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El recreo y el aprendizaje

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

“El juego permite a los niños usar su creatividad mientras desarrollan su imaginación, destreza y fuerza física, cognitiva y emocional”. Asociación Americana de Pediatría.

El recreo no es simplemente un tiempo para que las niñas, niños y adolescentes se desahoguen o un espacio para que sus maestros tomen un respiro. Es, en realidad, una parte crucial del día escolar que beneficia a los niños tanto a nivel físico como psicológico y social. Aquí, los niños exploran, crean, resuelven problemas, construyen relaciones y, en última instancia, aprenden.

En primer lugar, debemos entender que el recreo contribuye al desarrollo físico esencial de las niñas, niños y adolescentes. En una época en la que la obesidad infantil es un problema de salud pública, el recreo ofrece la oportunidad de que se muevan, quemen calorías y fortalezcan músculos y huesos. Más allá de esto, también fomenta la coordinación motora y el equilibrio, habilidades necesarias para la vida diaria.

En términos de salud mental, el recreo es una oportunidad para que los estudiantes reduzcan el estrés y la ansiedad que a veces pueden acumularse en el aula. Este tiempo libre también puede mejorar el estado de ánimo y la autoestima, aliviando la presión de las tareas académicas y permitiendo a estudiantes volver a las aulas con una mente renovada y lista para aprender.

El recreo también es un espacio vital para el desarrollo social. Aquí, en un entorno menos formal y estructurado, los estudiantes aprenden a compartir, a resolver conflictos, a negociar y a cooperar con otros. Estas son habilidades esenciales para la vida que a menudo no se enseñan de manera explícita en el aula, pero son igualmente importantes para su futuro.

Es en el recreo que los niños tienen la oportunidad de explorar y aprender a través del juego. Este tipo de aprendizaje lúdico, lleno de estrategia, memoria y habilidades motoras, complementa el aprendizaje formal que ocurre en el aula, ofreciendo a los niños un contexto práctico y agradable para aplicar y desarrollar nuevas habilidades.

Es importante destacar que el recreo fomenta la creatividad y la autonomía. Los niños son libres de inventar sus propios juegos, crear historias, practicar la toma de decisiones y asumir responsabilidades. Estos son factores esenciales para el desarrollo de la creatividad, la resiliencia y la capacidad para manejar situaciones nuevas.

Por todo lo anterior, es vital entender que eliminar o reducir el recreo, ya sea por castigo, por trabajo o por presiones de cualquier tipo contraproducente. En lugar de mejorar el rendimiento académico, puede terminar perjudicándolo. Los niños necesitan descansos para recargar energías, renovar su concentración y absorber la información que se les enseña.

Así, es fundamental comprender la importancia del recreo y defender su lugar en el día escolar. El recreo no es un lujo, es una necesidad para el desarrollo integral y saludable de nuestras niñas, niños y adolescentes. Juntos, podemos trabajar para asegurar que el recreo sea valorado como una parte esencial de la educación de nuestros hijos. Porque la educación es el camino…

https://manuelnavarrow.com

manuelnavarrow@gmail.com

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Escuela y salud mental pos-COVID

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Las secuelas dejadas por la COVID-19 y de manera particular por el encerramiento provocado, aún están presentes en todos nosotros, puestos de manifiesto en la pérdida de hábitos, pero sobre todo en el surgimiento de temores, ansiedades, estrés, frustraciones y muchos duelos “mal cumplidos”.

2020, año del cual se hablará como un antes y un después luego que la pandemia por el virus SARS COVID-19 impactó toda la vida económica y social, y de manera particular, la escuela. Nos vimos sumergidos en un mar de incertidumbres que puso y aún mantiene en jaque nuestro bienestar y nuestra salud física y mental.

Fue un hecho inevitable, que como plantea H. Gardner en su libro Mentes flexibles[1], pudo constituirse y quizás aún podamos hacerlo, en una oportunidad sinigual para generar cambios mentales que hagan posible el surgimiento de nuevas maneras de enfrentar, comprender y actuar ante la realidad, pero, sobre todo de valorar, en su justa medida, la vida.

Las secuelas dejadas por la COVID-19 y de manera particular por el encerramiento provocado, aún están presentes en todos nosotros, puestos de manifiesto en la pérdida de hábitos, pero sobre todo en el surgimiento de temores, ansiedades, estrés, frustraciones y muchos duelos “mal cumplidos” que continúan abonando situaciones insospechadas en nuestra estructura mental generando muchas otras secuelas psico-emocionales.

