Page 1 of 3
1 2 3

Por educación de las niñas en Afganistán, talibanes se reúnen con emisario del Reino Unido

Por: Semana.com

La educación de las niñas bajo el régimen talibán está siendo materia de estudio de parte del Reino Unido, y en Afganistán están dispuestos a ceder con tal de abrirse al mundo.

Líderes talibanes se reunieron este martes en Kabul con un emisario del Reino Unido, en momentos en que el nuevo régimen busca desesperadamente romper su aislamiento diplomático y tranquilizar a la comunidad internacional, sobre todo en cuanto a la educación de las niñas.

Hasta ahora ningún país ha reconocido al nuevo régimen islamista, que tomó el poder en Afganistán hace 50 días. Pero ante el temor de que estalle una grave crisis humanitaria en ese país, totalmente dependiente de la ayuda internacional tras 20 años de guerra, se multiplican las maniobras diplomáticas para intentar encontrar compromisos.

El enviado del Reino Unido para Afganistán, Simon Gass, se reunió con dos altos responsables talibanes, el ministro de Relaciones Exteriores, Amir Khan Muttaqi, y el viceprimer ministro Abdul Ghani Baradar, señaló el Foreign Office en un comunicado.

Abordaron “la crisis humanitaria en Afganistán, la manera de impedir que el país vuelva a convertirse en un foco del terrorismo internacional y la necesidad de permitir a los afganos y a los extranjeros partir del país si lo desean”, señaló la cancillería británica.

Un estudiante se sienta dentro de un aula después de que las universidades privadas reabrieran en Kabul el 6 de septiembre de 2021. - Las mujeres que asisten a universidades privadas afganas deben usar una bata abaya y un niqab que cubra la mayor parte de la cara, han ordenado los talibanes, y las clases deben estar segregadas por sexo - - o al menos dividido por una cortina. (Foto de Aamir QURESHI / AFP)Las mujeres que asisten a universidades privadas afganas deben usar una bata abaya y un niqab que cubra la mayor parte de la cara, han ordenado los talibanes, y las clases deben estar segregadas por sexo – – o al menos dividido por una cortina. (Foto de Aamir QURESHI / AFP) – Foto: AFP

El portavoz del ministerio afgano de Relaciones Exteriores, Abdul Qahar Balkhi, publicó tuits y fotos de la reunión en la que, dijo, se llevaron a cabo “discusiones detalladas sobre la reactivación de las relaciones diplomáticas bilaterales”.

El Foreign Office fue mucho más prudente y señaló que durante las conversaciones se habló también del “trato a las minorías, y de los derechos de las mujeres y las niñas”. Los occidentales condicionaron cualquier relación duradera con los talibanes al respeto de los derechos de las mujeres. Hasta ahora, los talibanes han hecho algunos gestos, pero mínimos.

En la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, las niñas pudieron regresar a algunas escuelas, anunciaron el martes un responsable afgano y profesores, pero esta medida no se aplica al resto del país.

Un portavoz del movimiento publicó un video de decenas de niñas regresando a las aulas. La mayoría de ellas llevaban el uniforme escolar tradicional de las niñas afganas, una larga túnica negra y un pañuelo blanco en la cabeza, pero otras iban vestidas con un niqab negro. En las imágenes se las ve sentadas en bancas, agitando la bandera de los talibanes. Varios profesores y directores confirmaron a la AFP la reapertura de varias escuelas de la región.

A Taliban fighter walks past a beauty salon with images of women defaced using spray paint in Shar-e-Naw in Kabul on August 18, 2021. (Photo by Wakil KOHSAR / AFP)La imagen de la mujer ha sido fuertemente censurada en Afganistán. (Photo by Wakil KOHSAR / AFP) – Foto: AFP

”Cerrado para las niñas”

Pero más allá de este comienzo de curso cuidadosamente orquestado, un funcionario del ministerio de Educación en Kabul, Mohammad Abid, dijo a la AFP que las reglas no habían cambiado. “Las escuelas secundarias siguen cerradas para las niñas”, afirmó. Las escuelas afganas reabrieron a mediados de septiembre, pero sólo para los niños.

Las mujeres tienen acceso únicamente a la educación primaria y a universidades privadas, pero sólo si llevan el velo integral y no se mezclan con los hombres. La comunidad internacional ha condenado estas medidas y temen que los talibanes estén imponiendo el mismo tipo de régimen fundamentalista y brutal que cuando estaban en el poder entre 1996 y 2001.


Varias mujeres participan en una protesta para exigir respeto a sus derechos en Afganistán bajo el gobierno talibán, el viernes 3 de septiembre de 2021, en Kabul. (AP Foto/Wali Sabawoon)

Talibanes aseguran que las niñas en Afganistán volverán a estudiar “lo antes posible”

Desde su regreso al poder a mediados de agosto, los talibanes han intentado tranquilizar a la población afgana y a la comunidad internacional diciendo que serán menos estrictos que en el pasado, pero no convencen a nadie.

Amnistía Internacional denunció el martes el asesinato de 13 hazaras [un grupo étnico de lengua persa] en la provincia central de Daykundi el 30 de agosto, que calificó de “crimen de guerra”. Once de los asesinados eran antiguos soldados del gobierno y, según los testimonios recogidos por la organización de derechos humanos, nueve de ellos fueron ejecutados tras rendirse.

https://www.semana.com/mundo/articulo/por-educacion-de-las-ninas-en-afganistan-talibanes-se-reunen-con-emisario-del-reino-unido/202146/

Comparte este contenido:

Activistas afganas claman por el derecho de las niñas a la escuela

Desde su ascenso al poder los talibanes anunciaron que las niñas asistirían por separado a la escuela. Muchos temes que esto sea solo el principio. Un grupo de afganas expresó sus temores en la última jornada de la Asamblea General de la ONU.

