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Islandia es el país más cercano en alcanzar la igualdad de género

Redacción: La Hora Digital

Islandia vuelve a liderar el primer puesto como país que más cerca está de alcanzar la igualdad de género. Según el último índice de brecha de género global del Foro Económico Mundial, Islandia se mantiene arriba y lo lleva siendo durante 11 años consecutivos. La nación nórdica con una población de poco más de 360,000 ha cerrado casi el 88% de su brecha de género y a su vez ha aumentado si liderazgo frente a Noruega que ostenta el segundo puesto.

A un siglo de distancia

Las últimas cifras indican una dirección positiva general. La brecha global de género, que se mide en cuatro áreas clave o subíndices: salud, educación, trabajo y política, se ha reducido ligeramente al 68,6%. La brecha promedio que queda por cerrar ahora es del 31,4%, en comparación con el 32% del año pasado.

No obstante, todavía hay una espera insoportablemente larga para la igualdad de género: se necesitarán 99,5 años para lograr la plena paridad entre hombres y mujeres al ritmo actual de cambio.

Los mejores en el índice

La mayoría de los países avanzó hacia la paridad en los últimos 12 meses, algunos avanzando más rápido que otros. Los 16 países que conforman el 10% superior del índice registraron una mejora de más del 3,3% interanual.

Desde que comenzó el informe en 2006, los países nórdicos con frecuencia han monopolizado los primeros lugares en el ranking, y 2020 no es una excepción. Justo debajo de Noruega, en segundo lugar, se encuentran Finlandia y Suecia. En quinto lugar está Nicaragua, seguida de Nueva Zelanda, Irlanda, España, Ruanda y Alemania.

Los países que mejoraron más son Albania, Etiopía, Malí, México y España. Estados Unidos ocupa el puesto 53 este año, una caída de dos lugares. La segunda economía más grande del mundo, China, ha bajado de tres a 106.

En cuanto a los datos por región, Europa occidental ha hecho el mayor progreso en el cierre de la brecha de género, seguido por América del Norte, América Latina y el Caribe, Europa del Este y Asia Central, África Subsahariana, Asia del Sur y Oriente Medio y Norte África.

Progreso en política

85 de los 153 países cubiertos en la última edición nunca han tenido una jefa de gobierno. Quizás no sea coincidencia que cinco de los 10 países con mayor igualdad de género tengan mujeres a cargo. La mejora general de este año fue principalmente el resultado del progreso en la política, a medida que aumentó el número de mujeres en los parlamentos de todo el mundo. Aun así, solo el 24.7% de la brecha en el subíndice de Empoderamiento Político se ha cerrado hasta ahora.

También hubo ganancias marginales en Logro Educativo y Salud y Supervivencia, los cuales se están acercando a la paridad en 96.1% y 95.7%, respectivamente. Sin embargo, la brecha de Participación Económica y Oportunidad se agrando ligeramente, lo que significa que ahora tomará aún más tiempo para cerrar, 257 años, en comparación con la estimación anterior de 202 años.

Fuente: https://lahoradigital.com/noticia/24173/igualdad/islandia-es-el-pais-mas-cercano-en-alcanzar-la-igualdad-de-genero.html

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Profesor de Lego y streamer de Microsoft: oficios más allá de una carrera profesional

Por: Semana Educación

El mundo laboral, enmarcado en la cuarta revolución industrial, presenta un escenario donde el título académico no siempre alcanza. La demanda de habilidades aumenta, y es crucial desarrollarlas para tomar las oportunidades de empleo existentes.

La era digital, el desarrollo tecnológico y la búsqueda de empleos que satisfagan las metas personales convergen a la hora de entender cómo se reinventa el ámbito laboral sin depender exclusivamente de lo que se enseña en la academia.

Colombia le apuesta a seguir los pasos del mercado estadounidense y europeo, en el que el know how o saber hacer no se nutre por completo de lo aprendido en una carrera profesional. Por el contrario, se enriquece del ingenio y la creatividad.

The World Economic Forum (WEF) desarrolló el informe Future of Jobs 2018, en el que menciona que hasta 2022 se espera que “75 millones de empleos queden desplazados en 20 de las economías más importantes”. Aunque algunos roles entren en declive por la automatización y el desarrollo tecnológico, estos puntos pueden jugar a favor para crear “133 millones de nuevos roles”, derivados de productos o servicios innovadores.

El informe establece que cada vez importan más las habilidades blandas, no cognitivas. Por eso, los expertos recomiendan “experimentar e invertir en nuevos tipos de educación, y la provisión de entrenamiento más útil para los individuos en este nuevo contexto del mercado laboral”.

Habilidades blandas emergentes como la creatividad, la influencia social, la resiliencia y la inteligencia emocional predominan en América Latina, según WEF. Estas funcionan muy bien en oficios que vinculan, a su vez, el diseño y programación de tecnología, el análisis y evaluación de sistemas, y el mercadeo. Todos estos conocimientos dan paso a la reinvención del mundo laboral.

Semana Educación expone dos casos en los que sus protagonistas encontraron una oportunidad laboral a partir de usar este conjunto de habilidades y conocimientos aprendidos por fuera de la universidad.

El trabajo de ser un técnico de fútbol y cazatalentos virtual

Conragen enciende su micrófono, en forma de balón de fútbol, para hacer la primera transmisión del día desde su canal en Mixer. Esta plataforma, propiedad de Microsoft, le paga por hacer programas en vivo mientras prueba futbolistas virtuales en el videojuego.

Yonatan Rojas –el manizaleño de 38 años detrás de Conragen– enciende la cámara a las diez de la mañana, saluda a los usuarios y les hace recomendaciones para que mejoren su desempeño en Fifa. “Me dedico a estudiar qué características debe tener un jugador para que esté entre los mejores de cada posición; defensa, mediocampista, delantero”. Conoce la estructura del juego y los algoritmos a la perfección.

