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Mejoredu desaparece, por qué no la USICAMM

Por:  Abelardo Carro Nava

MEJOREDU es un organismo público descentralizado, no sectorizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión…

Tal vez nadie le informó al presidente, que la Unidad del Sistema para la Carrera de la Maestras y Maestros (USICAMM) es un organismo desconcentrado, con autonomía técnica, operativa y de gestión que ha vulnerado los derechos laborales y profesionales de cientos de trabajadores de la educación en lo que va del sexenio; tal vez nadie le informó al presidente, que este organismo ha mantenido la misma política tecnocrática y neoliberal que impulsó el peñanietismo al más puro estilo de quien, en el gremio magisterial es conocido con el mote del Sargento Nuño; tal vez nadie le informó al presidente, que la política de estímulos salariales que coordina e impulsa este organismo, no satisface las demandas de mejoras salariales ampliamente demandadas por las maestras y maestros de México; tal vez nadie le informó y sugirió al presidente que, si un organismo debería de desaparecer con la intención de favorecer parte del intricado Sistema Educativo Mexicano, tendría que haber sido la USICAMM y no la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, mejor conocida como MEJOREDU.

Razones, como las expuestas, hay o habría de sobra para evidenciar la poca o nula utilidad de un organismo mediante el cual, supuestamente, se “revalorizaría” al magisterio; no obstante, pienso que ante el desconocimiento y falta de un ejercicio donde la evaluación pudiera conducir la toma de decisiones para proponer la desaparición de ciertos organismos autónomos como los que ha propuesto el presidente en días pasados es que, precisamente, se toman malas decisiones que indudablemente podrían generar algunos vacíos en el ámbito educativo, sobre todo, cuando de información y/o datos se refiere. Información o datos que podrían dar pauta a la generación de propuestas de diversa índole para la atención y mejoramiento de dicho Sistema. Me explico.

Como sabemos, la MEJOREDU es un organismo público descentralizado, no sectorizado, con autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión y de gestión, con personalidad jurídica y patrimonio propio desde el 15 de mayo de 2019. Su aparición en escena estuvo directamente relacionada con la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE); instituto que fue percibido por buena parte del magisterio, como un instrumento del gobierno que perseguía, denostaba y sancionada al gremio.

Y bueno al ser la MEJOREDU un organismo “autónomo”, la reforma constitucional de 2019 le atribuyó diversas responsabilidades, entre las que destacan: 1. Realizar estudios, investigaciones especializadas y evaluaciones diagnósticas, formativas e integrales del Sistema Educativo. 2. Determinar indicadores de resultados de la mejora continua de la educación. 3. Establecer los criterios que deben cumplir las instancias evaluadoras para los procesos valorativos, cualitativos, continuos y formativos de la mejora continua de la educación. 4. Emitir lineamientos relacionados con el desarrollo del magisterio, el desempeño escolar, los resultados de aprendizaje; así como de la mejora de las escuelas, organización y profesionalización de la gestión escolar. 5. Sugerir elementos que contribuyan a la mejora de los objetivos de la educación inicial, de los planes y programas de estudio de educación básica y media superior, así como para la educación inclusiva y de adultos. Entre otros tanto más.

Como puede verse, la relevancia de este instituto no es menor, si consideramos que desarrollar investigaciones y/o evaluaciones diagnósticas como las que ofrece esta institución, permite contar con datos que llevan a la toma de decisiones de los responsables de conducir la vida educativa de un país.

Pongo un ejemplo, si un médico recibiera a un paciente en un estado de gravedad que, visiblemente, podría indicar la necesidad de ser intervenido quirúrgicamente, ¿solicitaría la realización de un estudio para conocer las causas que originan el malestar del paciente o de inmediato lo introduciría al quirófano para proceder conforme a los dictados de su disciplina? El sentido común nos indicaría que los estudios son absolutamente necesarios para conocer las razones por las que un paciente sufre determinado malestar en su organismo, luego entonces, con los resultados de esa valoración, dicho médico podría tomar las decisiones que, conforme a su conocimiento, experiencia o disciplina, podría tomar.

Esto es lo mismo que, de alguna manera pasa, o tendría que pasar en el Sistema Educativo, pero, ¿por qué la necesidad de contar con un organismo autónomo? Simplemente porque esa autonomía lo llevaría a realizar, por ejemplo, los estudios o investigaciones que pudiera realizar para, luego, dar a conocer los resultados a quien corresponda con la finalidad de que se pudieran tomar las mejores decisiones en razón de la educación de millones de niñas, niños y adolescentes.

Si la MEJOREDU, como se ha dicho, será “trasladada” a la Secretaría de Educación Pública (SEP), ¿qué garantiza que la información que ésta generé (del Sistema Educativo) no tendría un sesgo que no permitiera conocer cómo se encuentra dicho Sistema? Por simple y llana lógica, las acciones que se pudieran derivar de la realización de estudios o investigaciones que la misma SEP realizaría, tendría escasa, pero escasísima credibilidad entre el gremio y, como parece obvio, entre la sociedad.

Entiendo las decisiones “presidenciales” y las intenciones que éstas conllevan, pero lo que no acabo de entender es la poca, pero poquísima capacidad de análisis y propuesta de las autoridades educativas y gubernamentales para, por ejemplo, diseñar un esquema que permita y/o favorezca el ingreso de maestras y maestros al Sistema, o bien, para que dichos maestros y maestras puedan mejorar sus condiciones salariales sin la aplicación de un bendito examen diseñado y aplicado por un Centro de Evaluación al que se le pagan millones de pesos cada año.

Si la SEP y el gobierno no tienen la capacidad de analizar y valorar entre dos instancias como lo es la USICAMM o la MEJOREDU, ¿qué nos hace pensar que el rumbo que seguirá la educación de nuestro país va por buen camino?

Al tiempo.

