Estados Unidos y su rol en el golpe de Estado en Perú

Por: Vijay Prashad y José Carlos Llerena Robles

Este artículo fue producido para Globetrotter.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro de la redacción y corresponsal en jefe de Globetrotter. Es editor en jefe de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de Investigación Social. También es miembro senior no-residente del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros, entre ellos The Darker Nations y The Poorer Nations. Sus últimos libros son Struggle Makes Us Human: Learning from Movements for Socialism y The Withdrawal: Iraq, Libya, Afghanistan, and the Fragility of U.S. Power (con Noam Chomsky).

José Carlos Llerena Robles es educador popular, miembro de la organización peruana La Junta y representante del capítulo peruano de Alba Movimientos.

Fuente: Globetrotter

El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo se sentó a trabajar en su despacho, durante el que sería su último día como presidente de Perú. Sus abogados revisaban los documentos que mostraban que Castillo triunfaría sobre una moción en el Congreso para destituirlo. Iba a ser la tercera vez que Castillo se enfrentaba a una impugnación del Congreso, pero sus abogados y asesores – entre ellos el ex primer ministro Aníbal Torres – le decían que tenía ventaja sobre el Congreso en las encuestas de opinión (su índice de aprobación había subido al 31%, mientras que el del Congreso apenas rondaba el 10%).

Desde hacía un año, Castillo estaba sometido a una enorme presión por parte de una oligarquía que no veía con buenos ojos a este antiguo profesor. Sorpresivamente, el 7 de diciembre anunció a la prensa que iba a “disolver temporalmente el Congreso” y a “establecer un Gobierno excepcional de emergencia”. Esta medida selló su destino. Castillo y su familia corrieron hacia la Embajada de México, pero fueron detenidos por los militares en la Avenida España, antes de que pudieran llegar a su destino.

¿Por qué Pedro Castillo dio el paso fatal de intentar disolver el Congreso cuando estaba claro para sus asesores – como Luis Alberto Mendieta – que se impondría en la votación de la tarde?

La presión pudo con Castillo, a pesar de la evidencia. Desde su elección en julio de 2021, su oponente en las elecciones presidenciales, Keiko Fujimori, y sus asociados han tratado de bloquear su ascenso a la presidencia. Ella trabajó con hombres que tienen estrechos vínculos con el Gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia. Un miembro del equipo de Fujimori, Fernando Rospigliosi, por ejemplo, había intentado en 2005 implicar a la embajada estadounidense en Lima contra Ollanta Humala, quién se presentó en las elecciones presidenciales peruanas de 2006. Vladimiro Montesinos, ex agente de la CIA que cumple condena en una prisión de Perú, envió mensajes a Pedro Rejas, ex comandante del ejército peruano, para que fuera “a la embajada de los Estados Unidos y hablara con el oficial de inteligencia de la embajada”, para intentar influir en las elecciones presidenciales peruanas de 2021. Justo antes de las elecciones, EE. UU. envió a una ex agente de la CIA, Lisa Kenna, como embajadora en Lima. Se reunió con el ministro de Defensa de Perú, Gustavo Bobbio, el 6 de diciembre y al día siguiente envió un tuit de denuncia contra la medida de Castillo de disolver el Congreso (el 8 de diciembre, tras la destitución de Castillo, el Gobierno estadounidense – a través de la embajadora Kenna – reconoció al nuevo Gobierno de Perú).

Una figura clave en la campaña de presión parece haber sido Mariano Alvarado, oficial de operaciones del Grupo de Asistencia y Asesoramiento Militar (MAAG), que funciona efectivamente como agregado de Defensa de los Estados Unidos. Se dice que funcionarios como Alvarado, que están en estrecho contacto con los generales militares peruanos, les dieron luz verde para actuar contra Castillo. También es sabido que la última llamada telefónica que Castillo tomó antes de abandonar el palacio presidencial provino de la Embajada de los Estados Unidos. Es probable que le advirtieran que huyera a la embajada de una potencia amiga, lo que le haría parecer débil.

Este artículo fue producido para Globetrotter.

Fotografía: Globetrotter.

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Derechos humanos, democracia y otras yerbas…

Por: Vásquez Araya Carolina

Nos tomaron por ingenuos y nos vendieron caro el cuento de la democracia. 