Escuela y nuevas estructuras mentales

El autor de las inteligencias múltiples pone de relieve la importancia de lo que él llama factores o “Palancas de Cambio”, para el desarrollo de nuevos y más eficaces aprendizajes, tanto sociales como desde la escuela. Identificó siete: la razón, la investigación, la resonancia, las redescripciones representacionales, los recursos y recompensas, los sucesos del mundo real y las propias resistencias a los cambios, las que pueden constituirse en oportunidades para aprender generando nuevos esquemas mentales.

La escuela como el espacio fundamental para la socialización y los aprendizajes, puede jugar un rol primordial para la adquisición de nuevos aprendizajes, como nos propuso Jacques Delors a mediados de la década de los noventa en su importante obra La educación encierra un tesoro[2], y que magistralmente resume en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás, y aprender a ser, los cuales los armoniza proporcionándole a la educación una doble misión en ese sentido: el descubrimiento del otro y la búsqueda de objetivos comunes. Todo ellos, aprendizajes que apuestan a la vida, cuestión esta fundamental en la situación que actualmente vivimos como producto de la pandemia y sus secuelas.

Construir nuevos relatos

Poniendo en diálogo creativo ambas propuestas, se trata de construir nuevos relatos interpretativos de la realidad vivida que posibiliten al mismo tiempo la generación de nuevas explicaciones y estados emocionales que al tiempo que contribuyan con el desarrollo de nuevas actitudes y comportamientos personales y sociales.

Así, haciendo uso de la razón, del pensamiento analítico y crítico, de la investigación del evento que nos conmocionó, la pandemia y sus secuelas, posibilite entonces la re-descripción representacional de la realidad vivida a través del dibujo, la representación gráfica, los juegos, la poesía, el teatro, la música, el cuento y la anécdota, el ensayo, etc., incentivando la creatividad para producir nuevos relatos que contribuyan con superar los miedos y las incertidumbres, apostando por nuevas maneras de ser y nuevas maneras de vivir juntos, en que deberes y derechos ciudadanos se armonicen en la búsqueda del bienestar y la salud personal-colectiva.

Unidad razón-emoción

La contención emocional que generó la pandemia y el encerramiento puede y debe ser enfrentado desde la unidad razón-emoción, a través de estrategias y actividades lúdicas, como de proyectos, que vinculen a estudiantes y maestros en la construcción de nuevas realidades subjetivas, provocadoras al mismo tiempo, de nuevas maneras de sentir, de pensar y de actuar. Lo lúdico, en el amplio sentido de la palabra, procurará facilitar y promover en la escuela relaciones más cálidas y solidarias, de mayor entusiasmo como deseo y compromiso por aprender, por experimentar nuevas maneras de hacer las cosas, posibilitando aprendizajes significativos y generadores de nuevos conocimientos y emociones positivas.

A este propósito Gardner en su obra El desarrollo y la educación de la mente[3] señala: “En la mayoría de los países, la escuela a lo largo de su historia ha centrado el interés casi exclusivamente en el lenguaje y la lógica. La educación formal ha ignorado prácticamente otras formas de representación mental: formas artísticas (musicales), atléticas (corporales), de relaciones personales (conocimientos de los otros y de uno mismo); conocimiento del mundo natural; conocimiento de grandes cuestiones. Todas estas “estructuras de la mente” están ahí para ser utilizadas”.

La escuela no puede seguir funcionando de espalda a la vida, como si nada ha pasado. Todos sus contenidos prescritos en el currículo deben estar puestos a la generación de nuevos relatos, de nuevas maneras de entender y representar las cosas, desde la perspectiva del bienestar colectivo, abriéndonos hacia formas de vida más expansivas y saludables, más cargadas de optimismo y esperanza, de solidaridad, de empatía y compasión, temas estos tan importantes en el momento que vivimos.

Antes que nada, se trata de formar seres humanos que respeten la vida y aprendan a cómo vivirla en armonía consigo mismo, los demás y la naturaleza.

Como institución para aprender, la escuela debe ser organizada para hacer posible que los estudiantes, en sus diferentes edades, desarrollen y aprendan las competencias y habilidades que los prepare para el ejercicio de una ciudadanía responsable en todas las dimensiones de la vida. Que desde la sensibilidad de la vida infantil y transitando hacia el desarrollo del lenguaje y cuanto ello nos permite para pensar, construir y expresar nuevas realidades, se estructure en proyectos colectivos en que el “la responsabilidad y el respeto por la humanidad” se constituyan en valores fundamentales.