Cierro estas líneas, leyendo un reportaje de Alma Paola Wong, de grupo Mileno, intitulado: Mejoredu alerta que 4 millones de jóvenes no asisten de manera regular a la escuela (https://www.milenio.com/politica/mejoredu-alerta-millones-menores-regularmente-clases). Así de relevante es la información que proporcionan algunos organismos autónomos quienes, dicho sea de paso, no han perseguido ni denostado al magisterio. Así de relevante sería su permanencia, pero, para cómo están las cosas, hablar de autonomía en este gobierno es hablar de un sueño, tal y como también se significa en el Plan de estudios 2022. Sí, un sueño.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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El efecto Penélope en la Educación

POR: MANUEL ALBERTO NAVARRO WECKMANN

«A diario podemos ver múltiples propuestas de mejora que son bien vistos por el magisterio que son emitidas como “sugerencias” desde lo que teje en materia educativa MEJOREDU…»

Una política pública es, de manera muy general, algo que el Estado hace y tiene ciertas consecuencias en la resolución de los problemas que la sociedad enfrenta, sin embargo, también lo es cuando el estado es omiso o deja de hacer para resolver, pues igualmente la sociedad enfrenta consecuencias que le impactan en aquello que desea solucionar.

En el caso de la educación, para el caso mexicano, el magisterio enfrenta un nivel de estrés muy complejo, no solo debido que las circunstancias que reviste su condición profesional per se, sino que, en el marco su actuar legislativo o gubernamental en el uso de sus funciones, impacta en la labor del día a día de su ejercicio profesional en el aula en cada una de las más de un cuarto de millón de escuelas a lo largo y ancho de nuestro país.

En la legendaria obra de Homero, La Odisea, se narra lo que fue la guerra de Troya, y durante 20 años, Penélope tejía de día un sudario para el funeral de su suegro, el rey Laertes, y para evitar tener que casarse con alguno de los pretendientes al trono de Itica, destejía de noche lo que había tejido de día. Algo similar sucede en la educación de nuestros días.

Para delimitar lo que sucede, es necesario remontar al tiempo al inicio del presente sexenio federal en el momento en que se determina el “no dejar ni una coma” de la denominada “mal llamada” reforma educativa del gobierno del presidente Peña Nieto y se envía al Congreso de la Unión, una propuesta de reforma cuya base se sustenta en un modelo completamente diferente al establecido y se somete a una discusión en donde la mayoría oficial, para no “aplastar” con su mayoría calificada, obtiene por “consenso” cambios a las leyes en materia educativa, lo que conlleva dejar una gran parte de la reforma anterior “vivita y coleando” con los consiguientes efectos colaterales.

Los principales cambios en materia operativa, que son los que finalmente llegan a sentirse en la base magisterial, fueron en dos grandes demandas de ésta, la eliminación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y del entonces muy criticado Servicio Profesional docente (SPD). Ambos fueron sustituidos en la legislación, por la Comisión para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) y por la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM).

A diferencia del entorno que ofrecían el INEE y el SPD cuya base ideológica y política estaban orientados por la misma sustancia, las definiciones que se dejaron en la ley que da vida al USICAMM contradicen en los hechos, el espíritu de la promesa de hacer un cambio de la raíz de los problemas de la educación en México, especialmente en el magisterio.

Así, a diario podemos ver múltiples propuestas de mejora que son bien vistos por el magisterio que son emitidas como “sugerencias” desde lo que teje en materia educativa MEJOREDU, sin embargo, en los hechos, a la manera de Penélope a diario se desteje por lo que se hace desde la USICAMM.  Por supuesto que no se habla de personas, sino del marco jurídico y regulatorio que envuelve a ambas instituciones, que parte de una lógica completamente diferente y cuya operación, en la realidad, se contrapone al razonamiento de lo que debería de ser un verdadero impulso para las labores que a diario realizan las y los Trabajadores de la Educación en nuestro País.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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La evaluación: ¿Objetos o sujetos?

Por: Manuel Gil Antón

 

No es lo mismo ser un objeto que se medirá en comparación con un parámetro, que ser un sujeto activo en el proceso de detectar —mientras se lleva a cabo el proceso educativo— los aciertos, defectos o problemas a resolver con el fin de tomar medidas que permitan mejorar, o corregir a tiempo, el rumbo y lograr los fines programados. Este cambio no es menor. Al contrario, es crucial para concebir a la evaluación como un medio al servicio de la tarea pedagógica, y no como un fin. Tampoco, por estar bien ubicada en el proceso de aprendizaje, su realización es fácil: todo lo contrario, es un reto intelectual muy grande.

¿Cuáles han sido los usos inadecuados de la evaluación educativa durante varias décadas? A mi entender, varios: uno de ellos, pernicioso incluso en su expresión, fue la llamada “evaluación con dientes”, pues conduce a entenderla como una acción agresiva, cuyas consecuencias son tales que se complace en generar miedo y una actitud defensiva por parte de quienes la padecen: no hay que hacer bien las cosas, sino “pasar” la prueba. Otro, también equivocado, consistió en su empleo como mecanismo de control laboral: en lugar de que la autoridad ejerciera sus atribuciones en la supervisión del cumplimiento del trabajo docente, se propuso como instrumento para conservarlo.

Se ha utilizado como sinónimo de acreditación, o asignación de una nota, que deriva en aprobar o reprobar. También se ha llevado a cabo como mecanismo para estratificar al magisterio —tanto en la obtención de monedas adicionales, como en la atribución de prestigios diferenciados— pues de sus resultados derivaban ingresos extras y adjetivos: “insatisfactorio, satisfactorio, bueno o excelente”. Por último, sin que esta lista sea exhaustiva, otro modo de (mal)tratarla ha sido para ubicar a planteles, estados o naciones en una prelación numérica (los famosos rankings) en que lo importante era saber qué lugar en “la tabla” se conseguía: como en el futbol. ¡Le ganamos a Chile por un punto! exclamó un presidente; “México es el último lugar entre los países de la OCDE”, rezaban las ocho columnas de los periódicos.

