al 97% de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual. Señala que la reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos.

El cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe por la pandemia de covid-19 amenaza la formación de millones de niños, especialmente los más pobres, por lo cual es prioritario reabrir los colegios, señala un informe difundido este lunes por Unicef.

El estudio indica que la pandemia “ha privado al 97 por ciento de los estudiantes de la región de continuar con su educación habitual” debido al cierre de las escuela para evitar la propagación del virus.

Esta pérdida de clases “tiene graves implicaciones” para el futuro de los niños y cada día que pasa con las escuelas cerradas “se va dando forma a una catástrofe generacional, que tendrá profundas consecuencias para la sociedad en su conjunto”, advierte el informe.

La semana pasada, un informe de la Unesco destacó en ese sentido que América Latina, la región más desigual del mundo, podría enfrentar un “desastre generacional” debido al impacto del coronavirus en la educación.

“El covid-19 ha puesto en pausa, ha congelado los progresos en la educación de la mayoría de los niños y las niñas en América Latina y el Caribe”, dijo a la AFP Laurent Duvillier, jefe regional de comunicación de Unicef.

Según esta agencia de Naciones Unidas, solo Uruguay, Costa Rica, Surinam y Haití tienen las escuelas completamente abiertas, mientras que en Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Cuba la apertura es parcial. 

El cierre prolongado de las escuelas, que en algunos países supera los siete meses, impide el regreso a las aulas de 137 millones de niños de la región, aunque más de un tercio acceden a educación a distancia.

“El cierre de las escuelas no afecta a todos por igual. Aquellos que viven en entornos más pobres tienen mayores dificultades para aprender desde casa, donde no necesariamente hay una conexión a internet, una computadora o un escritorio”, alegó Duvillier.

“A causa de la pandemia, estos niños corren cada día mas riesgo de quedarse fuera del colegio y atrapados en un círculo vicioso de pobreza en el futuro”, añadió.

El informe detalla que mientras las tres cuartas partes de los estudiantes de los colegios privados pueden acceder a la educación a distancia, solo la mitad de los que asisten a las escuelas públicas pueden hacerlo.

Además, un 21% de los niños, niñas y adolescentes de los hogares más pobres no reciben educación alguna, en comparación con 14% de los que pertenecen a los hogares más ricos.

Los menores con discapacidades cognitivas y físicas, los refugiados y migrantes, así como las niñas enfrentan “un riesgo mayor de exclusión” en su proceso de aprendizaje, según Unicef.

En Latinoamérica se han producido 12 millones de contagios y 412.000 defunciones por el nuevo coronavirus. Brasil, México, Perú y Argentina presentan el mayor número de muertos por covid-19.

El estudio advierte que un 16% de las escuelas de la región carece de servicios de agua, un 12% no tiene instalaciones para lavarse las manos y poco más de una cuarta parte tiene infraestructura para el lavado de manos pero sin jabón.

Sin embargo, Unicef considera que los colegios deben reabrirse con los protocolos de bioseguridad necesarios para que los niños sigan su ciclo educativo.

“La reapertura de las escuelas debe ser una prioridad para los gobiernos tan pronto como sea seguro”, señaló el documento.

Sin embargo, Bernt Aasen, director regional interino de Unicef, para América Latina y el Caribe, aclaró que antes de la reapertura “es urgente preparar las escuelas” para que cumplan con todas las medidas biosanitarias.

Los expertos temen también que la crisis fulmine los avances de los últimos años en acceso a la educación y obligue a los niños más pobres a buscar trabajo.

“En América Latina y el Caribe, el COVID-19 ha empujado a millones de familias a la pobreza. Sin ayuda, muchos padres no tendrán más remedio que sacrificar la educación de sus hijos. Es posible que millones de los estudiantes más vulnerables no regresen a la escuela”, alertó Aasen.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/pandemia-congela-la-educacion-de-millones-de-ninos-en-latinoamerica-segun-unicef/
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Brasil: Carta da Plenária Nacional dos (as) Trabalhadores (as) em Educação

América do Sul/Brasil/06-09-2020/Autor e Fonte: Fórum pelos direitos y liberdades democráticas

Carta da Plenária Nacional dos (as) Trabalhadores (as) em Educação1

Vivemos uma situação de crise do sistema capitalista em todo mundo, seus altos custos são jogados nas costas da classe trabalhadora e do povo pobre. A crise sanitária com a pandemia tem servido de pretexto para avançar a agenda neoliberal, aqui no Brasil assistimos em reunião ministerial a afirmação que o governo deveria aproveitar as mais de 120 mil mortes e mais 3,5 milhões de infectados (as) pelo COVID 19 para passar a boiada, enquanto a população chora e lamenta a perda dos seus entes queridos.