Esta semana volvemos a experimentar las fallas de un sistema impuesto por gobiernos poderosos, aliados de corporaciones multinacionales, cuyas cabezas se ocultan en los entresijos de un marco aparentemente legal de aplicación forzosa. Ya lo hemos visto antes, durante la dura historia de golpes de Estado patrocinados por la Casa Blanca y sus servicios de inteligencia, pero seguimos soñando con que esos ataques arteros del pasado son, valga la redundancia, cosa del pasado.

Las imágenes de Pedro Castillo y de su familia saliendo del palacio de gobierno traen a la memoria las de Jacobo Árbenz, en Guatemala. En ellas, queda plasmado el odio de las castas criollas, cuyo desprecio ancestral hacia cualquier intento de rebeldía política con acento en la búsqueda del cambio, se traduce de inmediato en un plan de emergencia para detener con un golpe certero las posibilidades de una transformación social, económica y política capaz de aproximarse a los anhelos del pueblo.

Digamos que Pedro Castillo tenía los días contados; era evidente. Su formación de maestro no le dio acceso al aprendizaje de los trucos utilizados durante décadas por los políticos de la oligarquía y eso le puso fecha de caducidad. Si a eso se añade la influencia decisiva del Departamento de Estado para revertir -país por país- el giro continental hacia la izquierda, el paquete estaba listo, atado y con dedicatoria. También en Chile ha comenzado a presionar la maquinaria centrando sus tiros en el texto constitucional y, sin duda, maquinando estrategias para incidir en todo el marco político del nuevo gobierno. Bolivia ya pasó por la experiencia y también Venezuela, con sus cuentas  embargadas. Ahora falta que dirijan sus tiros a Brasil.

Lo más ilustrativo del cinismo con el cual se mueve Estados Unidos en nuestro continente, con la OEA como su lacayo, es su hipócrita discurso por los derechos humanos y la democracia, valores que viola reiteradamente cada vez que le conviene a su política y a sus aliados corporativos. El caso mas ilustrativo de esa doble cara se manifiesta en sus relaciones con Guatemala: un narco Estado cuyos dirigentes han destruido, pieza por pieza, todo el marco institucional arrasando de paso con su sistema de justicia; pero al estar el control en manos de una oligarquía ignorante, obsoleta y de corte colonialista -lo que al sistema neoliberal le viene de perlas- mira para otro lado.

Nos vendieron la preeminencia de los derechos humanos, la democracia y la autodeterminación como una aspiración legítima, pero en cuanto actuamos por conquistarlos viene el golpe de puño para recordarnos cuál es nuestra verdadera realidad. Vale decir, el engaño descarado y la píldora política gorda que nos hemos tragado en largos períodos de nuestra historia. Lo que no le toleraron a Castillo en Perú, se lo aplaudieron a Zelenski en Ucrania, demostrando que todo depende de qué color es el protagonista.

No podemos seguir ignorando la sombra funesta del imperio con sus aliados locales, capaces de utilizar el universo mediático para divulgar sus mentiras y convencernos del cuento de la libertad democrática de los pueblos. La realidad nos enseña, a golpes de Estado y bloqueos económicos, cómo los intereses de un puñado de naciones poderosas dependen de nuestro subdesarrollo y nuestra enorme capacidad para caer en las trampas del sistema, una y otra, y otra vez.

La libre determinación de los pueblos no es mas que un deseo insatisfecho.

Fuente de la información: www.carolinavasquezaraya.com

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Pedro Castillo, EE.UU., el fujimorismo… y la izquierda

Por: Aram Aharonian

La difusión de una serie de audios, entre ellas una de Vladimiro Montesinos, sanguinario jefe de inteligencia durante el gobierno de Alberto Fujimori, confirmó al menos una de las conspiraciones para descarrilar el proceso electoral en Perú donde ganó el socialista Pedro Castillo, e imponer en la presidencia a la candidata derrotada en las urnas, Keiko Fujimori.

En el audio, Montesinos da indicaciones para sobornar a tres de los cuatro integrantes del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) con un millón de dólares a cada uno, e indica que el contacto para acceder a los jurados es Guillermo Sendón, un político simpatizante del fujimorismo. En una segunda llamada telefónica, Montesinos sugiere al mismo interlocutor, el coronel retirado Pedro Rejas Tataje, que la embajada de Estados Unidos podría ayudar a los conspiradores.

