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Libro:Tecnologías para la transformación de la educación escrito por Francesc Pedró

Santillana / 28-12-2019

El actual director del IESALC UNESCO publicó un libro sobre el impacto de la tecnología en la educación que consideramos de interés para nuestros lectores

Esta es una parte de la introducción del Libro:

«Una de las cuestiones educativas que mayor interés suscita en América Latina es la de los usos de la tecnología. Este interés tiene un reflejo claro en las inversiones en tecnología realizadas en los últimos años para equipar a las escuelas y, en un número importante de países, directamente a cada estudiante, con el objetivo de transformar la enseñanza para hacerla más acorde con las crecientes expectativas sociales y económicas. Se trata, en definitiva, de sentar las bases para que los países de América Latina cuenten con una base de ciudadanos que sepan cómo aprovechar las oportunidades de la sociedad del conocimiento y contribuyan como trabajadores al desarrollo económico de su comunidad y de su país. En este nuevo contexto globalizado, las competencias, empezando por las digitales, constituyen una nueva forma de capital de los individuos y de los países. Los gobernantes, pero también un número creciente de familias, son perfectamente conscientes de estos retos sociales y económicos y esperan que la modernización de la educación escolar contribuya a mejorar las oportunidades de las jóvenes generaciones, en buena medida gracias a un uso apropiado de la tecnología. Al tiempo, el acceso a la tecnología se está universalizando entre los jóvenes a un ritmo extremadamente rápido, lo cual influye también en sus expectativas, y en la de sus familias, acerca de la educación que esperan recibir. Ha habido en este sentido numerosos estudios e investigaciones que en los últimos años han analizado las políticas tecnológicas en educación en América Latina, particularmente desde la perspectiva de la equidad (Lugo, 2010; SITEAL, 2014; UNESCO, 2012, 2013; Vacchieri, 2013). Estos trabajos de análisis son y seguirán siendo muy importantes para diseñar mejores políticas que contribuyan decisivamente a facilitar las condiciones de 1 8 1 Introducción acceso a la tecnología en las escuelas, así como las competencias docentes. En cambio, son muy pocos los intentos de documentar y analizar las prácticas educativas con tecnologías que se traduzcan en mejoras significativas de los procesos y de los resultados de los aprendizajes y, en definitiva, que contribuyan a transformar la educación. Esto es precisamente lo que este documento intenta hacer, siguiendo la estela de varios trabajos previos igualmente auspiciados por la Fundación Santillana y, en particular, el publicado en 2012 bajo el título de Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué (Pedró, 2012b)».

A continuación les dejamos el enlace para ver o descargar el libro

Tecnologias-para-la-transformacion-de-la-educacion

 

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Entrevista a José Antonio Marina: “La tecnología está creando una pasividad peligrosa”

Entrevista/Autora: Elisa Silió/El país

El pensador denuncia «un empobrecimiento intelectual absoluto y dramático» por el mal uso del móvil

El filósofo y pedagogo José Antonio Marina (Toledo, 1939) cree que se está extendiendo una “idea destructiva”: ¿para qué lo voy a aprender si lo puedo encontrar en Internet? Él contesta con una diapositiva de las cuatro ecuaciones del campo electromagnético de Maxwel: ¿Las entendéis? Cree que hay que reivindicar el conocimiento y ha escrito un libro, Historia visual de la inteligencia (Conecta), en el que con textos, mapas mentales y jeroglíficos repasa la historia de la humanidad hasta la inteligencia artificial.

Pregunta. Los nórdicos invierten mucho en educación infantil porque el cerebro se forma entonces. ¿Deberíamos poner más fondos?

Respuesta. Es importante porque en la primera infancia, hasta los siete u ocho años, el cerebro es extraordinariamente plástico y se establecen las conexiones neuronales. Pero uno de los descubrimientos más sorprendentes de la neurología, ya hace 15 años, es que hay una segunda época dorada del aprendizaje, en la que se rediseña el cerebro con un tipo nuevo de neuroplasticidad, entre los 13 y los 18 años. Cambia la anatomía del cerebro, los grandes hábitos se implantan mejor y podemos corregir fallos educativos.

P. De modo que no se puede descuidar a los adolescentes.

R. El niño tiene que aprender a organizarse en el mundo al que ha venido y el adolescente aprender porque se va a emancipar. Siempre hacemos responsables a las hormonas de las alteraciones en la adolescencia, pero también está cambiando la forma de funcionar el cerebro. Hay que aprovechar esta capacidad.