Neste momento podemos destacar como ataque geral a toda classe trabalhadora e ao povo pobre a destruição das políticas sociais e das empresas do Estado, do serviço público e dos(as) servidores(as), denominada Reforma Administrativa, o projeto de lei Future-se de financiamento vida mercado de capitais das IES e o Projeto de Lei Orçamentária Anual encaminhado ao Congresso Nacional pelo Governo Bolsonaro com duros cortes nas áreas socias, em especial o corte de cerca de 25% nas verbas da educação para 2021, em relação ao já precário orçamento de 2020. Nos estados e municípios a situação é similar com cortes e privatizações em curso.

O impeachment do governo Dilma em 2016 aprofundou de forma muito contundente os ataques aos direitos da classe trabalhadora, assistimos na educação: congelamento salarial, redução do número de concursos, intervenções na democracia e autonomia das escolas públicas, redução das bolsas de incentivo à pesquisa e à extensão, reforma do ensino médio que flexibiliza o currículo e reduz disciplinas; no ensino básico se observa a ampliação da precarização dos contratos de trabalho por meio de terceirização, precarização e contratos intermitentes, além de outros ataques se alastram como novas formas de privatização, associadas ao acesso à conexão de Internet e à posse de equipamentos para participação nas aulas virtuais, seja na condição de trabalhador (a) ou da de estudante.

O Ensino Remoto, que está sendo utilizado em vários estados e municípios em todo país, deve ser encarado como provisório e limitado, pois não garante sequer acesso à banda larga, computadores e materiais pedagógicos para a categoria docente e para os estudantes. Via de regra, essa modalidade está sendo usada para criar uma disputa que não existia no início do ano letivo, entre a educação presencial na escola e a educação virtual em casa. Os defensores do neoliberalismo sabem que não pode suprimir as escolas públicas sem resistência e com rapidez, mas estão tentando construir no imaginário social a falsa concepção de que aula remota é o mundo moderno e a escola está ficando obsoleta. O objetivo desse projeto é uma forma não clássica de privatização da educação pública através da entrada de empresas  privadas tecnológicas e a preparação de conteúdos educacionais digitais para o “mercado  educacional”, esta medida vem acompanhada de um desinvestimento sustentado na atualização e formação de professores(as).

A resposta dos(as) trabalhadores(as) em educação, no âmbito internacional, tem sido extraordinária. Mesmo sem apoio ou contrapartida do Estado tem-se assumido por conta própria, com o apoio de seus sindicatos e entidades do ramo da educação a tarefa de se atualizar para enfrentar os desafios pedagógicos atuais. Os educadores de todo o mundo, e não são diferentes os(as) brasileiros(as), são um exemplo digno do compromisso com a continuidade do direito à educação de forma universal, em condições cada vez mais adversas.

Foi com esse espírito que os sindicatos e trabalhadores(as) da educação estão envolvidos, desde o primeiro momento da pandemia em ações de solidariedade, pesquisa e produção de material de EPI e de combate à COVID 19, apesar da falta de qualquer iniciativa do governo.

Com poucas, porém relevantes exceções, os governos vêm apelando de forma irresponsável para o retorno às aulas presenciais, sem previsão de vacina no horizonte e sem condições adequadas de biossegurança, questão que expressa claramente que suas principais preocupações são reativar a economia capitalista neoliberal em crise, isso à custa da segurança e da vida de crianças e trabalhadores(as) da educação.

Porém, a crise atual confirma velhas certezas ao instalar novos desafios. A certeza de que a relação ensino-aprendizagem e a educação de qualidade se sustentam nas atividades presenciais, valorizando mais uma vez o exercício docente, tão vilipendiado pela mercantilização educacional neoliberal. Mas, o retorno à escola de forma presencial não pode ser a realidade naturalizada das desigualdades expressas antes e de forma dramática com a pandemia, afinal anos letivos se recuperam, vidas humanas não.

