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Las potencias mundiales acaparan las vacunas en detrimento de los países periféricos

Las potencias mundiales acaparan las vacunas en detrimento de los países periféricos

Estas últimas semanas, varias empresas farmacéuticas occidentales han anunciado que han desarrollado vacunas contra la covid-19. Es el caso, en particular, de la asociación de empresas Pfizer-BioNTech, de la farmacéutica estadounidense Moderna y de AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford. Los Estados imperialistas de uno y otro hemisferio se han apresurado a cursar pedidos y comprar a toda prisa el mayor número posible de dosis, en algunos casos incluso antes de la certificación de las vacunas por los organismos competentes. Esta auténtica rapiña imperialista de las vacunas está aniquilando de hecho las posibilidades de los países de la periferia capitalista de procurarse dosis para hacer frente a la pandemia.

Una actitud de predadores irracionales

Así, según el New York Times, “mientras que numerosos países pobres podrían estar en condiciones de vacunar como máximo al 20 % de su población en 2021, algunos de los países más ricos del mundo han reservado suficientes dosis para vacunar varias veces a sus propias poblaciones […]. Si les suministran todas las dosis que declaran haber pedido, la Unión Europea podría vacunar a sus habitantes dos veces, el Reino Unido y Estados Unidos cuatro veces y Canadá seis veces.” El mismo diario calcula que el número total de dosis que podría llegar a comprar EE UU a las diferentes empresas farmacéuticas asciende a 1.500 millones de unidades. Por su parte, las autoridades europeas afirman que han comprado más dosis de la vacuna “que las que hacen falta para todo el mundo en Europa”.

Además del poder financiero de estas potencias imperialistas, el principal argumento político que plantean para justificar esta prioridad de los poderosos es que estos Estados han invertido miles de millones de euros y dólares en apoyo a las investigaciones de las farmacéuticas privadas. Por su parte, países como India y Sudáfrica, a la cabeza de un grupo de países de renta baja o mediana, han solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una suspensión de los derechos de propiedad intelectual, como las patentes, sobre los productos asociados a la lucha contra la pandemia, informa The Lancet. No obstante, la industria farmacéutica y numerosos países de renta alta, “entre ellos el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Noruega y la UE, lo han rechazado categóricamente, afirmando que el sistema de propiedad intelectual es necesario para estimular nuevas invenciones de vacunas, pruebas de diagnóstico y tratamientos, que podrían estancarse en su ausencia.”

De este modo, en una situación que impone una urgencia al conjunto de la humanidad, estos gobernantes y multinacionales farmacéuticas consideran que únicamente el cebo de la ganancia y el afán de lucro pueden estimular la investigación y la innovación. Una lógica que revela la clase de mundo que defienden, pero que mucha gente combate, inclusive en el sector de la investigación y la innovación tecnológica. Sobre todo, al mostrarse incapaces de renunciar a la carrera por el beneficio en una situación de emergencia sanitaria mundial, los capitalistas obstaculizan la lucha contra la pandemia, demostrando una vez más el carácter absurdo del sistema que defienden.

El problema de la producción: el bluf de la industria farmacéutica

En efecto, la lógica del beneficio y de la propiedad privada está agravando un problema que podría afectar también a los países imperialistas: los límites de capacidad de producción de las empresas. El hecho de no compartir las patentes con los Estados periféricos y semicoloniales reduce la capacidad de producción de dosis de las vacunas, incluidas las demandadas por los países ricos. Así, el artículo del New York Times que ya hemos citado comenta a este respecto:

Ciertas empresas ya han revisado sus proyecciones en función de los problemas de producción. Pfizer declaró primero que produciría 100 millones de dosis de aquí al final del año, para reducir posteriormente esta cifra a la mitad. Novavax ha tenido que aplazar los ensayos clínicos en parte porque no podía producir un número suficiente de dosis. En otros casos, los fabricantes de vacunas o sus socios tal vez han prometido más dosis que las que pueden producir: se anunciaron 3.210 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca, pero los contratos de fabricación suscritos solo suman 2.860 millones, según Airfinity. Johnson & Johnson prometió 1.300 millones, pero solo ha garantizado la producción de 1.100 millones.

Esto significa que es muy probable que en 2021 no se puedan cumplimentar en su totalidad los pedidos cursados, mientras que, en lo que respecta a los países de la periferia capitalista, ciertas fuentes calculan que muchos de ellos tendrán que esperar hasta 2024 para conseguir vacunar e inmunizar al conjunto de su población. Otros expertos consideran que para entonces mucha gente podrá haberse contagiado y haber adquirido una forma de inmunidad natural, reduciendo la demanda de vacunas. Aunque esta posibilidad fuera real, se trata de un cálculo cínico, en el que se espera que la gente pobre se inmunice naturalmente, eso sí, arriesgando su vida, mientras que la ciudadanía de los países desarrollados esté protegida a base de vacunas cuyo desarrollo y producción han sido posibles en buena parte gracias al expolio de los países semicoloniales por parte de las potencias imperialistas.

