Perros de terapia para mejorar las relaciones entre menores tutelados y sus familias

Por: Carlota Fominaya

El programa de Fundación Affinity busca mejorar el vínculo entre los menores y sus padres, así como las habilidades educativas de los progenitores o adultos de referencia.

El simple hecho de que el animal esté en la sala hace que las familias se sientan seguras y arropadas y, lo más importante: que no se sientan juzgadas. Tal y como explica Maribel Vila, responsable de terapias de Fundación Affinity, «los animales crean un ambiente seguro, hacen que el niño o el adolescente con mucha carga emocional se tranquilice. Hay veces que entra el perro en la sala y es como una catársis. ¡Cuántas veces los menores nos explican cosas mientras acarician el perro…! Es una manera de sentirse protegido».

Mejorar las relaciones paternofiliales de los menores tutelados y sus familias es el objetivo del programa de terapia asistida por animales de compañía de la Fundación Affinity y la Generalitat de Catalunya, a través de la DGAIA ( Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia). En esta propuesta educativa o taller de competencias parentales participan actualmente 12 adultos y 10 niños de entre 6 y 16 años, que residen en el CRAE Llar Les Vinyes, situado en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Los niños que viven en este Centro Residencial de Acción Educativa están tutelados por la Generalitat debido a una situación de desamparo familiar por diversas circunstancias.

El objetivo de este programa, apunta Vila, que empezó siendo adiestradora canina hace diecisiete años, «es mejorar el vínculo entre los menores y sus familias, así como las habilidades educativas de los progenitores o familiares, siempre atendiendo a sus necesidades y preocupaciones y siempre desde sus capacidades y fortalezas». De esta manera, prosigue, «se consigue que los menores puedan pasar más tiempo de calidad con sus familias y que en caso de que se recupere la tutela haya una mejor convivencia familiar».

Cómo se trabaja con los animales

A partir de la interacción con los perros de terapia, se trabaja en la calidad de las relaciones pero, ¿cómo? «A través de perro creamos diferentes actividades donde el usuario debe comunicarse y guiar al animal, utilizando siempre métodos positivos y de colaboración. Los animales hacen de espejo de cómo se comunican tanto padres como hijos y da la posibilidad de ver realmente cómo somos y reconducir conductas», explica Vila.

Es decir, aclara esta experta de la Fundación Affinity, «si trabajamos en positivo o no, cómo nos relacionamos… Los perros, en este caso, hacen que los menores y los adultos de referencia puedan hablar en tercera persona de aquello que están haciendo bien, o mal. Pongo por ejemplo: si le pido algo al perro y no me obedece, puedo intentarlo por las buenas, o ser persistente y subir un poco el tono de voz, o incluso presionar físicamente. A través de cómo se relacionan con el animal, podemos trabajar cómo se abordan las relaciones familiares, si a través de una orden, o del diálago».

De esta forma, a través del adiestramiento en positivo y la organización de diversas actividades y dinámicas, se trabajan aspectos tan importantes como la comunicación, el sentido de la responsabilidad, los hábitos, las rutinas de su vida cotidiana, los deberes escolares, la toma de decisiones, la organización y el cuidado personal y a terceros. «Trabajamos cómo se organizan ellos cuando tienen a los niños, si prevén realizar actividades cuando les tienen con ellos, cómo se organizann, si se planifican… El perro es siempre un facilitador que nos ayuda a enseñar el cuidado, el respeto… Se pueden enseñar muchos valores», afirma Vila.

Los beneficios de trabajar con animales de terapia

Los beneficios que aporta trabajar con perros, recuerda Vila, son múltiples: «Desde los fisiológicos, como la relajación y la disminución de la presión arterial, hasta los cognitivos, favoreciendo todos los procesos de aprendizaje, la atención y la concentración; emocionales, mejorando su expresión verbal y no verbal, la empatía y su implicación y, por último, beneficios relacionales, mejorando la comunicación, la capacidad de escuchar al otro y de trabajar en equipo, entre otros».

El programa ha obtenido excelentes resultados, y avala el trabajo de la Fundación en este ámbito. Los Investigadores de la Cátedra han demostrado que las terapias asistidas con animales de compañía colaboran a mejorar el estado físico, emocional y mental de los menores, contribuyendo a incrementar su autoestima, su confianza y la expresión de sus sentimientos, al sentirse más seguros con los perros.

«Diversos estudios han demostrado ya que las terapias asistidas con animales son efectivas como parte de un tratamiento y que están al nivel de otras terapias para tratar aspectos emocionales y de conducta. Pero con un factor diferencial: sin duda, la motivación por colaborar con el perro es mayor», afirma Vila. «Para la Fundación es muy satisfactorio colaborar con la DGAIA para mejorar la calidad de vida de los menores tutelados, y ahora también para ayudar a sus familiares y mejorar su relación», explica Isabel Buil, directora de Fundación Affinity.

«Estamos muy orgullosos de formar parte de un proyecto tan pionero y que está teniendo una gran acogida por parte de los menores y sus familias. Los familiares que participan en el programa están muy volcados en él, y los niños están felices de poder compartir más tiempo de calidad con ellos y participar en diversas actividades con los perros. Estamos viendo cambios muy significativos y positivos. Este programa nos está permitiendo mejorar la relación de los menores con sus familias, un punto que resulta clave de cara a recuperar su tutela en un futuro», concluye Laura Pascual, educadora social en el centro CRAE Llar Les Vinyes.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-perros-terapia-para-mejorar-relaciones-entre-menores-tutelados-y-familias-202105070112_noticia.html

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