La escuela debe prefigurar la sociedad que queremos vivir todos juntos.

[1] Gardner, H. (2004). Mentes flexibles. El arte y la ciencia de saber cambiar nuestra opinión y la de los demás. Paidós. México.

[2] Delors, J. y et al: (1996). La educación encierra un tesoro. Ediciones UNESCO. México.

[3] Gardner, H. (2012). El desarrollo y la educación de la mente. Espasa Libros, S. L. U. España

Fuente: https://acento.com.do/opinion/escuela-y-salud-mental-pos-covid-9105257.html

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La mitad de los alumnos con altas capacidades ha sido víctima de acoso escolar

Por: ABC

Una investigación liderada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) señala que es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado por sus compañeros que otro sin altas capacidades.

La mitad de los alumnos diagnosticados con altas capacidades en España ha sido víctima de acoso escolar, frente a uno de cada cuatro alumnos sin altas capacidades, según concluye el estudio llevado a cabo por el grupo de investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) con la colaboración de más de 50 asociaciones de alumnado con altas capacidades del país . Según esta investigación es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades. Asimismo, plantea que los alumnos con altas capacidades son susceptibles de padecer mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión a causa del acoso por parte de sus compañeros.

El estudio, realizado en colaboración la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), comparó la prevalencia de victimización y perpetración de acoso escolar entre una muestra con alumnado con altas capacidades y sin ellas. Participaron 449 adolescentes diagnosticados con altas capacidades de todo el territorio nacional y 950 estudiantes, sin diagnóstico de altas capacidades, de 14 centros de siete comunidades autónomas. Los resultados señalan que el alumnado con altas capacidades presenta una prevalencia de victimización significativamente mayor. Un 50.6% está implicado en problemas de victimización, frente a un 27.6% en alumnado sin altas capacidades. De esta forma, es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades.

Por el contrario, el número de agresores en ambas muestras no presenta diferencias estadísticas (un 1.1% en alumnado con altas capacidades y 2.4% en alumnado sin altas capacidades ). Además, el estudio sugiere que ser víctima, tanto para el colectivo de altas capacidades como aquellos que no lo son, supone altos niveles de estrés, ansiedad, depresión y una menor calidad de vida relacionada con salud . No obstante, las víctimas que presentan altas capacidades reportaron significantemente mayor estrés que las víctimas sin altas capacidades.

«Estos hallazgos son especialmente pertinentes en el ámbito educativo y social, ya que ponen de manifiesto que este importante colectivo sufre los envites de la violencia de una forma especialmente relevante . Es tarea de todos los estamentos trabajar en pro de un entorno escolar seguro. Debemos seguir trabajando para reducir la discriminación dentro de las aulas (ya sea por orientación sexual, religiosa o cualquier otra característica particular) y por una verdadera integración de todo el alumnado», indica Joaquín González-Cabrera, autor principal del estudio e investigador principal del Grupo Ciberpsicología de UNIR.

Por su parte, el experto nacional en altas capacidades Javier Tourón, profesor emérito de UNIR y corresponsable del estudio, señala que «estos resultados ponen de manifiesto la urgente necesidad de apoyar el desarrollo del talento y la salud psicosocial de este grupo de estudiantes al que es preciso, como exige la ley, identificar de manera temprana a fin de poder establecer las medidas educativas adecuadas para su progreso personal, pues constituye el capital social más importante de este país».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-mitad-alumnos-altas-capacidades-sido-victima-acoso-escolar-202207010010_noticia.html

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‘El Juego del Calamar’: por qué los menores no deberían verla

La popular serie está catalogada para mayores de 16 años. Sin embargo, muchos menores ya la han visto y se están dando casos de estudiantes de Primaria que reproducen los juegos de la ficción en el patio de los centros. Docentes y expertos hablan del efecto negativo de la serie sobre los menores.

La serie surcoreana ‘El Juego del Calamar’ está siendo todo un éxito en la plataforma Netflix. Pero, ¿cuáles son las razones para que 130 millones de usuarios la hayan visto desde su estreno el pasado septiembre?