Imperialismo y subdesarrollo

Claro que los recursos financieros no explican todo. Hay otros factores, que por mucho que estén vinculados con la cuestión económica, determinan esta desigualdad entre países. En efecto, las vacunas desarrolladas por Pfizer-BioNTech y Moderna tienen una eficacia de más del 90 %, pero estas vacunas tienen que conservarse a temperaturas muy bajas: –70 ºC. Esto implica que los países que adquieren dosis de estas vacunas han de disponer de la infraestructura necesaria para mantenerlas a estas temperaturas, pero normalmente solo los laboratorios de investigación disponen de esta clase de congeladores. Ni los hospitales, ni las farmacias los tienen, ni siquiera en los países capitalistas desarrollados.

En este sentido, Alex Berezow, especialista en ciencias, tecnología y sanidad pública, afirma que “los desafíos logísticos que supone la cadena de frío imposibilitan prácticamente que una vacuna llegue a las regiones cuyas infraestructuras son mediocres y el suministro eléctrico poco fiable”. Dicho de otro modo, para muchos países de África, Asia y América Latina, y otras regiones del planeta (incluidas ciertas zonas de los países imperialistas), el almacenamiento de las dosis de vacunas resulta casi imposible, y por tanto también la vacunación de la población.

Desde este punto de vista, la vacuna desarrollada por AstraZeneca presenta una ventaja, ya que puede almacenarse en congeladores como los que suelen emplearse en los hospitales y farmacias, a temperaturas no tan bajas. Sin embargo, la eficacia de esta vacuna es de apenas el 62 %. Por consiguiente, es más que probable que, en el caso de que se resuelva el problema de la producción, será este tipo de vacuna menos eficaz la que llegue primero a los países periféricos y semicoloniales.

Evidentemente, esta situación está lejos de ser una fatalidad, fruto de la suerte de unos países y la desgracia de otros. En realidad, el subdesarrollo de la gran mayoría de países del mundo es el resultado del funcionamiento del propio capitalismo, en que un puñado de potencias se reparten las riquezas producidas en el conjunto del planeta. Su desarrollo depende del subdesarrollo de otros países. Es el imperialismo el que impide el desarrollo de las infraestructuras mínimas que permitan a la población gozar de unas condiciones de vida mínimamente dignas.

Todos contra todos

Pero nos equivocaríamos si pensáramos que existe una especie de entendimiento armonioso entre las diferentes potencias imperialistas contra los países de la periferia capitalista. En realidad, como vimos en las primeras semanas de la pandemia y a lo largo de todos estos meses, las potencias capitalistas compiten encarnizadamente entre ellas, incluso para procurarse productos elementales para hacer frente a la pandemia, como mascarillas, gel antiséptico o respiradores.

Ahora, con la vacuna, un producto mucho más complejo y sofisticado, esta lucha encarnizada prosigue, si cabe con más brutalidad. En efecto, puesto que todo parece indicar que las empresas farmacéuticas no podrán cumplir sus promesas de suministro para el año 2021, es más que probable que las potencias imperialistas se libren a una competencia feroz para hacerse con las dosis de vacunas. No está descartados que asistamos a escenas de piratería moderna, a formas de saqueo a gran escala. Porque más allá del aspecto sanitario, la inmunización de la población constituye una gran baza económica: el país que reciba más dosis de vacunas podrá tratar de relanzar su economía antes y de este modo obtener una ventaja con respecto a los capitalistas de los demás países.

El ejemplo de las vacunas muestra una vez más el carácter devastador y reaccionario del capitalismo. Es esta lógica, guiada por el beneficio, la que alimenta la desconfianza de gran parte de la población con respecto a las vacunas y sirve de caldo de cultivo para las teorías conspiranoicas más absurdas. El hecho es que, de momento, la única solución a esta pandemia parece ser la vacuna. Y en esta situación, los capitalistas actúan como de costumbre: tratando de beneficiarse. Si la clase obrera puede extraer aunque solo sea una lección de toda esta pandemia, es que habría que nacionalizar la industria farmacéutica y la investigación científica, bajo el control de sus trabajadoras y trabajadores, financiadas por elevados impuestos sobre las grandes fortunas. Es así como la lucha contra pandemias como la covid-19, que no será la última, podrá guiarse únicamente por la urgencia sanitaria y no por imperativos económicos.