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), presentó hace unos días el “Modelo de evaluación diagnóstica, formativa e integral” cuyo eje central es modificar el sitio de la evaluación en la generación de ambientes de aprendizaje: pasar de ser un fin en sí misma, a ser un medio para revisar, paulatinamente (mientras se está llevando a cabo) la propuesta educativa con sus diversos elementos, así como definir a las comunidades escolares como el sujeto que la realiza para que mejore, ya sea incrementando su pertinencia o corrigiendo sus errores: ligarla al proceder pedagógico.

Se le entiende como un recurso para orientar las acciones educativas, y propone que sea llevada a cabo por quienes están participando —así, en gerundio— en la generación de los más adecuados ambientes para interiorizar el conocimiento.

Todo esto implica trabajo, inteligencia y sensibilidad; dedicar horas para hacerla bien, cuando el tiempo es el recurso más escaso en nuestras escuelas. Si se busca llevarla a cabo así, será preciso modificar las condiciones de trabajo para que no consuma el tiempo que hay que destinar a la enseñanza. No basta tener claro el rumbo y el propósito: se requieren condiciones de las que ahora se carece. ¿Las autoridades educativas, y hacendarias, estarán dispuestas a invertir lo que es indispensable para lograrlo? Ya veremos, pero más nos vale.

Profesor del Centro de Estudios Sociológicos de

El Colegio de México

Fuente de la información: https://revistaaula.com

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El Sistema Integral de Formación, Capacitación y de Actualización

POR: SERGIO MARTÍNEZ DUNSTAN

«¿Dónde está la formulación de los programas formación, capacitación y actualización?»

El Estado Mexicano está obligado a garantizar el derecho a la educación de las niñas, niños, jóvenes y adolescentes, sin distinción alguna. Una educación orientada a lograr el máximo aprendizaje y el desarrollo integral del educando bajo un ambiente de equidad e inclusión a través de políticas públicas y programas educativos y, con la aspiración,  la mejora continua. Se busca promover el enfoque humanista en las alumnas y los alumnos a fin que estén en condiciones de resolver situaciones problemáticas, aplicar los conocimientos y participar en los procesos comunitarios en la búsqueda de la transformación y el mejoramiento de la sociedad. Las ideas anteriores condensan, en la narrativa oficial, el concepto de la “Nueva Escuela Mexicana”. Ésta se concibe como medio o instrumento de la política. Para contribuir a afrontar tal desafío se constituyó el Sistema Nacional para la Mejora Continua de la Educación coordinado a su vez por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

Desde la perspectiva anterior, las y los docentes son considerados agentes fundamentales por su experiencia y compromiso. Se espera de ellos que propongan soluciones de acuerdo al contexto en que desempeñan su labor. Para enaltecerlos y dotarlos de las capacidades requeridas y con la finalidad de cumplir con tales expectativas, se estableció el Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (SCMM). Las profesoras y los profesores, en el cumplimiento de su deber, poseen cualidades personales y competencias profesionales de acuerdo con su función. El perfil profesional es un conjunto de características, cualidades o aptitudes que incluyen conocimientos y metodologías de intervención educativa. Sus competencias didácticas son las más apreciadas. La intención del párrafo es sintetizar, a grandes rasgos, la filosofía del SCMM. Para su administración y garantizar el cumplimiento de sus fines y propósitos se creó la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM).

Paralelamente, al Estado Mexicano se le ha impuesto, por ley, la obligación de garantizar lo necesario para que las maestras y los maestros tengan opciones de formación, capacitación y actualización del magisterio. Tienen el derecho constitucional, y legal por supuesto, de acceder a un Sistema Integral de Formación, Capacitación y de Actualización (SIFCA). Las autoridades educativas, en sus ámbitos de competencia, tienen el deber de constituirlo. en los términos que determine la ley en materia de educación continua de la educación. En dicha ley, párrafo tercero del artículo 12, señala:

“Las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados, bajo la coordinación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de sus áreas competentes, ofrecerán programas de desarrollo profesional y cursos, de conformidad con los criterio que emita el Mejoredu.

Por otra parte, en la misma ley, artículo 14, se establecen los fines del SIFCA. Se busca orientar la oferta académica hacia:

  1. La formación con nivel de licenciatura
  2. La formación continua
  3. La promoción de programas de especialización, maestría y doctorado
  4. La realización de programas de inducción, actualización, capacitación y superación profesional
  5. La promoción del enfoque de derecho humanos, de igualdad sustantiva, la cultura de paz

Para efectos de su instrumentación, y con el fin de garantizar el derecho al acceso al SIFCA, se define el concepto de actualización, capacitación, formación (artículo 15). Incluso sus alcances (artículo 16). En este artículo, último párrafo, se establece que:

“El personal elegirá, los programas o cursos de formación, capacitación y actualización en función de los resultados obtenidos en la evaluación diagnóstica en que participe o de sus necesidades, intereses, habilidades y capacidades, tomando en cuenta además los contextos locales y regionales de la prestación de los servicios educativos”.

Lo anterior en concordancia con el párrafo sexto del artículo tercero constitucional.

Asimismo, en apego al precepto jurídico, el proceso tendría que realizarse en tres etapas:

  1. El USICAMM enviará al Mejoredu los resultados de los procesos de admisión, promoción y reconocimiento para que determine, formule y fortalezca los programas de formación, capacitación y actualización.
  2. El Mejoredu emitirá los criterios conforme a los cuales la SEP, las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados llevarán a cabo la valoración del diseño, la operación y los resultados de la oferta de formación, capacitación y actualización, y formularán las recomendaciones pertinentes.
  3. La USICAM remitirá a las las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados los resultados de la evaluación diagnóstica, para que implementen, de conformidad con los criterios que determine la SEP, los programas de formación, capacitación y actualización de las maestras y los maestros formulados por el Mejoredu.

Derivado del análisis al marco normativo, en los párrafos que anteceden al actual, me surgen algunas preguntas sobre el Sistema Integral de Formación, Capacitación y de Actualización (SIFCA).