Quizá es el argumento: 456 desconocidos aceptan participar en una competición con una millonaria recompensa económica (que solo puede ganar uno) y que aliviaría las deudas que tiene cualquiera de los participantes. Quizá son las pruebas a las que se somete a los protagonistas, todas ellas inspiradas en juegos infantiles: luz roja, luz verde (basada en el escondite inglés), la cuerda, el juego de las canicas, las galletas de azúcar, el puente de cristal y el juego del calamar (al que se debe el título de la ficción y que se trata de un conocido juego de los años 70 en Corea del Sur). O quizá es la violencia extrema a la que exponen a los competidores (los jugadores que pierden son literalmente ‘eliminados’) y por la que la serie ha sido catalogada para mayores de 16 años.

Lo cierto es que la ficción no solo está enganchando a adultos de todo el mundo. También está teniendo mucha repercusión entre los niños desde los 7 u 8 años que ven la serie y, en algunos casos, se lanzan a ‘imitar’ en la vida real los juegos de la serie.

¿‘El Juego del Calamar’ en los colegios?

Y para comprobarlo sólo hay que ver que las ya famosas pruebas a las que se enfrentan en la serie de ficción se están haciendo virales en forma de retos a través de redes sociales como TikTok (como este o este otro) y los estudiantes son los que, principalmente, los llevan a cabo. Tanto es así que ‘reproducen’ los juegos en los propios patios de los centros. Y así lo comentan distintos docentes en la red social Twitter:

El Juego del Calamar ha llegado a los patios de la escuela. Juegan al pica-pared de toda la vida, pero si alguien se mueve le disparan con pistolas y se quedan tendidos en el suelo hasta que termina la partida. Hay que revisar los referentes de los niños y niñas del siglo XXI. Tenemos trabajo!”

Anna Martori es docente en la Escuela de Educación Infantil y Primaria FEDAC de Montcada i Reixach (Barcelona) y hace unos días se dio cuenta de que un grupo de 15 estudiantes de segundo de Primaria (entre seis y siete años) estaban jugando a ‘luz roja, luz verde’ (es decir, al escondite inglés), pero reproduciendo la versión de la serie. Tal y como comenta para el periódico Nius: “Había un niño que la ‘paraba’ y otros dos que vigilaban y, cuando uno se movía cuando no debía, simulaban dispararle con sus manos imitando una pistola, y este se quedaba estirado hasta acabar el juego».

Esta otra maestra destaca que estudiantes de 3º y 4º de Primaria también estaban jugando a esa misma prueba en el patio, lo que les obligó a investigar cómo habían llegado a conocer la serie. Así lo señala en el hilo de este tweet: “Decidimos indagar hasta dónde llegaba el tema y de forma aparentemente casual preguntamos en clase qué película o serie habían visto últimamente. Al salir ‘El juego del calamar’ y preguntar quién la había visto, más de la mitad lo había hecho… Al preguntar cómo la habían visto, la mitad dijo que la había visto solo en su móvil. La otra mitad la han visto ¡CON SUS PADRES! “

Otro docente se muestra ‘impotente’ al comprobar que la mayoría del alumnado ha visto la serie y cómo le está afectando (a los que no la han visto) para socializar con los demás, ya que no pueden ser partícipes de los juegos.

“Impotencia de ver a todos los alumnos en el patio jugando a “Línea roja, línea verde” (Que no al pollito inglés, que hasta hace 4 días era “muy infantil para nosotros”)…  De ver un alumno con un triángulo pintado en la frente… De ver a una alumna llorando porque no le dejan jugar, ya que los abuelos y las mujeres son débiles y no se les quiere en su grupo. De ver como ya piden en Halloween poder disfrazarse de los seguridades que vigilan a los jugadores”.

¿Moda pasajera?

Pero este fenómeno no solo ocurre en los colegios españoles. En Bélgica son varios los centros que se han alarmado al comprobar que los estudiantes estaban recreando algunas de las escenas de la ficción (incluso haciendo uso de la violencia). Y no únicamente en las escuelas. En Reino Unido se ha detectado una serie de mensajes en redes sociales que animan a participar en una prueba similar a la que aparece en la serie y en la que el perdedor puede ser disparado en la cara con una pistola de aire comprimido.