Mientras el candidato ganador, el maestro y dirigente social Pedro Castillo aseguró el viernes último en Cusco que el suyo será un gobierno “que piensa y siente como el pueblo”. “El Perú necesita que el pueblo sea escuchado. Lo primero que tenemos que agendar son los grandes problemas, las grandes brechas de desigualdad”.

Anunció que su gestión priorizará la salud y la educación, “que deben ser un derecho y no un negocio”, y también la agricultura. “Tenemos que hacer un gobierno austero. No nos verán robar un centavo a este pueblo”, ofreció.

“Cuando sales a hacer una propuesta te dicen terrorista, chavista, comunista, que le vas a quitar su plata a los inversionistas, que vas a ahuyentar la economía, que les vas a quitar su propiedad, su casa, su terreno. Todo eso es falso”, señaló, en alusión a la guerra sucia en su contra.

De todas formas, habría que ver hasta dónde llega y qué significa realmente el izquierdismo de Castillo. Hasta ahora se limita a exigir un reseteo del modelo neoliberal, con el fin de disminuir esas desigualdades. Su propuesta, incrementar al 20% del presupuesto la inversión en salud y educación, lo que conllevará un alza en la carga fiscal a las actividades mineras y de hidrocarburos

Algunas disquisiciones

En este contexto, al gobierno estadounidense de Joe Biden le tocó recibir una papa caliente y sabe que después de lo sucedido en Bolivia, lo más prudente es seguir la corriente del proceso, siempre y cuando no pierda la influencia para orientarlo, para que no se convierta en un proceso radical. Para Washington, pararlo no luce como opción ni conveniencia.

Y para eso, para contener el proceso antes que se desmadre, parece contara con la influencia del “progresismo” que encabezan los presidentes de México y Argentina, Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández.

En el contexto regional, este  “experimento” con Castillo puede darle al gobierno de Biden elementos útiles para el caso de Colombia, un país de mayor importancia para los intereses estadounidenses, inserto en una grave crisis multidimensional y un estallido social que no se detiene. La tarea en Colombia es negociar con Gustavo Petro, hoy ganador de todas las encuestas preelectorales.

Para poder iniciar cualquier diálogo con Petro, primero deben garantizarle que podrá disuadir al uribismo (las fuerzas policiales y militares del Estado más las paramilitares) de que  lo maten y, seguramente, garantizarles una presencia política (en el Congreso y gobernaciones) que les garantice la impunidad de todos sus actos, de gobierno y en contra de los derechos humanos de la población.

Y mientras la derecha presionaba buscando desconocer las elecciones en las que fue derrotada y las autoridades electorales demoran en proclamar oficialmente su triunfo electoral, Castillo recibió el sábado último un amplio respaldo de los presidentes de Argentina y Bolivia –Aberto Fernández y Luis Arce-, y de varios exmandatarios de la región como Dilma Rousseff, Evo Morales, Ernesto Samper, Fernando Lugo, Manuel Zelaya y Leonel Fernández.

También de excancilleres y dirigentes políticos y parlamentarios regionales, todos ellos encuadrados dentro del progresismo. Castillo les habló de los graves problemas económicos y sociales del Perú, del durísimo impacto de la pandemia, de la pobreza, de la grave crisis de la salud y de la educación, desfinanciados por tres décadas de neoliberalismo, y señaló que “aquí lo que se necesita es un cambio estructural”.

Reveló que le habían pedido que modifique su discurso de cambio, que se le habían acercado a proponerle ministros para seguir por el mismo rumbo neoliberal, pero aseguró que no cederá a esas presiones. “Si vamos a hacer lo mismo, estamos perdiendo el tiempo”, les señaló. O advirtió.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente: https://estrategia.la/2021/06/28/pedro-castillo-eeuu-el-fujimorismo-y-la-izquierda/

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La derecha sigue conspirando contra Castillo y la democracia

Por: Mariana Álvarez Orellana 

Se cumplieron dos semanas desde que el 6 de junio peruanas y peruanos votaron para elegir presidente, pero aún el Jurado Nacional de Elecciones no ha declarado al ganador, que es el profesor Pedro Castillo.

 Superó a la candidata de la vergüenza, la fascista y corrupta Keiko Fujimori por muy poco margen, con 44.054 votos de diferencia con el 50,12% del total, habiéndose fraccionado el país en dos.

