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OVE entrevista a Herman Van de Velde: «En toda sociedad, la educación es un área estratégica en su opción por un desarrollo social humano integral y justo»

Entrevista realizada a cargo de Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina, en exclusiva para el portal de los y las maestras “Otras Voces en Educación” (OVE)

Hoy le traemos la conversación que sostuvimos con Herman Van de Velde, quien es educador popular ciudadano nuestroamericano, acompañante de procesos socio-educativos desde una visión vital_esencial de “Cooperación Genuina”. Aprendiz desde nuestros contextos latinoamericanos y caribeños, principalmente Nicaragua, Centroamérica, Cuba (doctorado en ciencias pedagógicas) y demás países donde hemos podido compartir e intercambiar experiencias. Promotor de disfrutes compartidos vivenciales auténticos, cooperando genuinamente. Coordinador ÁBACOenRed (www.abacoenred.com ) y presidente de la FUPECG (Fundación Pedagógica Cooperación Genuina – http://xn--cooperacingenuina-oyb.org/). Maestro jubilado de UNAN-Managua / FAREM-Estelí.

  1. Herman ¿Cómo un ciudadano Belga termina echando raíces en Nicaragua? ¿Qué vientos te llevaron a estas tierras?

Ante todo debo aclarar que “me nacieron en Bélgica, pero que yo no tengo la culpa”. En realidad si yo mismo hubiera podido decidir, seguramente mi patria primera habría sido uno de estos países nuestroamericanos, habría sido nuestra Patria Grande.

Hace muchos años, hasta que hubiera planteado que habría sido Nicaragua, sin embargo, con mi trabajo y compartir en los últimos 10 años, ahora más bien sería uno de estos países. No estoy tan seguro cuál tendría la prioridad, así que mejor digo: nuestra Patria Grande.

Desde mi educación secundaria en Bélgica tenía mucho interés en lo que ocurría en los países en desarrollo y las relaciones internacionales. Me acuerdo haber hecho trabajos de investigación en aquel tiempo sobre la obra de Nyerere en Tanzania y también la de Mao Tse Tung en la República Popular de China.

Sin embargo con el tiempo fue más bien Centroamérica la región que me atrajo la atención, especialmente por las luchas de liberación de sus pueblos y porque además, a partir de 1975, un hermano mío se trasladó a trabajar a Guatemala y El Salvador.

Fue la lucha popular de liberación en Nicaragua, bajo la conducción del Frente Sandinista de Liberación Nacional, la que más me provocó a construir una actitud solidaria. Fui miembro de los comités de Solidaridad con Nicaragua y con El Salvador, aun estando en Bélgica.

Durante mis estudios de Pedagogía en Lovaina, en la asignatura de Pedagogía Social, nos presentaron una lista de 10 libros de los cuales tuvimos que leer dos. Mi opción fue: (1) Pedagogía del oprimido de Paulo Freire y (2) La desescolarización de la sociedad de Iván Illich. La lectura, el análisis y la interpretación / significación de estas obras me acercaron aún más a la realidad latinoamericana. También fui parte del Comité de Solidaridad con Cuba.

Después de mis estudios empecé a trabajar en la Escuela Normal de Malinas, como pedagogo. Esto implicó un contexto muy progresivo en el cual me dieron la oportunidad, no solo de desarrollar acciones docentes innovadoras, sino también compartir respecto a Nicaragua y su Revolución.

En las vacaciones de julio – agosto del 1982 y 1983 aproveché para visitar Nicaragua, dos años seguidos. Fue durante esta visita que me entrevisté con el Delegado Regional del Ministerio de Educación de la Región 1 (norte, fronterizo con Honduras) de Nicaragua. Él me planteó la posibilidad de regresar a Nicaragua para trabajar en la Escuela Normal de Estelí como pedagogo, ya que no contaban con este recurso humano profesional propio en ese momento.

No tuve mucho tiempo para pensarlo, ya que regresé hasta finales de agosto 1983 a Bélgica. Fue en el camino de vuelta que me decidí. Solo faltaba informar a mi papá y mi mamá e ir a renunciar en la Escuela Normal de Malinas, la que estoy enormemente agradecido por las experiencias pedagógicas construidas y vividas junto con mis estudiantes y colegas.

Dos meses después, el 31 de octubre de 1983, llegué nuevamente a Nicaragua, esta vez para ser partícipe del proceso revolucionario sandinista, desde Estelí, específicamente la Escuela Normal y el barrio donde vivía.

Vale mencionar que fue toda una experiencia, porque ya había iniciado la guerra contrarrevolucionaria impuesta por el imperio yanqui. Fueron tiempos muy difíciles y al mismo tiempo de mucha aprendizaje para mi persona, tal como lo han sido todos estos 36 años que ya tengo de vivir y trabajar en y desde Nicaragua, junto a mi compañera, Maribel Ochoa, ya desde más de 27 años.

 

  1. ¿Entonces tu vocación educativa, es una apuesta político pedagógica?

Sin duda alguna, no solo mi vocación educativa, sino toda vocación educativa constituye una apuesta político-pedagógica y ética.

En toda sociedad, la educación es un área estratégica en su opción por un desarrollo social humano integral y justo. La propia Nicaragua es un gran ejemplo en este sentido con su tan famosa Cruzada Nacional de Alfabetización en el año 1980. Igual lo es Cuba, como referente de calidad educativa a nivel de toda América Latina y El Caribe.

En la Nicaragua de hoy, donde se habla del proyecto político nacional ‘Cristiano, Socialista, Solidaria’, igual lo denomino como un proyecto político-pedagógico y ético.

La pedagogía, la política y la ética son tres dimensiones inseparables en la vida. Toda acción educativa lleva una intención (lo político) e implica una interacción (lo social), los valores que la sustentan reflejan su referente ético (transparencia, horizontalidad, equidad, justicia social, etc.).

Desde Paulo Freire se ha visualizado claramente la interrelación entre estas dimensiones, y para darle expresamente su carácter ideológico, esta educación freiriana se proyecta como Educación Popular, como una educación liberadora (contraria a la bancaria), una educación concienciadora, una educación que nos lleve a construir una conciencia crítica desde y frente la realidad que vivimos diariamente.

Ha sido y es, en mi caso desde Nicaragua, una oportunidad enorme poder integrar el compromiso político-ideológico-ético con mi quehacer educativo. Igualmente puedo confirmar que los contextos vividos me han permitido integrar a mi opción por una educación liberadora, por una educación popular también mi compromiso personal político-ideológico y ético. En realidad, se trata de una unidad inseparable.

Toda/o educador/a es y será político/a, así como toda/o buen/a política/o tendrá que ser necesariamente un/a educador/a popular, sin duda alguna.

 

  1. En los últimos años has difundido la idea de una educación basada en la cooperación genuina a través de ÁBACOenRed. Cuéntanos un poco en que consiste esta propuesta.

Efectivamente, desde ÁBACOenRed, apuntamos a la Cooperación Genuina como una visión (más que un paradigma) vital_esencial. Es decir, la esencia de una calidad de vida implica el cooperar genuinamente.

Por esto mismo consideramos tan importante que nuestro Aprender se Basa en Actitudes Cooperativas (ABACo). Y esto constituye una reacción constructiva, una propuesta frente a la actitud competitiva que se nos han impuesto, tanto a nivel de educación escolar (sistemas de puntos para ver quién obtiene más) como a nivel de la sociedad (el capitalismo – mercado (supuestamente) libre), incluso con su reflejo en la familia (comparación entre hermanas/os).

El concepto de “Cooperación Genuina” lo retomamos de un discurso del Cmdte. Fidel Castro al referirse a la cooperación internacional (en el contexto de la CARICOM)[1]. Y efectivamente dicha cooperación, a la que se refiere el Comandante Fidel Castro es un acto, además de político-ideológico y ética, también educativo.

Desde allí surgió nuestro interés a profundizar en la conceptualización de la “Cooperación Genuina”, no solo a nivel internacional, sino también a nivel nacional y local. No solo en el área política, sino también específicamente en el área educativa.

Las técnicas de aprendizaje cooperativo no son invento de ÁBACOenRed, ya que existen desde hace muchísimos años y son aplicadas en muchas escuelas. Sin embargo, en el caso nuestro vamos más allá de aplicar técnicas cooperativas. Nos referimos a la co-construcción de un ambiente cooperativo, un ambiente educativo que de manera esencial integral se caracteriza por una cooperación genuina en todos los niveles. No se trata de implementar técnicas o dinámicas cooperativas aisladamente, sino de construir colectivamente un ambiente educativo caracterizado esencialmente por Cooperación Genuina.