¿Cuál es el diagnóstico acerca del perfil profesional del magisterio tomando como referencia los resultados obtenidos en los procesos de admisión, promoción y reconocimiento en el marco del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros?

¿Qué saben y qué pueden hacer quienes desempeñan funciones docentes, técnicos docentes, de dirección, supervisión y asesoría técnico pedagógica en el cumplimiento de su labor?

¿Dónde está la formulación de los programas formación, capacitación y actualización?

¿Dónde están los programas de formación, capacitación y actualización?

¿Dónde están los criterios para valorar el diseño, la operación los programas de formación, capacitación y actualización?

¿Y las recomendaciones del Mejoredu a la luz del análisis de los resultados de las evaluaciones derivados de los procesos de admisión, promoción y reconocimiento del Sistema para la Carrera de la Maestras y los Maestros?

Y en consecuencia

¿Cuál es la oferta de formación capacitación y actualización?

¿Cuándo serán evaluados las maestras y los maestros para esos fines?

¿Cuándo se darán a conocer los resultados globales e individuales de la evaluación diagnóstica?

¿Cuándo elegirán los programas o cursos de formación, capacitación y actualización las maestras y los maestros?

¿Se han utilizado los resultados de la evaluación diagnóstica para la mejora de los procesos de admisión, promoción y reconocimiento del SCMM? ¿y para las reformas curriculares?

Hoy por hoy, ¿qué han hecho en materia de formación, capacitación y actualización de docentes la SEP, las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados?

Probablemente habrá algunas experiencias, ejercicios y quizá ciertos resultados. Pero, ¿están debidamente articulados? ¿o son esfuerzos aislados, inconexos que poco o nada ayudan a las necesidades y requerimientos de formación de los docentes?

¿En dónde está la evaluación diagnóstica? ¿cuál es su concepción y diseño? ¿se ha piloteado? ¿se ha implementado? ¿a quiénes se ha evaluado? ¿qué resultados se han obtenido? ¿cuáles son los hallazgos para fines de política pública en materia educativa? ¿se cuentan con resultados individuales? ¿se les ha informado los resultados a quienes han sido sujetos de evaluación? ¿qué avances presenta? ¿por qué no han sido presentados?

¿En dónde está o que avances hay del Sistema Integral de Formación, Capacitación y de Actualización? ¿quién o quiénes debe dar cuenta de ello? ¿La SEP? ¿el USICAM? ¿el Mejoredu? ¿las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México tanto de educación básica como de media superior? ¿los organismos descentralizados? ¿quién deberían exigir su cumplimiento? ¿los maestros? ¿el poder legislativo? ¿la ciudadanía? ¿quién incumple la ley? ¿quién es omiso en exigir su cumplimiento en quienes descansa una responsabilidad de tal calibre?

¿Cuándo se apegarán al estado de derecho? ¿cuándo cumplirán la ley? ¿o la reforma educativa es mera simulación? y por ende ¿la política gubernamental en materia educativa, también? ¿es un fiasco el Sistema Integral de Formación, Capacitación y de Actualización? ¿la política educativa en materia de formación docente es una política fallida? ¿aún hay tiempo de enmendar el camino?

¿Este es el fortalecimiento a la formación docente estipulado en la LGE?

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información: Profelandia.com | Comunidad docente en la red

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Problemas del Sistema Educativo Nacional 2021

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«La privatización de la educación tiene su más clara expresión en la educación superior en México»

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MejorEdu), organismo público descentralizado, no sectorizado, del gobierno federal, dio a conocer hace unos meses el documento denominado “Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México. Edición 2021: Cifras del ciclo escolar 2019-2020. Principales hallazgos”.

Aunque los datos que nos proporciona este documento oficial no constituyen información que dé cuenta de problemas nuevos en el sistema educativo nacional (SEN), es interesante ir a ellos y comentar una muestra de las cifras dadas a conocer sobre hechos o procesos educativos recientes, a efecto de contextualizarlos en el ámbito de las políticas públicas educativas del actual gobierno federal.

Tamaño del “sistema” según la población atendida

“Durante el ciclo escolar 2019-2020 el sistema educativo mexicano les proporcionó servicios a 38 millones 108 mil 096 estudiantes en las modalidades escolarizada, no escolarizada y mixta, cifra que representa una tercera parte de la población total del país y que hace del SEN el tercero más grande del continente americano. Del total nacional, 37 millones 23 mil 218 estaban matriculados en las modalidades escolarizada y mixta, y fueron atendidos por 2 millones 20 mil 605 docentes en 259 mil 022 escuelas planteles.” (p. 11)

Cabe recordar que durante el ciclo escolar 2019-2020 se inició el confinamiento y la suspensión de clases debido a la crisis sanitaria causada por la pandemia de la enfermedad Covid (marzo, 2020). Ese referente cronológico y estadístico representa un punto de partida para evaluar y dar seguimiento a los problemas agravados de desafiliación de estudiantes del sistema escolar, sobre todo en los niveles de educación básica y media superior (educación obligatoria).

Sostenimiento de las escuelas: cifras actuales

“El SEN es predominantemente de sostenimiento público: 84% de los estudiantes de las modalidades escolarizada y mixta asiste a escuelas o planteles cuyas gestión y operación son financiadas mediante recursos del gobierno. Sin embargo, con la excepción de educación inicial –donde 57% de sus estudiantes estaba inscrito en centros de sostenimiento privado–, se advierte que la participación del sector privado es mayor conforme se avanza en los tipos educativos: en Educación Básica 11.4% de los estudiantes acudió a escuelas privadas; en EMS el porcentaje llega a 18.1%, y en superior alcanza el máximo de participación, con 35.7%.” (p. 12)

Estos datos dan sustento a la hipótesis que hemos sostenido desde hace algunos años, en el sentido de que la tendencia gradual de privatización de la educación tiene su más clara expresión en la educación superior en México. Eso significa que durante los últimos 20 años cada vez hay menores oportunidades para las/los jóvenes de matricularse en las instituciones de educación superior públicas.