La historia vuelve a repetirse: cuando gana la derecha, la izquierda admite el veredicto adverso de las urnas; cuando gana la izquierda, la derecha apela al chantaje, al fraude o al golpe militar o institucional, ratificando que la derecha no es ni será democrática. Pese a que tiene un pedido de prisión de 30 años por corrupción y delitos económicos, el Poder Judicial, obviamente secuestrado por la derecha, determinó que Keiko siga libre y conspirando.

La deplorable estrategia de la fujimorista Fuerza Popular generó una crisis democrática que agudiza aún más los problemas sociales, económicos, financieros y sanitarios que enfrenta el país y ubica al Perú ante la mirada internacional como un país antidemocrático y establece un pésimo precedente para futuros procesos electorales.

Inicialmente, argumentaron la existencia de fraude en general, lo cual fue negado consistentemente por los observadores de la OEA e instituciones como Transparencia. Luego plantearon la nulidad del resultado de Mesas de Sufragio, presentando recursos legales que buscan demorar la proclamación del ganador  hasta el 28 de julio y crear las condiciones políticas para un golpe, haciendo, inclusive, llamamientos anticonstitucionales a las Fuerzas Armadas.

El triunfo de Castillo se da en medio del ataque deliberado a la democracia por parte de la derecha tradicional, conservadora y en muchos casos fascista, que no está dispuesta  a reconocer su derrota y quiere colocar al país en la encrucijada de “Keiko o rojos o nada», anulando las elecciones o estirando la proclamación del profesor Castillo hasta el 28 de julio.

El factor crítico  en este momento, más que la correlación de fuerzas internas, es la falta de preparación del gobierno de Joe Biden a asumir las consecuencias de una victoria de Pedro Castillo.

Lógicamente, deben existir presiones sobre Washington desde Brasilia, Bogotá y Santiago, las que debe estar coordinando Luis Almagro dese la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en este momento, alertando los «graves riesgos» que la presidencia de Castillo representaría para la situación interna de sus propios países, y también en lo regional.

No es que las políticas que pueda desarrollar Castillo pongan en peligro los intereses de washington en Perú (exceptuando, quizás, los programas “antidrogas” de la DEA), sino al hecho que el solo desmoronamiento del Grupo de Lima y la conformación de un eje Buenos Aires-Lima-México con relación a Venezuela, Cuba y otros temas regionales, elimina los márgenes de maniobra (y de tiempo) que el gobierno Biden necesita para diseñar y desplegar una estrategia alterna de control del “patio trasero”.

Pese a todas las maniobras desestabilizadoras que pueda intentar, da la  impresión que Almagro quedó escaldado con su facilitación del golpe en Bolivia, tras desconocer los resultados de las elecciones que ganara Evo Morales. Para Washington pareciera que Perú «no existe», ya que da la impresión de que está más enfocado en desestabilizar Nicaragua y  El Salvador que en lo que sucede en el Sur.

No llama la atención (la prensa trasnacional ni siquiera lo menciona) la presencia en Lima del terrorista venezolano Leopoldo López .Obviamente no fue al Perú de vacaciones sino enviado por sus mandantes y financieros estadounidenses para agitar las aguas a favor del nerviosismo de Washington, que sigue perdiendo gobiernos afines en manos incómodas a su interés geopolítico.

Desde Estados Unidos  quieren colocar al país en la encrucijada de “Keiko o rojos o nada», y así lo repiten los cipayos locales, con el fin de anular las elecciones por un supuesto “fraude” o estirando la proclamación del maestro Castillo hasta el 28 de julio.

Para ello, está utilizando varias estrategias en esta “guerra asimétrica”, poniendo trabas, ilegales y anticonstitucionales, para que el conteo de votos vaya a paso de tortuga, lo que hasta ahora no le ha funcionado ya que al 100% de las actas recibidas, el profe le lleva a la mafia fujimorista más de 44.000 votos y no hay como revertir esta tendencia;

 La derecha fue lanzada a agitar en las calles a sus partidarios y bandas alquiladas, tratando de enfrentar en Lima y otras ciudades a los ronderos castillistas, para provocar heridos y muertos, caos e intervención de la policía nacional. Hasta ahora tampoco le ha resultado y su carta es mostrar un caos político, cuya solución salvadora sería la salida militar, con el aval de Washington.

Mariana Álvarez Orellana. Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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Pedro Castillo lidera conteo de votos en Perú tras más del 96% de actas procesadas

Por: Telesur.tv

Con base en los resultados, la diferencia es a favor de Castillo por 0.47 puntos porcentuales.