El juego del calamar

No obstante, voces como las de Toni Solano, docente y director del IES Bovalar de Castellón de la Plana, consideran que será una moda pasajera, como tantos otros fenómenos televisivos. “Seguramente en unos meses tendremos otra serie de la que no pararán de hablar, como ya hemos visto con ‘La Casa de Papel’ y otras similares”. Y apunta dónde se encuentra el verdadero ‘peligro’: “Es sorprendente que esto levante tanto revuelo cuando muchos niños de 12 años reconocen que se meten con el móvil en su habitación y pasan horas sin control, incluso de madrugada. Por ello, me preocupa mucho más el impacto de la publicidad sexista en casi todos los contenidos adolescentes o infantiles, que reproducen modelos machistas o en los que aparece implícita la violencia hacia las mujeres” ¿Pero cómo se gestiona esta situación? “Desde casa, donde cada familia debe ocuparse de filtrar el contenido según la edad o madurez de sus hijos”, destaca el docente.

Ansiedad, estrés y miedo

Al hilo de lo comentado por Solano en relación al control por parte de las familias, la psicóloga Rocío Rivero ofrece tres claves a tener en cuenta cuando se trata de contenidos violentos o dirigidos exclusivamente al público adulto.

  • Evitar que los menores la visualicen. “Una serie de este tipo, con alto contenido violento, no debería verla ningún menor ya que puede generar ansiedad, estrés y miedo. Los niños cuentan con pocos recursos para gestionar esas emociones”.
  • Tener en cuenta los problemas que una ficción de este tipo le puede acarrear a un menor a largo plazo. “Puede que estos efectos (el miedo, la ansiedad o el estrés) no sean inmediatos, pero sí son acumulativos si los menores que ven esta serie también ven otras del mismo estilo o juegan a videojuegos violentos, por ejemplo”.
  • Saber diferenciar entre realidad y ficción. “Los niños aprenden por imitación y, por tanto, van a reproducir las conductas que vean a su alrededor. Además, les cuesta diferenciar entre realidad y ficción. Esta serie no solo refleja un alto grado de violencia, sino que además lo han asociado a los juegos propios de la infancia”, concluye.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/el-juego-del-calamar/

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¿Qué es la inteligencia emocional y por qué necesitamos enseñarla?

Por: 

Entender y gestionar nuestras emociones en una forma que aminore el estrés se ha vuelto más que necesario.

Las habilidades para el autoconocimiento, gestión de las emociones y la comunicación eficiente se han vuelto una necesidad crítica en tiempos de pandemia. Hay mucha información nueva que procesar cada día. Síntomas sociales propios del estado mundial actual, entre los que se cuentan el doomscrooling, las cámaras de eco y la radicalización, nos obligan a replantear la forma en que enseñamos a razonar y comunicar, especialmente si las interacciones no son cara a cara.

¿Qué necesitamos para navegar esta nueva normalidad de forma inteligente, empática y humana? Además del pensamiento crítico, el auto cuestionamiento y la comprobación de hechos, sería importante considerar una habilidad que podría ser crucial para adaptarse a una realidad en la que terminamos conviviendo más detrás de una pantalla que presencialmente, necesitamos prestar atención y aprender sobre los beneficios de la inteligencia emocional.

La importancia de gestionar las emociones

Cuando hablamos de inteligencia emocional (IE), nos referimos a la habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan el estrés, ayuden a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, superar desafíos y aminorar conflictos.

Un nivel alto de inteligencia emocional nos permite forjar relaciones sanas y equilibradas dentro del núcleo familiar, en la escuela y en el trabajo. También es la herramienta básica para la autocrítica positiva, un recurso muy útil para aproximarnos sin juicio a nuestras propias cualidades y áreas de oportunidad con un propósito de mejora.

Pero ¿qué es la inteligencia emocional? La IE consta de cinco pilares fundamentales cuyo objetivo es proveer de mecanismos para entender la raíz de las emociones, aprender a navegar a través de ellas y establecer las bases para una comunicación efectiva.

Los cinco pilares de la inteligencia emocional

Elaine Houston, investigadora de psicología positiva y especialista en ciencias de la conducta escribió para positivepsycology.com sobre los cinco elementos de los que se compone la inteligencia emocional. Estos elementos fueron mencionados por primera vez por el autor Daniel Goleman en 1995.

La autoconciencia es el escalón de donde parte toda la estructura de la inteligencia emocional, se trata de la habilidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones y cómo estas impactan a otros. Es el primer paso para generar una introspección de auto evaluación para identificar aspectos de conducta o emoción en nuestro perfil psicológico que sería positivo cambiar, ya sea para estar más en paz con nosotros mismos o para adaptarnos a determinada situación. La autoconciencia también cubre la necesidad de reconocer lo que nos motiva y nos provee de realización.

