Emancipación a través de la experiencia

Por:

  • El plato fuerte de Xcèntric, el cine del CCCB, ha sido la doble proyección de la miniserie italiana Diario di un maestro, de Vittorio de Seta (xcentric@cccb.org). Se trata de la crónica cotidiana de un aula, a modo de poema pedagógico, que muestra hasta dónde puede llegar un grupo de alumnos cuando se confía en ellos, trabaja en cooperación y se le ofrece herramientas para interpretar la realidad.

El maestro les invita a tomar las medidas del estrado y de la pared. ¿Para qué estarán haciendo? Para algo tan sencillo como revolucionario, sobre todo hace cincuenta años: convertir la tarima en una estantería-biblioteca de aula. Previamente han juntado los pupitres en mesas para trabajar en equipo. El aula se pone patas arriba y los paseos por el barrio, por la Roma monumental o por la naturaleza se convierten en lugares de aprendizaje.

Asimismo, se modifican los tiempos, porque aquí no rige el horario compartimentado por asignaturas sino un tiempo prolongado -a veces más allá la hora de salida-, para desarrollar sus proyectos de investigación globalizados. Estas son alguna de las cartas de presentación del maestro protagonista que acaba de llegar a la escuela de Piedralata, un suburbio de Roma, con una maleta cargada de libros.

La visión y la práctica solitaria de este docente contrasta con la de los otros colegas del centro que siguen enseñando al modo más convencional, sin salirse un ápice de lo que dicta el programa oficial y el libro de texto, con exámenes absurdos, porque así lo han hecho toda la vida y no hay manera de que salgan de su zona de confort. Son los fieles servidores de una escuela autoritaria que burla el entorno y castiga, expulsa y fomenta el absentismo escolar. Bruno, el maestro protagonista, tiene que lidiar con este panorama, en un barrio de emigrantes del sur golpeados por la pobreza y la desigualdad. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo poner orden en un aula dónde las peleas son continuas y poco o nada de lo que les ofrece la escuela les interesa? Y, sobre todo, ¿cómo lograr la asistencia de estos dieciséis alumnos de doce años?

Bruno empieza haciéndoles algunas preguntas para hacerse una idea de sus conocimientos previos y, acto seguido, les invita a hablar de lo que quieran, escribir sobre sus familias y expresar pensamientos y emociones en sus textos: para despertar su curiosidad y para que se sientan más seguros. Le sigue una inmersión en el barrio, un entorno degradado y hasta ruinoso, y las visitas a las familias. Fruto de sus salidas es el enorme mural que cuelgan a la pared sobre la lucertole, tras un estudio a fondo a fondo de la lagartija y la construcción de un vivero donde van colocando los animalitos que encuentran. Otro día asiste a la clase un antiguo ladrón al que los chicos acribillan a preguntas durante unas cuantas horas: ¿Por qué robaba? ¿Por qué dejó de hacerlo? ¿Cómo era la vida en la cárcel.

La delincuencia se convierte en un centro de interés y, como todas las actividades, terminan con la confección de un periódico y un mural: “Contra la ley”, un título decidido entre todos. Una de las palabras clave de este relato pedagógico es Insieme: en común o todos juntos. Así se toman las decisiones, se organiza la clase, se gestiona un pequeño presupuesto y se va construyendo comunidad con la participación activa y responsable de todos.

El tercer episodio (lo componen cuatro en total) arranca con una escena dramática y muy actual: la demolición de unas casas, de las que han sido expulsados sus habitantes que restan a la espera de lograr una nueva vivienda. La lista de espera es larga. Los alumnos, junto a su maestro, presencian la acción de la grúa. Una experiencia tan vivida en carne propia es una excelente ocasión para trabajar a fondo el problema de la vivienda. Tras los dibujos individuales para representar este acontecimiento, el maestro les sugiere que elijan el que les parezca mejor para hacerlo colectivamente en grande, no sin antes preguntarles -como suele hacer siempre- los porqués. Le sigue una lluvia de manos alzadas para entrar en el análisis, y no faltan las propuestas que aconsejan integrar aspectos de unos y otros.