Las activistas afganas instaron a la comunidad internacional el viernes a mantener la presión sobre los talibanes para que permitan que las niñas regresen a la escuela, diciendo que no se puede permitir que los nuevos gobernantes de facto de Afganistán normalicen la discriminación de género.

«No permitan que se normalice la opresión de los talibanes», dijo Shaharzad Akbar, presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, en un evento virtual al margen de la Asamblea General de la ONU.

«No pretendan que es parte de la cultura afgana o parte del Islam, nuestra religión, tener a las mujeres oprimidas y privadas de sus derechos humanos básicos», sentenció.

Fawzia Koofi, la primera vicepresidenta del parlamento de Afganistán, se hizo eco de eso.

«La libertad de las mujeres, la libertad de las niñas, incluida la educación en Afganistán, es una señal de un Afganistán que podría vivir en paz y armonía con sus ciudadanos y con el mundo», dijo Koofi desde Qatar, a donde huyó con sus hijos al final de agosto. «Así que no piensen que un Afganistán que está oprimiendo a su nación, oprimiendo al 55% de la sociedad para permanecer en medio de la nada, podría ser un socio confiable. No lo será».

Se repite lo ya visto sobre los derechos de la mujer

Los talibanes irrumpieron en la capital, Kabul, el 15 de agosto, después del colapso del gobierno del presidente Ashraf Ghani. En las semanas intermedias, han anunciado su gobierno interino, que no tiene miembros femeninos.

Los talibanes también han dicho que a las niñas se les permitiría regresar a la escuela en el momento adecuado, pero hasta ahora, solo han permitido que regresen las niñas en edad escolar primaria. Las estudiantes de secundaria y universitarias siguen marginadas.

Esto es una repetición de lo que sucedió cuando los talibanes tomaron el poder en 1996, dijo Koofi, cuando las llamadas medidas temporales finalmente se volvieron permanentes.

Las activistas enfatizaron que la educación de niñas y mujeres es un derecho tanto en el Islam como en la Constitución afgana.

La ONU dice que 4,2 millones de niños afganos no están matriculados en la escuela, y gran parte de esto se puede atribuir a los cierres de COVID-19. Alrededor del 60% son niñas.

«Tenemos que hacer que vuelvan a entrar. Tenemos que asegurarnos de que se estén integrando», dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

«Podemos hacer más con la educación a distancia y el aprendizaje remoto», dijo Fore, abordando formas de asegurar que el aprendizaje de las niñas no se interrumpa. «Necesitamos que las maestras regresen a las escuelas y necesitamos más maestras».

Pero Koofi reconoció que el aprendizaje remoto para las niñas no es un sustituto de estar en el aula, lo que «demuestra el poder y el futuro de Afganistán».

Pero lo que les espera en la escuela es otra preocupación para los activistas.

«Estoy tan preocupado por los cambios que los talibanes traerán al plan de estudios, especialmente el plan de estudios estudiado por las niñas, como por la prohibición de las escuelas», dijo Akbar.

Becas, oportunidades

Las activistas, incluida la joven capitana del ahora famoso equipo femenino de robótica de Afganistán, pidieron el apoyo de la comunidad internacional para proporcionar becas para que las chicas estudien en el extranjero y colaborar con universidades afganas para ampliar las oportunidades para niñas y mujeres.

Una cosa está clara: dicen que los talibanes temen el empoderamiento de las mujeres.

«Me atacaron por hablar a favor de la educación de las niñas», dijo la premio Nobel Malala Yousafzai, quien sobrevivió a los disparos de los talibanes armados en su ciudad del norte de Pakistán cuando era una adolescente en 2012. «Y me demostró que los talibanes tenían miedo de la voz de mujeres y niñas».

Fuente: https://www.vozdeamerica.com/a/onu-activistas-pro-mujeres-afganistan-/6244819.html

Comparte este contenido:

Día Internacional de la Danza La danza, la magia que lleva a las niñas de Nigeria de la calle a la escuela: «Tienen la oportunidad de soñar»

  • Dreamcatchers es una academia de danza que busca que las niñas entiendan que pueden recibir una educación apropiada
  • Tienen miedo de que los secuestros de chicas en el norte del país se extiendan también al sur, donde se encuentra el centro

Desde que era pequeña, Seyi Oluyole, una coreógrafa y guionista nigeriana de 29 años, sabía que quería dedicarse a las artes escénicas, pero nunca tuvo la oportunidad de estudiar para ello en una escuela, ya que sus padres no podían permitírselo. Siempre deseó que alguien le ayudara, pero nadie lo hizo y, por eso, decidió convertirse en esa persona -la que ayuda- para otros.

En 2014 creó Dreamcatchers, una academia de danza en Nigeria que ofrece oportunidades educativas y una vida mejor a niñas desfavorecidas. Comenzó con ocho alumnas y ahora, siete años después, la academia acoge a 20 niñas, con edades entre 4 y 15 años, que viven juntas como una gran familia.

Con sus vídeos en las redes sociales, que han logrado captar la atención de famosas como Rihanna o Naomi Campbell, y las donaciones que reciben de personas de todo el mundo, la academia logra que las niñas tengan acceso a una buena educación, en un país en el que 12 millones de niños en edad escolar no asisten al colegio y en el que, en los últimos meses, los ataques a centros educativos y el secuestro de estudiantes se han multiplicado.