O atual desafio enfrentado pela geração de trabalhadores (as) na educação é maior que simplesmente garantir o ano letivo 2020, como está sendo aplicado pelo governo Bolsonaro, movimentando-se exclusivamente para garantir os lucros da enorme rede do ensino privado no país. Nossa tarefa é de pensar e construir uma resposta não só para a situação, mas dela traçar um horizonte estratégico que passa inevitavelmente pela construção de uma alternativa pedagógica que sustente uma escola socialmente referenciada nos interesses estratégicos da classe trabalhadora de uma escola popular.

Assumir este desafio da forma mais séria e responsável implica ir além das fronteiras nacionais, pois o que está em jogo é justamente superar a crise de um modelo de educação neoliberal globalizado. Para isso, estamos empenhados(as) na construção do I Congresso Mundial da Educação contra o neoliberalismo e em defesa da Escola Púbica, gratuita, laica e de qualidade, em benefício dos povos e nações, da classe trabalhadora, uma escola feminista, antirracista, antilgbtfóbica, com uma perspectiva emancipadora.

Concluímos com a certeza de que essa plenária nacional dos(as) trabalhadoras em educação não pode deixar de apontar formas de lutas e de organização que nós devemos nos mover no próximo período, por tanto deliberamos:

1) Realizar uma campanha de acompanhamento das Atividades de Ensino Não Presenciais e do trabalho remoto dos(as) servidores(as) docentes e técnicoadministrativos(as). Em defesa que nenhum(a) estudante seja deixado para trás, apoiando as reivindicações estudantis, contra a precarização do ensino e pela garantia das condições de trabalho dos(as) trabalhadores em educação;

2) Fazer uma luta contra o assédio moral que tem aumentado fortemente durante a vigência do trabalho e ensino remotos;

3) Construir de forma unificada com os(as) demais trabalhadores(as) uma grande campanha contra os cortes de verbas nas áreas sociais, em especial a educação, apresentada ao congresso pela proposta de LOA do governo Bolsonaro. Pela revogação a EC 95;

4) Enfrentar o projeto Future-se através de uma ampla campanha que envolva todos os setores afetados;

5) Lutar contra a implementação da Reforma do Ensino médio que reduz carga horária e disciplinas;

6) Buscar a unidade de todos e todas trabalhadores e trabalhadoras em educação na construção da GREVE NACIONAL SANITÁRIA PELA VIDA contra qualquer iniciativa em qualquer local do Brasil da reabertura das escolas de forma presencial;

7) Construir a data convocada pela CNTE de 15 de setembro o DIA NACIONAL DA EDUCAÇÃO EM DEFESA DA VIDA;

8) Construir ativamente a luta encabeçada pelo FONASEFE em defesa do Serviço Público e dos(as) Servidores(as), contra a reforma administrativa, construindo as plenárias estaduais das três esferas dos(as) servidores(as) na primeira quinzena de setembro e do dia nacional de luta que ocorrerá no dia 30 de setembro;

9) Participar e construir o I Congresso Mundial da Educação a ser realizado de forma online, nos dias 25, 26 e 27 de setembro, unificando os(as) trabalhadores(as) da educação de todo mundo na luta contra o neoliberalismo e em defesa da escola pública;

10) Contribuir com a construção de um novo Encontro Nacional da Educação no próximo ano, ampliando em todo o que for possível o arco de alianças para enfrentar as políticas educacionais do governo e avançar numa alternativa da classe trabalhadora como instrumento para a reorganização das lutas sociais e populares.

Precisamos construir forma de organização e mobilização que nos permita repetir o TSUNAMI da EDUCAÇÃO de 2019, em defesa da vida e da escola pública gratuita, laica e de qualidade.

 

1 Carta de consenso entre as entidades, movimentos e coletivos que constroem o Fórum
nacionalmente.

Link para download do cartão: Carta da Plenária Nacional da Educação

 

Fonte e imagem: Fórum pelos direitos y liberdades democráticas

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