En los debates y textos se investigan cuestiones como estas: ¿Cómo y dónde vivimos? ¿Por qué se dan estas situaciones? Se consultan estadísticas, crónicas periodísticas y se invita a un par de padres para que cuenten la historia del barrio. Todo ello es aprovechado para que los textos definitivos se puedan corregir en el encerado, para aprender a comunicarse, para descubrir nuevas palabras y algunas estructuras sintácticas. Para el título del mural se inventan una palabra muy llamativa: “Las casas de los malestantes”. Como colofón, Bruno introduce una imprenta -una de las técnicas introducidas por el maestro francés Celéstin Freinet- para imprimir los textos y juntarlos en una revista de la que se editan cincuenta ejemplares: para todos los alumnos y para sus familiares. La pasión del maestro se contagia a los chicos. Hay momentos de silencio absoluto y otros de un ruido muy educativo, porque todos quieren tomar la palabra para participar, para dar la opinión o para hacer preguntas y más preguntas.

Este modo de trabajar se repite a la hora de orientar todos los proyectos: desde los oficios del barrio hasta la Segunda Guerra Mundial y el fascismo. En este punto alguien toma un libro de texto y Bruno lee lo que se dice, y al final suelta este comentario: “Apenas nada se dice de la resistencia”. Por ello la investigación se traslada de nuevo a sus vivencias. ¿Cómo la vivieron sus familias? Y Ahí sale todo: el hambre, los campos de concentración, los bombardeos sobre la población civil, la lucha antifascista, etc. Escuchan un disco donde Mussolini, el duce, proclama la intervención de Italia en la contienda y, como otras veces, algunos padres hacen de profesores para contar sus historias. Estos chicos, en un ambiente escolar en el que se sienten escuchados, reconocidos y estimados, toman conciencia de sus capacidades y se convierten en verdaderos productores de conocimiento.

En la dirección de Vittorio de Seta se descubre la huella del cine neorrealista italiano -Luigi Comencini fue su maestro- y de Pier Paolo Passolini, en su interés por retratar el mundo de los olvidados que viven en los extrarradios y en los márgenes de la sociedad. Se filmaron cincuenta horas en cámara de 16 mm y sonido en directo, y el rodaje duró año y medio. Para el papel de maestro se eligió al actor Bruno Cirino, pero los alumnos se escogieron entre los chicos de estos barrios populares: por la mañana asistían al rodaje y por la tarde recibían sus clases habituales. Se dejó un gran margen de improvisación y espontaneidad; y a diferencia de lo que suele hacerse en los rodajes las escenas casi nunca se repetían. La RAI, la radiotelevisión italiana, lo emitió en 1972 como una miniserie de cuatro capítulos de casi cinco horas de duración. La emisión de este historia, que bascula entre la ficción y el documental, tuvo un gran impacto -en el cuarto episodio se alcanzó la cifra de veinte millones de telespectadores- y levantó una fuerte polémica entre los partidarios de democratizar y dignificar la escuela pública mediante alternativas renovadoras y los que veían en ella un mero invento que cuestionaba los cimientos del orden establecido que no conducía a ninguna parte. Al año siguiente se preparó una versión reducida de 135 minutos para la proyección en salas. Y poco después la programó televisión española para la segunda cadena.

Pero si este proceso fue laborioso, también lo fue la fase previa de documentación. La cinta se inspira en el libro de Albino Bernardini: “Diario de un maestro. Un año en Piedralata” (Barcelona, Fontanella, 1974). De Seta tuvo largas conversaciones con su autor, pero también las tuvo con Mario Lodi, autor de El País errado. Diario de una experiencia pedagógica (Barcelona, Laia, 1973) y de Insieme. Un diario de clase ((Barcelona, Laia, 1974), y miembro destacado del Movimento de Cooperazione Educativa (véase el título homónimo de Francisco Imbernón, Barcelona, Laia, 1981), grupo de educadores que, inspirados en la pedagogía Freinet, centran su actividad en la cooperación, en el hacer juntos la escuela y en la investigación del niño y del entorno. Este movimiento, con un fuerte componente comunista y cristiano radical, fue pionero en la renovación de la escuela italiana de las décadas del sesenta al ochenta, con un fuerte compromiso en la recuperación de memoria histórica antifascista. Otros muchos de sus textos fueron traducidos al castellano en aquellos tiempos. Sin duda, cabe destacar la aportación de Francesco Tonucci, asesor de esta serie, muy conocido por la comunidad educativa por sus numerosas conferencias y aportaciones en castellano en defensa del protagonismo de la infancia y por sus libros de viñetas firmados por su alter ego Frato.