Con el 95,25 por ciento de las actas electorales contabilizadas, el candidato a la presidencia de Perú, Pedro Castillo, aventaja el martes a su contrincante por Fuerza Popular, Keiko Fujimori, luego que el candidato le dio la vuelta a los resultados preliminares.

La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú presentó la actualización de los datos en un portal web para que la población pudiera hacer el seguimiento al escrutinio.

Con base en estos datos, el aspirante por Perú Libre, Castillo, obtuvo 8.584.187 sufragios válidos, equivalentes al 50,25 por ciento de los votos válidos.

Por su parte, Fujimori cuenta con 8.497.312 votos válidos, lo que representa un total de 49,74 por ciento de las boletas procesadas.

Tras la publicación de los nuevos resultados que favorecen al candidato por Perú Libre, la aspirante presidencial Fujimori expresó ante los medios su preocupación ante una supuesta «serie de irregularidades» en el proceso de escrutinio de las actas.

Asimismo, el candidato Castillo ratificó su compromiso de hacer respetar la voluntad del pueblo peruano e hizo un llamado a la cordura y tranquilidad. Destacó «la valentía de los héroes y heroínas de la democracia. Nuestro reconocimiento y saludo a esta vigilia ciudadana por la democracia».

En el primer corte de los resultados oficiales preliminares de la segunda vuelta electoral, ofrecido por el jefe de la ONPE, Piero Corvetto Salinas, cerca de la medianoche del domingo, se dio a conocer que Fujimori aventajaba a Castillo con apenas el 42 por ciento de las actas procesadas.

En su comparecencia, Corvetto aclaró que los primeros resultados ofrecidos correspondían a las actas cercanas de los centros de cómputo urbanos. «Aún falta por contabilizar las actas de la zona rural y del extranjero», agregó.

https://www.telesurtv.net/news/peru-castillo-reduce-ventaja-keiko-fujimori-elecciones-20210607-0002.html

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La inspiradora huelga magisterial

Perú / 15 de octubre de 2017 / Autor: César Zelada / Fuente: Rebelión

El fracaso de PPK

Cuando PPK le ganó las elecciones del 2016 a la hija del dictador Alberto Fujimori, la gente pensó que éste iba a ser un gabinete de “tecnócratas y de lujo” ya que el propio presidente y algunos de sus ministros (como Thorne), se formaron académicamente entre Inglaterra y Estados Unidos, mientras que otros (como el premier Zavala), trabajaron para grandes empresas transnacionales como la cervecera Backus. Sin embargo, a poco más de un año de su mandato, la aurora de “tecnócrata y lujo” se cayó como un castillo de naipes.

Y no es para menos. El economista de corte neoliberal (que en las elecciones del 2011 apoyo públicamente a Keiko Fujimori), recientemente declaró que, “… Nuestro mayor fracaso ha sido que todo el mundo esperaba que con PPK iba a haber mucho crecimiento económico y ha sido un crecimiento bien modesto…Cuando la gente votó por mí dijeron ‘la economía va a volar’ y no ha volado. ¿Por qué? Porque heredamos una economía débil. Después vinieron las inundaciones y, para colmar todo, vino el escándalo de Lava Jato…” (Del País, 21-08-17).

Y en efecto, la economía ha decrecido al 2% (del 9% que alcanzó en el gobierno de Alan García), y no hay visos de que haya más inversión con políticas económicas tan ortodoxas (tratando de cumplir con el déficit fiscal a pesar que hay más de 100 mil millones en reservas), y con un país tan convulsionado por los más de 200 conflictos sociales en ciernes.

Es por este motivo que un columnista de derecha como Aldo Mariátegui escribió que, “…Mucho me temo que PPK y Zavala están haciendo todo lo posible para que la tecnocracia limeña, y en general todo lo que se asocie a la derecha capitalina…esté quedando por las patas de los caballos ante el resto… PPK nos está resultando un FBT III, un señor tan desconectado que sigue yendo orondo al Golf a las 11 a.m. en plena huelga magisterial; esa irresponsable displicencia puede inclinar al país hacia la izquierda o el populismo en 2021…”, (“ Sigue así y vendrá el diluvio”, diario Perú 21, 22/08/17 ).