En su habitación hay dos monitores de computador, un televisor, una consola de Xbox y una silla de gamer. Sobre una lámpara casera tiene pegada –con cinta de enmascarar– la pequeña cámara con la que graba sus videos y a la cual no le ha encontrado una mejor ubicación por ahora.

Él funciona como un director técnico virtual y, a la vez, un cazatalentos de las estrellas de Fifa. Los usuarios se guían con sus recomendaciones para comprar o vender un jugador en el videojuego, en el que pone a prueba su habilidad para influenciar.

–¿Es un buen día para comprar a Neymar? –le pregunta un usuario.

–El mercado va a seguir bajando, entonces sí –responde.

–¿El último Sterling es mejor que Messi?

–Seguramente –afirma.

Yonatan estudió Derecho, pero nunca ejerció. Jugó póker profesionalmente a los 25 años y en esta actividad tuvo su fuente de ingresos durante siete años. “Lo chistoso es que empecé a jugar Fifa a los 32 años y este juego me hizo perder toda la disciplina y nunca más volví al póker”, recuerda. Cambió el estrés de apostar plata por un juego que lo divierte y que ahora se volvió su trabajo permanente.

En 2017, creó un canal de YouTube en el que comentaba partidos de la Champions. Y al ver que ganaba buena fanaticada, creó una cuenta en Twitch, la mayor plataforma de streaming en el mundo, en la que alcanzó el título del usuario número uno en la comunidad hispana. Ahí se dio cuenta de que podía vivir de esto.

Cuando DjMaRiiO, el influenciador de Fifa más reconocido, lo recomendó para Mixer, Conragen firmó un contrato para transmitir como mínimo 60 horas al mes. Le pagan por visualizaciones en su canal, por suscriptores directos en la página y por las donaciones que le hacen los usuarios.

De cifras no habla, pero comenta que gana lo suficiente para empezar a pagar su propio apartamento, encargarse de los servicios en la casa de sus papás –de la que no ha salido por acompañarlos mientras superan un impase de salud– e invertir en otros negocios relacionados con el streaming.

“Vivo bien. Como pagan en dólares, aquí el dólar rinde. Pero esto no es hacer la jugada de Thanos y chasquear los dedos. Yo le dedico entre diez y quince horas diarias. Permanezco entre cuatro y ocho horas en vivo y dedico las demás a grabar los partidos, editar y subir mi video diario a YouTube”.

Cada partido dura 20 minutos y debe jugar mínimo tres para conocer las características de un jugador. Claro que, si de entretener se trata, él enlaza el fútbol con las preguntas que le hacen sobre política o belleza durante el streaming. No tiene libreto.

Conragen ha transmitido 150 horas en vivo, en lo corrido del mes. “Hablo sin el corazón y eso le gusta a la gente. Este es mi trabajo y con él puedo conseguir lo que con otro empleo no podría (…) Termino tan cansado que una vez me quedé dormido en la transmisión porque tuve mucho desgaste mental”.

La modalidad Ultimate Team de Fifa es casi como llenar un álbum del mundial. Consiste en abrir sobres para obtener jugadores y completar la plantilla deseada. La idea es destapar la menor cantidad para conservar las monedas ganadas con cada victoria del equipo a fin de dominar el mercado.

Su equipo tiene tres colombianos, dos argentinos, un mexicano y un español. “Algunos de ellos se dedican, literalmente, a hacer que la gente gane monedas para comprar jugadores”, comenta. El precio de los jugadores en Fifa varía según el momento del mercado. EA Sports lo regula. Los sobres de Ultimate se abren por medio de Fifa Points. Doce mil de ellos cuestan en Colombia 100 dólares. Las monedas son dinero literalmente. 

Sin embargo, no todo es diversión. “El streamer pierde la vida social. Me gusta cantidades bailar, pero esta vaina absorbe muchísimo”, dice. Ese es el costo de posicionarse como uno de los streamers de habla hispana más importantes en Mixer. Tiene 17.510 seguidores en esa plataforma, sumados a los 39.642 de YouTube, y va en ascenso.

Con fichas de Lego forjó su proyecto de vida 

A este ingeniero electromecánico de niño le encantaban los destornilladores. Carlos Arenas desarmaba sus juguetes a punta de esta herramienta y luego le sobraba una que otra pieza al reconstruirlos.

Desde hace cinco años trabaja como teacher trainer certificado de Lego Education. Se dedica a demostrar que solo la imaginación limita a quien usa estas pequeñas piezas de plástico. En la sala de exhibición de la empresa Adtech S. A., que distribuye la línea de productos educativos de la compañía danesa, Carlos explica su trabajo: “Me encargo de la formación a nivel nacional. Cuando se plantean proyectos, yo viajo hasta donde haya que aplicarlos y hago los procesos de transferencia pedagógica con los docentes”.

Es decir, se dedica a enseñar una metodología de aprendizaje creada con estas fichas de múltiples colores. La misma que aplican varios colegios y universidades en Colombia.

Lego llegó a la vida de Carlos hace 12 años cuando dictaba un taller de electricidad y electrónica en una institución bogotana. Decidió usar estos kits en las actividades con sus estudiantes. Y por medio de un concurso de la Secretaría de Educación, conoció a la empresa Adtech S. A., para luego trabajar con Lego Education.

“Con seis ladrillos hay más de 1.800 posibles combinaciones para crear un pato”, menciona. De ahí en adelante, la versatilidad de los kits permite usar estas piezas en diferentes áreas del conocimiento: robótica, programación, matemáticas, ciencia, física y lenguaje.

Los kits fomentan el trabajo en equipo y fortalecen el desarrollo de roles. Un día, el niño o joven es el constructor; en el siguiente proyecto puede ser el programador de software; y al otro día, el especialista en materiales.“Lego desarrolla mucho la creatividad y la motricidad que no todos poseemos”, comenta Carlos.