La danza, una puerta a oportunidades alejadas del riesgo

“En la academia aprendo a bailar diferentes géneros, lo que significa la danza y cómo puede darme oportunidades en el futuro”, asegura Mifemi, de 11 años, a RTVE.es. Es una de las veinte niñas de Dreamcatchers, que llegan de familias pobres, que vivían en espacios muy pequeños –por ejemplo, en una única habitación para siete personas sin cocina ni baño- e incluso algunas de ellas han perdido a sus padres.

La danza, según afirma Seyi, “les ayuda mentalmente, porque muchas de ellas han vivido experiencias traumáticas y a través de la danza pueden encontrar alegría”. También les ayuda a mejorar la memoria, a reducir el estrés y es una forma de hacer ejercicio, pero la creadora de la academia asegura que “no es solo bailar por bailar o entretenerse”. “Les ayuda a crecer para que cuando dejen la academia no vuelvan a la sociedad sin nada que hacer, sino que se les abren oportunidades”, subraya.

“Bailar me hará trabajar duro, porque para bailar hay que hacerlo y creo que puede darme oportunidades que nunca habría tenido”, señala Mifemi, quien en el futuro quiere ser una artista y dedicarse a cantar, actuar y bailar “en todo el mundo, no solo en Nigeria”. “Me encanta bailar porque siento que puedo expresarme”, añade.

Con la danza, también han logrado darse a conocer y que más personas puedan colaborar con la academia, que permite que las niñas estén escolarizadas de forma gratuita. “Intentamos usar la danza para invitar a la gente a eventos, hacemos también mucho ‘crowfunding’ y también pedimos becas a algunas organizaciones”, explica Seyi a RTVE.es. “La danza ayuda a todo el mundo. Ayuda a nuestra organización, porque a través de la danza nos ha conocido mucha gente y quieren ayudarnos”, asevera.

El principal objetivo, mantener a las niñas en la escuela

Nigeria es el país con más niños en edad escolar que no asisten al colegio, superando los 12 millones, la mayoría de ellos niñas. La razón principal por la que no acuden a la escuela es la pobreza, aunque la educación básica es gratuita y obligatoria en el país africano. En muchas ocasiones, además, las familias consideran que la calidad de la educación es muy baja o no ven el valor de llevar a sus hijos a la escuela.

“Algunas personas apenas pueden comer, entonces no pueden permitirse una educación apropiada y lo que ofrece nuestra academia es educación de calidad”, explica Seyi. Al mismo tiempo, algunos padres “no saben valorar la educación y solo quieren que sus hijos trabajen y lleven dinero a casa”, mientras muchas de las niñas que “deciden tener una carrera en artes, abandonan las escuelas porque empiezan a creer que la educación no tiene nada que ofrecerles”.

La creadora de Dreamcatchers recalca que el principal objetivo de su academia es “mantener a las niñas en la escuela, para que entiendan que pueden obtener una educación apropiada y, aun así, seguir con su carrera para convertirse en artistas”.

Para Mifemi es “un placer pertenecer a la academia, porque tengo muchas oportunidades” y le encanta ir al colegio porque “aprender es un gusto”, sobre todo su asignatura favorita, Matemáticas.

Seyi espera que, en un futuro y una vez que tenga una estructura apropiada en Lagos, pueda abrir más academias en otras ciudades del país y ayudar a niñas como Mifemi. “Definitivamente, es una iniciativa que tiene que crecer y hacer que la gente entienda que el arte no es una distracción para la educación. Aprenden más y tienen la oportunidad de soñar y de obtener más oportunidades”, asegura.

Miedo a los secuestros

En los últimos meses se han multiplicado los ataques a centros educativos y el secuestro de estudiantes en Nigeria, especialmente en el norte del país. Entre diciembre y marzo han sido raptados alrededor de 800 estudiantes en cinco secuestros en diferentes estados.

Los secuestros los han llevado a cabo “bandidos”, motivados principalmente por el dinero, ya que se cree que los gobernadores han recurrido al pago de rescates para conseguir la puesta en libertad de rehenes. Esto ha convertido los raptos en una lucrativa fuente de ingresos.

Secuestradas 300 niñas en un colegio en el noroeste de Nigeria

Las niñas de Dreamcatchers viven todas en una misma en casa en Lagos, en el sur del país, y, aunque tienen a tres trabajadores que están ahí siempre para cuidarlas, Seyi asegura que al ver las noticias de los secuestros le da “mucho miedo”.

“Los secuestros pueden ocurrir en cualquier parte. Secuestran a muchas personas y da mucho miedo”, confiesa la creadora de Dreamcatchers. “Esperamos que nunca nos pase a nosotras. Siempre intentamos hacer lo mejor para garantizar la seguridad, pero da mucho miedo porque las niñas deben tener el derecho a soñar, a recibir una educación y a hacer todo lo que quieran. No es justo que no estén seguras”, recalca.

Seyi también afirma que, si las niñas siguen siendo raptadas, “dejarán de ir al colegio porque les da miedo acabar secuestradas en el colegio”. “Realmente esperamos que eso acabe pronto”, añade.

Evitar el abuso sexual y el matrimonio infantil

Al entrar en la academia y formar parte de Dreamcatchers, además de recibir una educación gratuita, las niñas evitan peligros como ser abusadas sexualmente, aunque también evitan la pobreza, se reducen las probabilidades de que se vean implicadas en delitos o sean víctimas del matrimonio infantil.