P. Se les reprocha tener déficit de atención, de hecho, las clases son más cortas (50 minutos).

R. Hasta un 12% de los alumnos tienen problemas de atención. Lo vimos en la Escuela de Padres. El uso de móviles está dificultando la atención voluntaria. Al mirarlo y volver a la tarea podemos perder hasta el 40% de la información que manejábamos. Es una especie de hacer y deshacer. Un síndrome compulsivo, si no miran la pantalla cada tres o cuatro minutos empiezan a sentir una especie de angustia. Eso es un disparate completo. Ese trajín puede ser de 300 o 400 veces al día. Hay mucha gente que no es nativa digital y empieza ahora por el móvil a tener dificultades para leer un texto medianamente largo. Eso es un empobrecimiento intelectual absoluto y dramático.

P. ¿Habría que hacer como en Silicon Valley que prohíben el móvil a las cuidadoras?

R. En mi libro se cuenta cómo la tecnología está haciendo las cosas tan fáciles que empieza a resultar casi insoportable hacer un pequeño esfuerzo. Queremos que una aplicación lo resuelva todo. Al final se crea una pasividad que es peligrosa. No hay que ser solo bueno técnicamente sino crítico.

P. El 85% de los trabajos de 2030 no se han inventado, según el informe Dell Technologies. ¿Estamos preparados?

R. En 2040 o 2050 no solo habrá cambios en los trabajos, sino desembarco de sistemas potentísimos de inteligencia artificial, de microimplantes neurológicos, de drogas de la memoria o de avances genéticos, aunque estos más lentos. Y hay compañías informáticas —en especial Google— preparadas para hacerse con el talento con programas educativos muy potentes, mientras que en el mundo de la educación no estamos reaccionando. Este libro aborda cómo el mundo de la inteligencia artificial maneja muy bien la parte cognitiva pero no la parte emocional, que es la que nos lleva a tomar decisiones.

P. Canarias imparte la materia Educación Emocional.

R. La asignatura se queda corta. No podemos decirles a los alumnos cómo resolver los problemas que tendrán, pero sí proporcionarles recursos para ser rápidos en aprender, tenaces, optimistas… Tienen que saber gestionar las emociones, sobreponerse al fracaso, disfrutar de las cosas buenas, saber elegir las metas, saber centrar la atención… La rapidez en el aprendizaje es lo que nos ha definido como especie y por tanto es el núcleo de lo que somos.

P. Usted se pregunta por qué si somos tan inteligentes hacemos tantas tonterías.

R. Por ejemplo, en Reino Unido se plantean que el Brexit va a ser malo para ellos y la Unión Europea. La psicología estudia la inteligencia como si fuese una facultad individual, pero se da en un entorno social que la favorece o la destruye. Con el nacionalismo hay que plantearse si se están tomando decisiones inteligentes o entregando emociones que no se sabe bien adónde conducen. Y todo esto es teoría y práctica de la inteligencia y la educación.

P.  Distintos informes manifiestan que los alumnos no practican el “mens sana in corpore sano”. ¿Es grave?

R. Educación Física es una asignatura que en España metemos de clavo y con poco tiempo cuando el ejercicio es el gran protector el cerebro. Por eso la gente mayor debe ejercitarse más físicamente que intelectualmente. Y, si el deporte es reglado, a los niños les organiza mucho la conducta y es un antídoto contra la obesidad, la droga o el alcohol. Además, deberíamos dar más protagonismo a los profesores de Educación Física y Teatro, porque tienen un acceso —sobre todo en secundaria— a los alumnos diferente. Nadie en en la cancha discute que el entrenador sabe cómo se juega y quienes son los jugadores.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/10/29/actualidad/1572364902_758721.html

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Entrevista a Anthony Salcito: “Necesitamos profesores que no se sientan empequeñecidos por la tecnología”

Entrevista/10 Octubre 2019/Autor: Nacho Meneses/El país

Anthony Salcito, vicepresidente de Microsoft Education, conversa sobre las posibilidades que la tecnología tiene en las escuelas y su rol en la educación del futuro

Vivimos rodeados de tecnología. De los móviles de última generación, las televisiones 5K y las plataformas de streaming a la realidad mixta, la inteligencia artificial (IA), la tecnología blockchain o el aprendizaje automático, por citar unos pocos ejemplos. Unos nacen ciudadanos digitales y los demás, poco a poco, nos hemos convertido en ellos. Y en este mundo digitalizado e hiperconectado, donde la información es oro pero no es oro todo lo que reluce, resulta imperativo que las instituciones educativas se esfuercen en preparar a los futuros líderes de acuerdo con esta nueva realidad. Hablamos del papel de la tecnología en el mundo educativo con Anthony Salcito, vicepresidente mundial de Microsoft Education.