“Lego pasa de lo abstracto a lo concreto, viene a fortalecer los buenos procesos que hacen nuestros docentes en el país. Por ejemplo, si la temática en primera infancia son los animales salvajes, entonces hay un kit que se llama de esa forma. Pero, al mismo tiempo, puedo trabajar conjuntos. Y no es lo mismo que enseñar con palitos o frijolitos”, aclara.

“Llevo 12 años de trabajar con las herramientas Lego y todavía no he alcanzado el 100 % de conocimiento alrededor de todo lo que hay”.

Jorge Reynolds Pombo creó el primer marcapasos artificial a finales de 1957. Con este mecanismo externo, más de 80 millones de personas han mantenido su corazón latiendo a pesar de los problemas cardiacos. Pero muchos ignoran –no como Carlos– que Reynolds construyó los prototipos de este artefacto mediante un kit de la compañía Cool Tool; una marca que ofrece, a pequeños inventores en el aula de clase, herramientas a escala.

Cuando Carlos conoció al mismísimo inventor del marcapasos y se enteró de esta historia, se motivó aún más para compartir el conocimiento que tiene. “Quien tenga el animalito interno que quiera salir a explorar el mundo alrededor de la tecnología lo podrá hacer de una forma más interesante”, dice.

Le sale una sonrisa al recordar un proyecto en particular, en el cual un grupo de estudiantes desarrolló una planta simuladora de reciclaje, solo con la ayuda de los ladrillos Lego.

“En un concurso, vi cómo un grupo de niños creó esta planta de reciclaje. Ellos ponían papelitos de diferentes colores y la máquina se los clasificaba. Era un prototipo que ni siquiera habíamos intentado. ¡Fue genial!”.

Por ser teacher trainer, Carlos se la pasa viajando. Llega al país respectivo, enseña en varias ciudades y se vuelve a capacitar cuando es necesario. En 2015 hizo el proceso de certificación internacional de Lego en Cancún (México) y el próximo mes irá por la segunda.

Cualquiera pensaría que educar a un niño es más fácil que a un maestro, pero Arenas señala que algunos docentes le dan ‘sopa y seco’ al momento de incorporar los kits de Lego en sus clases. “Vamos hasta el aula del docente y vemos cómo hace esa implementación; no con el ánimo de evaluarlos, sino de hacerle un aporte significativo a todo ese proceso. Si vemos que le podemos aportar en algo más, lo hacemos o, por el contrario, le decimos al profe: usted está sobrado, siga así”.

Perú es pionero de aulas de aprendizaje con estos kits y Colombia no está lejos de alcanzarlo.

El teacher trainer reflexiona sobre la docencia y concluye: “Yo me he encontrado con estudiantes que tuve hace diez o doce años y me dicen ‘Oiga, Carlos; usted me cambió la vida’, porque encontraron alguna vocación desde que estaban en la institución educativa; eso es lo que realmente me parece interesante de esto”.

Fuente e imagen: https://www.semana.com/educacion/articulo/profesor-de-lego-y-streamer-de-microsoft-oficios-mas-alla-de-una-carrera-profesional/623008

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México: Cómo preparar a los niños para los empleos del futuro

América del norte/México/08 Agosto 2019/Tecreview

Las aulas actuales deben utilizar más dispositivos y tecnologías para preparar a los niños para empleos que probablemente no existen.

Un informe del Foro Económico Mundial señala que el 65% de los niños que ingresaron a la escuela primaria en 2017 tendrán trabajos que aún no existen y para los cuales su educación no los preparará.

¿Cuáles son las profesiones del futuro?

La educación debe adaptarse en consecuencia. Heather McGowan, una estratega de futuro laboral que ayuda a preparar a personas y organizaciones para la Cuarta Revolución Industrial, dice verá el mundo remodelado por la inteligencia artificial, la robótica y otros avances tecnológicos.

McGowan piensa que esto significa menos enfoque en la transferencia de conocimiento y más en la capacidad de aprender por uno mismo.

“El conocimiento fundamental del futuro es tu propia capacidad de aprender y adaptarte, porque si no lo haces, tu carrera se detendrá después de un par de años”, dice.

Herramientas para el futuro

Esta nueva era de la educación también exige un nuevo conjunto de herramientas. Por ejemplo, Cubetto, un pequeño robot de madera que se mueve sobre una tabla cuando un niño inserta bloques con comandos como izquierda, derecha o adelante en una base conectada.

El kit Cubetto, que cuesta 225 dólares, está siendo utilizado por escuelas y padres para enseñar a niños de apenas tres años a crear código .

“Es una habilidad que puedes aplicar a cualquier cosa: básicamente aprendes a pensar de una manera muy lógica y racional”, dice Filippo Yacob, fundador y CEO de Primo, el fabricante de juguetes que desarrolló Cubetto.

“Para nosotros, se trata de hacer que los niños sean a prueba del futuro”, agrega.

Sin embargo, la efectividad de tales herramientas depende de mantener la capacidad de atención de un niño pequeño.

Para Tim Cook, aprender a codificar es más importante que aprender inglés. El CEO de Apple dice que en la actualidad, tener conocimiento en desarrollo y código es muy importante -incluso más que hablar inglés- por las oportunidades que esto representa.

“Debe ser algo divertido y aventurero, no solo tarea”, dice Alex Klein, CEO y fundador de Kano, una compañía de tecnología educativa.

El producto insignia de Kano —el kit de computadora Kano— es una computadora o tablet que uno mismo crea. Los estudiantes siguen una guía paso a paso para conectar las partes, y una vez que está en funcionamiento pueden jugar en varias aplicaciones que van desde aprender a codificar hasta crear música y juegos.

“Kano ofrece oportunidades de un cambio de paradigma para enseñar Ciencias de la Computación”, dice Allen Tsui, profesor de una escuela en Londres que usa el dispositivo. “(También) permite oportunidades de aprendizaje basadas en proyectos para ampliar las habilidades de colaboración, creatividad, comunicación y pensamiento crítico”.

