Argentina: Reclamos salariales activan el conflicto policial en Río Negro

Policías activos y retirados de la Policía de Río Negro se manifestarán mañana frente a la Jefatura de Policía -respetando los protocolos Covid- para reclamar por aumentos salariales en la fuerza y fijar en 70.000 pesos el sueldo para las categorías iniciales.

Como un efecto espejo de lo sucedido con la policía bonaerense y otras en el país, se enciende una mecha que será preciso apagar, porque como señaló el policía Rubén Munoz «en la fuerza hay indignación» y se viven situaciones económicas de necesidades extremas.

Explicó en una nota en «Un Día Más» de Radio VyP que el sueldo de bolsillo inicial es de 30 y 32 mil pesos y que «hay mucho malestar» para aclarar que esta movilización es espontánea y que tiene sus argumentos en lo que pasa con la policía en Río Negro, descartando toda intencionalidad política impulsada por algún sector partidario.

Estos reclamos tienen un fuerte impulso en las regionales más importantes y destacó que se llegó a este punto porque «las autoridades de la institución no supieron comprender la situación» o «al Gobierno no le interesa su Policía», en referencia a que estos reclamos son conocidos tanto por la fuerza como por las autoridades del Ejecutivo.

La sombra del conflicto policial del 2013 es un fantasma en estas circunstancias de reivindicaciones salariales y laborales de la policía, ya que tuvo un fuerte impacto en la sociedad y en el gobierno de entonces y que luego tuvo fuertes consecuencias internas para muchos uniformados, como recordó el propio Muñoz, ya que aclaró que de ninguna manera esta movilización de mañana no descuidará la prevención en las calles y la prestación del servicio.

Los policías movilizados entregaron un petitorio de ocho puntos a las jefaturas de cada Regional y su pretensión es ser atendidos por autoridades provinciales, porque a su entender los reclamos exceden a los jefes de la institución, a la vez que consideran que es necesario «sentarnos todos en una mesa para atender a los reclamos de la Policía».

«Lo desconsideramos porque no dice nada y es un texto vacío», dijo el policía Rubén Muñoz, en referencia al comunicado difundido ayer por el Gobierno sobre la actualización salarial al sector.

También pidió a los jefes que no se formulen amenazas a los policías para que no hablen del tema salarial, «porque se pueden iniciar sumarios». Indicó que estas actitudes sólo enardecen y profundizan el conflicto y reclamó que «sean cautos y no aceleren las cosas».

Petitorio

El petitorio policial, además de reclamar un sueldo de 70.000 pesos para las categorías iniciales, solicita la eliminación del horario de tercios, un aumento del 100 por ciento en los pagos de los servicios adicionales; que las horas de recargo se abonen de igual manera que los adicionales; la provisión de elementos de bioseguridad para los efectivos como barbijos, guantes, lavandina y otros; la asistencia médica inmediata en casos de Covid de un uniformado y que los aumentos se apliquen en blanco, o sea remunerativos.

Fuente: https://www.adnrionegro.com.ar/2020/09/con-reclamos-salariales-se-activa-el-conflicto-policial-en-rio-negro/

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La biblioteca pública es esencial para la cultura, la educación, la información y la alfabetización

Por: comunidadbaratz.

 

El Manifiesto de la UNESCO a favor de las bibliotecas públicas es uno de esos textos a guardar a buen recaudo e ir dándole difusión de vez en cuando para que no se olvide lo importantes que son las bibliotecas públicas para la sociedad. Dicho manifiesto hace hincapié en la necesidad de la información para que las personas puedan alcanzar la libertar, prosperidad y desarrollo, además de para ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo dentro de la sociedad.

La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el progreso cultural de la persona y los grupos sociales.

Las bibliotecas públicas deben basar sus servicios en la igualdad de acceso para todas las personas, y en la calidad y adecuación a las necesidades y condiciones locales. Bibliotecas públicas que deben disponer de fondos (sin cesura ni presiones comerciales), medios y tecnologías para dar acceso a la información, tanto actual como la que es fruto de los esfuerzos del pasado.