Pregunta. ¿Cómo contribuyen tecnologías como la IA o el aprendizaje automático a la forma en que aprenden los estudiantes?

Respuesta. El impacto de la tecnología en el mundo, la economía y las nuevas dinámicas de trabajo hacen que los estudiantes deban prepararse para ello, independientemente del rol académico que juegue la inteligencia artificial. También las instituciones educativas, que poseen una gran variedad de datos infrautilizados e inefectivos. Una de las cosas que hará la IA es liberar esa información para que aporte comprensión acerca del progreso de los estudiantes, les ofrezca una experiencia más inmersiva y ayude a personalizar el recorrido de su aprendizaje.

No obstante, he aprendido que, en las escuelas, lo que verdaderamente importa es la gente. Una buena escuela lo es por sus líderes, por su atmósfera y su energía. No depende ni de sus libros, ni de las paredes, los edificios o la tecnología. Y eso es algo de lo que mucha gente no se da cuenta.

P. ¿Qué aplicaciones prácticas tiene ya la IA en el aprendizaje?

R. Es necesario entender el progreso de un estudiante, saber dónde pasan el tiempo, y cómo traer el contenido apropiado al estudiante adecuado, basándome en su historial de aprendizaje, su evolución en clase, sus aspiraciones profesionales y quizás incluso sus necesidades físicas de accesibilidad. Esta es la clase de cosas con las que la IA puede ayudar inmediatamente. Ya existen proyectos como bibliotecas de aprendizaje a las que podemos incorporar inteligencia, indexar su contenido, identificar patrones, etcétera…

También ayuda con la captura de lecciones en las universidades: esos archivos de vídeo a menudo no se utilizarán como referencia mucho más allá de la semana siguiente a la clase. La IA entiende lo que se dijo [en esa lección] a través del reconocimiento de voz, puede traducirlo a múltiples idiomas, ver lo que había en el aula y ser capaz de realizar búsquedas de ello. Posibilita el buscar algo que se ha mencionado en un curso, y que no estaba etiquetado en ninguna parte. El poder de la IA da vida a los activos y moderniza la experiencia del aprendizaje. En Microsoft 365, por ejemplo, tenemos Stream. Cuando se sube un vídeo a esta herramienta, la información puede buscarse a través de la voz, lo que estaba escrito o aparecía en la presentación de Power Point… Así, adquiere un valor que amplificará enormemente su impacto en el estudio.

P. ¿Es posible conseguir que la tecnología esté verdaderamente al alcance de todos?

R. Es necesario que el acceso a la tecnología sea un derecho, y no un privilegio, para todos los estudiantes del planeta. Por eso tenemos que hacer cosas como ofrecer nuestros productos gratis, como Microsoft 365, que está disponible para las escuelas e instituciones que quieran utilizarlas, y ofrecérselas a los estudiantes.

Pero también requiere que trabajemos en la infraestructura, y en mejorar aspectos como la conectividad en zonas remotas del mundo. Trabajamos con proveedores de televisión locales en los llamados “espacios blancos de televisión”, de manera que se aproveche los huecos en las ondas entre canales de televisión para ofrecer una conectividad que, sin llegar a ser wi-fi, no requiere de nuevas infraestructuras, sino que se aprovecha la ya existente. Y luego, llevar dispositivos low cost apropiados para las escuelas. Y por supuesto, hay que animar a los gobiernos para que entiendan que una inversión en educación y en tecnología es inclusiva y es una inversión en la estabilidad económica del país.

También tenemos que desarrollar tecnología que funcione bien offline. Hay muchas escuelas que ya usan núcleos (hubs) parecidos a discos duros con una baja conectividad a Internet, que pueden refrescarse cada día, y guardan contenido, páginas web e incluso la colaboración que tiene lugar en el aula, y refrescan todo al final del día, cuando los alumnos no están en la escuela y se reduce el ancho de banda. Durante el día, tienes la sensación de que estás online, pero en realidad no lo estás; estás usando esa baja conectividad que llega a la escuela a través de ese núcleo educativo. Es muy poco costoso.

P. ¿Puede la tecnología ayudar con la accesibilidad y la inclusividad de los estudiantes?

R. Ciertamente. Un buen ejemplo es el trabajo realizado con una plataforma llamada El Lector Inmersivo, que comenzó con OneNote para abordar la dislexia y la disgrafia. Nuestros ingenieros, utilizando IA y el conocimiento de palabras, construyeron una plataforma para procesar las palabras de un idioma, incluso desde una imagen que he tomado con mi teléfono y que he copiado en una herramienta como OneNote. De ahí, es posible obtener una imagen limpia solamente con el texto, pero también traducirlo a otros idiomas, escucharlo o incluso, pasando el cursor por encima de una palabra, obtener una imagen de lo que significa dicho término. Microsoft ha abierto el API del lector inmersivo para que universidades e instituciones lo puedan integrar en sus propias apps con solo unos pocos clicks.