En Reino Unido, los educadores están recibiendo bien el uso de la tecnología. Según una encuesta realizada por Promethean, el 54% de los profesores está usando tecnología educativa este año, y el 94% reconoce que puede mejorar la participación entre los estudiantes.

No solo para enseñar

La tecnología no solo ayuda a enseñar a los niños , sino que también crea un mejor ambiente de aprendizaje.

Las compañías danesas Velux y Leapcraft han estado trabajando juntas para introducir sensores en el aula. Desarrollaron el Ambinode, una pequeña caja blanca que monitorea el ruido, la temperatura, las partículas de aire y los niveles de CO2.

Luego, los datos se envían a una aplicación de teléfono inteligente, de modo que un profesor o un gerente del lugar pueda monitorear el entorno y asegurarse de que sea lo más cómodo y productivo posible.

Un informe de la Universidad de Salford encontró que factores físicos como la luz natural, la temperatura y la calidad del aire pueden aumentar el progreso del aprendizaje de los alumnos de primaria hasta en 16% en un año.

“El peligro es, si no se comprendes bien estas cosas, esos niños realmente se verán obstaculizados en su aprendizaje y estarás socavando sus esfuerzos para progresar académicamente”, dijo el profesor Peter Barrett, quien dirigió el estudio.

Fuente: https://tecreview.tec.mx/preparar-a-los-ninos-los-empleos-del/

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¿Qué es la cuarta revolución industrial y por qué va a cambiar a la educación?

Por: Semana Educación

Las tecnologías 4.0 están de moda. Con la automatización digital están cambiando todos los sectores de la sociedad, y la educación no es la excepción. Hay repensar el sistema educativo. Vea cómo.

Esta semana, el presidente Iván Duque anunció en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la apertura del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial en Medellín. ¿Por qué es eso relevante para el país? ¿Qué le importan las tecnologías 4.0 a la educación?

El mundo del trabajo está cambiando y va a cambiar aún más en los próximos 10 años. Los robots cada vez hacen más trabajos que antes solían hacer las personas. Y la educación será la principal herramienta de estas últimas para no quedar en desuso al mismo ritmo que se desactualizan los smartphones.

Es temporada de despidos
En el banco Sberbank, el más grande de Rusia y Europa Oriental, hay una sensación de incertidumbre desde que el CEO de la empresa, Herman Gref, anunció el plan de despedir para 2021 a 45.000 empleados, cerca del 15% de su capital humano (para hacerse una idea, es casi como despedir a todos los empleados de los tres bancos más grandes de Colombia). ¿La razón? Llegaron los robots.

Son más baratos, predecibles y, en opinión del banco, pueden hacer el mismo trabajo que actualmente desarrollan muchos empleados. Ya el gigante ruso lo ha puesto en práctica con Anna, una robot que desde marzo opera el contact center para clientes empresariales.

Con un sistema de Inteligencia Artificial (IA), escucha y responde preguntas como la ubicación del ATM más cercano y, en el futuro, entregará información del balance de cuenta y estado de pagos. Gracias a ella, el contact center, que maneja unas 20.000 llamadas al día, redujo el tiempo de operación a la mitad. Por esto, el Sberbank despidió cerca de 5.600 empleados en el segundo semestre de 2018.

En 2017 contrataron un equipo de robots-abogados que era capaz de escribir demandas automáticas, y sustituyeron el puesto de 3.000 humanos. En diciembre, Promobot, otro software de IA, empezó a hacer labores de consultoría de clientes. Según ha dicho Gref en distintas entrevistas, 98% de las decisiones de extender un préstamo y 30% de entregar uno nuevo a una empresa lo hace un software inteligente.

Está convencido de que ese es el futuro, el mundo del trabajo de la cuarta revolución industrial, donde el internet de las cosas y la automatización de las tareas humanas le darán un giro copernicano a las relaciones laborales, sociales y económicas. Verdad no le falta; hoy, las máquinas escriben, identifican imágenes, analizan, toman decisiones y (sobre todo) aprenden de ellas.

Eso promete cambiar definitivamente el tipo de trabajos que desempeñan actualmente las personas. Los trabajadores del futuro tendrán que destacarse en un set muy distinto de competencias. Un desafío grande, pero prometedor. La revolución industrial significa, también, la revolución de la educación.

¿A quiénes van a reemplazar?
La automatización de las labores humanas no es nueva, pero está llegando a otro nivel. Para este año, habrá cerca de 2,6 millones de robots industriales en todo el mundo. Muchas funciones mecánicas en fábricas de ensamblaje las desempeñan desde hace décadas.

Pero ya se están moviendo a todo tipo de sectores. En las instituciones de educación superior identifican estudiantes en riesgo de deserción por medio del big data. En el mundo del arte, el software Watson Beat, de IBM, crea canciones autónomamente. Ya incluso son robots (teacher bots) los que le enseñan a otros robots a reconocer imágenes o analizar patrones.

Según el estudio “Jobs lost, jobs gained: Workforce transitions in a time of automation”, publicado en 2017 por la firma McKinsey & Co, hasta 800 millones de personas (o 30% de la fuerza laboral mundial) tendrían que buscar un nuevo trabajo de aquí a 2030 por culpa de la automatización, según las tecnologías probadas hasta el momento.

Ese es el escenario más catastrófico. “Aunque la mitad de las actividades laborales tiene el potencial de ser automatizada por tecnologías probadas actualmente, la proporción de trabajos desplazados será probablemente más baja por factores técnicos, económicos y sociales que afectan su adopción”, asegura el informe.

El cálculo es altamente incierto, y no hay manera de asegurar qué sucederá en doce años. Diferentes metodologías varían en sus estimados –el estudio de McKinsey sugiere, en un escenario más amable, que cambiaría solo el 15% de la fuerza laboral–.