Diario de un maestro pude leerse tanto en clave histórica: la de unos años de efervescencia educativa tanto en la Italia democrática como en la España de la transición, como en clave actual: ¿Acaso no hay secuencias en la película que siguen siendo plenamente revolucionarias? Siempre me asaltó una duda: ¿Por qué estas experiencias fueron y siguen minoritarias? Un día el propio Tonucci me dio la respuesta: porque la formación inicial del profesorado se mantiene igual. ¿Sólo en Italia?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2021/05/04/emancipacion-a-traves-de-la-experiencia/

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Diálogos imaginados sobre el método de cooperativas escolares

Por: Eleazar Jiménez López

Palabras clave: cooperativas escolares, Zona de Desarrollo Real (ZDR), Zona de Desarrollo Potencial (ZDP), aprendizaje, pedagogía.

Keywords: school cooperatives, Real Development Zone (ZDR), Potential Development Zone (ZDP), learning, pedagogy.

Resumen.

El presente escrito, apuesta por abrir el debate, de los aspectos psicológicos, pedagógicos e instituciones que cimientan el método de cooperativas escolares como posturas que dan sustento y vigencia al método, en el nivel de educación secundaria técnica. Se plantea como un diálogo imaginado, entre teóricos y praxicos, que han tenido y tienen un vínculo de compromiso y dedicación en la construcción experienciada de valores y saberes con principios cooperativos.

En ese mismo sentido, el diálogo se plantea metafóricamente, como un café pedagógico, que invita a probar los aromas e insumos que han conformado el diálogo de saberes y recrea de manera intencional la creación de la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) como construcción de sentidos del método de cooperativas escolares.

 Se concluye en recuperar la esencia de las cooperativas escolares y su vigencia ante los actuales avances en la ciencia y tecnología aplicadas a la educación y el apuntalamiento del capitalismo cognitivo.

Abstract.

This writing is committed to opening the debate on the psychological, pedagogical and institutional aspects that underpin the school cooperative method as positions that give support and validity to the method, at the level of technical secondary education. It is presented as an imagined dialogue, between theorists and practitioners, who have had and still have a bond of commitment and dedication in the experienced construction of values ​​and knowledge with cooperative principles. In the same sense, the dialogue is presented metaphorically, as a pedagogical coffee, which invites us to taste the aromas and inputs that have shaped the dialogue of knowledge and intentionally recreates the creation of the Zone of Proximate Development (ZPD) as a construction of senses of the school cooperative method.

 It concludes in recovering the essence of school cooperatives and their validity in the face of current advances in science and technology applied to education and the underpinning of cognitive capitalism.

Introducción.

El planteamiento de un diálogo imaginado entre teóricos y praxicos ofrece una exploración al hito de las cooperativas escolares como estrategia de enseñanza y su vigencia en la escuela formal. Con este recorrido se exploran los principios psicológicos, pedagógicos e institucionales para aportar elementos que converjan en (re)imaginar el método de cooperativas escolares.

Así mismo, se plantea la vigencia de las cooperativas escolares en el nivel de secundarias técnicas como detonadores para el desarrollo de la cultura cooperativa y de convivencia para alcanzar el bien común; y la posibilidad de reanimar, revivir y reescribir en contrapunto al conocimiento cognitivo, la lógica de mercado y la actual despedagogización de la educación.

Las primeras experiencias con cooperativas escolares surgieron en Francia, justo al finalizar la primera guerra mundial. Debido a las secuelas sociales que dejaron los conflictos bélicos, Barthelemy Profit, que fungía con el cargo de inspector de escuelas, inspirado por los aportes pedagógicos de Celestine Freinet, decidió impulsar la organización de los planteles escolares en asociaciones de tipo cooperativo, con la finalidad, de impulsar actividades productivas que generaran las condiciones para la adquisición de recursos y materiales educativos, mobiliarios y útiles escolares. Hoy en día, la idea de Barthelemy Profit, sigue vigente, ante las escambrosas y sinuosas consecuencias sociales de la pandemia y pospandemia por SAR-COV-2 y la emergencia de revitalizar el sentido cooperativo de las nuevas generaciones.

Método.