P. Motivar a los estudiantes sigue siendo todo un desafío…

R. Mi preocupación por la falta de ilusión de los estudiantes es muy reducida, porque yo veo estudiantes increíbles con unas ganas tremendas de triunfar. Los problemas de motivación que hay son más un reflejo de los cambios sistémicos que pueden hacerse. ¿El aprendizaje tiene un propósito? ¿Sienten los estudiantes sienten que lo que están aprendiendo contribuye de una manera significativa a las habilidades que necesitarán en el futuro? ¿El aprendizaje está conectado con la voz de los alumnos? ¿Pueden compartir sus ideas, independientemente del lugar que ocupen en el tejido social de la escuela? ¿Ven estos estudiantes reflejadas sus ideas y sus pasiones en la labor que realizan en el aula?

Muchos estudiantes desmotivados sufren porque no tienen voz y se sienten desconectados de lo que están aprendiendo. No se les ha personalizado de ninguna manera, ni en base a sus necesidades ni a su evolución. Pero esto tiene una solución. Un ejemplo de ello es Flipgrid, una plataforma para dar voz al estudiante de una manera segura. Por ejemplo: el profesor puede, a final de una lección, darles a sus alumnos la tarea de grabarse un par de minutos, en su móvil o en el portátil, hablando del tema de clase. Los estudiantes comparten su opinión y pueden felicitar a otros compañeros por sus posts… Y tú has creado un ambiente fantástico donde todo el mundo opina todos comparten y todos están conectados, aprendiendo los unos de los otros. Y también puedes conseguir que un estudiante que es tímido en el contexto del aula comparta aquí su opinión.

Cuando conectas a los estudiantes y desencadenas su pasión por devolverle a la comunidad parte de lo que está recibiendo y por hacer del mundo un lugar mejor, también desencadenas su rigor académico y su progresión. En ese sentido, Microsoft se ha alineado con organizaciones como WE, una plataforma global para ayudar a los estudiantes a hacer cosas buenas por todo el mundo. Y hemos visto que estos estudiantes están más motivados para aplicar lo que aprenden en Matemáticas o Ciencias a estas iniciativas, y se toman más en serio sus propias habilidades y su carrera.

P. Innovar no siempre es fácil cuando hay tanto contenido que cubrir, y tantos exámenes que hacer…

R. El paisaje laboral ha cambiado de un mundo de tareas y producción a otro de creatividad, liderazgo y colaboración. Con este tejido, y nuestro acceso a la tecnología, ¿montaríamos ahora el mismo marco de evaluación que tenemos la mayoría de las escuelas? No lo creo. Los cimientos han de centrarse en desarrollar habilidades vitales que ayuden a los estudiantes a aplicar lo que aprenden de una manera más significativa. ¿Sabrán utilizar sus habilidades más allá de su vida digital, para solventar problemas en el mundo real?

No queremos minusvalorar el valor de la Historia, las Matemáticas, las Ciencias, pero necesitan estar en contexto con estas otras disciplinas. Por ejemplo, en Historia podemos hablar de líderes que admiras, y al leer un pasaje en el libro, pensar qué hay en las decisiones de este líder que le conecten contigo como líder. Nos sirve para desarrollar habilidades como la toma de decisiones o comprender los rasgos del liderazgo mientras navegamos por la historia. Son habilidades que nos servirán para la lección o el curso siguientes, aprenderemos mejor el contenido y nos ayudará a rendir mejor en los exámenes.

P. En este contexto de cambio, la tendencia es convertir al alumno en el centro del proceso de aprendizaje.

R. Y eso es bueno. Cuando participé en las jornadas EnlightEd [la semana pasada, en Madrid], reflexioné sobre el eslogan: “Reinventando la educación en un mundo digital”. Lo que me da miedo es que muchos profesores temen una afirmación como esa, la noción de reinventar la educación es un desafío y a veces no es bien recibida. Porque, para empezar, la reinvención que nos debería de importar ya ha tenido lugar, mayormente.