Estudiantes indígenas. Graves rezagos.

Evolución de la matrícula y problemas de cobertura en preescolar

“La población del grupo de edad de 3 a 5 años, en edad idónea para cursar preescolar, tuvo una tasa de crecimiento nula entre 2010 y 2020. Al mismo tiempo, la matrícula aumentó sólo en 0.2% promedio anual entre los ciclos mencionados, por lo que las cifras guardan cierta congruencia. Sin embargo, debido a la baja cobertura que registra el nivel de preescolar, no se explica el hecho de que el crecimiento en la matrícula sea mínimo. Tal problema se relaciona con la disponibilidad de infraestructura y de personal docente, lo que demuestra la importancia de la planeación de los servicios de educación preescolar, pero también de educación inicial.” (pp. 12-13)

El problema de la falta de cobertura nacional de la educación preescolar se agudiza específicamente en el rango de edad de 3-4 años (primer grado del nivel), pues según cifras dadas a conocer en 2018 por la propia SEP alrededor del 50 por ciento de las niñas y los niños ubicados en ese rango edad se encontraba matriculado. Una nación como la nuestra no debe perder la oportunidad de lograr que la educación preescolar sea de cobertura universal.

Problemas en el esquema escolar multigrado

“Durante el ciclo escolar 2019-2020 las escuelas multigrado representaban 37.5% de los preescolares, 41.8% de las primarias y 33.1% del total de las telesecundarias y secundarias comunitarias e indígenas. En preescolares unitarios estaban inscritos 450 mil 383 estudiantes, lo que representa 9.7% del total en este nivel, sin contar a los preescolares matriculados en los Cendi. En primarias los estudiantes matriculados en escuelas multigrado representaron 8.6% del total, y de los inscritos en telesecundarias, secundarias indígenas y comunitarias, poco más de 10% asistía a centros educativos con este tipo de organización. Los docentes que laboraban en centros escolares de organización multigrado representaron 14% del total en preescolar, 12% en primaria y 13.9% en telesecundarias, secundarias comunitarias e indígenas.” (p. 14)

Esto significa que se registra una alta cantidad de escuelas públicas multigrado en el país, pero su población es escasa tanto en cantidad de docentes como de estudiantes. La mayor población escolar del país, en educación básica, se concentra en las cabeceras municipales y zonas de marginación media o baja, misma que es atendida en el formato de escuelas de organización completa.

Si a través de las políticas públicas educativas se da más y mejor atención (con recursos humanos, materiales y financieros) a las escuelas de organización completa, las escuelas multigrado continuarán en el abandono, con problemas formativos y en situaciones adversas para sus estudiantes en términos del logro académico (generalmente medido a través de pruebas estandarizadas).

Ubicadas en zonas de alta marginación social, las escuelas de organización multigrado representan los más altos índices de desigualdad social y educativa existentes en el país.

Los pendientes del derecho pleno a la educación y datos de rezago

“La existencia de población en edad escolar fuera del sistema educativo, ya sea porque no puede asistir o porque nunca se matriculó, es un indicativo de que el derecho a la educación no se ha garantizado para todas y todos. En 2020 alrededor de 5.7 millones de NNAJ de entre 3 y 17 años se encontraban fuera de la escuela. Éstos constituían 17.5% de la población en ese rango de edad. Si además se incluye al grupo de 18 a 24 años, en edad típica de asistir a la educación superior, el monto se incrementa considerablemente, ya que, únicamente en este grupo de edad, el porcentaje que no asiste es de 67.5%.” (p. 14)

Problemas acentuados de cobertura en educación preescolar y media superior “Para la población de 3 a 5 años, el porcentaje de no asistencia a la escuela es de 37.9%, el más alto entre los grupos con edad para asistir a educación obligatoria; para la que tiene de 6 a 11 años la no asistencia representa 5.5%; en la de 12 a 14 años, 10.3%, y entre aquellos en edad típica para asistir a la media superior (15 a 17 años), el porcentaje fue de 28.2%.” (pp. 14-15)

El galopante rezago educativo

La definición generalmente aceptada del rezago educativo es la siguiente: Personas mayores de 15 años de edad o más que no han concluido o no han iniciado la educación básica. “Aunque la mayor parte de las y los niños de 6 a 11 años asiste a la escuela, a partir de los 12 años el porcentaje de población que no asiste tiende a aumentar considerablemente, pues alcanza 22% en los 15 años y 33.8% en los 17.” (p. 15)

Alumnos de la Universidad Aguascalientes

Avances en matriculación oportuna

“En el ciclo escolar 2019-2020 la tasa de matriculación oportuna fue de 97.2% en educación primaria, de 92.8% en secundaria y de 77.8% en EMS. En comparación con los valores que tomó el indicador 9 años antes (2010-2011), se observa una mejoría en la matriculación oportuna para los tres niveles educativos: en educación primaria el incremento fue de 1.5 puntos porcentuales, en secundaria de 12.4 y en la EMS de 15.1 puntos. La proporción de mujeres que ingresa a cada uno de los niveles educativos en las edades idóneas es mayor que la de hombres; además, conforme se avanza entre los niveles educativos, la diferencia entre ambos sexos tiende a ser más grande, lo que sugiere que las mujeres experimentan en menor medida que los hombres la reprobación o la suspensión temporal de sus estudios.” (p. 17)

Docentes con funciones directivas, sin descarga de grupo

“La importante presencia de directivos con grupo en las escuelas públicas de educación básica también es una característica constante. Si bien se observa una reducción de 1505 agentes con esta doble función docente y directiva entre los ciclos escolares 2018-2019 y 2019-2020, al pasar de 84 mil 033 a 82 mil 528 directivos con grupo, no se espera que estos agentes tiendan a desaparecer, debido a que, si bien una parte de ellos puede ser relevada de la doble función al completar las plantillas de directivos y docentes en las escuelas donde falta un recurso humano, las circunstancias de otro conjunto de ellos están ligadas a la existencia de escuelas de organización multigrado, donde alguno de los docentes debe asumir la función directiva. Cabe señalar que las escuelas multigrado atienden mayormente a comunidades pequeñas y lejanas, las cuales se encuentran dispersas en todo el territorio nacional. Respecto al total de los registrados en el Formato 911, los directivos con grupo de las escuelas públicas representan a 62.3% de los de preescolar, 48.2% de los de primaria y 39.5% de los de secundaria.” (p. 21)

La existencia de docentes con funciones directivas, sin descarga de grupo, es un factor estructural del sistema educativo nacional que tiene efectos adversos en la formación integral de niñas, niños y jóvenes, así como en la gestión educativa, que demanda de la profesionalización de directivos en la escuela pública.