Una emoción por sí sola no es algo negativo, lo que pudiera ser disruptivo o detrimental es un mal manejo de la emoción, para evitar esto existe la autorregulación. Esta se centra en el desarrollo de la capacidad para manejar sentimientos adversos y adaptarse a cambios. Las personas que dominan la autorregulación son buenas para la resolución de conflictos, la rapidez de reacción y la gestión de responsabilidad o liderazgo.

La motivación es una pieza clave para alcanzar nuestras metas. La inteligencia emocional nos da las herramientas para automotivarnos, con un enfoque a la realización y satisfacción personal, moviendo a un segundo plano la necesidad de reconocimiento o recompensa externa. Bajo este contexto, el compromiso que se asume por y para uno mismo es más fuerte que el que depende de las reacciones y perspectivas de otras personas.

La capacidad de reconocer y entender cómo se sienten otras personas y tomar en cuenta estas emociones antes de continuar una interacción se conoce como empatía. Esta nos permite comprender las dinámicas que influencian las relaciones que gestionamos tanto en la esfera familiar, como la escolar y la profesional.

Para que la empatía cumpla su propósito de relacionarnos mejor, es esencial que vaya de la mano con un autoconcepto sólido, bien construido y positivo. El autoconcepto es a grandes rasgos la imagen que tenemos de nosotros mismos. Una percepción individual, generada por la autoconciencia, de nuestras capacidades, particularidades y demás aspectos que nos hace la persona que somos.

Las habilidades sociales son la última pieza del rompecabezas, se conforma de los mecanismos necesarios para entender las emociones de otros, establecer una distancia entre estas y las nuestras al mismo tiempo que construimos un canal de comunicación para conectar con la gente con la que interactuamos. En el ejercicio de estas facultades se obtienen habilidades como la escucha activa y la comunicación asertiva verbal y no verbal.

¿Por qué la inteligencia emocional es indispensable?

Las habilidades académicas y la experiencia profesional nos habilitan para realizar determinado trabajo. La inteligencia emocional nos da la capacidad de hacer ese trabajo de forma más eficiente y alcanzando mejores niveles de rendimiento, gracias a que toma en consideración las medidas para conocer más sobre nuestra salud mental y física, así como la de otras personas.

En un contexto en que el trabajo en equipo y la interacción a distancia se están volviendo la norma, las habilidades para funcionar mejor en grupo y comunicarnos claramente sin la ventaja de una dinámica presencial, ya son asignaturas básicas a considerar hoy en día y en un mundo post pandemia.

¿Habías escuchado antes sobre inteligencia emocional? ¿La has aplicado en clase o en tu espacio de trabajo? ¿Piensas que comprende facultades necesarias para navegar las comunicaciones en el mundo actual? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional

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Confinamiento, teletrabajo y estrés

Por: Manuel Bernales

¿Qué pueden hacer las organizaciones para ayudar a sus trabajadores frente al estrés y la presión laboral?

Me frustra mucho en la noche, cuando quiero acompañar a mis hijos a acostarse, tener que estar atendiendo cosas “urgentes” del trabajo, mientras mis hijos me esperan y yo no llego.

Padre

Acabo de terminar otro taller más sobre “Estrategias de Bienestar frente al Escenario de Presión Laboral” para un organismo de Naciones Unidas. Hace poco hice otros similares para el equipo del Tribunal Constitucional y otras organizaciones privadas también. ¿Qué han tenido en común estos talleres? Que la organización reconoce que su equipo humano está siendo impactado negativamente por el confinamiento y el teletrabajo. Esto causa estrés y buscan ofrecer herramientas para fomentar el bienestar de su personal.

Información básica, herramientas e intercambio

Ejercicio, alimentos, amistades y sueño.

La información que brindo en estos talleres incluye elementos básicos, tales como, nutrición, sueño, deporte o socializar con los amigos. También incluye consejos prácticos para esta situación especial que estamos enfrentando producto del Covid-19. Pero, el valor principal es lograr, durante una hora o dos, crear un espacio en el cual nos escuchamos. En esos minutos las personas se abren y sienten que el problema con sus hijos, con sus parejas o con su madre no es algo solo de ellos. Se comparten experiencias y se apoyan entre sí. Hay que recordar que el soporte social, es decir, el apoyo de la familia, amigos o colegas de trabajo es una vacuna poderosa contra el estrés, así como un mecanismo de alivio para enfrentar eventos negativos.