El estudio se hizo a partir de la revisión documental de bibliografía existente en relación al aprendizaje cooperativo y la aplicación de un instrumento de indagación de información mediante una entrevista semiestructurada basado en un formulario, cuyo enlace, fue compartido en correos electrónicos y contactos en whatsapp.

En el formulario de Google se registraron un total de 4 respuestas, cuya relación en común es tener, haber y seguir teniendo relación con la asignatura de Tecnología; de los cuales 1 corresponde a supervisor, 1 jefe de enseñanza, 2 coordinadores de tecnologías; por la masificación de dicho formulario, se esperaba una mayor participación; sin embargo, puedo asumir que es un trabajo que seguirá en construcción. Dicho instrumento, estuvo compuesto por 11 ítems, de los cuales seis correspondieron en recuperar datos personales de las/os participantes y 5 ítems relacionados en indagar respecto a cooperativas escolares, sus fines pedagógicos, su sentido y vigencia ante los cambios globales.

Desarrollo.

El siguiente diálogo recreado, es una fuente de inspiración y de aprendizaje como proceso de creación intencionada de la Zona de Desarrollo Potencial (ZDP), para la construcción de sentidos y significaciones de las cooperativas escolares, situado en un café pedagógico, en el que se puede disfrutar del aromático y la charla con las/los teóricos y praxicos que han hecho aportes a los principios psicológicos y pedagógicos que han inspirado la exploración  del método de cooperativas escolares en el nivel de Educación Secundaria Técnica.

Comenzaré pues, a interpelar e interpelarnos…

Un sorbo de café, con aroma psicológico.

 Entrevistador: Haciendo alusión a la Zona de Desarrollo Real (ZDR),  iniciaré el diálogo, citando la frase de Paulo Freire “Nadie educa a nadie –nadie se educa a sí mismo-, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo” para provocar la devolución de los invitados. Puedo evocar que al cursar mi educación secundaria, hice el pago de un bono para ser socio de la cooperativa escolar, y al término del ciclo escolar, el titular de la asignatura de pecuaria me hizo entrega de la utilidad. En primer grado, criábamos y vendíamos pollos, encalado de la nave avícola, aplicación de vacunas; en segundo grado, criábamos cerdos y realizábamos la limpieza de zahúrdas; y en tercer grado, engorda de bovinos. El maestro nos integraba en equipos de trabajo. Sin embargo, a mis 12 años de edad, comprendía muy poco, como funcionaba la cooperativa escolar. Por lo que iniciaré la entrevista planteando la siguiente interrogante: ¿Qué es una cooperativa escolar?

R: Samuel (Coordinador de Actividades Tecnológicas): Saber ser y saber hacer, es decir la esencia humanista del ser humano y el conocimiento que dispone coadyuva para el desarrollo de habilidades. Un concepto práctico de cooperativas escolares es, espacio o ambiente propicio para resolver problemas de necesidades cotidianas, comer, invertir monetariamente, esperar resultados óptimos, etc.

R: Claudia: La cooperativa escolar es entonces una asociación de estudiantes de una institución educativa, dirigida y gestionada por los mismos, con la guía y ayuda de sus profesores/as, cuyos fines son experimentar, aprender y afianzar el sentido de la cooperación y la solidaridad junto a los valores democráticos, así como la interacción entre el esfuerzo propio y la ayuda mutua que dan por resultado una mayor autonomía y capacidad de decisión y liderazgo; todo ello, mediante la realización de proyectos y/o actividades comunes dentro de los límites de la institución escolar que atienden, y teniendo siempre en cuenta el bien de la comunidad que les rodea.

R: Manuel de Jesús (Jefe de enseñanza de Tecnologías): Desarrollar los programas de estudio mediante el procedimiento del hacer produciendo.

R: José: Concibo que la cooperación escolar, es decir, la gestión de la vida y del trabajo escolar por los usuarios, incluyendo al maestro, debe ser en consecuencia, una actitud eminentemente social y por ello puede hablarse, con propiedad, de… una sociedad de niños… y de que la clase se convierta en una agitada colmena.

R: José Aníbal (Supervisor): Aprender a trabajar en colectivo por el bien común.