Usamos recursos digitales, hay una enorme cantidad de contenidos al alcance de la mano, aprendemos con otros, colaborando y compartiendo ideas… Participamos en el mundo de una manera diferente. La manera en que procesamos información, en que aprendemos, está cambiando; el mundo laboral para el que nos preparamos, y las competencias necesarias, ya han cambiado. Así que lo que tienen que hacer las instituciones educativas es pensar cómo adaptar su propósito y su misión a esa realidad, a ese mundo laboral al que se incorporarán los estudiantes, con las competencias que serán necesarias. Y, ciertamente, los alumnos deben estar en el centro de este proceso.

Pero el rol de un educador nunca ha sido más importante que ahora, porque el rango de habilidades que se necesitan es ahora más amplio, y hay una mayor necesidad de profesores innovadores. Se necesitan profesores que no piensen que están siendo empequeñecidos por la tecnología o por el nuevo foco en el estudiante, ya que de hecho aumenta su impacto.

P. ¿Son estas herramientas especialmente productivas en un entorno de educación superior?

R. Se pueden hacer cosas fabulosas si incorporamos todas estas herramientas a la clase. Se puede usar Teams, crear entornos colaborativos con herramientas como Microsoft Forms, grabar las lecciones y cargarlas en Stream e incluso trabajar con Microsoft Flow, que usa el poder de la inteligencia artificial y de la conexión de datos para ayudar al docente y a los alumnos a tomar decisiones, personalizando el recorrido educativo de forma que puedan explorar y buscar información por su cuenta, obtener comentarios en tiempo real…

También me preocupa la realidad de los datos, y que estos estén infrautilizados o que no se recopile la suficiente información relevante. Por ejemplo: cuando los estudiantes empiezan tercero de primaria, la profesora sabe muy poco acerca de los estudiantes a los que está enseñando, y por su parte los estudiantes tampoco saben casi nada de la nueva profesora, y a menudo la tienen algo de miedo. Y el último día de clase, cuando se despiden, están llorando, la profesora está llorando… Se quieren y están conectados. Entonces los chicos van a cuarto curso y sucede exactamente lo mismo otra vez.

¿Cómo conseguir una visión completa del estudiante? ¿Y cómo equilibramos el poder de la IA para personalizar esta experiencia para los estudiantes, los padres y los educadores más eficientemente?

P. Sin la financiación adecuada, resulta difícil incorporar todos estos beneficios tecnológicos…

R. Hay muchas herramientas gratuitas disponibles. Hay una cierta inversión necesaria en hardware y ancho de banda, y luego existen recursos digitales gratuitos. Pero lo más importante, y a menudo el mayor gasto, es el de la formación del profesorado de cada institución, para que los profesores estén preparados para usar todos estos materiales. En Microsoft tenemos una comunidad de educadores muy activa, y cientos de cursos para ayudar a los profesores a aprender a usar tecnología, no solo para usar nuestros productos sino para pensar de manera tecnológica en las aulas; programaciones y conexiones disponibles, e incluso visitas virtuales a museos y científicos de todo el mundo a través de herramientas como Teams y Skype… Y la comunidad de educadores puede ayudar a superar ese desfase tecnológico. Instituciones, gobiernos y escuelas necesitan invertir en formación continua para los educadores, y las empresas deben desarrollar recursos para que esto sea más fácil.

P. Más allá de la IA, ya aparecen otras tecnologías como la realidad virtual, aumentada o mixta. ¿Qué uso tienen en educación?

R. Bueno, ya se están usando hoy. El estudiante ya puede ver objetos tridimensionales en el mundo real en un portátil, o gracias a visores de realidad virtual u otros como los Hololens, de realidad aumentada. Con ellos, además de tener objetos y experiencias con las que interactuar, se puede trabajar en un proyecto colaborativamente, porque podemos vernos todos, y también el mundo en el que estamos colaborando. Son experiencias digitales increíbles; y estas cosas seguirán mejorando y mejorando. La realidad aumentada ya está aquí, ya sea jugando al Pokemon Go en el móvil y explorando parques y monumentos naturales de una manera digital en el mundo físico, o las herramientas que necesitaremos para ayudar con la ceguera o la sordera. Y, finalmente, la llegada de la computación cuántica, que cambiará de forma fundamental lo que es posible hacer con la escala, el alcance y el poder de procesamiento de la tecnología. Todas estas áreas cambiarán el futuro de forma significativa.

Fuente e imagen: https://elpais.com/economia/2019/10/08/actualidad/1570543145_700794.html

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China mejora infraestructura de educación en línea

Asia/China/03 Octubre 2019/Spanish.xinhua

China está redoblando sus esfuerzos en la construcción de su infraestructura para la educación en línea, según un documento publicado conjuntamente por el Ministerio de Educación y otras entidades.