Partimos del hecho que el competir es una acción extremadamente excluyente.

En primer lugar porque al competir siempre hay ganadoras/es y perdedoras/es y al ser así, a nadie le gusta perder. Y como no nos gusta perder, igual cuando se realiza la competencia prefiero no participar, tal que no pueda perder.

En segundo lugar el competir lleva a construir desconfianza y descalificación. Después de una competencia, no son pocas las personas, más que todo si no ganaron, quienes descalifican de una u otra manera las/os ganadoras/es y así se desarrollan los “cuechos” (fue amiguismo, pagaron por ganar, hicieron fraude, etc.).

En tercer lugar, el competir promueve el fraude, el querer ganar a cualquier costo. Y a partir de este fenómeno podemos ver cómo deportes tan saludables como el fútbol, el tenis, el ciclismo, etc. se han convertido en grandes negocios de compra y venta en un mercado nada libre y más bien dominado por oscuras acciones como la droga (doping), por ejemplo.

En cuarto lugar, en un ambiente de ‘competencia’, quienes ganan, y aún más si (casi) siempre ganan, tienden a expresar actitudes de pre-potencia frente a quienes no lo logran como ellas/os. Existe un riesgo serio que vayan a sentirse seres superiores en esa área.

Frente a esta realidad, como ÁBACOenRed planteamos esta Visión Vital_Esencial de “Cooperación Genuina”, siendo esta un acto esencialmente humano educativo. Toda Cooperación Genuina se base en 6 pilares y 6 ejes y se desarrolla desde un ambiente de suma confianza donde es posible ejercer la auto-crítica y crítica constructiva. En el siguiente esquema se visualiza la interrelación entre los componentes básicos de una Cooperación Genuina.

 

Sin pretender, en este espacio, explicar todo el esquema, sí quiero hacer énfasis en la base fundamental de la cooperación genuina como es la PARTICIPACIÓN. Y tenemos que estar claras/os que la primera expresión de participar, no es el hablar o el actuar, sino el ARTE de ESCUCHAR(NOS). Tan poco sabemos escuchar(nos), el escuchar para comprender, no el escuchar para juzgar o para responder.

El otro elemento que quiero destacar todavía es el sexto pilar y el sexto eje: la integración, la visión de la necesidad de integrarnos, porque solo soy un don nadie. La vida es esencialmente un fenómeno colectivo. No puedo si no es junto a y con otras/os. En la otra persona me reflejo, en mí se refleja la otra persona.

Concibiendo de esta manera la calidad de vida, y por consiguiente también calidad educativa, solo la podemos lograr desde un ambiente profundamente caracterizado por “Cooperación Genuina”, ya que el competir excluye, mientras que esta cooperación genuina incluye.

Y es justamente esta educación incluyente, la que debemos promover construyendo una educación alternativa popular como esencia para la educación pública.

La inclusión como valor central implica otros valores, lo que visualizamos en la siguiente figura:

Tampoco aquí voy a dedicarme a explicar todo lo que representa la figura, aunque sí quiero enfocar el elemento “Disfrute de la diversidad / Inter-dependencia positiva”. Muchas veces se plantean como valores positivos la tolerancia y el respeto, sin embargo, desde nuestro punto de vista se trata de valores / actitudes muy pasivas donde el respeto se convierta en un “deje que esté o que sea”. Sin embargo, el gran reto está en que aprendamos a disfrutar que la otra persona es diferente, aunque yo no pretendo ser como ella. No es asunto de educar para la independencia, ya que esta no es real: ¡no podemos vivir de manera independiente! ¡Nos necesitamos! Y de hecho, las demás personas son diferentes a cómo soy yo, así que eduquemos en función de una inter-dependencia positiva que permita aprender a disfrutar esa diversidad como un aporte muy constructivo a la inclusión vital.

El otro elemento que seguramente necesita de una aclaración es la “Identidad EcoPerSocial”. Aquí se trata de un concepto de construcción colectiva desde espacios educativos propios de ÁBACOenRed. Con este concepto nos referimos a que cada quien constituye una unidad inseparable con insumos desde su propio ser (personal), desde sus interacciones con las demás personas (social) en determinados contextos (ecológico). La construcción de nuestra conciencia respecto a nuestro ser en este sentido implica la “Identidad EcoPerSocial”.

Para concluir mi respuesta a esta pregunta, hago una referencia al término de Educación Alternativa Popular. En el área de educación, en todos los países, mucho hablamos de Educación Alternativa o de “Educaciones Alternativas”, tal como fue nombrado un encuentro de una semana entera en Bogotá en el año  2015. También el documental tan divulgado e interesante, titulado “La Educación Prohibida”, hace mención de la variedad de educaciones alternativas existentes en Iberoamérica y el mundo.

Las expresiones de una educación alternativa pueden ser muchas y como ÁBACOenRed optamos por una Educación Alternativa particular: aquella que es de carácter popular, en el sentido como lo plantea P. Freire, actualizando sus SentiPensares al día de hoy, y también orientada a la Educación Pública. Como ÁBACOenRed identificamos claramente la Educación Pública como nuestro horizonte y tal que sea una Educación Alternativa Popular. Esto quiere decir para nosotras/os:

Solo les pido que se fijen en lo que no solo es un juego de palabras: es importante ser actoras/es (protagonistas) en los procesos educativos, pero no es suficiente. Necesitamos que la educación implica poder ser autoras/es de nuestros propios escenarios, para que también seamos autoras/es de nuestra cultura y la vida socio-política y económica.

Y justo esto es solo posible si nuestra Educación Pública se convierta en una Educación Alternativa Popular, siendo en cada contexto la alternativa construida por su propia gente para que responda a sus necesidades del momento y de cara a un futuro de cada vez mejor calidad de vida para todas/os, con prioridad las personas más necesitadas.

Si alguien quiere saber más y profundizar al respecto puede descargar el documento “Cooperación Genuina como Paradigma Vital_Esencial una base sólida para una pedagogía desde el Sur” usando este link: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/Cooperaci%C3%B3n-Genuina-PV-E-base-s%C3%B3lida-de-una-pedagog%C3%ADa-desde-el-Sur.pdf

 

  1. ¿Los y las maestres pueden aplicar la cooperación genuina en las aulas?

Claro que sí. Y esto queda visualizado en el siguiente esquema de los referentes de la “Cooperación Genuina” como Visión Vital_Esencial. Tanto la conceptualización de la “Cooperación Genuina” y la identificación de sus valores que la comprometen, implicó elaborar sus referentes a tres niveles.

En cada uno de estos niveles aportamos insumos sustanciales para seguir profundizando y ampliando, tanto la teoría como la práctica consecuente con la Visión Vital_Esencial de una “cooperación Genuina”.

Es justamente en la práctica contextualizada, partiendo de una Visión Vital_Esencial de Cooperación Genuina y su referente ético “Eco-Social._Humanista”, como posición político-ideológica, que se concreta el referente pedagógico de una Educación Alternativa Popular y acorde con el paradigma integrador del aprender y su facilitación (PIAF) en el referente metodológico P-COA_acem_c. Se trata de la facilitación de la co-construcción de oportunidades de aprendizajes. No de cualquier tipo de aprendizaje, sino de aprendizajes integrantes de una actitud cooperativa emprendedora de calidad creciente.

Afirmo categóricamente que la implementación de esta visión vital_esencial es posible, además que es necesaria e indispensable si queremos garantizar calidad en nuestras prácticas educativas incluyentes.

Hemos trabajado talleres al respecto con educadoras/es en varios países de Nuestramérica (entre ellos con mayor énfasis en Nicaragua, México, Chile, Perú, Bolivia,..), también específicamente con maestras/os de primaria en Veracruz / México y con docentes de Escuelas Normales y asesoras/es pedagógicas/os en Nicaragua. De estos talleres destaco la habilidad docente, una vez convencidas/os de la importancia de la Cooperación Genuina, para convertir acciones sumamente competitivas en acciones caracterizadas por una Cooperación Genuina, introduciendo nuevas “reglas de juego” que significan un cambio radical de ambiente, construyendo confianza plena entre actoras/es, quienes además se convierten también en autoras/es de sus propios escenarios educativos.

Es cierto que en algún momento nos han planteado que los contextos no siempre son adecuados para introducir estos cambios, sin embargo, al reflexionar juntas/os nos damos cuenta que el cambio necesario inicia con una/o misma/o en primer lugar y posteriormente con su contexto más cercano: mi relación con un/a estudiante, con un/a colega, con un/a madre/padre de familia. Este cambio siempre es posible y se da, por supuesto gradualmente hasta lograr un cambio a nivel de aula, de escuela y aún más allá.