Entrevistador: La cooperativa escolar, es un método de enseñanza, su gestión y administración es autónoma y realizada por el Consejo de Administración integrados por un presidente, secretario/a y tesorero/a nombrados en una asamblea general. Se rige mediante el Reglamento de Cooperativas Escolares, en el cual, se desprenden las disposiciones generales, fines, tipos de cooperativas, constitución y registro, órganos de gobierno y control, de las/os socias/os, capital, aportaciones y rendimientos, disolución de las cooperativas escolares y las sanciones. El fin de la cooperativa escolar es eminentemente pedagógico y autogestivo, es decir, es autónoma y se gobierna por sí solo. Tiene la intención de unir voces, esfuerzo, responsabilidad, compromiso y voluntad para el logro de fines colectivos.

R: Norma (Coordinadora de Actividades Tecnológicas): Es el desarrollo común de actividades técnicas y pedagógicas en una institución educativa.

R: Claudia: Es importante recuperar un hito del origen del trabajo con cooperativas escolares y nos lleva a mencionar a Celestine Freinet “quien creía que el conocimiento y aprendizaje deben formar parte de la experiencia vivida” (Sánchez, 2011: p. 9).

Desde la experiencia francesa, el aporte de Celestine Freinet es retomado por Barthelemy Profit quien creó la primer cooperativa escolar que llamó “Les beilles” o “Las abejas”.  Este educador siempre sostuvo un rechazo hacia las prácticas autoritarias en las escuelas así como la competencia evidente entre los estudiantes y llegó a afirmar que la escuela debe verse como una mini República basado en los valores de la cooperación y la solidaridad.

Entrevistador: Las cooperativas escolares propician el desenvolvimiento psicosocial de las/os estudiantes, promoviendo el desarrollo de actividades de solidaridad, ayuda mutua, cooperación y responsabilidad de tareas en beneficio del colectivo. Se impulsa el trabajo en equipo en cada una de las actividades emprendidas por el o la docente. Por lo que creo conveniente explorar, ¿Cómo se construye el conocimiento a partir de la interacción entre pares?, ya que de allí, reside el aprendizaje cooperativo.

R: Lev Seminovitch Vigotsky: Para entender el desarrollo del niño, es necesario conocer la cultura donde se crece. En mis estudios de psicología evolutiva, pude construir que el aprendizaje se da en interacción con el otro/a mediados por instrumentos culturales que son parte de las invenciones sociales.

Parte de mis postulados, es que, la zona de desarrollo potencial. No es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.

Entrevistador: Entiendo que la estrategias de tutorado y acompañamiento, el trabajo en equipo y la relación docente-madre/padre de familia y toda persona vinculada con la o el estudiante coadyuvan en su proceso de aprendizaje. Por ello, la relación estudiante-docente es indesplazable.

R: L. Meece: Por medio de las actividades sociales del niño aprenden a incorporar a su pensamiento herramientas culturales como el lenguaje, los sistemas de conteo, la escritura, el arte y otras invenciones sociales.

Entrevistador: Retomando los distintos puntos de vista, puedo afirmar, que el método de cooperativas escolares propicia la creación de Zonas de Desarrollo Potencial (ZDP) con el desenvolvimiento de las/os estudiantes en las diversas actividades propuestas por las/os docentes. Entre ellos, los valores de responsabilidad, disciplina, cooperación, solidaridad y ayuda mutua apuntalan a la formación axiológica de las/os estudiantes con la mediación del mundo.

Un sorbo de café, con aroma pedagógico.

Entrevistador: En este avanzar, corresponde profundizar, en relación a los fines pedagógicos de las cooperativas escolares, como imaginarios que se desean alcanzar a partir de creación de Zonas de de Desarrollo Potencial (ZDP) y como una posibilidad para reivindicar la relación sujeto-sujeto con la intermediación de la y el docente en función de la realidad que se está viviendo. Las cooperativas escolares, reivindican los vínculos afectivos y de trabajo colaborativo.

R: José Aníbal (Supervisor): Que las y los estudiantes apliquen en su vida cotidiana los conocimientos y los beneficios de trabajar en cooperativa.