El texto indica que China promoverá el uso de la tecnología informática moderna, incluidos la internet, los macrodatos y la inteligencia artificial, en la educación en línea.

El país construirá una red especial de educación en línea a un ritmo más acelerado, y se espera que para 2022 todas las escuelas tengan acceso estable y de alta velocidad a internet, afirma el documento.

Asimismo, las autoridades harán mayores esfuerzos en el intercambio de información y la protección de los derechos de los consumidores en el sector de la educación en línea, agrega.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-10/02/c_138444498.htm

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España: Inteligencia Artificial para un aprendizaje personalizado efectivo

Europa/España/24-09-2019/EDUCACIÓN 3.0/www.educaciontrespuntocero.com

El uso de la Inteligencia Artificial en el entorno educativo permite, entre otros, introducir el aprendizaje personalizado en el aula. Marta Cervera Moliner, directora Comercial de Snappet en España, comparte algunas consideraciones que ayudarán a integrarlo con éxito.

El aprendizaje personalizado es un enfoque educativo que busca adaptar el ‘qué’ y el ‘cómo’ aprende cada estudiante a su ritmo. Este tipo de modelo es una manera de entender la educación que requiere ciertas estrategias que consisten en prestar especial atención y tener un registro de los conocimientos previos, las necesidades, las capacidades, las percepciones del alumnado durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Paso a paso

Como en cualquier otro modelo educativo, el profesor debe preguntarse si es realmente efectiva su implementación y cómo llevarlo a cabo en su aula. Los estudios realizados al respecto remarcan estos puntos a modo de características:

Snappet
  • Análisis inicial: determinar el conocimiento previo de los estudiantes respecto al concepto que deben aprender, además de mostrarles de manera gráfica los objetivos que se esperan conseguir.
  • Objetivos de aprendizaje: claros y adaptados al nivel inicial del alumnado.
  • Descubrir los perfiles de interacción de los estudiantes con la materia y determinar las posibles vías de personalización de las actividades y tareas.
  • Evaluación formativa continua.

Aunque el aprendizaje personalizado tiene ventajas, su aplicación al aula no es tan simple debido al número de alumnos por clases o las limitaciones horarias. ¿Qué datos se pueden recoger para llevar a cabo las acciones? ¿Nos guiamos por hechos o por percepciones? ¿Hay tiempo material de tener un registro de alumnos en el aula? En todas estas cuestiones la tecnología puede ayudar al docente.

Ritmo adaptado

En clases numerosas, tradicionalmente ha sido necesario forzar a todo el grupo a seguir un ritmo determinado: estudiantes que no llegan y que pasan a conceptos nuevos sin haber interiorizado los anteriores o, por el contrario, alumnos que requieren menos tiempo para consolidar un aprendizaje y hay que forzarles a un ritmo más lento con la pérdida de motivación que eso conlleva. La solución la podemos encontrar en la tecnología adaptativa y la Inteligencia Artificial.

La investigación realizada sobre las mejores prácticas y casos de éxito en la implementación del aprendizaje personalizado indica que la gran mayoría de centros escolares que han apostado por este enfoque, han incluido en su abanico de herramientas plataformas con contenido adaptativo como Snappet.

El concepto es simple y complejo a la vez: la plataforma ‘aprende’ del alumno a medida que interactúa con ella y le redirige hacia tareas acordes a su nivel. A la vez, informa al profesor en tiempo real sobre el progreso de cada uno de sus estudiantes  facilitando la recopilación de datos para poder tomar decisiones informadas. Ello permite al docente ir decidiendo qué estrategias usa para cada caso y, de esta manera, personalizar el aprendizaje.

Fuente e imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/inteligencia-artificial-aprendizaje-personalizado/114668.html

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Huawei invita a estudiantes latinoamericanos a China en programa “Semillas para el Futuro”.

Asia/China/spanish.xinhuanet

Un total de 30 universitarios de México, República Dominicana y Jamaica llegaron a Beijing el sábado pasado para iniciar su participación en el programa «Semillas para el Futuro», con el que el gigante tecnológico chino Huawei busca difundir sus conocimientos y experiencia a fin de que puedan ser aplicados en el resto del mundo.

Durante dos semanas, los jóvenes estarán en Beijing y Shenzhen, donde se encuentra la sede de la compañía, para aprender no solo sobre Huawei y sobre tecnología, sino también sobre la cultura del país asiático.