 

  1. ¿Y en la Universidad es posible el trabajo docente, incluyendo la investigación, bajo la perspectiva de la cooperación genuina?

Esta visión vital_esencial de una Cooperación Genuina como base para una Pedagogía desde el Sur se puede trabajar en cualquier nivel educativo, más aún en toda área de la vida, ya que apunta a calidad de vida y por consiguiente a calidad educativa.

Es específicamente en la educación superior, tanto a nivel de grado como de postgrado, que hemos construido, desarrollado y vivido experiencias sumamente interesantes. Así que he aprendido que como docente no es lo más importante disponer de un texto básico, de un libro de texto (ni de autoría propia) al inicio de un proceso de aprendizaje (asignatura, módulo, curso, diplomado, etc.), sino que lo importante es co-construir, cooperando genuinamente, el nuevo proceso de aprendizaje entre todas/os las/os participantes para ser co-autoras/es de un texto nuevo, el cual refleja lo aprendido.

Para ilustrar esto mismo les comparto brevemente unas experiencias en el contexto de docencia en la UNAN-Managua (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua – Managua):

  • En la asignatura “Sistematización de Experiencias” en V año de la carrera de Trabajo Social. En un primer encuentro intercambiamos experiencias respecto al tema. Seguimos con una investigación explorativa en función de conceptualizar e identificar necesidades de aprendizaje. A partir de nuestras necesidades de aprendizaje asumimos una tarea de responsabilidad compartida y distribuimos tareas, tanto a nivel personal como a nivel de equipos. Paralelamente al proceso de construcción de aprendizajes más a nivel teóricos vamos aplicando lo que aprendemos (aprender a sistematizar, sistematizando). El producto final constituyen informes de sistematización por equipo y un libro nuevo sobre lo que implica la sistematización de experiencias en el trabajo social.
  • En el módulo de “Planificación Educativa” en el contexto de una Maestría en Docencia Universitaria, trabajamos de manera similar: co-construimos, cooperando genuinamente, los nuevos aprendizajes a partir de la identificación de nuestras necesidades de aprendizaje en el tema. Como resultado un texto de co-autoría, el cual pueden conocer en el siguiente link: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2019/10/LIBRO-El-arte-de-planificar.pdf Cabe aclarar que esta experiencia de aprendizaje basado en un ambiente educativo caracterizado por la cooperación genuina se realizó en únicamente 6 encuentros.
  • En el ámbito de una maestría en “Formación de formadoras/es” trabajamos todas/os juntas/os una estrategia de “Aprender a Investigar, investigando” desde el enfoque de la Cooperación Genuina. Al terminar el trabajo de todo el paquete de investigación de la Maestría, también todas/os concluyeron su tesis, la cual fue compartida en los contextos de su elaboración (no en la universidad) y donde no hubo “jurado” sino una comisión evaluadora, asistida por las/os protagonistas del propio proceso de investigación (no solo sus autoras/es sino también los sujetos del proceso investigativo).

Pueden encontrar un reporte de esta experiencia en el siguiente artículo: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/Aprender-a-investigar-investigando.pdf

También pueden ver un video donde converso sobre esta experiencia con nuestro colega y amigo Oswualdo Antonio: https://youtu.be/coG7qluZuno

La investigación es sumamente un proceso colectivo, tal que la cooperación genuina, tanto a nivel interno del equipo como también entre equipos de investigación es esencial de cara a la calidad. Sin duda alguna esta visión de la Cooperación Genuina, con todas sus implicaciones constituye un referente muy positivo para nuestro trabajo.

 

  1. ¿Te consideras un educador popular o un docente universitario? ¿Por qué?

Me plantean ambas calificaciones como excluyentes. Sin embargo, estoy convencido que la calidad docente, también a nivel de educación superior, está determinada por el ejercicio del trabajo desde una visión de una Cooperación Genuina. Y esto implica, si consideramos su referente pedagógico (ver en respuestas anteriores), una Educación Alternativa Popular.

Tomando en cuenta esto mismo, por supuesto, en primera instancia me considero un educador popular, un educador ciudadano nuestroamericano, un acompañante en la construcción de procesos basados en cooperación genuina, un promotor de disfrutes compartidos vivenciales auténticos,…. Y diría que más bien la docencia universitaria es uno de los escenarios idóneos para poder realizar todo esto, igual como lo son todos los demás escenarios socio-educativos de nuestras vidas.

 

  1. ¿Es la cooperación genuina expresión de las pedagogías críticas? ¿Por qué?

Todo acto de Cooperación Genuina es un acto esencialmente humano educativo. Implica una actitud crítica constructiva y auto-crítica. En todo acto educativo, basado en cooperación genuina debemos cuestionar(nos) en cuanto a nuestros saberes y quehaceres para convertirlos, desde nuestra conciencia crítica, en insumos a compartir / intercambiar para una proceso de construcción colectiva de nuevos aprendizajes.

Una visión vital_esencial de “Cooperación Genuina” implica una visión consciente y crítica hacia nosotras/os mismas/os, nuestro contexto cercano y también no tan cercano, hacia la sociedad, nuestro país y Nuestramérica, hacia lo que ocurre en el mundo. Implica criticar constructivamente, no criticar por criticar sino criticar y proponer, construir alternativas desde este enfoque de una Cooperación Genuina.

Se trata de una visión pedagógica que no pretende ser un modelo, sino simplemente una visión compartida que (nos) implica en cuanto a nuestro quehacer educativo en cualquier escenario de la vida.

Nos permite cuestionar todo aquello que nos lleva a menospreciar a la otra persona, al otro ser del universo que compartimos, para que aprendamos a convivir desde una relación horizontal, con un profundo respeto y disfrute de la diversidad, tan necesaria.

Se trata de la construcción de nuestra conciencia respecto a que lo que nos debe regir es la convicción de una profunda “objetividad subjetiva”[2], también de cara al trabajo pedagógico científico.

En conclusión: La visión vital_esencial de “Cooperación Genuina” es una clara expresión de lo que comprendemos por “Pedagogías Críticas”.

 

  1. En la Nicaragua actual, ¿cuál consideras que debe ser el papel que jueguen los y las educadores?

Como en toda sociedad, también en Nicaragua el papel de educadoras/es es fundamental de cara al desarrollo humano sostenible.

Desde nuestra perspectiva, y ubicándonos en el contexto actual de Nicaragua, es importante que desde la educación (como educadoras/es que somos todas/os) construyamos conciencia personal y colectiva en cuanto a hacia dónde apuntamos. Esto implica el desarrollo de una actitud crítica constructiva que nos permita aportar a la calidad educativa en nuestro país, en primer lugar a nivel de la educación pública.

Nicaragua, desde su proyecto político-pedagógico nacional, apunta claramente a otra educación posible, con un enfoque orientado al ser humano, a su aprender. Reconoce en este sentido la importancia de la cooperación genuina entre diferentes actoras/es relacionadas/os, como lo somos nosotras/os por ejemplo, como ÁBACOenRed.

Desde una postura crítica constructiva será posible acompañarnos en nuestro desarrollo como seres con identidad “EcoPerSocial”.

El papel de educadoras/es en Nicaragua consiste en seguir luchando, seguir aportando, cada quien desde su contexto singular, a la calidad educativa. El Ministerio de Educación garantizará el acompañamiento necesario en este camino, sin embargo debemos estar conscientes que “la calidad educativa no se impone, sino se construye desde cada contexto singular”.

He aquí la importancia del papel de cada educador/a.

[1] «A la globalización neoliberal y egoísta, al antidemocrático orden político y económico internacional, debemos responder con la unidad y la globalización de la solidaridad, y la promoción del diálogo, la integración y la cooperación genuina«. Fidel Castro: II Cumbre Cuba – CARICOM en Barbados, 8/12/2005.

[2] http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/1-La-objetividad-subjetiva.pdf

Muchas gracias por esta entrevista, por esta oportunidad a compartir, Luz.

Un abrazo solidario para ti, extensivo a todo el equipo de Otras Voces en Educación.

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Cooperación genuina, Herman Van de Velde, ABACOenRed

Construir calidad educativa, basada en cooperación genuina

Una reflexión crítica y propositiva sobre la realidad educativa en Nicaragua – Mayo-Junio 2013.