La incidencia del matrimonio infantil en África Occidental y Central es del 41%, por lo que cuatro de cada diez niñas y mujeres jóvenes se han casado antes de los 18 años, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Nigeria cuenta con la mayor cifra de víctimas del matrimonio infantil y se estima que al menos 22 millones de niñas se han casado en el país, lo que representa el 40% de todas las menores casadas en la región.

“Especialmente al ser chicas, están más seguras de evitar ser abusadas sexualmente. Las posibilidades de que sean abusadas se reducen drásticamente. También evitan el matrimonio infantil, porque si las niñas están seguras en casa y en un hogar como el nuestro, nadie puede verlas y decir que las van a casar”, señala Seyi.

La academia permite que las niñas eviten la pobreza, vivan en mejores condiciones de vida y tengan oportunidades para triunfar, así como un futuro mejor. Dreamcatchers (atrapasueños, en inglés) no tiene un único sueño que atrapar, porque “puedes ir a por un sueño, pero nunca atraparlo”, según afirma su creadora. “El sueño es que cada una de las niñas que ha entrado en nuestra academia sea capaz de conseguir aquello que sueña”, explica Seyi. Por eso, el lema de la academia es: ‘Aquello que quieres, tienes la oportunidad de lograrlo’.

Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20210429/dreamcatchers-lanza-evitar-ninas-abandonen-escuela-nigeria/2084789.shtml

Comparte este contenido:

Informe: Economías emergentes que inviertan en la educación de niñas podrían aumentar su PIB 10%

Así lo revela el informe de Citi Global Insights y Plan International. Sugiere que erradicar todas las barreras al desarrollo de las niñas y adolescentes será clave en la recuperación post-covid y el logro de los ODS de la ONU

Un nuevo informe de Citi Global Insights y Plan International arroja que las economías emergentes que logren tasas de finalización de la escuela secundaria del 100% de las niñas para el año 2030 podrían obtener, en promedio, un aumento de su PIB del 10%.

El informe, The Case for Holistic Investment in Girls: Improving Lives, Realizing Potential, Benefiting Everyone (Argumentos a favor de una inversión integral en niñas: mejorar vidas, realizar potencial, beneficiar a todos) revela que una inversión total de solo $1.53 por día por niña en las economías emergentes tendría un gran impacto en el potencial económico general de los países.

El análisis de Citi precisa que más de 130 millones de niñas en todo el mundo no iban a la escuela antes de la crisis de la covid-19. Y según la Unesco, es posible que más de 11 millones de niñas no regresen después de la crisis.

Las adolescentes de todas partes, pero especialmente en las economías en desarrollo, enfrentan barreras para acceder y completar una educación de calidad, volverse económicamente independientes, participar en la fuerza laboral y llevar una vida saludable sin violencia.

“Los planes de recuperación de la covid-19 que prioricen la inversión en la educación y el bienestar de las niñas ayudarán a las comunidades y economías a tener una reconstrucción mejor y más fuerte”, expresó en el informe la directora ejecutiva de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen.

Indicó que “aún más importante, esta debe ser una inversión integral no solo en la educación en sí, sino también en desmantelar las diversas barreras que impiden el empoderamiento de las niñas, desde el matrimonio infantil y forzado hasta la violencia de género y el embarazo a temprana edad. Como podemos ver en este estudio, la inversión integral en todas las áreas de la vida de las niñas resultará en un aumento del PIB, un alto retorno de la inversión para los países y un mundo más justo”.

Indicó que incluso podrían obtenerse retornos económicos aún mayores después de 2030, gracias a los efectos acumulativos de los beneficios, y si se tiene en cuenta el impacto que la educación de las niñas también tendrá en las familias y comunidades.

“El valor especial de la colaboración entre Citi y Plan International consiste en reunir argumentos económicos y sociales, y presentar un caso sólido de inversión con múltiples componentes”, señaló el director Global de Investigación de Citi, Andrew Pitt.

“Erradicar las barreras a la educación y el desarrollo de las niñas puede ser la clave para lograr muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, enfatizó.

Sin embargo, un gran desafío para la investigación a lo largo de los años ha sido la falta de datos inclusivos y de alta calidad.

En ese sentido, Citi y Plan International se han asociado para abordar esta brecha de conocimiento crucial, creando uno de los conjuntos de datos más holísticos hasta desarrollados hasta el momento sobre los beneficios económicos y sociales de invertir en las adolescentes y jóvenes.

La ONU, por su parte, ha alentado el desarrollo de la colaboración entre el sector privado, el sector público, las ONG y las instituciones filantrópicas en pos de los ODS.

El informe concluye que invertir en el desarrollo de las adolescentes tendrá implicancias positivas en los objetivos globales más allá del ODS 5 (igualdad de género) y, de hecho, es clave para lograr el desarrollo sostenible en general.

La importancia de la educación y el empoderamiento de las niñas se han relacionado con varios ODS, que incluyen la reducción de conflictos, la obtención de agua potable y saneamiento, así como la lucha contra el cambio climático.

Fuente: https://www.laestrella.com.pa/economia/201117/inversiones-ayuden-ninas-completar-educacion-impulsar-10-pib-s-emergentes

Comparte este contenido:

COVID-19: La UNESCO y sus asociados del sector de la educación presentan la campaña mundial “Las niñas en primer plano»

03 septiembre 2020/UNESCO

Con más de 1.500 millones de alumnos afectados durante el momento de mayor auge, entre los que figuran 767 millones de niñas, la pandemia de COVID-19 provocó importantes cierres de escuelas y perturbaciones en el ámbito educativo hasta ahora nunca vistas.