Un estudiante del Programa “Semillas para el Futuro” aprende a preparar “yuebing”, o tortas de la Luna. (Xinhua/Xu Yongzheng)

«El programa ‘Semillas para el Futuro’ de Huawei es muy importante, porque permite a los jóvenes familiarizarse con los grandes avances tecnológicos que ha logrado China», afirmó el embajador mexicano en China, José Luis Bernal, en la ceremonia de lanzamiento de la edición 2019 del programa, que ya cumple 11 años y contempla traer al país a un total de 160 estudiantes de 16 países latinoamericanos en este año.

Como un importante proyecto de responsabilidad social corporativa global de Huawei, «Semillas para el Futuro» tiene como objetivo ayudar a los talentos locales en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), promover la transferencia de conocimiento, aumentar la conciencia e interés en las TIC, y alentar a los diferentes países y regiones a participar en el establecimiento de comunidades digitales.

Jordan Madden, estudiante jamaiquino, habla con Xinhua durante el lanzamiento del Programa “Semillas para el Futuro” de Huawei. (Xinhua/Xu Yongzheng)

Jordan Madden, estudiante jamaiquino de la Universidad de las Indias Occidentales y participante en el programa, dijo a Xinhua que además de tener la oportunidad de conocer China, está muy entusiasmado con la posibilidad de aprendizaje que este viaje representa para él. «Desde que llegué aquí, con solo caminar por Beijing ya he podido ver las tecnologías que utilizan, como la tecnología de detección facial y los autobuses eléctricos. Esas cosas me han dado muchas ideas que espero poder llevar a Jamaica», comentó.

«Sin semillas, no hay comida. Huawei, como sabemos, es una marca líder, que está plantando la semilla para los estudiantes y también para nuestro país», dijo, por su parte, la ministra consejera de la embajada de Jamaica en China, Cherett Campbell.

«Lo que los estudiantes llevarán a Jamaica es, en tiempo real, experiencia de primera mano de lo que es China, que no se basa en rumores, ni en las redes sociales, ni en la televisión», señaló Campbell, quien además manifestó su esperanza de que los jóvenes participantes sigan trabajando duro, y se sientan confiados a la hora de presentar la China que están experimentando a otras personas.

Miguel Matos, estudiante dominicano, habla con Xinhua durante el lanzamiento del Programa “Semillas para el Futuro” de Huawei. (Xinhua/Xu Yongzheng)

«La forma en que Huawei trata de hacer crecer a los estudiantes — ‘semillas’, como lo llaman, — es muy buena para nosotros», dijo, a su vez, Miguel Matos, estudiante dominicano de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. «En el futuro, será una gran oportunidad si pudiera ingresar a Huawei, porque es una empresa internacional que invierte mucho en investigación, y me gusta mucho, porque podemos impulsar un poco más el conocimiento del mundo y de la humanidad», añadió.

«Hay infinitas posibilidades para las ‘semillas futuras’, espero que ustedes puedan aprender de este proyecto y contribuir al desarrollo de la tecnología de la información en sus países», dijo Zhang Ruijun, vicepresidente para América Latina de Huawei, en su intervención ante los estudiantes.

Para el final de 2018, el programa «Semillas para el Futuro» había llegado a 108 países y regiones, beneficiando más de 30.000 estudiantes de más de 400 universidades de todo el mundo. De ellos, más de 4.700, aquellos más destacados, fueron traídos a conocer y estudiar en la sede de Huawei.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2019-09/13/c_138389519.htm

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España: La inteligencia artificial reducirá los suspensos y el abandono en la universidad.

Europa/España/abc

El alumno tendrá un mentor inteligente que le acompañará durante el curso, le animará y le recomendará qué y cómo estudiar.

La Inteligencia Artificial (IA) permitirá en un futuro recomendar a cada persona cuáles son los estudios que mejor se adecúan a sus capacidades, gustos y proyección laboral, avisarle cuándo corre riesgo de suspender una asignatura y detectar un posible abandono antes de que ocurra, entre otras muchas cosas. «Todo esto permitirá reducir los suspensos y la tasa de abandono de la universidad», explica David Bañeres, investigador del grupo Systems, Software and Models Research Lab (SOM Research Lab) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), así como del eLearn Center (eLC), ambos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

«El uso inteligente de los datos va a facilitar una educación exclusiva para cada persona», explica David Bañeres, que actualmente trabaja en un proyecto del eLC para desarrollar un tutor inteligente que atienda a los alumnos de la UOC las 24 horas de cada día de la semana. Este proyecto se enmarca dentro del programa Soul University, que este centro de investigación está diseñando para implantar la inteligencia artificial en la universidad durante los próximos diez años.