Por Herman Van De Velde

En Nicaragua existe un Referente de Proyecto Político–Pedagógico que apunta a la cooperación, solidaridad, responsabilidad compartida,… El reto es que nuestras prácticas educativas, dentro de los escenarios de cada comunidad educativa, también apunten desde y hacia ese Referente, justo para garantizar la sostenibilidad político-pedagógica a largo plazo del mismo. Debemos garantizar coherencia entre práctica y proyecto político-pedagógico e ir construyendo, desde cada contexto, Comunidades Educativas singulares que a la vez sean expresiones y concreciones creativas del Proyecto Político-Pedagógico de Nación referente.
Desde la Introducción de esta reflexión crítica propositiva, retomo con énfasis, por el interés en lo referente a la calidad educativa, el último lineamiento de la Estrategia Educativa Nacional que dice literalmente: “Elevar la calidad educativa a partir de formación y capacitación del magisterio y mejoramiento de contenidos de programas de estudio.
Es justo respecto a la CALIDAD EDUCATIVA que pretendemos aportar.
Retomando la importancia que da el Gobierno de Nicaragua a la indispensable coherencia entre diferentes programas, proyectos y estrategias nacionales, aún más allá del Ministerio de Educación, me permitiré, en un segundo inciso, enfocar el tema de la ‘calidad educativa’, también por ser una prioridad política en este momento en nuestro país. Me baso en la gran necesidad, el gran RETO que se nos presenta en cuanto a construir estacoherenciatambién entre lasprácticas pedagógicas, en cada espacio, en cada escenario educativo particular y lo reflejado en el escenario global de referencia:el proyecto político pedagógico de Nación cristiano, socialista y solidario.
En el último inciso del artículo, aportamos ideas para la construcción colectiva de Comunidades Educativas basadas en Actitudes Cooperativas, las cuales, en su esencia, tendrán como característica justamente esa coherencia con el proyecto político-pedagógico de Nación en Nicaragua.
Descargar el pdf: 682 KB
– Herman Van de Velde, Coordinador ABACOenRed (www.abacoenred.com), Dr.C. en Ciencias Pedagógicas
Fuente: https://www.alainet.org/es/active/64239
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Entrevista a Herman Van de Velde: ‘La cooperación genuina, como paradigma vital, esencia otra pedagogía posible’

Redacción: ABACOenRed

Les invito a ver este video de una entrevista que me hicieron, como coordinador de ABACOenRed, de parte de Paula, periodista de RadioTV – Universidad de Magallanes de Punta Arenas, Chile, durante nuestra visita de trabajo, invitado también por el Centro Juan Wesley en el 2013.

Pronto (en mayo) nuevamente en Punta Arenas, junto con Maribel, compartiendo con Alfredo Aguero del Centro Juan Wesley y sus contactos. GRACIAS amigas/os, será un re-encuentro bonito.
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https://www.facebook.com/ABACOenRed/videos/439146016168587/

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=EGEI1RvrG7k&feature=youtu.be&app=desktop

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Libro: Construyendo escenarios educativos, basados en cooperación genuina

Autor: Van de Velde, Herman
Titulo: Construyendo escenarios educativos,basados en cooperación genuina / Herman Van de Velde.

1a ed. – Estelí, Nicaragua:
ABACOenRed, 2014
148 p. : il.
ISBN 978-99964-900-0-2

Introducción:  El libro que tienes en tus manos, estimada amiga lectora o estimado amigo lector, es una invitación. Te invitamos a que nos dispongamos, con acciones concretas, a construir juntas/os escenarios educativos, basados en cooperación genuina. ¿Por qué esta invitación? Porque como ABACOenRed nos sentimos comprometidas/os a aportar, a contribuir significativamente a una educación pública gratuita de alta calidad. Nuestra misión, como institución, plantea: “Aportar a la construcción colectiva de escenarios educativos, basados en una cooperación genuina, fortaleciendo actitudes cooperativas y confianza en actoras/es y autoras/es nuestroamericanas/os.” Este libro ha sido posible por el aporte solidario de la Rosa Luxemburg Stiftung – México y constituye un esfuerzo importante en el cumplimiento de nuestra misión como ABACOenRed. Queremos contribuir al diálogo constructivo respecto a un referente pedagógico-metodológico necesario y posible para una cooperación en el área de una Educación Popular Alternativa. Hacemos una invitación a que construyamos escenarios educativos, cuyos valores sean coherentes con el tipo de sociedad que pretendemos.

Descargar: Construyendo escenarios educativos, basados en cooperación genuina

Fuente: https://drive.google.com/drive/folders/0B9XOhfruMLSBVUFzdVJnbTVKaW8

 

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La ética de la cooperación (genuina) desde una perspectiva de equidad de género

La ética de la cooperación (genuina)1

desde una perspectiva de equidad de género

Por: Carla Yeneris Caballero (2017) * carla@abacoenred.com

Resumen

Reflexiono sobre un referente ético basado en la ‘Cooperación Genuina’ como paradigma vital-esencial desde una perspectiva de equidad de género. Comparto mi interpretación conceptual de lo que implica lo ético, lo moral y lo político. Propongo cómo visualizar y vivir relaciones equitativas entre Seres EcoPerSociales2 desde una ética basada en el paradigma vital-esencial ‘Cooperación Genuina’.

Palabras clave: cooperación genuina, ética, equidad de género.

-La ética y moral, también un asunto político-

Un día, mientras disfrutaba de la lectura del libro ‘Ética y moral: la búsqueda de los fundamentos’ de Leonardo Boff (2004), me topé en una red social con el video del potente discurso de Severn Suzuki3, quien en 1992 a la edad de 12 años, recaudó dinero con los miembros de la ECO (Environmental Children’s Organization) para asistir a la cumbre de medio ambiente y desarrollo «The Earth Summit», celebrada por la Organización de Naciones Unidas en Río de Janeiro.

Suzuki, junto con miembros de su grupo (Michelle Quigg, Vanessa Suttie y Morgan Geisler), presentó un discurso sobre retos y desafíos ambientales y sociales desde la perspectiva de las/os jóvenes. Comparto acá algunas de sus palabras:

Viniendo aquí, hoy, no voy a ocultar mi objetivo: Estoy luchando por mi futuro4… Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones venideras. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo, cuyos llantos son ignorados por todo el mundo. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta, porque no les queda ningún lugar a donde ir. No podemos soportar no ser oídos. No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques, que un día talaron y que antes crecían donde ahora hay desiertos. Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de estropearlo. Aún soy solo una niña, y sé que todos somos parte de una gran familia formada por seis mil millones de personas. De hecho, una familia de treinta millones de especies, y todos compartimos el mismo aire, agua y tierra. Las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso. Aún soy solo una niña, y sé que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivoEn la escuela, incluso en el jardín de infancia, nos enseñan a comportarnos bien en el mundo. Ustedes nos enseñan a no pelear con otros, a arreglar las cosas, a respetarnos, a enmendar nuestras acciones, a no herir a otras criaturas, a compartir y a no ser egoístas. Entonces, ¿por qué fuera de casa se dedican a hacer las cosas que nos dicen que no hagamos¿Estamos siquiera en su lista de prioridades? Mi padre siempre dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”.Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. El desafío: por favor, hagan que sus acciones reflejen sus palabras.

La voz de Suzuki en un grito de las/os excluidas/os del mundo; ella refleja la esperanza de una ética de solidaridad, una ética de cooperación genuina como paradigma vital-esencial que nos permita encontrarnos con las otras, los otros y lo otro desde una conciencia ecológica profunda.

Me quiero referir a algunas frases del discurso de Suzuki que me significaron mucho. Ella dijo: «todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo”; lo que considero un llamado urgente a compartir y a no ser egoístas, a recordar que somos ‘universo’, parte (no dueñas/os) de nuestro contexto y por tanto es imperante la necesidad y responsabilidad de cuidarlo manteniendo su perfecto equilibrio.

Suzuki reconoce en su discurso el poder transformador de las palabras y la importancia de ser coherentes entre nuestro creer, pensar y actuar cuando casi al final de su discurso dice: ¡Hagan que sus acciones reflejen sus palabras! ¡Qué desafiante! Haciendo mío este reto me pregunto ¿es cooperación genuina, como paradigma vital-esencial, una nueva ética del encuentro solidario con el otro, la otra y lo otro, lo que necesitamos para, como sugiere Boff (2004, 12), regresar a nuestra morada humana en este mundo junto con otros, cuidándonos mutuamente y cuidando lo que es común?». Defiendo esta idea y trataré de desarrollarla un poco más adelante.

Antes, me gustaría compartir mi interpretación sobre los conceptos de ética y moral, que muchas veces se homologan, pero que a mi parecer no son lo mismo. También quisiera relacionar lo ético, lo moral y lo político.