Depende también de la región. En Estados Unidos, los pronósticos oscilan entre un 7% y un 47% de empleos automatizables; en Japón, entre 6% y 55%; en Bolivia, entre 2% y 41%. En cuanto a Colombia, entre un 20% y 30%, según Deloitte.

Depende así mismo del área laboral. El sector financiero, por ejemplo, tiene una probabilidad bastante alta de robotizarse. Lo que ocurrió en Sberbank no es un accidente: Bank of America pasó de tener 288.000 personas en 2010 a 204.000 en 2018; en Sudáfrica, el Nedbank anunció el pasado marzo el despido de 3.000 trabajadores; en Suecia, el Banco Nordea eliminó 6.000 puestos; en Japón, el grupo financiero Mitsubishi UFJ planea sustituir 9.500, casi lo mismo que el Citigroup, que podría recortar 10.000 (la mitad de su equipo de tecnología y operaciones), según el Financial Times. Todos por la misma razón: automatización de funciones.

De acuerdo con el informe de McKinsey, “las actividades más susceptibles son las que implican trabajo físico y las que se dan en ambientes predecibles, como operar maquinaria o preparar comida rápida […] La automatización tendrá un menor impacto en los empleos con interacciones sociales, donde las máquinas no pueden desempeñarse como los humanos por el momento”.

Si le da curiosidad, puede consultar la susceptibilidad de automatización de su ocupación en este link.

Los nuevos trabajos
Este tipo de pronósticos fatalistas no son atípicos. Hace 240 años, Ned Ludd, un obrero de Leicestershire, Inglaterra, rompió dos tricotosas en un ataque de furia por las dificultades laborales que empezaban a sentir los trabajadores ante el surgimiento de estas máquinas para tejer.

Hoy hay poca claridad sobre la autenticidad histórica de este personaje, pero a principios del siglo XIX se convirtió en el símbolo del movimiento ludita, que adoptó su nombre y participó en manifestaciones, disturbios y quemas de fábricas y molinos en todo el país.

Según el Informe sobre el desarrollo mundial 2019 (WDR, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial, sobre “la naturaleza cambiante del trabajo”: “No ha habido un momento de la historia en que la humanidad no esté preocupada por dónde lo llevará su talento para innovar. En el siglo XIX, Karl Marx le preocupaba que ‘las máquinas actúen como una competencia superior al trabajador’. John Maynard Keynes advirtió en 1930 sobre el desempleo que surgiría de la tecnología. Sin embargo, la innovación ha mejorado una y otra vez los estándares de vida”.

Si se tiene en cuenta la evidencia histórica, la tecnología siempre ha generado más puestos laborales de los que ha destruido. Desde 1980, la introducción del computador portátil creó 18,5 millones de trabajos, solo en Estados Unidos. Y en Europa, la economía de apps ha creado 1,6 millones.

Un estudio de Deloitte encontró que en Reino Unido la IA ha destruido 800 mil empleos desde 2001, pero propiciado 3,5 millones nuevos. Además, estos pagan en promedio 13.000 dólares al año más. Con cada nueva tecnología en la historia ha ocurrido el mismo resultado.

l estudio de McKinsey estima que para 2030 la inversión en tecnología podría crear entre 20 y 50 millones de trabajos en el mundo. Si a eso se le suman los 280 que se pueden generar en los próximos diez años por el aumento del consumo, principalmente en economías emergentes, el impacto de la automatización no parece tan grave.

“Es difícil tener conclusiones sobre cómo serán las tareas del futuro”,señala Paolo Falco, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). “Es más fácil saber cuáles de las labores que realizamos hoy se podrán reemplazar. La tecnología creará cientos de trabajos nuevos de los que no tenemos ni idea ahora”.

Sin embargo, incluso en los panoramas más tecnooptimistas, la rapidez del cambio produce inquietudes. Una transición abrupta, señala el estudio de McKinsey, resultaría en un crecimiento súbito del desempleo y en mayores iniquidades.

Frente a esta posibilidad, es fundamental desarrollar una fuerza laboral con más competencias de alta complejidad intelectual (como análisis de datos y pensamiento crítico) y competencias socioemocionales (como la sociabilidad, la resiliencia y la empatía).

Estas son, a la vez, las más difíciles de automatizar y las más transversales, útiles sin importar el campo laboral al que se dedique; es decir, donde los empleados pueden encontrar un valor agregado. Y, por otro lado, una fuerza laboral que pueda adaptarse a los cambios más fácilmente, actualizarse al mismo ritmo que los avances tecnológicos.

Menos humanos-robots, más humanos-humanos
En 2016, The New York Times reportó el caso de Sherry Johnson, una georgiana de 56 años que había perdido su trabajo por la automatización. No una sino dos veces. La primera vez, en un periódico local en el pueblo de Marietta, donde se encargaba de manejar las impresoras. Luego en una fábrica de máquinas médicas. Antes de retirarse, Johnson terminó trabajando en un refugio de animales, el empleo que más feliz la hizo. Allá no podía sustituirla un robot, que no tiene cómo “darles atención y cariño”.

Razón no le faltaba. La capacidad de relacionarnos socialmente (incluso con los animales) es una parte indispensable de las competencias humanas. Es tan importante que es fácil subestimar su relevancia en el mundo laboral; pero varios estudios han demostrado la relación entre el manejo comportamental y la obtención y retención de empleos a largo plazo.

No en vano, el 79% de las habilidades más demandadas por las empresas es de tipo socioemocional, de acuerdo con el documento de trabajo “Employer Voices, Employer Demands”, realizado en 2016 por analistas del Banco Mundial, el cual revisó 24 estudios sobre el tema.