La crisis de la educación peruana

“… No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política …”, escribió el amauta José Carlos Mariátegui en sus 7 Ensayos de la Realidad Peruana. No obstante, parece ser que para un gobierno neoliberal la educación solo es un negocio privilegiado para unos cuantos. Esta cuestión explica porque el Estado, desde las contrarreformas del fujimorismo con la constitución de 1993, se ha desvinculado cada vez más de su responsabilidad de brindar el derecho a la educación a sus contribuyentes.

Es así como se comprende la reducción del presupuesto a la educación pública (que con Velasco llegó al 8% mientras que hoy, después de la huelga, es del 3.7%), y la multiplicación de colegios y universidades privadas por doquier como la César Vallejo, Alas Peruanas, Telesup, etc. En verdad, en el Perú, la educación es la última rueda del coche con 3.7% de presupuesto mientras que en Argentina es del 5.3%, Bolivia es del 7.9%, y Cuba tiene el 12.8% ocupando el primer lugar según el Banco Mundial (https://www.telesurtv.net/news/Bolivia-segundo-pais-con-mayor-presupuesto-en-educacion-20141123-0032.html).

Esta cuestión implica que por estudiante de secundaria nuestro país gasta 7 veces menos que el promedio de 50 países según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre ellos Chile, Brasil, Argentina y Colombia.

“Mientras que el gasto público en educación fue alrededor del 5% del PBI, para la OCDE el Perú registró un promedio estancado del 3% en el periodo 1999-2003”, redactó el diario La República (“ Por alumno de secundaria el Perú gasta 7 veces menos que el promedio de 50 países” , 16/03/16)

Es decir que el Estado peruano invierte $ 1.100 por estudiante, mientras que otros países gastan $8.000. Y solo el 15% de alumnos peruanos de 20 de media comprende lo que lee.

A esto hay que agregar que 948 mil niños menores de cinco años van con anemia al Colegio. “…Enfermedad que mostró un incremento 2.6 puntos porcentuales en los últimos 5 años y que en los niños menores de 3 años alcanza el 43%, reveló la  Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2016…”, (http://rpp.pe/economia/economia/inei-948-mil-ninos-menores-de-cinco-anos-tienen-anemia-en-peru-noticia-1054556).

Es decir que además de no contar con infraestructura adecuada, los maestros tienen que enseñar a niños que no pueden concentrarse en la clase. ¿Es posible esto en pleno siglo XXI?, ¿Así quieren los políticos pro sistema modernizar nuestra educación?

El pliego de reclamos del SUTEP

Es en este marco que se desarrolla la inspiradora huelga magisterial que duró más de dos meses conquistando una importante victoria. La lucha comenzó exigiendo incremento salarial a 4.050 soles o $1.242 ( teniendo en cuenta que un profesor gana actualmente $ 516 al mes mientras que en Alemania $5.486, EE.UU. $4.479 y en Chile $860 mensuales) ; el pago de la deuda social (por el pago de preparación de clases); el pago de pensiones; homologación; nombramiento laboral; el rechazo a la evaluación; y por ende, a la Ley de Carrera Pública Magisterial porque argumentan que es antidemocrática y neoliberal.

Al principio estuvo a la cabeza el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP), cuya dirección está bajo control del partido ex maoísta Patria Roja, quienes fueron los que negociaron semanas atrás con el gobierno de PPK, después de que este último, ante la contundencia de la protesta, cedió en algunos puntos de la Plataforma de Lucha, como el adelanto del aumento del sueldo a 2000 soles, etc. No obstante, la mayoría de las bases regionales desconocieron este acuerdo alegando que Patria Roja no los representaba debido a una serie de políticas conciliadoras y oportunistas anteriores.

PPK criminaliza la protesta social

Inmediatamente, la Ministra de Educación, Marilú Martens, trató de quebrar la huelga negociando con la otra facción del SUTEP que tenía liderazgo en la región del Cuzco logrando llegar a un acuerdo. Pero, el resto de las 13 regiones decidieron continuar con la protesta. Es en este contexto que la administración PPK decide recurrir a la estrategia de la criminalización de la protesta social acusando a los dirigentes sutepista de ser “terroristas” o estar vinculados al MOVADEF (brazo legal de ex senderistas que reivindicaban al pensamiento Gonzalo).