Pensando en el concepto de ética resuena y comparto la propuesta que hace Najmanovich (2015, 8) en cuanto a que la ética, que viene del griego ‘ethos’, es el ‘lugar donde habita y modos de existencia’. Tiene mucho sentido porque desde el lugar situado donde estoy y soy es que puedo reflejar el ser que soy siendo con el universo (desde el cuerpo que habito, mis ideas, lenguajes, aspiraciones, sueños, intereses, …)

Así, mi ética es mi carácter o modo de ser (siendo), es decir, mi modo singular de habitar mis experiencias, mis actuares, mis sentires, mis pensares; todo lo que me afecta, significa e influye en mi convivir con otras y otros en una dinámica de complejidad.

Boff (2004) utiliza la metáfora ‘morada humana’ para definir ética, es decir, el ‘conjunto de relaciones que el ser humano establece con el medio natural, separando un pedazo del mismo para que sea su morada» (p. 35). Desde este concepto puedo entender que cualquier actividad, sea cual fuere, supone una ética de vida, es decir, soy(somos) ser(es) ético(s), somos seres políticos, porque nos guían nuestros referentes ideológicos-ético-filosóficos que construimos histórica y culturalmente.

Cuando afirmo que ‘somos seres políticos’ es por la relación entre la política como el arte del bien común y la ética como carácter y comportamiento que nos permite alcanzar ese bien común. Serrano Caldera (2005, 2) dice que la política y la ética forman una unidad y que toda polis (política) tiene un ethos (ética) ya que toda política debe ser una ética en su desarrollo.

Soy ser ético y político en tanto construyo mi propio ser(siendo) desde referentes ideológicos concretos que me guían e impulsan a actuar de una u otra forma. Voy construyendo sentidos y significados reflejados en mis actos vitales orientados por valores y principios, viviendo costumbres, creencias e ideales desde el ‘arte de vivir’ co-viviendo6 con otras y otros.

No es raro entonces que a la ética se le compare con una casa, una morada, un hogar donde se habita y que está fundada en principios y valores. Y a la moral se le compare con los pilares que sostienen esa casa y que la hacen singular y única, es decir, nuestros hábitos y costumbres. Por esto, aunque algunas/os personas consideren a la ética y a la moral como sinónimos, encuentro en sus significados acepciones distintas, aunque por supuesto interconectadas.

Tal como lo interpreto, la ética (o lo ético) es más general y lo moral es singular y ambas se concretan en escenarios específicos. La ética se construye a partir de principios, valores y convicciones que se concretan en las decisiones de tipo moral, en la vida que vivimos y expresamos a través de nuestros hábitos y costumbres; desde la práctica real de cada ser en un contexto singular histórica y culturalmente situado.

El objeto de la ética es precisamente la moralidad de nuestros actos humanos. La moral se refiere a costumbres y valores personales de nuestra conducta humana en términos de ‘lo bueno y malo’, categorías morales que son determinadas por los propios imaginarios colectivos construidos a partir de creencias religiosas, culturales, históricas, políticas del contexto (de ahí su carácter relativo de persona a persona o de cultura a cultura). La ética, por su parte, se refiere al conjunto de valores y principios en los cuales se sustentan las decisiones que tomamos.

Elsa Tueros Way (2006) expone la diferencia entre ética y moral de esta manera:

Por moral entendemos pues todo el complejo fenómeno de las acciones humanas responsables y susceptibles de un juicio moral por los demás. En ese fenómeno están implicadas las acciones mismas, las tablas de valores con la que actores y receptores enjuician las acciones y cualquier otro aspecto similar. En cambio por ética se entiende el estudio, la observación, el análisis, la investigación científica de la problemática moral (p. 43).

Tueros explica que decir que el ser humano es esencialmente ético o decir que es un ser esencialmente moral —si mediante cualquiera de las dos palabras queremos decir que el ser humano está dotado de una capacidad para distinguir el bien del mal— da exactamente lo mismo. Sea como fuere, tanto la ética como la moral son construcciones simbólicas relativas, dinámicas, subjetivas, singulares para cada Ser, las cuales se construyen desde el contexto, la historia y la cultura particular.

Ante la pregunta de cómo nace la ética, Boff (2004) menciona que su fuente originaria es el afecto y es un afecto especial: el amor. Según él es la emoción, en suma, la pasión, como sentir profundo, porque «cuando nos apasionamos, vivimos valores y por los valores nos movemos y somos» (p. 32).

En este sentido, cuando pienso en lo que implica amor, lo visualizo como un (o quizá ‘el’) elemento fundamental para lograr acercarnos, conectarnos y lograr relaciones armónicas como seres EcoPerSociales7. Para mí el amor es conciencia, es acción, es respetar, es escuchar, es confiar, es compartir, es cooperar genuinamente.

Boff relaciona al amor con el ethos (ética) que cuida, y concuerdo con él en que cuando me amo entonces me cuido y me respeto, igual como cuando amo a otros seres, es que los cuido y los respeto. Por supuesto tengo que pensar al escribir esto y poner énfasis en que este ‘amar y cuidar’ debe ser desde el compartir genuino, sin caer en el ‘servilismo’ que nos impone el patriarcado a nosotras las mujeres; se trata de un amor compartido y desde relaciones de reciprocidad armoniosas y respetuosas.

Lo que he venido desarrollando me permite concluir que no existe una sola ética, o que alguien actúa sin ética. Eso o aquello con lo que no concordamos, lo consideramos ‘no ético’ o anti- ético’, sin la debida conciencia de que existen tantas posturas éticas como seres existimos y co-vivimos en el mundo.

Con todo, aunque es cierto que podemos definir ética y moral de diferentes maneras como personas hay, también me lleva a cuestionarme ¿a qué ética quiero contribuir desde lo que pienso y hago? Nuestros referentes éticos implican también definir una postura comprometida, aquella en la que basamos nuestros sueños e ideales profundos.

En este sentido, pienso en lo que escribe Boff sobre que en un mismo Ser pueden llegar a habitar distintas éticas; solo por citar algunas: el ethos que controla o el ethos que ama, el ethos que cuida o el ethos que sobreprotege, el ethos que se responsabiliza, el ethos que compite o el ethos que se solidariza, el ethos que se compadece, el ethos que integra o como proponemos desde ÁBACOenRed un ethos basado en el paradigma vital-esencial ‘Cooperación Genuina’, es decir, una ética del encuentro que coopera y comparte. A esto me refiero a continuación.

-Un referente ético basado en la cooperación (genuina)-

Desde el colectivo en ÁBACOenRed, proponemos la cooperación genuina como paradigma vital-esencial, una visión que se proyecta a contribuir en la construcción de calidad de vida para todas y todos. Reafirmamos que la cooperación genuina es sustancial y esencialmente una expresión vital como constructo socio-histórico: postura, visión filosófica, opción ética-política ideológica, estrategia, práctica contextualiza; praxis, por lo tanto, intencionada, planificada y organizada.

Como paradigma, la cooperación genuina orienta sueños, pensares, sentires, actuares vinculados a un posicionamiento político-ideológico concreto: la construcción de un socialismo que toma en cuenta lo humanista y una visión ecológica, holística y sistémica. De ahí que se denomina su referente ético como “Eco_social._humanista”, constituido desde un conjunto de principios y valores impulsores que interactúan permanentemente.

Gráfico No. 1: Referente ético del paradigma vital-esencial ‘Cooperación Genuina’

El valor ‘esencial’ que se proyecta desde el paradigma vital-esencial ‘cooperación genuina’ es la inclusión, pero no solo referida a la inclusión en cuanto a las personas con discapacidad, sino que nos referimos a todas las personas, sin excepción alguna. La inclusión como valor esencial implica mucho otros valores, como: la solidaridad, la equidad de género y generacional, la responsabilidad y el poder compartidos, la transparencia, la conciencia crítica histórica, el respeto y el disfrute de la diversidad8, la identidad EcoPerSocial, la interculturalidad y la identidad ecológica (Van de Velde, 2017).

Cuando ponemos a la inclusión como valor fundamental es porque creemos que debemos preservar la memoria de la unicidad y totalidad de la vida sin despreciar la diversidad y el tejido de las interdependencias, de la comunión con lo vivo y con la fuente originaria de todo ser que es siendo con otras y otros legítimamente.

Desde el paradigma vital-esencial ‘cooperación genuina’ se proyecta una ética de vida, una ética de cooperación (genuina), que no pretende ser un eslogan o título bonito y atrayente, sino expresar un modo de comprender las interactuaciones y vínculos necesarios para co-vivir. Cooperar genuinamente implica encontrar las pautas que conectan; tejer vínculos y redes, donde los nodos cambian con los encuentros y en las que es posible seguir muy diversos itinerarios, con su modo de fluir a ritmos diferentes.