Otro de los desafíos actuales tiene que ver con el futuro. Más de 11 millones de niñas – desde la educación preescolar hasta la superior – corren el riesgo de no volver a la escuela en 2020. Esta cifra alarmante no solo constituye una amenaza para los decenios de logros alcanzados en favor de la igualdad de género, sino que también expone a las niñas de todo el mundo a los embarazos de adolescentes, los matrimonios precoces y forzados, así como a la violencia. Para muchas de ellas, la escuelas es mucho más que un simple elemento con miras a un futuro mejor, es un salvavidas.

Por esta razón la UNESCO y los miembros del Grupo Igualdad de Género de la Coalición Mundial para la Educación presentan la nueva campaña #LaEducaciónContinúa “Las niñas en primer plano”.

La campaña hace un llamamiento a preservar los logros alcanzados en materia de educación de las niñas, a garantizar la continuidad en el aprendizaje de estas durante el cierre de las escuelas y a promover su reincorporación escolar, de manera segura, cuando las escuelas vuelvan a abrir. Asimismo, hace hincapié en los 130 millones de niñas que no estaban escolarizadas antes de la pandemia y hace un llamamiento a la comunidad internacional a aunar esfuerzos con urgencia para garantizar el derecho de las niñas a la educación.

Es hora de transformar la crisis en una oportunidad para reconstruir la igualdad.

La nueva campaña multilingüe #LaEducacionContinúa incluye un video de presentaciónkit para las redes sociales, kit de herramientas prácticas por conducto de la radio y organizaciones lideradas por jóvenes, así como una guía para la reincorporación escolar de las niñas mediante la cual los asociados puedes dirigirse a diferentes públicos y a las partes interesadas.

Los jóvenes activistas y de las radios comunitarias se movilizan a escala local para facilitar el acceso a las comunidades de difícil acceso. Las personas influyentes a nivel local y regional, los especialistas, los profesionales del sector educativo y los campeones en materia de derecho de las niñas y las mujeres también se comprometieron a ampliar los mensajes de la campaña y a difundir los conocimientos mediante sus redes respectivas.

A lo largo de esta campaña de gran envergadura se presentarán también historias impactantes vividas por niñas de todo el mundo. Asimismo, la página de inicio de la campaña pondrá a disposición de los usuarios un importante cúmulo de conocimientos y de recursos sobre la educación de las niñas y las mujeres

Únase desde ahora a la campaña y apoye a las niñas para asegurar #LaEducacionContinúa en todo el mundo.

Acerca de la Coalición Mundial para la Educación de la UNESCO

La UNESCO creó la Coalición Mundial para la Educación al principio de la pandemia de COVID-19 como una plataforma de colaboración e intercambio, con miras a proteger el derecho a la educación durante el periodo de perturbaciones sin precedentes y más allá de este. La Coalición reúne actualmente a más de 140 miembros de la familia de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el ámbito académico y el sector privado, entre otros.

La Coalición ha creado tres programas emblemáticos, de los cuales uno aborda la igualdad de género. El programa emblemático Igualdad de género permanece al alcance de todas las organizaciones miembros de la Coalición Mundial para la Educación que se interesen en la igualdad de género en el ámbito educativo y mediante la educación. Asimismo, aborda los aspectos relativos a las cuestiones de género relacionados con el impacto del COVID-19 en la educación y trata de conservar los logros alcanzados en estos últimos decenios en materia de género en la educación.

Fuente: https://es.unesco.org/news/covid-19-unesco-y-sus-asociados-del-sector-educacion-presentan-campana-mundial-ninas-primer

Comparte este contenido:

Hiam, la refugiada que se resiste a ser invisible

Reseñas/25 Junio 2020/Autora: Melissa Silva Franco/elpais.com

Hace seis años esta mujer llegó a Arsal, un pueblo fronterizo entre Siria y Líbano. Allí comenzó una batalla en solitario, con un propósito firme: convencer a las familias de que el futuro de las niñas está en las escuelas y no en los matrimonios pactados

Los bombardeos obligaron a Hiam a meter lo que podía en dos maletas, alistar a su hijo pequeño, repartirse el peso con su marido y caminar durante tres días hasta Arsal, un pueblo de Líbano que colinda con Siria. El trayecto no fue fácil, ni barato, por lo que Hiam vendió casi todas sus pertenencias durante el camino.

“Llegué con casi nada, solo con mi carné de identidad”, recuerda esta mujer, mientras prepara un té en la cocina de su casa. Esto ocurrió en 2014, cuando Arsal duplicó su población con la llegada de familias sirias que escapaban de la guerra. En este pueblo vivían alrededor de 37.000 libaneses pero a finales de ese año ya contaba con más de 77.000 nuevos habitantes sirios.

Esta ampliación de la población colapsó el sistema de viviendas, el de sanidad y disminuyó los puestos de trabajo. Por lo que Hiam se encontró en una ciudad con verdaderas dificultades para comenzar una nueva vida.

“Entramos por los caminos verdes desde Siria hasta Arsal y al llegar nos dimos cuenta de que había miles de familias que esperaban conseguir ayuda como nosotros”. Siguió el calvario. Los días se fueron entre largas esperas, colas para adquirir comida y citas para solicitar la protección internacional. Hasta que semanas después, Hiam consiguió que los organismos internacionales le asignaran un lugar en uno de los 117 campos de refugiados que se construyeron en este poblado, de 316 kilómetros cuadrados.