Cuatro pilares

Una herramienta que suelo presentar está referida a los cuatro pilares: familia, amigos, trabajo y pareja. Estos deben ser pilares de bienestar. Y si uno está mal los otros deben ser puntos de apoyo. No podemos darnos el lujo de tener dos o más pilares como fuentes de problema. Eso nos pasará una factura emocional y física.

Los cuatro pilares para nuestro bienestar

Y es a partir de este esquema que los participantes pueden hacer una breve evaluación de sus pilares de bienestar. Para ello utilizamos la siguiente herramienta:

Con esta matriz puedes evaluar tus pilares de bienestar

Conociendo a nuestros colegas

Pero, lo más valioso, tal como les decía, es la oportunidad de escucharnos. Por lo general, al hablar de teletrabajo y estrés pensamos en las mujeres que tienen roles de madre que deben de compatibilizar con su trabajo, que sin duda es una situación generalizada en nuestra sociedad y frente a la cual debemos de ser sensibles. Este espacio nos permite redescubrir a nuestros colegas. Algunos que cuidan de su madre o padre de edad avanzada; padres que quieren aprovechar el tiempo con sus hijos y se les hace difícil lograrlo por lo que experimentan frustración, personas que deben además estar doblemente alerta por sus condiciones de salud tales como hipertensión, diabetes, migraña u otros. Todas estas situaciones nos hacen ver a nuestros compañeros de trabajo en una dimensión integral que normalmente no percibimos. Darnos este tiempo nos permite tener una mejor disposición para construir un mejor clima laboral.

Separando espacios

Los consejos prácticos no pueden dejar de faltar en este tipo de reuniones. Aprovecho mucho de escuchar las prácticas que los propios participantes ejecutan para enfrentar algunos problemas difíciles. Y resulta aleccionador escucharlas. Tal como decía una persona hoy: “no hay recetas mágicas” pero sí funciona cuidarnos a nosotros mismos para, con ese bienestar, poder cuidar mejor a nuestros colegas y familia.

USAR AUDÍFONOS MÁS VISIBLES AYUDA A QUE VEAN CUANDO NECESITAMOS PRIVACIDAD EN NUESTRO TRABAJO

Un consejo que ofrezco con regularidad es evidenciar cuando no podemos ser interrumpidos. Avisar sobre este horario y usar, por ejemplo, audífonos más grandes ayuda a que sea fácil para nuestros familiares en casa darse cuenta cuando necesitamos privacidad. Pero, del mismo modo que exigimos privacidad para nuestro trabajo, corresponde tener un tiempo para la familia, como puede ser los almuerzos y cenas, o el momento de acostar a los pequeño para quienes tienen hijos menores, o la hora de las cartas para quienes les gusta disfrutar con sus padres de esta actividad.

Finalmente, instalar rutinas saludables ayudará mucho a cuidar y desarrollar nuestro bienestar. Las rutinas harán que nuestro esfuerzo se instale y se normalice. Haga su plan personal.

Fuente de la información e imagen: https://transforma.lamula.pe/

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México: Depresión afecta a estudiantes universitarios durante pandemia

Por: Jennifer Muñiz Y Sharon Jiménez

El coronavirus cambió aceleradamente la forma en que se imparte la educación, ya que la escuela y el hogar se combinan en el mismo espacio tras el cerco epidemiológico que nos confinó en casa desde hace más de un año. Además de los problemas que existen en la educación que reciben aquellos jóvenes con menos recursos, falta de conexión a internet, situaciones familiares y económicas complicadas, tal como nos lo muestra el Informe de Perfil de Estudiante de nuevo ingreso de la UACM del año 2019, existe un problema muy importante: la salud mental de los estudiantes.

 

El impacto psicológico en estudiantes universitarios mexicanos se vio reflejado por la presencia de síntomas como estrés, problemas para dormir, ansiedad y sobre todo depresión.

El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México reveló en mayo de este año que, en la Línea de la Vida, un servicio de atención telefónica para la atención de crisis emocionales, se han atendido 41 mil 412 llamadas entre enero de 2020 y marzo de 2021, todas relacionadas con estados emocionales, tales como ansiedad, depresión, insomnio y tentativa de suicidio. La Línea de la Vida es un servicio dedicado a la atención y promoción de la salud mental, así como a la prevención, recuperación, y rehabilitación de sustancias psicoactivas y emergentes.