Incluso en Colombia, donde el impacto de la cuarta revolución industrial ha sido menos fuerte que en otros países, los empleadores están urgidos de esas competencias. Según un estudio realizado por Manpowergroup en 2017, “los líderes empresariales están buscando gente con capacidad de liderazgo y comunicación oral y escrita; con inteligencia emocional, que no peleen por cualquier cosa, pero que sepan defender su punto de vista amable y correctamente; y, especialmente, con flexibilidad cognitiva, que tengan la curiosidad y la facilidad de aprender, desaprender y reaprender”, dijo Juan David Tous, gerente de comunicaciones de esta multinacional en Colombia.

¿Qué explica la creciente importancia de las competencias socioemocionales en el mercado laboral? Según el documento del Banco Mundial, “que las computadoras todavía son muy malas para simular la interacción humana. Leer la mente de otros y reaccionar es un proceso inconsciente, desarrollado por miles de años de evolución. En el ambiente laboral, es fundamental que las personas sean capaces de trabajar en equipo, resaltar las ventajas individuales y de adaptarse a los cambios. Esa interacción rutinaria es el núcleo de la ventaja humana sobre las máquinas”.

Las competencias socioemocionales tienen otra ventaja más: son transversales. Son casi igual de útiles en cualquier campo laboral. Sherry Johnson no necesitó reaprender un nuevo set de competencias para incorporarse a un nuevo trabajo.

Diferentes competencias blandas pesan más en distintas labores. Según el estudio “Social and Emotional Skills”, de la Ocde, las competencias que mejor predicen el buen desempeño laboral y el salario son: la persistencia, el autocontrol, la confiabilidad y la orientación al logro.

La extroversión es buena para predecir el desempeño en trabajos gerenciales y en ventas. La regulación emocional es especialmente importante en trabajos con fechas de entrega y alto nivel de estrés, y la apertura a la experiencia para trabajos científicos.

Un dato interesante es que las habilidades socioemocionales son “entre 2,5 y cuatro veces más importantes que las cognitivas para personas de bajos ingresos”; esto señala su relevancia como vehículo de movilidad social.

La generación de los datos

Ciertas competencias técnicas de alto nivel también serán muy importantes en el mundo laboral. Dos de ellas se están posicionando como las más solicitadas: programación y análisis de datos.

Salvo las relacionadas con Marketing y Análisis de Negocios, Ingeniería Eléctrica y Diseño Automotriz, las 25 competencias duras más requeridas por empleadores en el mundo implican algún grado de conocimiento de estas, según un estudio de LinkedIn publicado el pasado enero.

Para hacerse una idea de hacia dónde está yendo el mundo, las cinco más demandadas son Computación en la Nube, Minería de Datos, Administración de las Tecnologías de la Información y Desarrollo Web.

De hecho, un informe de Burning Glassdoor Technologies y Oracle Academy sugiere que la mitad de los trabajos en el primer cuartil de ingresos (más de 57.000 dólares al año) requiere conocimiento de programación.

Y, sin embargo, solo 18% de estos posiciones exigían un título en Ciencias Computacionales, lo que hace pensar que, conforme avanza el mundo digital, el lenguaje de la programación se vuelve una competencia transversal, más allá de la Ingeniería de Sistemas.

No es un accidente que Harvard tenga curso de Programación para Abogados, en el que los futuros juristas aprenden a hacer “lobby con análisis de datos, automatizar litigios en masa e investigar de manera online”, y que el Imperial College de Londres ofrezca uno en “Lenguaje de Programación para Médicos”. O que países como Reino Unido, Argentina y Singapur incluyan la programación en sus bases curriculares para primaria y bachillerato.

Sin embargo, para Paolo Falco, estas de nada sirven sin creatividad. “Hay tareas muy especializadas que hoy son relevantes. Pero pasa lo mismo que en la programación, que se pensaba era de alto nivel técnico e imposible de automatizar, y descubrimos que también la pueden hacer las máquinas.El nivel técnico no es suficiente; tiene que ser acompañado del lado creativo”.

Como señala el economista italiano, sin creatividad incluso el conocimiento altamente técnico puede caer en desuso. Según un estudio de Deming y Kadeem Noray de 2018, el alto retorno económico de las carreras aplicadas en STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) disminuye, en promedio, un 50% en la primera década de vida laboral, pues sus conocimientos quedan obsoletos.Muchos profesionales, incluso, terminan abandonando esa área de trabajo.

De ahí la importancia de hacer las famosa conversión de estas carreras en STEAM (agregándole un nuevo componente fundamental: el Arte).

Repensar el sistema
“Un tema importante de resaltar”, señala Falco, “es que hablamos de competencias blandas porque son las que necesitamos hoy”. Consideramos que serán importantes en el futuro, por lo que muestran los avances tecnológicos de punta hasta el momento. Pero quién sabe cuáles serán las que requeriremos mañana.

Aún con todos los estudios sobre el tema, es importante recordar que el futuro de la cuarta revolución industrial es incierto. En este sentido, lo primero, dice el economista italiano, es implementar un sistema de adaptabilidad y flexibilidad de la educación, incluso antes de pensar qué competencias enseñar.

“Debemos cambiar lo que venimos haciendo”, dice Maritza Rondón, rectora de la Universidad Cooperativa de Colombia. “Necesitamos pasar de modelos masivos de educación a formas más personalizadas, que es lo que están pidiendo los jóvenes. Se requiere una educación más flexible, al ritmo de cada quién; que reconozca los saberes de los alumnos. Si lo aprendió en la universidad de la vida, ¡qué importa!”

En ese sentido, todavía le falta mucho al sistema educativo. En las instituciones de educación superior en Colombia, aún no hay mecanismos para reconocer el conocimiento informal de los estudiantes, algo importante para recibir a quienes están interesados en estudiar y provienen de rutas no tradicionales.

El mundo todavía no tiene las condiciones necesarias para universalizar el aprendizaje. “Un estudio de la Ocde próximo a salir muestra que los países están poco preparados para el aprendizaje durante la vida. Hay estudios sobre el tema, pero pocos programas comprobables”, dice Falco.