Pero este lugar donde dormir se esfumó a los pocos días. Un cortocircuito en el sistema de alumbrado ocasionó un voraz incendio que consumió más de 50 casas. Hiam y su familia quedaron a salvo, pero las llamas se llevaron lo último que le quedaba como ciudadana siria: el documento de identidad. Desde entonces, Hiam se ha vuelto invisible para el sistema de refugiados en Líbano y el mundo. No tener un carné de identidad le imposibilita legalizar su situación, optar a un trabajo, estudiar y hasta el volver a cruzar la frontera de regreso a Siria. Pero Hiam se resiste a ser invisible.

La lucha por mejorar las condiciones

Ahora, Hiam vive en el campo de refugiados Al-Abra 4 de Arsal. Un espacio de 8.000 metros cuadrados donde se han instalado 160 tiendas de campaña, hechas de lona blanca, poco resistente al frío. Estas condiciones han obligado a las familias sirias a vivir inviernos de extrema dureza, en los que la capa de nieve ha llegado a cubrir hasta dos metros de altura y con temperaturas que han alcanzado los 10 grados bajo cero.

Además, el espacio es mínimo. Cada tienda de acampar mide 4×6 metros, distribuidos entre un salón (que sirve de habitación), una letrina y una cocina. El acceso al agua se da una vez cada dos días, y la electricidad es tan precaria como inconstante. “Aquí vivimos unos 400 sirios. Un 60% somos mujeres, viudas, niños y personas con alguna discapacidad física tras la guerra. No tenemos escuela, tampoco un centro de salud”.

Hiam conoce como nadie este campo. Porque desde que llegó no ha parado de implicarse en la lucha pública, tras toparse con una montaña de problemas que afectan a las mujeres como ella. Por eso, decidió formar parte de cada protesta, organizar las reuniones vecinales, visitar a las organizaciones internacionales y a los políticos locales para exigir una respuesta a la demanda de sus vecinos.

En Al-Abra 4 se creó un comité de refugiados hace cuatro años. Hiam no es solo una de las fundadoras, sino también es la única mujer que forma parte de este grupo. Un hecho poco común en un país en el que la mujer no suele tener acceso a la vida pública, ni mucho menos política.

Najwa Frossine, activista de la League for Lebanese Women’s Rights (LLWR), denuncia que aún existes innumerables barreras para que las mujeres formen parte activa del ámbito público. Frossine denuncia esta situación con un ejemplo claro: “En el Líbano, solo seis de los 128 escaños parlamentarios los ocupan mujeres y, las que están, pueden estar allí porque han heredado el cargo de su padre, marido o familiar masculino fallecido”.

El papel de Hiam en este comité de refugiados es visibilizar las demandas de las mujeres. Una de ellas es el acceso al trabajo. “Las sirias al llegar a Arsal nos encontramos con una realidad muy distinta. En Siria, nosotras teníamos una vida con más comodidades, los maridos tenían sus trabajos, nuestras casas eran nuestros reinos. Pero la guerra acabó con todo y nos trajo hasta aquí, donde no hay empleo para los hombres y a las mujeres nos ha tocado salir a trabajar de lo que sea, sin ningún tipo de protección legal”.

Esta precaria situación ha provocado que muchas de ellas sufran acoso sexual y explotación laboral. Hiam, pese a que no puede acceder a un puesto remunerado, lleva los últimos años recogiendo las denuncias de esta realidad laboral que viven las mujeres para exponerla ante las autoridades locales. Ella es un puente entre las decenas de mujeres refugiadas y el Estado libanés.

“Yo misma sé lo que es ser empleada sin papeles, que se aprovechen. Trabajé en una tienda desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche, me ofrecieron 100 euros al mes que al final ni me pagaron. Pues esto lo tienen que saber las autoridades. Por ello, lo denuncio”.

Las niñas, a la escuela

Pero la punta de lanza en la batalla de Hiam es cambiar el destino de las niñas en los campos de refugiados de Arsal. Ella ha visto como cada vez más familias optan por pactar el matrimonio de sus hijas como una salida de la pobreza y un salvavidas ante la seguridad. “En nuestro campo hay mucha inseguridad, no hay acceso a la escuela y no tenemos dinero. Esto ha hecho que muchas familias estén casando a sus hijas adolescentes para protegerlas de que las violen y porque representan una carga económica”.

Pero la espiral de violencia no termina en el matrimonio. Hiam asegura que algunas de estas adolescentes después sufren agresiones físicas, sexuales y psicológicas por parte de sus maridos. “Es una cadena negativa porque luego quedan embarazadas, y cada vez sus vidas se vuelven más limitadas”. Lona (nombre ficticio) tiene 23 años. Tres hijos. Seis años casada. Cuatro años sufriendo palizas por parte de su esposo. “No le importa violarme delante de los niños. Cuando le va mal en el trabajo, él llega a golpearme. En el médico me han dicho que mi esposo me ha hecho mucho daño en la vagina”.

Esta joven más de una vez ha sido auxiliada por Hiam, quien pese a las constantes amenazas de otros hombres o los consejos de “evitar meterse en asuntos de pareja”, no solo ha intentado intervenir a través del comité de refugiados sino que además ha informado a las autoridades. Para evitar que más niñas y adolescentes vivan el infierno de Lona, Hiam en cuanto se entera de que una familia quiere pactar un matrimonio, visita a los padres para convencerles de que la educación es mejor herramienta. No es una sola visita, Hiam habla con los padres hasta el último momento.