Las autoridades locales y nacionales tienen la responsabilidad de su mantenimiento financiero, además de la responsabilidad de construir una legislación que las proteja y unos planes estratégicos que definan y promuevan la red nacional de bibliotecas. Destacable, y asombroso, que en el propio manifiesto se diga que “la biblioteca pública será en principio gratuita”. Sin lugar a dudas que debe ser gratuita para la igualdad de acceso y la no discriminación.

La biblioteca pública deberá ser componente esencial de toda estrategia a largo plazo de cultura, información, alfabetización y educación.

Las bibliotecas públicas no deben dar la espalda a las necesidades de su comunidad local. Deben ser accesibles a todos sus miembros (edificios bien situados, buenas instalaciones, tecnología, horarios, servicios de extensión bibliotecaria…).

El bibliotecario/a es el nexo de unión entre usuarios y recursos. Es muy importante su formación permanente y este debe formar al usuario final para ayudarle a sacar el máximo provecho a los recursos disponibles en la biblioteca.

Los 12 objetivos de la biblioteca pública según la UNESCO

Los servicios que presta la biblioteca pública se articulan en torno a objetivos relacionados con la información, la educación y la cultura:

  1. Crear y consolidar el hábito de la lectura en los niños desde los primeros años.
  2. Prestar apoyo a la autoeducación y la educación formal de todos los niveles.
  3. Brindar posibilidades para un desarrollo personal creativo.
  4. Estimular la imaginación y creatividad de niños y jóvenes.
  5. Sensibilizar respecto del patrimonio cultural y el aprecio de las artes y las innovaciones y logros científicos.
  6. Facilitar el acceso a la expresión cultural de todas las artes del espectáculo.
  7. Fomentar el diálogo intercultural y favorecer la diversidad cultural.
  8. Prestar apoyo a la tradición oral.
  9. Garantizar a todos los ciudadanos el acceso a la información comunitaria.
  10. Prestar servicios adecuados de información a empresas, asociaciones y agrupaciones.
  11. Contribuir al mejoramiento de la capacidad de información y de las nociones básicas de informática.
  12. Prestar apoyo a las actividades y programas de alfabetización destinadas a todos los grupos de edad, participar en ellas y, de ser necesario, iniciarlas.

Fuente de la reseña: https://www.comunidadbaratz.com/blog/la-biblioteca-publica-es-esencial-para-la-cultura-la-educacion-la-informacion-y-la-alfabetizacion/

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Explosiones sociales

Por: Manuel Castells.

Arde Barcelona. Pero también Santiago de Chile. Y Hong Kong. Y Quito. Y hasta hace poco París. Y múltiples focos de indignación a lo largo de este planeta en crisis ecológica, social y política. Las causas son diversas, pero las reacciones y el paso del movimiento pacífico al enfrentamiento con el orden establecido son muy similares. Reivindicación de salir del olvido de las regiones marginadas francesas. El precio del combustible en Ecuador. Aumento de tarifas del metro y la creciente carestía de la vida en Santiago. Demanda de derechos democráticos en Hong Kong. Lo común es que en ninguno de esos casos y otros muchos han existido canales políticos e institucionales para negociar: el Estado se ha cerrado en banda y la respuesta han sido los antidisturbios y el ejército. Empieza a tener sentido (y lo digo con tristeza) el análisis de mi reciente libro sobre la crisis de la democracia liberal, donde mostré que la gran mayoría de los ciudadanos no confían en los partidos políticos, no se sienten representados por parlamentos y gobiernos y piensan que la clase política en su conjunto está atrincherada en la defensa de sus intereses y de su corrupción. La democracia no existe, por muchas elecciones que se hagan, si no anida en la mente de los ciudadanos. Es esa confianza en las instituciones la que está siendo puesta en cuestión, induciendo, en primer lugar, nuevas alternativas políticas de izquierdas o derechas. Y cuando estas tampoco funcionan (porque las estigmatizan como populistas y van a por ellas las cloacas del Estado y los medios de comunicación), no queda más que la calle, las acampadas, las manifestaciones. Y a la violencia de las tropas de élite responden espontáneamente los que no pueden ya contener la rauxa –palabra catalana que siempre ha acompañado al seny cuando desborda el sentimiento de injusticia y faltan canales de expresión institucional–.