Fuente de la información e imagen: https://www.sdpnoticias.com

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En 2020, 5.7 millones de niños dejaron de asistir a la escuela: Mejoredu. México

América del Norte/México/10-12-2021/Autor(a): Emir Olivares Alonso/Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. En 2020, alrededor de 5.7 millones de niños y adolescentes de entre 3 y 17 años en México se encontraban fuera de la escuela, la cifra es equivalente a 17.5 por ciento de la población de ese rango de edad en el país.

Ese es uno de los hallazgos de los Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México, cifras del ciclo escolar 2019-2020, realizado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

El número de niños en ese rango de edad que no asisten en la escuela es aún mayor en las zonas indígenas y de muy alto rezago social, con 39.7 y 53 por ciento, respectivamente, de acuerdo al reporte.

La población que no asiste a los colegios en el país se concentra sobre todo en los grupos de edad de tres a cinco y de 15 a 17 años.

Al presentar algunos de los resultados en una conferencia virtual, Gabriela Naranjo Flores, titular de la Unidad de Apoyo y Seguimiento a la Mejora Continua e Innovación Educativa de Mejoredu, aseveró que en una década (de 2010 a 2020) “se registran avances magros en la disminución de la desafiliación escolar”.

La Mejoredu aclara en el reporte que se distancia del término “abandono escolar” al considerar que responsabiliza a los alumnos de la interrupción de sus estudios, sin tomar en cuenta factores de tipo social, económico, familiar e incluso escolar, que se pueden constituir como barreras y obstaculizar el desarrollo de trayectorias completas e ininterrumpidas. En su lugar, propone el concepto de “desafiliación escolar”.

El informe –del que dio cuenta la semana pasada La Jornada— indica que más de un millón de estudiantes que se habían matriculado a primaria, secundaria y nivel medio superior en el ciclo escolar 2018-2019 dejaron sus estudios. La problemática se acentúa sobre todo en el bachillerato.

Al desagregar los datos, se muestra que en primaria 96 mil 957 niños (0.7 por ciento de la matrícula de ese nivel) no concluyeron el nivel escolar referido; para secundaria la tasa de desafiliación escolar fue de 4.8 por ciento, es decir, 308 mil 923 adolescentes; mientras para educación media superior el indicador ascendió a 13 por ciento, esto es, 683 mil 544 jóvenes que se separaron de sus estudios antes de concluir el tipo educativo.

Como informó La Jornada el lunes pasado, al dar cuenta de los primeros resultados de este análisis, la pandemia influyó en el abandono escolar.

La especialista dijo en la presentación que los indicadores preliminares sobre el impacto del Covid-19 en la formación académica en el país arrojaron una reducción de la matrícula de 763 mil 299 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de todos los niveles de formación obligatoria para el ciclo escolar 2020-2021.

Naranjo Flores agregó que la escolaridad promedio de la población de 15 años o más se ha incrementado en 1.1 grados en una década, lo que ha implicado un esfuerzo considerable para el sistema educativo.

A pesar de ello, acotó, “con este ritmo de avance tomarían casi 18 años para que toda la población alcance por lo menos a completar la educación media superior”.

También en entre 2010 y 2020 el porcentaje analfabetismo disminuyó al pasar de 6.7 a 4.8 por ciento de la población de 15 años o más en México que no sabe leer y escribir.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/12/06/sociedad/en-2020-5-7-millones-de-ninos-dejaron-de-asistir-a-la-escuela-mejoredu/

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Entrevista: Prospectiva de la educación rural e indígena ante los retos de la realidad social

Por: María Mercedes Chao González1/Margarita Díaz Ábrego2

Cuando se habla de educación, sin duda uno de los temas más recurrentes es sobre las carencias, oportunidades y transformaciones que los sistemas han tenido a lo largo de la historia de nuestro país, en particular cuando grandes cambios económicos y sociales se experimentan a la par y obligan a que todos los paradigmas sean desafiados.

Muchas ocasiones, sin embargo, los grupos más vulnerables, entre los que se encuentra la población que vive en comunidades rurales o que forman parte de un pueblo indígena, quedan fuera de este discurso a pesar de todas las necesidades y retos por los que atraviesan en cuanto a la educación, en particular porque no solo dichos colectivos los únicos que enfrentan estas dificultades sino también los agentes que les rodean.

Ahora bien, ¿cómo han cambiado las perspectivas para estos sujetos en condición de vulnerabilidad tras la pandemia y la abrupta transformación educativa?

Conversamos con el doctor Edgar Yesid Sierra Soler, quien nos comparte sus respuestas y reflexiones respecto a estos planteamientos, a partir de su experiencia como director para la formación y el desarrollo profesional de docentes de educación indígena en la Subsecretaría de Educación Básica del Gobierno Federal.

 

Sobre la educación a distancia en medio de la pandemia 

Desde su punto de vista ¿Cómo la educación a distancia se convierte en una alternativa de atención a sujetos en condición de vulnerabilidad como son las personas indígenas?