“Con una sola familia que convenza ya el trabajo ha valido la pena. La niña tiene que crecer, la mejor arma son los estudios. Cuando termina sus estudios, esta niña es más consciente, más sabe y más confianza tendrá en sí misma y menos miedo tendrá a los obstáculos”. Otra de las estrategias que ha diseñado es invitar a las autoridades del Ayuntamiento de Arsal a reunirse con las mujeres en el campo. Es así como Rima Krombi, exalcaldesa y actual asesora de los asuntos de las mujeres en el gobierno local ha asistido más de una vez. “Estas reuniones entre mujeres son el lugar donde trasmiten sus experiencias. La poderosa a la vulnerable y la vulnerable revela sus debilidades. Esto hace que la poderosa se sensibilice y lo trasmita a más mujeres” resume la exalcaldesa.

Para estas reuniones, Hiam se esfuerza en encontrar información valiosa para el resto de las mujeres. Por ejemplo, se reúne con médicos para que le expliquen las consecuencias en los cuerpos de las niñas al quedarse embarazadas. Una aliada es la doctora Linda Abdo, quien explica que a su consulta a diario llegan menores de edad casadas con 13 y 14 años. “Pero realmente no es una niña enferma, es una niña casada, embarazada que puede sufrir abortos. Es un embarazo peligroso porque un matrimonio tiene consecuencias físicas y psicológicas graves para estas pacientes. Otra realidad es que a la consulta vienen familias a pedir certificados de salud de estas niñas que quieren casar, pero tengo que denegarlos porque no tienen el cuerpo, ni la salud para un matrimonio”.

Mostrar al mundo

Esta lucha de Hiam, sin sueldo, no solo se extiende en Arsal. Esta refugiada camina a contracorriente para que su vida y la de las mujeres a su alrededor no se diluyan. Es por eso que desde hace más de dos años, ha recibido a distintos medios internacionales para mostrar la vida en Al-Abra4, para que otras refugiadas cuenten sus historias y para exigir a las autoridades que den respuestas. En España, la vida de Hiam será contada en el documental Nisaah, que realizan desde hace dos años organizaciones catalanas como la Associació Catalana per la Pau y la Fundacio Pau i Solidaritat.

“Antes, en este campo, muchos refugiados recibían a los medios con piedras, porque todos estábamos cansados de que nos usaran. Pero con el tiempo he entendido que los medios nos ayudan a mostrar lo que aquí vivimos a países lejanos, y eso, al menos, es una esperanza de no quedarnos tan solas”, dice Hiam.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/16/planeta_futuro/1592305481_389559.html

Comparte este contenido:

Cómo organizar la vuelta al cole en los países con menos medios

Por: Lola Hierro

Sierra Leona lidera una reunión de alto nivel entre ministros de educación africanos para exponer ideas que ayuden a que ningún niño pierda sus estudios por culpa del nuevo coronavirus

El director de orquesta es un sierraleonés de 31 años, con trenzas que le caen por la espalda y graduado en Harvard. Es David Moinina Sengeh, ministro de Educación Secundaria y Superior de su país, y con el apoyo de la Alianza Mundial por la Educación ha organizado una reunión virtual —no queda otra en tiempos de coronavirus— con una docena de colegas del ramo de otros países africanos y alguno asiático. Reivindica que hay que pasar a la acción sin perder tiempo, ahora que la covid-19 ha afectado directamente a la educación de millones de niños y niñas.

La idea de este encuentro es analizar las consecuencias y la respuesta que se ha dado desde cada país al cierre de las escuelas y exponer sugerencias sobre cómo mitigar el agravamiento de la crisis mundial del aprendizaje. La reunión comienza con dificultades técnicas impropias en un grupo de ministros de educación y de tecnología que quieren apostar por la educación digital para sus jóvenes. Un micrófono que no funciona, una cámara que no se enciende, alguien que no aparece en las pantallas… Gajes del oficio. Poco a poco, la docena de asistentes pueden tomar su turno de palabra y explicar sus estrategias, con Sengeh iniciando la charla.

«El coronavirus debe ser una oportunidad para reimaginar la educación incidiendo en el papel que desempeñan, no solo los profesores, sino también los padres y las comunidades en el aprendizaje de nuestros niños», anima Sengeh. Su país se ha curtido en los últimos años en la gestión de emergencias, la última, el mazazo del ébola en África occidental, que entre 2014 y 2015 dejó casi 12.000 muertos solo en este país y causó estragos en todos los ámbitos, también en la educación. Hubo que inventar maneras de llevar las aulas a los hogares. «Los colegios cerraron en 2015 y no hubo exámenes ni nada. Lo que hicimos fue crear grupos de trabajo con distintas funciones y responsabilidades y desarrollar el aprendizaje por radio por todo el país», explica el ministro. «Era el medio que llegaba mejor a las zonas remotas, hicimos un estudio rápido para ver cómo se podía implementar, revisamos qué materiales hacían falta en los colegios… Y ahora, cuando llegó el corona, ya estaban empleando los recursos que desplegamos la vez anterior», resume.

La experiencia sierraleonesa ahora se puede utilizar en aquellos países que han cerrado sus colegios desde finales de marzo. Que son casi todos: a 10 de abril de 2020, un total de 1.570 millones o el 90% de los estudiantes matriculados desde la educación preescolar hasta la terciaria dejaron de ir a clase, según la Unesco. De ellos, 763 millones son niñas. Y a esta cifra hay que sumar otros 258 millones de niños, adolescentes y jóvenes que no estaban escolarizados antes de la pandemia.

Son, además, países que no siempre tiene los medios económicos y tecnológicos propios del mundo desarrollado, y que sí poseen problemas extra como guerras, sistemas sanitarios frágiles, calidad de la enseñanza cuestionable, desastres provocados por el cambio climático… Todos ellos tienen alguna receta que contar y la mayoría son similares en líneas generales: ante el cierre de colegios, la educación se ha canalizado por radio, como contaba Sengeh, pero también por televisión y por Internet. Muchas veces, con carencias graves, tal y como recuerdan algunos datos ofrecidos por la Unesco: en África subsahariana, el 89 % de hogares carece de ordenador y un 82% no tiene acceso a Internet. Además, 28 millones de estudiantes viven en lugares sin cobertura telefónica.