«Hasta hace poco las universidades no disponían de suficientes datos, sobre todo las presenciales, por lo que la aplicación de la inteligencia artificial se está introduciendo de forma más lenta que en otros sectores», explica Bañeres, quien, sin embargo, cree que ya estamos preparados para afrontar grandes retos de IA en la educación superior. Para el experto, saber utilizar estos datos en provecho del estudiante es fundamental para ayudarle durante toda su trayectoria académica.

Ya hay ejemplos de cómo la analítica de aprendizaje («learning analytics») mejora las notas de los estudiantes universitarios y reduce la tasa de abandono. En la universidad norteamericana Purdue, en Indiana, llevan años permitiendo a los profesores utilizar los datos de los alumnos para dar notificaciones en tiempo real y resolver los problemas académicos que puedan tener los primeros. Tras la implantación del proyecto, se detectó un incremento de las notas de excelente hasta el 13,84 %, una reducción de las de aprobado hasta el 9,38 % y los suspensos cayeron hasta el 9,40 %.

Educación exclusiva para cada estudiante

La inteligencia artificial va a permitir predecir qué materias completan el currículo de los estudiantes, cuáles son sus habilidades, qué asignaturas deben cursar para llegar a los objetivos que tienen, etc., y, en consecuencia, «se podrá ofrecer un aprendizaje más personalizado, casi diría que exclusivo, para cada uno», dice Bañeres. Y va a aplicarse fundamentalmente en tres niveles, según el investigador.

El primer nivel de aplicación comienza cuando el estudiante se informa sobre las opciones formativas. En ese momento, según su perfil y los datos de otros estudiantes recopilados por la IA, recibirá recomendaciones sobre qué grados, másteres y/o cursos son los más aconsejables para él. El segundo nivel de intervención se da en el campus, donde la gestión de datos permitirá proponer cuántas y qué asignaturas se deberían estudiar para asegurarse el aprobado. Y por último, el tercer nivel se da en cada curso y asignatura: «La inteligencia artificial puede responder automáticamente a las preguntas que hacen los estudiantes sobre la materia y, además, en función de cómo se va desarrollando la asignatura, proponer recomendaciones que los ayuden a estudiar», explica Bañeres.

La idea es que la persona esté asistida en todo momento. Su «tutor» también podrá, además de todo lo comentado, «hacer un acompañamiento emocional o planificar el tiempo de estudio del alumno», comenta Guillem Garcia Brustenga, director de Análisis de Tendencias del eLearn Center. Este «mentor» educativo acompañará y ayudará al estudiante en todo su viaje académico, desde las primeras cuestiones administrativas cuando accede a la universidad hasta la matriculación y, finalmente, la titulación. E incluso, entonces, su «trabajo» no termina, ya que puede permanecer «dormido» hasta que el estudiante decida volver a estudiar o incluso «a ponerse en contacto con él» para que le recomiende nueva formación académica para mejorar su currículo, adaptarse a nuevos entornos laborales, etc.

¿Y qué margen queda para el error? ¿Qué pasa si la inteligencia artificial se equivoca? «Está claro que son recomendaciones y así hay que tomarlo», responde Bañeres. Es el estudiante el que sabe si este trimestre ha empezado una relación personal que va limitar su tiempo de estudio, si tiene un familiar enfermo al que cuidar, etc. «Las máquinas se pueden equivocar, por supuesto, pero es cierto que la recopilación de datos personales y estadísticos permitirá hacer recomendaciones muy acertadas, tal y como se hacen en otros sectores no académicos», aclara.

¿Mi tutor será un chatbot?

«Cómo se aplicará esta IA no es tan relevante», explica el investigador. «Si las recomendaciones las hace un tutor virtual mediante un chatbot, estupendo. Si al estudiante le gusta más que se haga por medio de mensajes y notificaciones en su correo electrónico, en sus redes sociales, etc., también», explica Bañeres. Para el experto, los chatbots están de moda, pero lo importante no es el cómo, sino que los mensajes, las recomendaciones y las respuestas a las dudas del estudiante lleguen: «Ya se verá cómo va evolucionando. Ahora mismo el chatbot es la fórmula que más se está utilizando, pero no sabemos qué otras opciones se inventarán en el futuro».

Lo importante es la creación de un tutor educativo que ayude al estudiante, que también «será un asistente para el profesor», tal y como explica García Brustenga. «Lo podemos imaginar como una aplicación en el móvil con acceso por chat de texto o de voz (como Alexa o Siri)», añade. Además, será ubicuo, dará soporteen cualquier lugar y en cualquier momento y «se podrá mantener activo más allá de un curso completo», comenta para finalizar.

Fueten e imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-inteligencia-artificial-reducira-suspensos-y-abandono-universidad-201909121420_noticia.html

 

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