Pienso que las tecnologías nos están acercando como nunca antes en la historia de la humanidad, pero también las brechas se están ampliando. La decisión del gobierno federal de dar continuidad a la educación usando principalmente la televisión fue tomada con base en la mayor cobertura que este medio tiene en el país. 94% de los hogares tiene al menos una televisión, mientras que con el internet solo llegamos a un 75% en dispositivos móviles y 50% en otros dispositivos. Las comunidades que no tenían acceso a televisión recibieron cuadernillos casi personalmente y programas de radio. Ha sido una tarea casi heroica. Cabe resaltar que, en todos los mecanismos de esta estrategia, las lenguas indígenas tuvieron una presencia sin precedentes en la historia de México. En televisión y radio nacional hubo transmisión en lenguas indígenas para el público en general y para todas las niñas y niños del sistema educativo nacional en el nivel básico.

¿Usted considera que nuestro país aumentará la capacidad de atención a los colectivos indígenas en un marco de epidemia global?

Con la reforma al artículo 3° constitucional y las leyes que de ello derivan, hay un marco fuerte en materia regulatoria que vincula a todas las dependencias educativas del gobierno a generar acciones en beneficio de las poblaciones indígenas. Con la pandemia se han agudizado estas acciones concretas. Se transmitirán en cadenas nacionales de televisión más de 250 programas bilingües en 20 lenguas indígenas y más de 3000 programas de radio. Creo que se ha dado un escenario favorable para nuestros pueblos originarios. Hay un marco legal base que con la pandemia se ha potenciado dando una visibilidad sin precedentes a estos grupos en todo el territorio nacional. Los retos vienen ahora con el regreso a clases. Queremos iniciar con los grupos en contextos de vulnerabilidad. En congruencia con la idea de “no dejar a nadie atrás” estamos visitando estos contextos retadores para sembrar las condiciones que nos permitan el regreso a clases, primero, en estas escuelas.

El Gobierno Federal de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo ha incorporado las Tecnologías de Información y Comunicación en los procesos de enseñanza aprendizaje de la población indígena, ¿qué piensa usted al respecto?

Yo tengo claro que han sido más de 500 años de castellanización y de discriminación hacia nuestros pueblos originarios frente a unos 30, quizá 40 años de legislación y acciones a favor de ellos. Si miramos el panorama amplio en la línea del tiempo y le sumamos las condiciones estructurales de estas poblaciones, partimos desde muy atrás. Los pueblos indígenas tienen menos acceso a salud, vivienda, menos años de educación y mayores niveles de pobreza. Las mujeres indígenas están en mayor desventaja aún.

Sin embargo, este gobierno entrega becas a casi todas las familias indígenas para garantizar la continuidad educativa, genera acciones para mejorar el acceso a internet de comunidades lejanas y mejora las condiciones de infraestructura de las escuelas indígenas con el programa “La Escuela es Nuestra”.

La tarea es larga aún. Contamos hoy en día con iniciativas de enseñanza de las lenguas indígenas a las que se puede acceder con un teléfono móvil. Más docentes de educación indígena tienen niveles de posgrado y acceden tanto a su formación, como promueven el uso de tecnologías en el salón de clases.

Creo firmemente que los procesos de innovación en educación suelen nacer en condiciones retadoras. Es el caso de Montessori o de la Nueva Escuela o de Reggio Emilia. En México tenemos ejemplos como el Maya WhatsApp sólo por mencionar alguno. Estamos sembrando las semillas en las comunidades más alejadas, para que pronto surjan más experiencias educativas innovadoras de uso de las tecnologías en contextos indígenas.

¿Qué acciones considera pertinentes para lograr un mayor impacto en poblaciones históricamente olvidadas para su integración en procesos educativos mediados por las tecnologías?

Sólo dos. Acercar mayor acceso a internet, así como dispositivos actuales y que el resto de la sociedad aprendamos a valorar toda la riqueza y las lecciones que nos pueden dejar estas poblaciones.

 

Sobre la Secretaría de Educación Pública y estrategias de atención 

A partir de su experiencia gubernamental, ¿Considera que el Marco Normativo mexicano da cuenta de manera suficiente de las estrategias que se deben incorporar en los procesos de enseñanza-aprendizaje para este colectivo?

No sólo en materia de Educación Indígena, sino en general, México tiene un marco normativo fuerte que evoluciona con el tiempo. Derechos de tercera generación y enfoque en ciertos grupos de población tienen presencia en nuestro marco legal Federal. El artículo 3° constitucional habla de que “los planes y programas de estudio incluirán la enseñanza de las lenguas indígenas de nuestro país y en los pueblos y comunidades indígenas se impartirá educación plurilingüe e intercultural basada en el respeto, promoción y preservación del patrimonio histórico y cultural”. Este texto constitucional reconoce a estas poblaciones de manera significativa. Las pone en el centro de atención.

Como todo cambio legal, debemos aterrizarlo y entender como sociedad, que nuestras culturas indígenas tienen muchas lecciones para enseñarnos; más en un marco de crisis económica, ecológica, social y política global. Al respecto, comparto un dato: la mayor cantidad de agua y biodiversidad del planeta se encuentra en territorio indígena y ellos han sabido preservar esos recursos.

Como Director para la Formación y el Desarrollo Profesional de Docentes de Educación Indígena de la Dirección General de Educación Indígena, SEB – SEP México DF, ¿existen programas nacionales de formación continua para docentes de habla indígena a fin de mantener y transmitir su lengua originaria?

Desde que llegué al encargo hemos diseñado más de 60 ofertas de formación especializadas en educación rural, indígena y migrante. Institucionalizamos mecanismos para elevar el perfil profesional de los docentes de educación indígena pasando de un 20% de maestros con nivel de licenciatura (10 mil) en 2008 a 80% (35 mil) en 2020 y de un 0% de docentes con nivel de posgrado a un 8%. Desde hace un par de años el énfasis ha sido la didáctica de enseñanza de las lenguas originarias en las escuelas como primera o segunda lengua. Año con año más de 10 mil docentes indígenas se actualizan en estrategias focalizadas de atención educativa a población indígena y migrante.