La fuente de esa violencia puntual es la frustración política de toda una generación

¿Pero es así en Catalunya? ¿No vivimos en un Estado que garantiza las libertades democráticas en la Constitución salida de la transición? Pues resulta que en torno a la mitad de la población de Catalunya no lo piensa así. Y que, hasta hace poco, más de tres cuartos de los ciudadanos eran favorables a la celebración de un referéndum en que se decidiera la estructura del Estado.

Hace más de una década se aprobó un nuevo Estatut d’Autonomia en los parlamentos catalán y español y fue refrendado por una gran mayoría de ciudadanos catalanes. Tras lo cual, entre el PP y un Tribunal Constitucional ideológicamente anclado en el nacionalismo español hubo una regresión de la autonomía. Como reacción surgió un movimiento independentista espontáneo, al cual se apuntaron los partidos catalanistas por intereses electorales. Fueron desbordados por opciones políticas más coherentes, aunque pudieran considerarse utópicas, empujando al independentismo político a la organización de un referéndum fuera de la instituciones españolas. Fue pacífico y masivo, aunque sólo participó la mitad de la población. La represión fue violenta por parte del gobierno español, apoyado por la mayoría de los partidos y jaleado por muchos medios de comunicación.

Lo que empezó como un proceso gradual de redefinir pacíficamente las relaciones entre Catalunya y España desembocó en confrontación. En ese contexto, la desmesurada e injusta sentencia de unos jueces nombrados por un Consejo General del Poder Judicial designado por componenda política ha indignado a una mayoría de la población catalana, incluso a aquellos que no somos independentistas. Era de esperar la reacción que se ha producido, pacífica y masiva en su inmensa mayoría, violenta y minoritaria en algunos sectores radicalizados, como suele ocurrir en toda gran protesta social. Esta violencia es condenable éticamente y contraproducente políticamente. Pero hay que entenderla en lugar de demonizarla y tratarla como un problema de “orden público”. Porque si no se abordan las raíces de la violencia, resurgirá. Y las heridas profundas en la sociedad catalana harán ingobernable el Estado español. No se trata de infiltrados y provocadores, aunque los haya (algunos de ellos probablemente fascistas y policías), sino de miles de jóvenes catalanes que, como dijo una de ellas, han visto como pegaban a sus abuelos el 1 de ­octubre y quieren ponerse en primera línea. Cuantas más jóvenes apaleen, cuantos más nuevos presos políticos haya, más se irá ­creando una reserva de rauxa que se expresará de mil formas. Y cuanto más se culpe a los anarquistas, más anarquistas aparecerán, porque es la ideología de oposición al Estado autoritario.

La fuente de esa violencia puntual es la frustración política de toda una generación que se siente traicionada no sólo por el Estado español sino por los propios dirigentes del independentismo político que los lanzaron a la calle y ahora acusan a misteriosos agentes extranjeros, olvidando que en Barcelona viven muchos jóvenes extranjeros que creen en la ciudadanía europea. Es vergonzoso tirar la piedra y esconder la mano. Pero lo más grave es, como escribía recientemente el semanario alemánStern , la incapacidad congénita de los políticos españoles para negociar. Ni para una investidura de gobierno ni para encontrar fórmulas de solución para un conflicto que afecta fundamentalmente la convivencia en el país. Porque sin negociación el Estado de derecho se reduce al derecho del Estado.

Fuente del articulo: https://www.lavanguardia.com/opinion/20191025/471186542407/explosiones-sociales.html

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