La ética de cooperación (genuina) abre posibilidades infinitas de desarrollar una diversidad de formas de Ser siendo, creando escenarios vitales que promuevan la potencia de todas y todos, tal como lo expresa Najmanovich (2015, 90) «al cooperar se generan intercambios significativos, donde los vínculos se van transformando y nosotros con ellos».

Pensar y actuar desde una ética basada en la cooperación genuina, como paradigma vital-sencial, significa reconocer nuestra pertenencia a la naturaleza, nuestra inextricable relación con el colectivo y lo colectivo en el conjunto del universo; ya que es desde el encuentro y la cooperación donde afectamos y somos afectados por el entorno de muchas maneras diferentes. Este paradigma vital-esencial apunta a la construcción de vida, y al cuido y disfrute de la vida entre humanas/os y no humanos/as con respeto a las distintas expresiones vitales y a nuestra esencia como Seres que nos hacen referir al BienSer y al BuenVivir armonioso.

La idea anterior es reforzada con lo que leí de Briggs y Peat (1999, 7) en su libro de «Las siete leyes del caos» quienes expresan que cada una/o de nosotras/os está interconectada/o con los sistemas de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento que nos rodea y que fluye a través de nosotras/os. El caos, como metáfora cultural, nos anima a cuestionar algunas de nuestras creencias fuertemente arraigadas, reconociendo que en un sistema caótico todo está conectado a todo.

Ha resultado muy iluminador para continuar pensando en el paradigma vital-esencial ‘cooperación genuina’ lo escrito por Briggs y Peat en su tercera ley, la de la creatividad y renovación colectivas, ya que desde la perspectiva del caos toda la actividad en la sociedad y en la naturaleza es una actividad colectiva (1999, 73) en contraposición a la teoría de la selección natural que defiende a la competencia, la jerarquía y el poder de dominación como claves para la supervivencia y las estrategias reproductoras de las especies y en las cuales se han construido éticas basadas en el competir, en el control y el poder de unas/os sobre otras/os.

Una ética del control promueve la competencia que es la que se ha convertido en un cliché natural, usado muy a menudo para describir conductas que no son realmente competitivas, pero que refuerzan nuestras creencias en que el hecho de la vida es la competencia. La competencia es una idea reduccionista y limitada que no puede apreciar la profunda creatividad que opera en la naturaleza (Briggs y Peat, 1999, 81) o como también diría Najmanovich, es la versión que más se ha difundido en el imaginario social, porque es la que mejor coincide con los prejuicios instituidos (2015, 77) y con los intereses del capitalismo y el patriarcado.

-De una ética patriarcal (control) a una ética de cooperación genuina (confianza)-

Es claro que la ética de la cooperación genuina no es lo que predomina en nuestras sociedades actuales; vemos en la mayoría de nuestras organizaciones, con sus organigramas jerárquicos que no se parecen a lo que deberían ser organizaciones auto-organizadas basadas en la cooperación con valores como la confianza, la responsabilidad compartida y el poder compartido (por citar algunos valores).

De hecho, las estructuras en las que desarrollamos nuestros trabajos y que rigen nuestra sociedad se derivan de un conjunto de presunciones (o prejuicios) muy distintas acerca de la realidad. Estas presunciones que han creado nuestra realidad o, más propiamente, la ilusión que nosotras/s tomamos de la realidad la hemos distorsionado y así, por ejemplo, se ha reforzado la idea de que ejercer el poder y el control son esenciales para nuestra sobrevivencia (Briggs y Peat, 1999, 88).

Convivimos en sistemas patriarcales marcados por la jerarquía, basados en la emanación de un poder-sobre, un poder de dominación en la vida cotidiana, desde la vida íntima y desde la afectividad de las mujeres. El patriarcado como sistema histórico, filosófico, social y político ha logrado penetrar nuestras culturas, y la violación se ha convertido en la metáfora central en nuestras vidas: violación de mujeres, de grupos minoritarios y de la tierra misma (Capra, 1992, 15).

Hace un tiempo hice el ejercicio con una compañera del colectivo en ÁBACOenRed de dibujar cómo sería nuestra sociedad donde la inclusión fuese el valor ético fundamental y todo lo que ello conlleva. Lograr inclusión plena como personas, como seres, es nuestra mayor aspiración, expresada en un respeto y disfrute profundo; en el establecimiento y goce de relaciones sociales horizontales, simétricas y armónicas; en la responsabilidad y el poder compartido; en la normalización y el disfrute de la diversidad de identidades. Todo esto lleva a una convivencia solidaria, equitativa y sin ningún tipo de discriminación.

Desde la perspectiva que dibujamos nuestro sueño visualizamos la cooperación genuina como un paradigma inclusivo, que nos permite desarrollar una nueva mirada hacia la conceptualización de la persona (Ser EcoPerSocial), considerándola de forma compleja, sin atajos, ni estereotipos de ninguna clase..

Gráfico No. 2: Cooperación Genuina desde una visión de equidad de género. Ochoa, M. y Caballero, C. 2016

La cooperación genuina como paradigma vital-esencial cuestiona lo que el sistema patriarcal establece como verdad: la división entre lo racional y lo afectivo; lo ‘objetivo’ y lo subjetivo; lo cultural con lo natural; lo espiritual con lo corporal, lo culto con lo popular, etc. En realidad se trata de unidades indivisibles, pero se hace con una intencionalidad ideológica excluyente, elitista y patriarcal. En este mismo sentido, tal como cuestiona Najmanovich (2015) estas presuntas ‘verdades objetivas’ han viajado, primera en letras de molde y ahora en letras escritas por computadoras y otros dispositivos móviles.

Como un paréntesis, por ser un tema que me gustaría desarrollar en otra oportunidad, considero relevante provocar la reflexión sobre el papel de la cultura en el proceso de innovación tecnológica cuya dialéctica reconfigura los espacios de posibilidad de identidades y relaciones sociales, también de nuestras relaciones con las cosas y el mundo. Concuerdo con Najmanovich en que los nuevos escenarios de las redes interactivas nos dan la oportunidad de gestar no solo nuevos modos de educar sino de vivir y co-vivir a partir de una concepción compleja y dinámica del saber, de sujeto, los vínculos y la organización y que a través de las tecnologías libres se pueden tejer nuevas redes y hablar desde un lenguaje de la cooperación genuina.

Volviendo al gráfico No. 2, desde el colectivo en ÁBACOenRed queremos compartir nuestra visión sobre cómo estos paradigmas éticos se contraponen, por un lado, está una visión de exclusión cuya tendencia es la fragmentación y el control y por el otro está la inclusión que propone la construcción de un pensamiento orgánico y una visión holística e integradora.

Proponemos transitar de pensamientos y prácticas basadas en estereotipos y roles sociales con base en mitos, creencias, tradiciones y costumbres alrededor de lo considerado ‘normal’ o ‘parecidamente normal’, porque así ha sido naturalizado, a prácticas del encuentro con el otro y la otra, desde lo otro.

Consideramos importante mover nuestro foco para visualizar realidades más ricas. Procuramos cambiar el foco de un punto de vista mecanicista a una visión orgánica para abrirnos a un mundo en el que la diversidad y la unidad no se contrapongan, ni haya puntos de vista privilegiados sino incluyentes. No podemos pensar en el otro y la otra como competencia, porque excluye y hace imposible el co-vivir de forma pacífica y armoniosa en nuestro planeta.

Sabemos que el patriarcado ha cimentado y construido históricamente al género, a las expresiones singulares de lo que implica ser hombre o mujer, histórico-socio-culturalmente hablando. También sabemos que es desde paradigmas inclusivos que podemos develar las prácticas y creencias patriarcales y construir acciones transformadoras a partir de conciencia crítica.

Estar conscientes de la presencia del sistema patriarcal/colonial instituido que promueve un ‘poder sobre’ es un avance en este proceso de deconstrucción y decolonización de paradigmas fuertemente instituidos. El reto está en que, desde el poder de la construcción de una conciencia crítica, gestionemos y promovamos procesos de diálogo y comunicación para la transformación EcoPerSocial desde una opción despatriarcal y decolonial.

La ética basada en la cooperación genuina, como paradigma vital-esencial, se contrapone a una ética de exclusión, que en palabras de Najmanovich sería una ética de control, a la que ya me referí anteriormente, pero que retomo acá precisamente para visualizar ese contraste entre una ética de control (patriarcal) a una ética de la cooperación genuina (confianza) que nos permite el diálogo en encuentro genuino con las otras y los otros.

Una ética de control es una ética que se basa en una visión patriarcal por cuanto está construida desde el poder-sobre y la exclusión. Ésta, prevalece en escenarios mecánico-disciplinarios y abarca los procesos de disciplinamiento, tanto del cuerpo como de las ideas y ha ´modelado´ tanto a las personas, como a los vínculos y a las instituciones colectivas que ellas conforman (Najmanovich, 2015, 33).