Sabemos de la enorme desigualdad y pobreza en que vive la población indígena, al respecto ¿los programas federales implementan diagnósticos que ofrezcan una fotografía real sobre las posibilidades de desarrollo que puedan tener estas personas?

En México tenemos un marco legal fuerte que obliga a que todos los Programas Federales deben tener un diagnóstico sólido. Un problema para atender y una serie de estrategias para revertir la situación. En la página del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) existen miles de diagnósticos de los Programas Federales que contienen árboles de problemas, objetivos y cifras, con base en las que se diseñan las acciones focalizadas del gobierno. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público para entregar recursos a los Programas también exige construcciones sólidas. Tenemos ahora la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) que también aportará su grano de arena para hacer más fuerte la consistencia de las acciones educativas del gobierno.

El sistema de educación mexicano ha abierto espacios de interculturalidad donde se integren las nuevas necesidades educativas, pero a su vez se respeten las diferencias y cosmovisiones de pueblos indígenas ¿qué piensa usted al respecto?

En 2017 se implementó en México la asignatura Lengua Materna. Ya no enseñamos español en nuestras escuelas de educación básica. Es un logro histórico. Con base en ello, los mismos hablantes han construido 22 Programas de estudio en diferentes lenguas indígenas mexicanas. Pienso que la presencia de las culturas y lenguas indígenas en la educación básica de México ya no tiene marcha atrás. Los pueblos indígenas cada vez hablan más fuerte y con más solidez y convencimiento acerca de lo que tienen, de lo que son, de sus conocimientos. Creo que un reto importante está en nosotros. Escuchar y aprender de ellos.

 

Sobre la participación de las personas indígenas en el proceso de enseñanza aprendizaje

¿Cuáles son los resultados y hallazgos más relevantes de los diferentes Programas federales (PAED, PIEE, PADEI, PAEPEM) que han estado a cargo de la Dirección General de Educación Indígena, Intercultural y Bilingüe a través suyo?

Estos Programas en general nos han permitido beneficiar a 1,2 millones de niñas y niños indígenas en 30 mil escuelas atendidos por 50 mil docentes. Por ejemplo, con el Programa Anual de Educación a Distancia (PAED) entregamos una herramienta de seguimiento a la práctica docente a Asesores Técnico Pedagógicos y se pudo comprobar estadísticamente el impacto del Programa, en el logro educativo. La intervención mejoró en 25% el aprendizaje en las escuelas beneficiadas. El seguimiento fue longitudinal durante 3 años y personalmente no conozco en la investigación educativa, hallazgos de ese tipo. Está estadísticamente comprobado el impacto.

Con el Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa (PIEE), el Programa Atención a la Diversidad de la Educación Indígena (PADEI) y el Programa para la Atención Educativa de la Población Migrante (PAEPEM), ganamos reconocimientos por el uso de los resultados de la evaluación para la mejora de las políticas sociales en México. Sin duda el músculo gubernamental nos ayuda a incidir en poblaciones amplias.

De estos resultados ¿existen algunas propuestas de inclusión educativa desde la propia mirada de los pueblos indígenas?

Sólo por mencionar dos logros. Con el apoyo de los Programas hemos podido ayudar a docentes bilingües que vienen desde las comunidades más alejadas de México a grabar programas de televisión en lenguas indígenas. Esto ha hecho visible sus culturas como no había pasado antes en nuestro país. Reitero que tendremos más de 200 programas bilingües en televisión nacional. Otro logro se refiere a la construcción de los Programas de Estudio para primaria de 22 lenguas indígenas mexicanas. Esto es la didáctica desde su propia cultura. No es traducir libros, es construcción por parte de los propios hablantes y con base en las propias prácticas de los pueblos. Enseñar su lengua y estudiarla como objeto de análisis. Tenemos lenguas glotales, aglutinantes. En México hay una riqueza inmensurable que todas y todos deberíamos conocer y aprender de ella.

Sobre nuestro entrevistado

Edgar Yesid Sierra Soler

eysierra@nube.sep.gob.mx

El doctor Edgar Yesid Sierra Soler es doctor de Administración Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública y maestro en ciencias sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) México.

Se ha desempeñado como docente desde primaria y hasta maestría y ha sido asesor e investigador en temas de política pública, educación y docencia. Cuenta con estudios de posgrado en University of Minnesota. Adicionalmente, ha sido profesor en más de 10 instituciones de prestigio en México y Colombia.

En el campo de la investigación, ha colaborado con la Universidad Autónoma de México, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y el Centro de Estudios Educativos, entre otros. Sus tareas de asesoría e investigación han sido desarrolladas para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations International Children’s Emergency Fund – UNICEF).

Ha ofrecido acompañamiento a los Gobiernos del Salvador y Panamá en materia de educación; así como a la oficina de la Presidencia de México. Además, ha recibido becas y reconocimientos por su trabajo académico y en la administración pública. Ha publicado diversos documentos académicos y participado como ponente en más de 30 congresos y es Director para la formación y el desarrollo profesional de docentes de educación indígena en la Subsecretaría de Educación Básica del Gobierno Federal.

Actualmente el Dr. Edgar Yesid Sierra Soler forma parte de plantilla de asesores virtuales del programa de la Maestría en Administración y políticas Públicas de la Universidad Virtual del Estado de Guanajuato (UVEG).

 

Descarga el artículo aquí

1 Coordinadora del Departamento de Investigación y Posgrado. Universidad Virtual del Estado de Guanajuato.

2 Jefa de Programas Académicos del Departamento de Investigación y Posgrado. Universidad Virtual del Estado de Guanajuato

Fuente e Imagen: https://revista.uveg.edu.mx/index.php/index.php/2-trayectorias-prospectiva-de-la-educacion-rural-e-indigena-ante-los-retos-de-la-realidad-social?fbclid=IwAR0eOHqBsX8-9lXoo2fXzfQ8IPO82YFgST5-o0h1IrUu7jJbtc9_Ju4xfiE

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