R: Margarita y otros/as: El individuo se sitúa, según Vigotsky, en la zona de desarrollo actual o real (ZDR) y evoluciona hasta alcanzar la zona de desarrollo potencial (ZDP) que es la zona inmediata a la anterior. Esta zona de desarrollo potencial no puede ser alcanzada sino a través de un ejercicio o acción que el sujeto puede realizar solo, pero le es más fácil y seguro hacerlo si un adulto u otro niño más desarrollado le prestan su ZDR,  dándole elementos que poco a poco permitirán que el sujeto domine la nueva zona y que esa ZDP se vuelva ZDR.

R: Samuel (Coordinador de Actividades Tecnológicas): Desarrollo de habilidades innovadoras, mercado tecnológicos, manejo e inversión de recursos financieros con la esperanza de buenos resultados.

R: Manuel de Jesús (Jefe de Enseñanza de Tecnologías): Saber planear, organizar, desarrollar y resolver problemas de la vida cotidiana.

R: Norma (Coordinadora de Actividades Tecnológicas): Promover la toma de decisiones, la ayuda mutua, la solidaridad, la colaboración y responsabilidad en el desarrollo de actividades teórico-prácticos desde lo individual y en colectivo, para lograr un fin común.

Un sorbo de café, con aroma institucional.

Entrevistador: La educación secundaria fue creada por el educador, poeta, escritor y diplomático mexicano Moisés Sáenz, que “nace con el sentido democrático, popular y nacionalista de la Revolución cuya doctrina expresa y difunde en todo el territorio nacional la escuela rural de México” (Solana, Cardiel& Bolaños, 2001: p. 225). Sin embargo, en el devenir histórico y ante las configuraciones de los programas sexenales, fue en el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964), que se dio un gran impulso al desarrollo de la educación técnica, y ante el nombramiento de Jaime Torres Bodet, como titular de la Secretaría de Educación Pública, un gran intelectual y a quien se le reconoce como el impulsor del sistema educativo en nuestro país; ante su llegada, como contemporáneo de Vasconcelos, un primer cambio estructural fue la “creación de la Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior” (Solana, Cardiel & Bolaños, 2001, p. 495), es así, que se logra el impulso e institucionalización de la secundaria técnica en nuestro país, cuyo programa se caracterizó, en dos principios rectores: la impartición de asignaturas académicas para asegurar la formación y continuidad de sus estudios en los siguientes niveles educativos y una formación tecnológica para brindar la posibilidad de su incorporación a la vida del trabajo y laboral.

Otro cambio trascendental, que se dio durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982), fue la creación de la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST), “por decreto del 11 de septiembre de 1978” (Solana, Cardiel & Bolaños, 2001: p. 522);  y de acuerdo a lo establecido en el Decreto de Reformas al Reglamento Interior de la SEP, la DGEST fue reasignada a la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, el 11 de octubre del 2006.

Las cooperativas escolares, existentes en los centros educativos, se fundan y regulan bajo un principio legal y normativo que se denomina –Reglamento de Cooperativas Escolares- de igual manera, retomado en el Manual de Organización de la escuela de Educación Secundaria Técnica, y llama mi atención, los preceptos descritos en los siguientes artículos:

Artículo 9°.- Las cooperativas escolares tendrán una finalidad eminentemente educativa.

Artículo 10°.- Para el logro de su finalidad, las cooperativas escolares deberán:

I.- Propiciar el desenvolvimiento psicosocial del educando, promoviendo el desarrollo de actividades de solidaridad, ayuda mutua, cooperación y responsabilidad de tareas de beneficio individual y colectivo.

II.- Facilitar la asimilación teórica y experimentación práctica de principios básicos de convivencia social, igualdad, democracia, comunidad de esfuerzo y espíritu de iniciativa.

III.- Desarrollar hábitos de cooperación, previsión, orden y disciplina;

IV.- Coordinar sus actividades con los contenidos, planes y programas escolares de cada rama de la enseñanza, contribuyendo a la adquisición de conocimientos integrados;

V.- Favorecer el proceso de autoaprendizaje funcional de educando;

VI.- Propiciar la aplicación de técnicas participativas, métodos activos de aprendizaje y otros que coadyuven al proceso educativo y

VII.- Vincular al educando con la realidad de su medio ambiente, a través de actividades productivas. (DOF, 1982: pp. 20-21).

De igual manera, en el artículo 12, fracción I, de la Ley General de Educación (2019), plantea que, contribuir a la formación del pensamiento crítico, a la transformación y al crecimiento solidario de la sociedad, enfatizando el trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo (p. 6); recupera atinadamente los conceptos de solidaridad, trabajo en equipo y colaborativo y refuerza lo planteado en la cita anterior.