Ese es un último componente fundamental. Mañana, cuando un robot venga a sustituir el trabajo de abogados, contadores o ejecutivos de cuenta en el banco más grande de Rusia –o, para ese efecto, en cualquier otro lugar del mundo–, la idea no es que los reemplace un recién egresado más preparado, sino que los mismos empleados puedan volver al sistema para aprender y reinventarse.

Está en las manos del sistema educativo evitar la catástrofe que significaría lo contrario. Una responsabilidad bastante delicada.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cuarta-revolucion-industrial-una-reforma-para-el-sistema-educativo/599090

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Davos pide a gritos una nueva educación

España / 3 de febrero de 2019 / Autor: Iñaki Ortega / Fuente: La Información

Un enero más Davos se ha convertido por unos días en la capital del mundo. La reunión anual del Foro Económico Mundial – y ya van 28 años- ha convocado a jefes de estado, presidentes de grandes corporaciones y los expertos con las mentes más privilegiadas. El tema más comentado este año ha sido como luchar contra las crecientes desigualdades en el mundo; los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU han estado en boca de todos los ponentes, pero también la propia organización ha querido darle todo el protagonismo con paneles y stands dedicados a los ODS en los diferentes espacios del foro.

Además, los informes presentados estos días también han coincidido en señalar que la cuarta revolución industrial -tan pregonada por el fundador del WEF, el profesor Klaus Schwab- ha de venir acompañada de actuaciones para que no solo las grandes corporaciones se beneficien de ella sino también trabajadores de todo el mundo que ven amenazados sus empleos y por ende las sociedades en las que viven que asisten impertérritas al crecimiento del populismo fruto de ese descontento.

Uno de esos objetivos de Naciones Unidas es la educación de calidad que en uno de esos estudios presentados en Suiza ha sido rebautizada como re-trainingVolver a educarse o formación continua será una de las claves para conseguir frenar las desigualdades y socializar las externalidades positivas de la cuarta revolución industrial.

Para el filósofo José Antonio Marina vivimos en una «sociedad del aprendizaje» regida por una ley impecable: «Para sobrevivir, las personas, las empresas y las instituciones deben aprender al menos a la misma velocidad con la que cambia el entorno; además, si quieren progresar, habrán de hacerlo a más velocidad». Es por ello por lo que muchos autores, entre ellos Jeffrey Selingo, defienden que estamos viviendo la tercera revolución de la educación.

La primera ola, a principios del siglo pasado, tuvo que ver con la llegada de la enseñanza obligatoria que propició una educación masiva que brindó una capacitación para la vida a millones de personas en todo el mundo. Por ejemplo, en 1910, sólo el 9 por ciento de los jóvenes estadounidenses obtuvieron un diploma de escuela secundaria, en 1935 eran ya el 40 por ciento. La segunda revolución surgió en el último tercio del siglo XX en Estados Unidos, pero también en otros países como España (en este caso a raíz de la llegada de la democracia y la «universidad para todos»). En el año 1965 se matricularon en primer curso 75.000 personas en España, que han pasado a ser 1,5 millones en la actualidad. En 1970, en Estados Unidos había sólo 8 millones de universitarios matriculados y hoy día superan los 20 millones.

Ahora, debido al fenómeno de la longevidad, pero también a las exigencias de la evolución tecnológica y su impacto en el mundo del trabajo, estamos en la tercera gran revolución de la educación. El nivel de preparación que funcionó en las dos primeras oleadas no parece suficiente en la economía del siglo XXI. En cambio, esta tercera ola estará marcada por la formación a lo largo de la vida para poder mantenerse al día en una profesión y adquirir habilidades para los nuevos trabajos que llegarán.

Gartner pronostica, por ejemplo, que la inteligencia artificial destruirá en los próximos cuatro años 1,8 millones de empleos a nivel global, pero generará 2,3 millones de nuevos puestos de trabajo. Es probable que los trabajadores consuman este aprendizaje de por vida cuando lo necesiten y a corto plazo, en lugar de durante largos períodos como lo hacen ahora, que cuesta meses o años completar certificados y títulos. También, con esta tercera ola, vendrá un cambio en cómo los trabajadores perciben la formación, que es como una maldición por la que hay que pasar por exigencias de la empresa o, peor aún, algo a lo que se recurre tras un despido. Estamos entrando en una etapa en la que el reentrenamiento será parte de la vida cotidiana puesto que con vidas laborales tan largas y variadas, reinventarse y volver a capacitarse será muy normal. Por ello nos tenemos que ir quitando de la cabeza la idea de que la formación y el mundo del trabajo son etapas de la vida o espejos de nuestra identidad.

Hasta ahora, uno no sólo estudiaba, sino que era un estudiante. Concluir la formación superior significaba acceder a la identidad adulta, marcada por la independencia económica. En los próximos lustros, será habitual volver con cuarenta, cincuenta o sesenta años a la universidad para estudiar un grado, programa o curso completamente diferente de la primera carrera. En general, el mundo laboral y el formativo estarán mucho más conectados: cruzar del uno al otro será bastante habitual.

A su vez, la incertidumbre y la velocidad de los cambios tecnológicos exigirán planes de estudios flexibles, ya que lo que podría parecer un trabajo o habilidades de gran demanda hoy día podría no serlo para cuando alguien termine de capacitarse para un nuevo trabajo. Uno de los rasgos característicos de nuestra época es la aceleración del tiempo histórico. Todo sucede tan deprisa que, a menudo, cuando aún se está desarrollando una tecnología, ya ha aparecido la siguiente, que convierte la anterior en obsoleta.

En este contexto de inmediatez, la educación, que por su propia naturaleza requiere planificación y tiempo, asume un gran reto. Los grados dobles, las titulaciones mixtas, los programas executive, blended, cursos de foco y experienciales, son algunas de las herramientas para obtener una formación de calidad, muy especializada y situar a los estudiantes de todas las edades ante problemas reales para que aprendan a tomar decisiones y solucionar problemas. Al respecto de estas nuevas habilidades que se requerirán, no todo será tecnología.