Todos los ministros que intervienen en la reunión abordan la instalación de lavamanos en  los colegios, cosa que no hace falta en Sierra Leona, pero tampoco en Liberia ni Guinea Conakry o República Democrática del Congo porque los cuatro ya tienen la experiencia previa del ébola e hicieron los deberes en su día. Igualmente, varios mencionan la importancia del apoyo psicosocial para profesores y alumnos más afectados por esta crisis. «Es importante decir que en su día hubo muchos huérfanos por culpa del ébola y tuvimos que desarrollar programas de atención para ellos, y también de alimentación escolar. Y hacer un seguimiento de todo», ejemplifica Mory Sangaré, ministro de Educación de Guinea Conakry, otro país donde ya son perros viejos en gestionar crisis sanitarias. «La covid-19 puede ser una oportunidad para reorganizar nuestras capacidades para responder a emergencias y construir un sistema educativo más resiliente», aconseja.

Cartel informativo del proyecto de educación a distancia del Ministerio de Educación de Liberia.
Cartel informativo del proyecto de educación a distancia del Ministerio de Educación de Liberia. MOE

Uno de los ejemplos concretos es el de Liberia, país que también pasó por el mal trago del ébola. En su caso, el medio elegido para que las lecciones llegaran entonces y ahora a los alumnos liberianos ha sido la radio. El Ministerio de Educación cerró los colegios el 16 de marzo y días después puso en marcha un programa de educación a distancia a través de emisoras nacionales y comunitarias. El proyecto brinda formación continua de asignaturas de primera y secundaria de lunes a viernes en diferentes horarios. Cada asignatura se escucha a través de una emisora y se puede consultar qué clase le toca al alumno y a qué hora en un PDF que el Ministerio ha puesto en circulación. Esta y otras informaciones se difunden en las redes sociales gubernamentales.

El plan del Ministerio de Educación tiene una duración inicial de seis semanas, pero con posibilidad de extenderse. También contempla la instalación de sensores térmicos y materiales higiénicos básicos en las escuelas cuando estas reabran y la oferta de apoyo psicosocial para los estudiantes y maestros que lo necesiten.

Un país que no ha lidiado con ninguna crisis sanitaria reciente es Costa de Marfil. Ahora, ante el confinamiento, han desarrollado un método educativo por televisión. Mi colegio en casa es el nombre de la plataforma en Internet desplegada por el Gobierno costa marfileño para sus alumnos de preescolar, primaria, secundaria y acceso a la universidad. A través de la web se puede navegar para buscar el curso y la asignatura del estudiante para descargar en PDF el temario completo de los libros escolares. Además, cuenta con un canal de Youtube donde se publican lecciones en diversos ámbitos, aunque este solo tiene, por ahora, algo más de 3.000 suscriptores.

Lección en vídeo publicada en Youtube del 1 de mayo de 2020 para estudiantes costmarfileños.

La región de Somaliland tampoco ha pasado por una epidemia reciente, pero carga con otros problemas: conflictos armados, sequías e inundaciones recurrentes, una gravísima plaga de langostas en los últimos meses… El Gobierno puso en marcha el año pasado un programa de acceso a la educación con el apoyo de Unicef y la organización altruista Education Cannot Wait (la educación no puede esperar). Ahora, los esfuerzos radican en llevarla a las zonas rurales y remotas, donde el acceso a Internet no siempre es bueno, y lo están haciendo igual que en otros países: con ayuda de la televisión y la radio. Las lecciones se transmiten en las emisoras nacionales de radio y canales de televisión cuatro horas al día de sábado a jueves. En este caso, el ministro Ahmed Mohamed Dirie añade una idea: los paneles solares y las tabletas electrónicas para las zonas remotas. «Vemos esta pandemia como una oportunidad para alcanzar zonas remotas; estamos distribuyendo entre los niños tabletas que funcionan por energía solar para que puedan funcionar» explica.

PREOCUPACIÓN POR LAS NIÑAS

Se sabe por experiencias anteriores, como la crisis de ébola, que tienen impactos adversos en el aprendizaje de los niños, la finalización de la escuela, así como en su salud y bienestar. El impacto en las niñas, en particular las adolescentes de los hogares más pobres y rurales, es desproporcionadamente más grave. Durante el cierre de las escuelas, las niñas confinadas en sus viviendas pueden estar más expuestas a la violencia doméstica, el acoso sexual y verse privadas de servicios básicos de salud, sociales y escolares. Los embarazos y matrimonios precoces pueden aumentar.

Igualmente, la aplicación de programas de protección especialmente diseñados para ellas pueden mitigar estos impactos. Por ejemplo, un programa centrado en el género en Sierra Leona durante la crisis del ébola se adaptó rápidamente para convertirse en una clase diaria de una hora en habilidades para la vida, salud sexual y reproductiva y aprendizaje vocacional. Las clases se llevaron a cabo en espacios seguros en las aldeas y atendieron a 4.700 niñas adolescentes. Tras la crisis, las tasas de matrícula escolar disminuyeron solo un 8% en las aldeas que habían recibido las clases, en comparación con el 16% en aquellas que no.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/07/planeta_futuro/1588844575_060709.html

Comparte este contenido:
Page 1 of 3
1 2 3