En el mismo orden de ideas, en el artículo 15, Fracción V, dedicado a los fines de la educación, se describe textualmente que,

Formar a los educandos en la cultura de la paz, el respeto, la tolerancia, los valores democráticos que favorezcan el diálogo constructivo, la solidaridad y a búsqueda de acuerdos que permitan la solución no violenta de conflictos y la convivencia en un marco de respeto a las diferencias; (DOF, 2020: p. 8).

El sentido axiológico que plantea la Ley General de Educación, como uno de los fines educativos, tiene coincidencias, con los fines pedagógicos de las cooperativas escolares como umbral de la práctica de valores, entablar los lazos de afectualidad y de interacción, inherente a nuestra naturaleza de aprendizaje y socialización. Como parte del apartado, que se ha denotado como, orientación integral, en la fracción XI, contenida en el artículo 18, de la citada Ley General de Educación (2019), en el cual se describe que, los valores para la responsabilidad ciudadana y social, como el respeto por las/os otras/os, la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad, la honradez, la gratitud, y la participación democrática con base a una educación cívica. (p. 10).  Por otra parte, en el apartado de los contenidos de los planes y programas de estudio, fracciones XVIII y XIX, del artículo 30, señalan que, “el fomento de los valores y principios del cooperativismo que propician la construcción de relaciones, solidarias y fraternas; y la promoción de actitudes solidarias y positivas hacia el trabajo, el ahorro y el bienestar general”; (DOF, 2019: p. 14). Considero que, lo citado y analizado con anterioridad, se engloba en la última cita, al referir los conceptos  de cooperativismo y solidaridad, como contenidos tangenciales que crean el vínculo entre las disciplinas curriculares de educación secundaria.

  

El último sorbo, la nueva Zona de Desarrollo Real (ZDR).

El presente, plantea grandes retos en la educación, la virtualidad está rompiendo las relaciones afectivas de persona a persona y acentuando la comunicación vertical emisor-receptor con la intermediación de medios electrónicos; hay una provocación enorme al ingenio y creatividad de las y los docentes.

El método de cooperativas escolares, ciertamente surgió en un momento histórico, en que se suscitaba, el cambio de la escuela pasiva a la activa y posterior a la Primera Guerra Mundial, y que ello, ubicó a las/os estudiantes como el centro de interés para generar propuestas pedagógicas. La propuesta plantea que las/os estudiantes asuman su propio proceso de aprendizaje, reunidos en asamblea, como el máximo órgano para la toma de decisiones, con el acompañamiento de la o el docente, puede hacer valer sus voces, en la toma de decisiones para emprender proyectos productivos viables y con un alto grado de significatividad. Por otro lado, sublima el individualismo y la competencia entre pares, al plantearse como dispositivo didáctico axiológico, que fomenta: el trabajo cooperativo, la solidaridad, la igualdad, el respeto, la tolerancia y la justicia.

Los supuestos, teóricos y praxicos, abonaron al análisis y reflexividad, esfuerzo y compromiso, y esta conjunción se hizo respetando los postulados de cada uno/a, respecto a la importancia de las cooperativas escolares, en tiempos complejos; en que constantemente se están rompiendo y enlazando saberes pedagógicos, tal como sucede con el agua, que constantemente se están rompiendo los puentes de hidrógeno; así como se hace la analogía con un elemento de la naturaleza, hoy día, y es tarea de los hogares y las escuelas, la preservación de la biodiversidad para la perpetuidad de la vida humana. Son tiempos de trabajar en cooperación y solidaridad, para hacer de la Tierra, que ha sido nuestro hogar ancestral, un espacio habitable y equilibrado. Para ello, es necesario renunciar, al rótulo de valor material, como construcción social, que se ha dado a los recursos naturales; ahora son tiempos de prácticas comunales cooperativos.

A lo anterior, hay que sumar las reglas restrictivas, que son los intermitentes, como el dar mayor valor al instrumental financiero y de productividad, por sobre el interés pedagógico; por lo que se hace necesario revertir paulatinamente el proceso. Es importante cambiar el paradigma de la productividad o beneficio-costo por el paradigma del cooperativismo, para recrear y depositar la participación, compromiso y voluntad de todos en el ánimo de alcanzar beneficios justos para todos.