Una victoria parcial, pero victoria

Es así como surge el liderazgo del profesor Pedro Castillo, presidente de las bases regionales del SUTE, y a quien el Ministro del Interior, Carlos Basombrío (ex militante de izquierda), sindicó como el nexo del terrorismo senderista en el movimiento magisterial. Sin embargo, nunca logró comprobar con pruebas lo declarado.

Esta estrategia gubernamental solo sirvió para victimizar y empoderar más a Castillo como representante de la mayoría de bases del magisterio a nivel nacional. Razón por la cual la Ministra Martens se vio obligada (después de varias mecidas a los profesores), a recibirlo junto a su comitiva.

Sin embargo, al parecer, la nueva dirigencia, no tenía clara la estrategia a seguir ya que a pesar de haber conquistado el adelanto de aumento de sueldo y la representación política y mediática, se negaban a suspender la huelga, tensando más la cuerda que colisionaba con las aspiraciones de algunas bases de querer regresar a trabajar por temor a los descuentos o a que los estudiantes pierdan el año.

Esta cuestión y una agresiva contracampaña haciéndoles ver a los maestros como si no quisieran la reforma educativa (capacitaciones y mérito para los ascensos), es la que explica porque al final Castillo se vio obligado a suspender la medida de lucha.

Hubo un debate a nivel de la vanguardia sobre si fue una victoria o no la huelga ya que no se pudo derrotar la reforma educativa. Para los ultraizquierdistas fue un fracaso. Para los oportunistas fue un rotundo éxito.

“…ni reír ni llorar, comprender…”, decía el filósofo Spinoza. Y en efecto, si tenemos en cuenta que el movimiento magisterial viene de más de tres décadas de ataques poniéndolo a la defensiva, pues, buscando un equilibrio, podemos señalar que fue una victoria parcial el haberle arrancado al gobierno de derecha de PPK el adelanto de aumento de sueldo, el pago de CTS, el subsidio por luto, y el haber gestado un nuevo liderazgo nacional más a la izquierda del conciliador SUTEP-Patria Roja (que por las puras no es saludado con agrado por el reaccionario Aldo M.).

Un sindicato en pugna

Por otro lado, esta huelga ha sacado a la superficie el trabajo político entrista de los grupos de izquierda. En verdad, las facciones de centro, izquierda y ultraizquierda siempre han estado presentes en el sindicato magisterial desde que Patria Roja le arrebatará en los 70s, al ex estalinista-velasquista Partido Comunista – Unidad (PC-U), la dirección magisterial (también están presentes posiciones apristas, de Puqa LLaqta, del Partido Socialista, mínimamente del trotskismo en algunos lugares de la selva, etc.).

Así las cosas, después de más de 40 años, Patria Roja, se encuentra en una situación similar a la del PC-U, debido a su aggiornamiento al sistema (a través de políticas democratizantes y conciliadoras con los gobiernos de turno), que dice combatir.

Ahora, al parecer, Patria Roja, ha perdido el liderazgo, pero antes también se le puso contra las cuerdas con el Comité Nacional de Lucha y el Comité de Reorganización y Reorientación ( CONARE SUTEP), dirigido por Roberth Huaynalaya. No obstante, al final, por errores políticos, el CONARE fracasó.

Pedro Castillo aparece como más conciliador y más inteligente entre ambas facciones, pero el sectarismo de la ultraizquierda y la falta de logística pueden llevarlo a cometer los errores que necesita Patria Roja para mantenerse en el poder (cuya base reside en el control de la cooperativa bancaria denominada Derrama Magisterial).

Una nueva recomposición política del movimiento magisterial

Finalmente, de una u otra forma, estamos asistiendo a la recomposición del movimiento magisterial (que puede tener un efecto en la recomposición de los demás movimientos sociales que adolecen de una crisis de dirección política revolucionaria). Uno de los movimientos con más tradición de lucha antiimperialista y antidictatorial (Morales, Fujimori), y estratégico por su rol de formador de las nuevas vanguardias estudiantiles y por articular con los padres de familia reclamos en conjunto y en defensa de la educación pública y de calidad.

Esta es una lucha inspiradora que no ha acabado y que tiene ahora como tarea organizar la movilización nacional del 20 de octubre contra la política antidemocrática de la administración PPK. Tarea para lo cual la unidad bajo los reales principios mariateguistas será clave.

Fuente del Artículo:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=232542

Fuente de la Imagen:

http://curwen.utero.pe/2017/08/23/huelga-de-maestros-que-esta-pasando-video/

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