La capacitación laboral deberá centrarse en varias disciplinas técnicas, pero también en las habilidades clave que la complementan, como la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la comunicación y sobre todo la empatía. En definitiva, como afirmó esta semana pasada el astrónomo español Rafael Bachiller, solo será útil Davos (y nuestros gobiernos, digo yo) en cuanto se centren en lograr que la tecnología mediante la educación nos haga más humanos.

Fuente del Artículo:

https://www.lainformacion.com/opinion/inaki-ortega/davos-pide-a-gritos-una-nueva-educacion/6490967

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 3 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

3 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 3 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Nicaragua: Jóvenes serán afectados con recorte de presupuesto universitario

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299516

01:00:00 – El aprendizaje autónomo en educación superior. Entrevista con Joan Rué

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299512

02:00:00 – Estados Unidos: Crece la rebelión docente en estados demócratas: educadores de Denver deciden iniciar la huelga mientras en Los Angeles gritan victoria

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299519

03:00:00 – La educación en México: balance de un sexenio

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299524

04:00:00 – Reino Unido: sindicatos piden una mejor financiación de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299758

05:00:00 – Libro: Ideas en la educación latinoamericana. Un balance historiográfico (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299533

06:00:00 – Colombia: Sobre la incidencia del Banco Mundial en las políticas de educación superior

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299761

07:00:00 – La agenda 2030: un marco global para la privatización y el comercio educativo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299755

08:00:00 – Libro: Aprendizaje activo, diversidad e inclusión. Enfoque, metodologías y recomendaciones para su implementación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299950

09:00:00 – Podcast nº13 – Cita Educacional – Formación de profesores (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299741

10:00:00 – Libro: El aula diversificada (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299953

11:00:00 – Davos pide a gritos una nueva educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299877

12:00:00 – Libro: Desarrollo y aprendizaje en el ciclo inicial. Valoración y abordaje pedagógico. Una reflexión a partir de la experiencia (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299889

13:00:00 – Preguntas para el INEE

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299880

14:00:00 – España: La ópera se transforma en un vehículo de aprendizaje

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299862

15:00:00 – Cruzada contra educación sexual socava avances en América Latina

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299872

16:00:00 – La ANP denuncia planes israelíes para cerrar escuelas palestinas en Jerusalén

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299865

17:00:00 – Señalados con la tiza – Cortometraje documental sobre la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299956

18:00:00 – República Dominicana: Advierten tendencia a privatizar educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299959

19:00:00 – 10 reflexiones sobre educación que convendría debatir – Por Fander Falconí | Especial para NODAL

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299536

20:00:00 – Orden y retroceso en las aulas de Brasil

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299962

21:00:00 – Guatemala: Aulas que se caen a pedazos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299752

22:00:00 – Paraguay: Política y corrupción son culpables de la pésima educación, afirma ministro

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299883

23:00:00 – En las aulas se define el futuro de Cuba

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299746

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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México: Blockchain, tecnología disruptiva para la educación

Autor: El Semanario

Con la Revolución Digital, cada cierto tiempo aparecen nuevas tecnologías que suponen un cambio radical en los procesos de las empresas, pues es un hecho que la era digital en la que estamos viviendo, está transformando por completo la manera en la que se realizan las actividades personales y laborales.

De acuerdo al Foro Económico Mundial, existen tendencias que durante los próximos años impactarán de manera significativa en el empleo en México, incluyendo la expectativa actual que se tiene sobre los mercados emergentes en temas como la tecnología móvil, el cómputo en la nube y la capacidad de procesamiento.

Con ésta tendencia, industrias como las telecomunicaciones, FinTech y EdTech, prevén una brecha de talento provocada por los avances tecnológicos, por lo que atender las brechas de habilidades y conocimiento, se ha convertido en prioridad de empresarios, trabajadores y profesionistas, pues estar preparados y actualizados en diversos temas será fundamental para el desarrollo.

La tecnología en la educación ha ganado más espacios habilitando el acceso al conocimiento mediante plataformas digitales, partiendo de la idea de que el aprendizaje se puede obtener en diferentes lugares y no solo en un entorno escolar formal inflexible.

En tiempos de la cuarta revolución digital industrial, la tecnología Blockchain, está permitiendo colocar piezas de educación modulares en un sistema abierto y transparente, de manera que cada módulo acreditado por el estudiante, puede ser rastreado y verificado, permitiendo que el aprendizaje adquirido, llegue a ser medido y registrado para que las organizaciones acreditadoras puedan otorgar certificados de aprendizaje por habilidades demostradas.

Por otro lado, el sistema desunificado del Blockchain, permite al estudiante acceder a una amplia oferta educativa y a certificados en diversos conocimientos, generando una personalización en el desarrollo académico, gracias a que su tecnología vincula las necesidades inmediatas de una industria a incentivos como becas u ofertas de empleo.

En México, Enova, ha detectado que la tecnología disruptiva del Blockchain, representará una gran oportunidad para potenciar la democratización en el acceso del conocimiento y una mayor oferta de productos y servicios que tengan mayor transparencia para todos.

Los retos del futuro laboral no serán solo las competencias para el uso y la interacción de productos con tecnología Blockchain, el desafío consistirá también en formar a los facilitadores e instructores que certifiquen en dichas habilidades.

La empleabilidad dentro de una organización o la creación de oportunidades de emprendimiento deberán considerar el cierre de las brechas de conocimiento actuales y futuras. Con el fin de empoderar a las personas, mejorar su calidad de vida e incrementar sus oportunidades de empleabilidad ante los desafíos tecnológicos que están transformado el mundo, conocer y formar a las personas en blockchain no es un paso opcional a futuro es una necesidad de hoy.

Fuente: https://elsemanario.com/negocios/282714/blockchain-tecnologia-disruptiva-para-la-educacion/

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