El psicólogo Giovanni De La Peña, especialista en estas condiciones de salud, afirma que seguirán aumentando los problemas de salud mental debido a la pandemia de COVID 19.

“Existirán mayores niveles de ansiedad, depresión e ira, las cuales se fueron acumulando en cada persona que estaba en confinamiento, pues no podían expresarlas como suelen hacerlo cotidianamente cuando se podía salir de casa. Si juntamos las noticias catastróficas que día a día se mantuvieron, es posible que afecten a las personas causando mal humor, tristeza, etc.”.

Una de las afectaciones que más se ha intensificado durante esta cuarentena, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la depresión, qué en esta condición psicoafectiva multifactorial, la persona afectada es propensa a cambios emocionales y a sentimientos de tristeza.

Hanna Sánchez

Hanna vive en Iztapalapa y tiene 20 años, y desde que comenzó el confinamiento se encuentra estudiando en línea al igual que muchos estudiantes en el país. Ella narra en entrevista, ha tenido problemas de depresión que ha tenido qué atender “La verdad todo ha sido muy pesado, estoy inscrita a cinco cursos de tres horas cada uno. Si las clases fueran presenciales no tendría ningún problema con eso, pero las condiciones lo hacen bastante difícil. He estado a punto de rendirme y decir: ya basta, me siento deprimida”, dice Hanna.

La depresión de Hana ha intervenido en sus estudios y eso la mantiene preocupada todo el tiempo, y relata que “además de la depresión he sufrido de insomnio, me cuesta mucho dormir, veo el reloj a las tres, cuatro de la mañana, y tengo clases a las siete. No puedo ni levantarme ni concentrarme. Me cuesta mucho estar tranquila porque pienso y pienso, me canso mentalmente. Me estresa mucho que a veces hay temas que no me entran, el semestre pasado abandoné dos cursos, me sentía sin ganas de seguir, ya no hacía tareas ni entraba a clases”.

¿Por qué está afectando tanto la depresión a los universitarios?, De La Peña explica algunas razones que llevan a los estudiantes a sufrir depresión: “las personas somos seres sociales que estamos en constante movimiento, conociendo y aprendiendo, al quitar eso, el estudiante comienza a ser monótono, al grado de llegar al aburrimiento, desesperación y a no sentirse útil. Parte de la vida es tener un propósito o alguna meta que queremos lograr, pero si solo estamos en casa, nadie nos observa, somos seres con necesidades de aceptación por parte de algún grupo con el cual nos sintamos pertenecientes, esto puede afectar a las personas, y si agregamos la presión que genera estudiar en la universidad, se genera depresión, no es un hecho, pero sí un factor que influye”.

El psicólogo recomienda solicitar ayuda profesional en cuanto se muestren síntomas de depresión: “Cuando observamos a alguien que no se quiere levantar de su cama, que todo le aburre y que no encuentra una motivación para seguir con su vida cotidiana, es necesario pedir ayuda profesional, recurrir a especialistas o grupos de ayuda que puedan levantar el ánimo de la persona. No es recomendable tomarlo a la ligera o pensar que solos pueden. El especialista deberá de dar opciones para el tratamiento, por lo general es encontrar motivación o actividades que la persona vuelva a disfrutar dentro de su vida. Hay que recordar que cada persona es diferente y va a necesitar tratamiento de acuerdo con su diagnóstico”.

Desde los canales virtuales de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se proporcionan recursos para atención psicológica gratuita, entre las que destaca la línea telefónica del Centro de Investigaciones en Psicoanálisis y Ciencias Sociales (CEPCIS) para brindar apoyo psicológico a los estudiantes uacemitas, una estrategia convenida por ambas instituciones, que contempla el apoyo de especialistas en salud mental que brindan servicio psicológico de forma gratuita a la comunidad de esa universidad. Para brindar ese servicio, los especialistas del CEPCIS solicitan a los estudiantes un correo con su matrícula y nombre completo.

*Este reportaje fue producido por estudiantes del Taller de Periodismo de Investigación del plantel Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

Fuente: https://desinformemonos.org/depresion-afecta-a-estudiantes-universitarios-durante-pandemia/

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