Esta ética del control es represora de la subjetividad e interactividad, promueve la competencia y la rivalidad, las jerarquías, la homogeneidad y una búsqueda exagerada de la precisión, la exactitud y la linealidad y que sobre todo ha sido androcéntrica y misógina. Esta ética se ha diseñado para reproducir ‘Seres’ obedientes, sumisos, competitivos y uniformes donde se niega lo diverso y se fomenta el egocentrismo e individualismo, situación que cultural e históricamente ha afectado a los grupos minoritarios, entre ellos por supuesto a las mujeres.

La reflexión anterior me lleva a preguntarme ¿cómo construir nuevas relaciones equitativas entre Seres, desde un referente ético basado en la cooperación genuina?

La cooperación genuina implica, en esencia, el acto de ‘compartir’, que más que relacionarla con esa nuestra capacidad de entrega (como rol asignado especialmente a las mujeres) implica actos genuinos donde se distribuya el ejercicio del poder, porque aunque precisamos de un compartir comprometido también necesitamos de un poder compartido.

Ciertamente, es en nuestra vida cotidiana donde las mujeres libramos nuestras batallas, es como ese laboratorio donde se mixturan subjetividades, sueños, aspiraciones, prácticas (Díaz-Soucy, 2011), el espacio, tiempo y lugar en donde defendemos nuestros derechos y buscamos un cambio en la cultura.

Muchas de nuestras batallas resultan en conquistas de rompimiento de este pensamiento dicotómico o binario (que nosotras también reproducimos) que nos lleva a avanzar a un mundo que privilegie y ponga en su lugar (o quizá regresarle el lugar de donde lo quitamos) a las ‘vinculaciones’. Los vínculos se fortalecen a través del compartir genuino, en diálogo genuino, por sobre las ‘jerarquizaciones’ que definen un poder-sobre. Acá encuentro el vínculo entramado entre la confianza y la autocrítica que nos construye a través de una convivencia relacional solidaria.

Necesitamos reconstruir nuestra confianza, significarla. Para ello es muy importante desarrollar una actitud crítica y autocrítica, cuestionando nuestros sueños, nuestras dudas, nuestros miedos, nuestras metas, nuestros proyectos de vida, nuestras prácticas, de manera consciente, para poder desprendernos de ese sentir y pensar colonizado que refuerza la desconfianza y nos hace competir entre nosotras/os.

La confianza, la crítica y autocrítica como valores y prácticas refuerzan el respeto por la diversidad, la cooperación entre las personas y su entorno, facilitan cuestionar nuestro sentir, pensar y actuar y desprendernos de prácticas colonizadoras, opresoras, también entre mujeres.

¿Y cómo se concreta el compartir desde esta visión de un poder-entre? Es mi aspiración lograr ejercer un poder para cooperar y empoderar-nos más que para controlar-nos. Esto es el valor del no-control, de la no-dominación, del no-poder-sobre y si del poder para, del poder-entre, del poder-compartido. Este tipo de poder se contrapone con la mirada colonizadora y ese pensamiento hegemónico de exclusión, división y jerarquía.

Interesante como Díaz Soucy (2011), al hablar de los tipos de poder, menciona al poder ‘obsesión’. Efectivamente hay una obsesión por controlar, por demostrar el poderío sobre otras y otros, un tipo de poder que incuba las distintas formas de violencia.

Cuando como mujer me vuelvo consciente de las distintas formas en que el dominio jerárquico y patriarcal me ha despojado de mi capacidad de ejercer mi poder, es el momento que puedo ejercer una influencia creativa y positiva, usando mis capacidades innatas, subjetivas y prácticas para encontrarle sentido a la vida, querer y querernos compartiendo.

Desde una visión despatriarcal de género, iluminando mi pensamiento desde una ética de cooperación genuina, es una invitación a vivir mi autorrealización, desmontar lo que me ha oprimido (o me está oprimiendo) y desarrollar acciones emancipadoras con otras y otros. Transformar el círculo vicioso del poder y el control por un(os) espiral(es) virtuoso(s) de la cooperación genuina que me permita tejer vínculos horizontales con otras/os Seres; también conexiones transversales, excéntricas, multicéntricas y dinámicas.

Efectivamente, es desde mis propios actos de compartir en compromiso y desde el ejercicio de un poder compartido que puedor ir rompiendo opresiones, saliendo de mis propios ‘cautiverios’ como lo menciona Marcela Lagarde. Esto implica desarrollar mejores herramientas para trastocar silencios, ejercer mi voz para visibilizarme, confrontar rupturas y estilos de poder (sobre, de, obsesivo) hasta llegar al tan ansiado ‘poder positivo’, ‘poder compartido’, desde una ética de cooperación genuina como paradigma vital-esencial.

Referencias

Boff, L. (2004). Ética y moral: la búsqueda de los fundamentos. Cantabria, 138p.

Briggs, J. y Peat, F.D. (1999). Las siete leyes del caos: las ventajas de una vida caótica. Barcelona, 252p. https://eldesarmador.org/14-software-libre-y-cultura-libre.html

Capra, Fritjof (1992) El Punto Crucial. Buenos Aires, Argentina, Editorial Troquel.

Najmanovich, D. (2015). El cambio educativo: del control al encuentro comunitario. 125p.

Serrano Caldera, A. (2005). Ética y política. Revista Latinoamericana Polis. Revisada en:

http://journals.openedition.org/polis/7541

Ochoa, M.; Figueroa, M. y Caballero, C. (2017). Cooperación genuina, paradigma vital-esencial despatriarcal: opresión, corpopolítica y mujer, rastreando al patriarcado. Estelí, 34p.

Ochoa, M.; Caballero, C. y Moreno, M. (2016). Pensamiento crítico en acción. Cooperación Genuina:

paradigma vital-esencial en la construcción de escenarios educativos alternativos populares

latinoamericanos. Estelí: ÁBACOenRed. Recuperado de http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/Pensamiento-cr%C3%ADtico-en-acci%C3%B3n.pdf.

Tueros Way, E. (2006) El educador, sujeto ético y político. Revista Educación PUCP. Vol. 15, Núm. 29 (2006) http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/educacion/article/viewFile/2333/2281

Van de Velde, H. (2017). Análisis de políticas educativas desde una pedagogía basada en la cooperación genuina. ÁBACOenRed, 3p.

Van de Velde, H. (2014). Construyendo escenarios educativos basados en Cooperación Genuina. Estelí, Nicaragua: ÁBACOenRed.


  1. Me mueve la intención de visualizar cómo la cooperación genuina puede aportar a la lucha contra el patriarcado como sistema socio-cultural e histórico enraizado profundamente y que sigue legitimando las relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres. La equidad de género desde una opción despatriarcal y decolonial es el eje de reflexión que inspira mi trabajo de chifladura (tesis), el que trataré desarrollar en el transcurso del doctorado.

  2. Me refiero a la conexión intrínseca que hay en cada Ser donde lo personal, colectivo y contextual están entramados, atravesados y enlazados en una incesante dinámica de intercambios.

  3. El discurso completo se puede ver desde: https://www.youtube.com/watch?v=n6yVTSReTQ4

  4. Negrillas son propias.
  5. Textos de reflexión sugeridos para el segundo núcleo generador de aprendizajes, principios y valores del paradigma emergente, del doctorado en educación con especialidad en mediación pedagógica.
  6. Utilizo las expresiones co-vivir o co-viviendo porque considero que la convivencia o el convivir (también el co-existir) se ha limitado a estar en compañía de otras personas en el mismo lugar o tiempo sin que ello implique necesariamente desarrollar relaciones armónicas, en tanto que la expresión co-vivir me invita a habitar con otras y otros desde lo que implica la vivencia común en armonía, solidaridad, respeto y cooperación genuina.
  7. Me refiero a la conexión intrínseca que hay en cada Ser donde lo personal, colectivo y contextual están entramados, atravesados y enlazados en una incesante dinámica de intercambios.
  8. Briggs y Peat (1999) mencionan a la ‘diversidad’ como uno de los principios vitales en una ecología saludable, ya que según ellos ‘si reducimos la variedad y hacemos el sistema más homogéneo, se vuelve frágil y es posible que colapse linealmente’. La creatividad caótica muestra por qué es que la diversidad resulta ser tan importante ya que cada ser con su propia creatividad auto-organizada se unen, perdieron algunos grados de libertad, pero descubriendo otros nuevos; así es como una nueva inteligencia colectiva emerge en un sistema abierto, absolutamente insospechado y muy lejos de lo que cualquier podría haber esperado al contemplar a seres aislados (p. 85-87).