El arte de crear y diseñar, Zonas de Desarrollo Potencial (ZDP), requiere tener en claro los fines pedagógicos que se pretenden lograr, articulado por el idear, diseñar y la puesta en marcha de proyectos productivos viables, en los cuales las/os socias/os invierten mediante la adquisición de certificados y al cierre del ciclo escolar recibir de manera equitativa la utilidad generada durante el ciclo. De este aprendizaje vivencial o experimental, las/os estudiantes se apropian de los aprendizajes a partir de la experiencia, siendo esta, la mediación entre, las manifestaciones propias y genuinas de la persona y los saberes compartidos en la educación formal, que ambas, dotan a la sujeta/o para que movilice sus saberes en la solución de problemas;  tal como lo define De Sousa Santos (2019), la experiencia es tanto la vida subjetiva de la objetividad como la vida objetiva de la subjetividad (p. 126), fundándose de esta manera, una pedagogía de la experiencia.

El método de cooperativas escolares es un semillero de posibilidades de imaginación dialéctica y pedagógica; considero que los presupuestos innatos que estimulan su germinación, son: la imaginación, voluntad y tenacidad, para crear los campos de posibilidades de intervención diversificada. Así mismo, representa una alternativa a las prácticas de enseñanza tradicionales, que se caracterizan por entablar la relación de emisor-receptor, sin que haya interacción entre las/os sujetos, y el protagonismo centralizado en la figura de la maestra o maestro.

Los fantasmas de Freinet y Barthelemy Profit, siguen recorriendo las aulas de secundarias técnicas; como método que converge con el método de proyectos, en la enseñanza de la Tecnología, contemplado en el acuerdo 20/11/2019, por el que se establece el plan y programa de estudio para la educación básica, y se retoma, la asignatura de Tecnología, como espacio curricular y la vigencias de las cooperativas escolares como método en la modalidad de educación secundaria técnica. En este primer acercamiento, se puede postular que el aprendizaje cooperativo se desarrolla respetando las coincidencias y las diferencias, y reconocer que el aprendizaje se logra con la lúdica, la sonrisa, la alegría, la palabra, el diálogo, la intuición, la participación, los aciertos y desaciertos, mediante el ejemplo y la determinación en la toma de decisiones para el reencuentro entre las/os estudiantes y las/os docentes; y hacer del vínculo pedagógico un disfrute.

Es necesario, hacer un desplazamiento pedagógico, de lo cognitivo e individualizante a una educación más socializadora, y plantearse imaginarios pedagógicos intencionados que nos permita transitar en la utopía, en la construcción de un mundo mejor y equilibrado, donde la acción y la reacción, es reflexionado desde la revaloración del sujeto, tal como lo recupera atinadamente la frase del Sub Comandante Marcos: “yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”.

Insumos para el café.

De Sousa Santos, Boaventura (2019). El fin del imperio cognitivo. La afirmación de las epistemologías del Sur. Editorial Trotta. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1xAL_pnwg8uv9TVmJnyPPu7h-sxjxTge8/view?fbclid=IwAR2UKeZ2kIAxTKvDzE6vvAnq7zJG0hlK9mOmuLxCcDCWTTMT7AaV4fCQ8vE

DOF (1982). Reglamento de cooperativas escolares. SEP. Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4728645&fecha=23/04/1982

Gómez Palacio, Margarita; Villarreal, María Beatriz; V. González, Laura; López Araiza, María de Lourdes (1995). El niño y sus primeros años en la escuela. SEP/Biblioteca para la Actualización del Maestro.

González Monteagudo, José (1988). La pedagogía de Celestin Freinet: Contexto, bases teóricas, influencia. Madrid: CIDE-Centro de Investigación y Documentación Educativa. Disponible en: http://bajafiles.net/f/VwnuG

L., Meece (2001). Desarrollo del niño y del adolescente. Compendio para educadores. Biblioteca para la Actualización del Maestro. SEP/Mc GRAW HILL Interamericana.

Sánchez Bajo, Claudia (2011). Las cooperativas escolares en las escuelas primarias y secundarias.

SEP (1982). Manual de organización de la escuela de educación secundaria técnica.

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Fuente: El autor escribe para OVE

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