Fuente: Artículo enviado  por su autora a la redacción de OVE

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República Dominicana: Minerd integrará a los cabildos en la mejora de la calidad educativa

Centro América/02 Diciembre 2017/Fuente: El caribe

El ministro de Educación, Andrés Navarro, y el presidente de la Federación Dominicana de Municipios (Fedomu) firmaron ayer un convenio para impulsar la mejora de la calidad educativa conjuntamente con las alcaldías a nivel nacional. Al participar como orador invitado en la Asamblea General de Municipios, Doctor Rubén Lulo Gitte, Navarro dijo que compartir con el sector es una magnífica oportunidad para aportar desde el Minerd por el desarrollo municipal, “pues como todos ustedes saben, soy un permanente militante por el desarrollo local, dado que fue en la gestión municipal donde aprendí en teoría y práctica, los principios básicos del adecuado manejo de la cosa pública”.

Declaró que el Minerd y Fedomu han aprovechado esta valiosa oportunidad para firmar una alianza estratégica que desde ya se está impulsando desde la municipalidad, “porque nos permitirá perfilar el rol que muy bien podrán jugar los ayuntamientos en la Revolución Educativa que impulsa el presidente Danilo Medina, con una decidida voluntad política por la mejora de la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje”.

Las principales líneas de acción del convenio son la gestión ambiental y saneamiento; gestión de riesgos y seguridad, animación cultural, fomento deportivo y democracia y gestión local.

Dijo que el convenio entre el Minerd y Fedomu abrirá grandes oportunidades para una significativa participación de los gobiernos locales en la mejora de la calidad de la educación en cada uno de los 158 municipios del país.

El funcionario consideró que la nueva realidad dominicana deja claro que es imposible lograr desarrollo local sostenible sin una notable mejora de la educación de los niños y los jóvenes, “porque no es casual que en la agenda de desarrollo sostenible 20-30 se formuló un objetivo focalizado a la educación para todos y durante toda la vida”.

Fuente: http://elcaribe.com.do/2017/11/30/minerd-integrara-los-cabildos-en-la-mejora-de-la-calidad-educativa/

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Para educar a un niño no hace falta toda la tribu

Por: Julio Rogero

Educar siempre va más allá de esa concepción tribal y desborda los intereses, valores y significados que construyen las propias comunidades que producen sus propias verdades.

Hace ya tiempo, algunos autores y colectivos pusieron en circulación, con gran éxito, el dicho africano de que “para educar a un niño hace falta toda la tribu”. Como metáfora de que la educación requiere la colaboración de toda la comunidad, no tribal sino humana, es aceptable, y se puede percibir que la intención de esas palabras es confíar en tus vecinos y conciudadanos la educación de tus hijos. Sin embargo, siempre intuí esta idea como bastante desafortunada y fuera de lugar en nuestra escuela pública. Sencillamente, en el modelo de educación y escuela que muchos defendemos no tiene lugar el espíritu tribal, sino que tal espíritu encarna, más bien, todo lo contrario de lo que pretendemos.

Detrás de esa concepción puede esconderse una idea de comunidad endogámica, que se mira a sí misma, homogénea, donde los de fuera no tienen cabida. En una sociedad abierta y globalizada, como la nuestra, se hace difícil mantener ese eslogan. Las tribus, como pequeñas poblaciones muy unidas y cerradas, suelen tender a considerar a los de fuera como extraños y distintos, como “otros” y enemigos de los que desconfiar. Ese espacio de la tribu facilita los mecanismos de cooperación dentro de la tribu pero, a la vez, esos mismos mecanismos dificultan la cooperación entre los colectivos humanos que con visiones diferentes y con frecuencia incompatibles se organizan en distintas tribus también cerradas e incomunicadas entre sí.

Es verdad que hoy, como mecanismos de defensa ante un medio hostil, surgen múltiples tribus identitarias en torno a elementos muy diversos: tribus urbanas, deportivas… o, ahora, tribus digitales. A lo largo de nuestra propia historia hemos visto la negación de la naturaleza humana del otro (colonización) o su inclusión forzosa (fascismo) cuando el racismo, la xenofobia y el tribalismo se han impuesto.

Así, educar siempre va más allá de esa concepción tribal y desborda los intereses, valores y significados que construyen las propias comunidades que producen sus propias verdades. Como dice Manuel García Maldonado, en La era de la posverdad, “esa adscripción tribal resta importancia al contenido de las creencias, para otorgársela a los sentimientos que experimentamos. Las creencias serán como un pretexto, una justificación racional de las emociones que nos llevan a rechazar a quienes pertenecen a un grupo rival” (p. 72).

La creación de grupos estancos, “ellos”-“los otros”-“los distintos”, es el resultado de una educación tribal que contempla la diferencia para separar, discriminar, clasificar, excluir, seleccionar y competir. Por eso educar con espíritu de tribu y por la tribu tiene esos riesgos, y recordar que se necesita toda una tribu se puede considerar en este sentido también. Así, los hijos de la clase alta necesitan toda su tribu y su educación privada de élite para mantener y educar en el espíritu elitista y clasista de dirigentes de una sociedad de tribus sometidas. También la clase media dice necesitar una escuela privada-concertada que selecciona a su alumnado para que sus hijos no se contaminen con los demás en el espacio de la escuela de titularidad pública y ponen todo su espíritu tribal para preservar su capital económico y cultural, para mantenerse separados y garantizar su éxito escolar y social. A su vez, una parte de la gente sencilla, que pertenece a las clases populares donde se integran la mayoría de los ciudadanos, con frecuencia, asumiendo la ideología de las clases dominantes, quiere elegir para sus hijos la tribu del bilingüismo, de la excelencia y de los exitosos que les diferencie de sus mismos “otros” destinados al fracaso. Sin embargo, la mayoría prefiere que sus hijos e hijas estén con todos en el espacio público, para que aprendan y sepan convivir juntos en un “nosotros” humanizador e inclusivo, más allá de cualquier espíritu tribal.

Por todas estas razones me parece que la metáfora es particularmente desafortunada. Sobre todo porque, en un mundo como el nuestro, tan marcado por la xenofobia y el tribalismo identitario, nos aleja de una perspectiva de universalismo ético, crítico, humanizador y fraterno. En una sociedad globalizada como la nuestra, marcada a sangre y fuego por la guerra, los refugiados, los migrantes, las desigualdades, la pobreza, las injusticias, los abusos, la esclavitud y la precariedad, la escuela y la educación solo pueden desarrollarse en la perspectiva de la humanización. La civilización solo ha avanzado superando el espíritu tribal para caminar hacia la utopía de una humanidad unida y fraterna. La historia nos dice que la humanidad se ha ido construyendo con la ruptura y la desaparición de las sociedades y colectivos humanos cerrados en sí mismos y se han consolidado con su apertura a los demás, a los otros, a los diferentes para construir un espíritu universal de convivencia y encuentro.

Hoy las propuestas neoconservadoras y restauradoras de visiones del pasado en la escuela, aun desde engañosas posiciones avanzadas y progresistas, ante los problemas de una sociedad abierta como la nuestra, que muchos ven como difícilmente habitable, recurren a la tribu, al espíritu de campanario, a cerrarse en sí mismos, siempre en la misma dirección de crecimiento del egoísmo, de la competitividad, la selección y la soledad de las personas. En la escuela estas visiones “neo”, que ven la escuela como un refugio salvador, se asientan cada vez con más fuerza en visiones cada vez más cerradas y tribales.

La educación que fomenta el espíritu crítico, la promoción de la autonomía del sujeto, la convivencia positiva y la fraternidad, el respeto a la singularidad de cada uno, el amor al diferente, la cooperación, la equidad, la justicia social…, requiere la cooperación de toda la humanidad que, como aspiración e inspiración, dejó atrás el espíritu tribal para estar abierta a todas las personas en toda su diversidad. Sostener hoy en el seno de la escuela la apertura al medio, a la vida, a los procesos de humanización creciente que necesitamos, significa la destribalización del espacio y el tiempo educativo e insertarlos en los horizontes civilizadores de cooperación y relación empática.

La tribu de la que debemos hablar va incluso más allá de la especie humana, sobre todo si la relacionamos con la amplia realidad de lo viviente. En la educación, la tribu debe ser la vida. Y la significación de ese eslogan que cuestionamos no tiene ningún sentido hoy y aquí, y sí lo tiene una sociedad cada vez más abierta, universalizada y unida desde el respeto y el reconocimiento a las diferentes singularidades.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/08/para-educar-un-ninos-no-hace-falta-toda-la-tribu/

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