16/12/2020

http://www.revolutionpermanente.fr/Covid-19-Les-puissances-mondiales-s-accaparent-les-vaccins-au-detriment-des-pays-peripheriques

Traducción: viento sur

Fuente de la Información: https://vientosur.info/las-potencias-mundiales-acaparan-las-vacunas-en-detrimento-de-los-paises-perifericos/

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La pandemia y el fin de la era neoliberal

Por: Atilio A. Borón

La pandemia ha movido las placas tectónicas del capitalismo global y ya nada podrá volver a ser como antes. Es un tremendo desafío para quienes queremos construir un mundo post-capitalista porque, sin duda, la pandemia y sus devastadores efectos ofrecen una oportunidad única, inesperada, que sería imperdonable desaprovechar.

El coronavirus ha desatado un torrente de reflexiones y análisis que tienen como común denominador la intención de dibujar los (difusos) contornos del tipo de sociedad y economía que resurgirán una vez que el flagelo haya sido controlado. Sobran las razones para incursionar en esa clase de especulaciones, ojalá que bien informadas y controladas, porque si de algo estamos completamente seguros es que la primera víctima fatal que se cobró la pandemia fue la versión neoliberal del capitalismo.  Y digo la “versión” porque tengo serias dudas acerca de que el virus en cuestión haya obrado el milagro de acabar no sólo con el neoliberalismo sino también como la estructura que lo sustenta: el capitalismo como modo de producción y como sistema internacional. Pero la era neoliberal es un cadáver aún insepulto pero imposible de resucitar. ¿Qué ocurrirá con el capitalismo? Bien, de eso trata esta columna.

Simpatizo mucho con la obra y la persona de Slavoj Zizek pero esto no me alcanza para otorgarle la razón cuando sentencia que la pandemia le propinó “un golpe a lo Kill Bill al sistema capitalista” luego de lo cual, siguiendo la metáfora cinematográfica, éste debería caer muerto a los cinco segundos. No ha ocurrido y no ocurrirá porque, como lo recordara Lenin en más de una ocasión, “el capitalismo no caerá si no existen las fuerzas sociales y políticas que lo hagan caer.” El capitalismo sobrevivió a la mal llamada “gripe española”, que ahora sabemos vio la luz en Kansas, en marzo de 1918, en la base militar Fort Riley, y que luego las tropas estadounidenses que marcharon a combatir en la Primera Guerra Mundial diseminaron el virus de forma incontrolada.

Los muy imprecisos cálculos de su letalidad oscilan entre 20, 50 y 100 millones de personas, por lo cual no es necesario ser un obsesivo de las estadísticas para desconfiar del rigor de esas estimaciones difundidas ampliamente por muchas organizaciones, entre ellas la National Geographical Magazine . El capitalismo sobrevivió también al tremendo derrumbe global  producido por la Gran Depresión, demostrando una inusual resiliencia –ya advertida por los clásicos del marxismo- para procesar las crisis e inclusive y salir fortalecido de ellas. Pensar que en ausencia de aquellas fuerzas sociales y políticas señaladas por el revolucionario ruso (que de momento no se perciben ni en Estados Unidos ni en los países europeos) ahora se producirá el tan anhelado deceso de un sistema inmoral, injusto y predatorio, enemigo mortal de la humanidad y la naturaleza, es más una expresión de deseos que producto de un análisis concreto.

Zizek confía en que a consecuencia de esta crisis para salvarse la humanidad tendrá la posibilidad de recurrir a “alguna forma de comunismo reinventado”. Es posible y deseable, sin dudas. Pero, como casi todo en la vida social, dependerá del resultado de la lucha de clases; más concretamente de si, volviendo a Lenin, “los de abajo no quieren  y los de arriba no pueden seguir viviendo como antes”, cosa que hasta el momento no sabemos. Pero la bifurcación de la salida de esta coyuntura presenta otro posible desenlace, que Zizek identifica muy claramente: “la barbarie”.  O sea, la reafirmación de la dominación del capital recurriendo a las formas más brutales de explotación económica, coerción político-estatal y manipulación de conciencias y corazones a través de su hasta ahora intacta dictadura mediática. “Barbarie”, István Mészarós solía decir  con una dosis de amarga ironía, “si tenemos suerte.”

Pero, ¿por qué no pensar en alguna salida intermedia, ni la tan temida “barbarie” (de la cual hace tiempo se nos vienen administrando crecientes dosis en los capitalismos realmente existentes”) ni la igualmente tan anhelada opción de un “comunismo reinventado”? ¿Por qué no pensar que una transición hacia el postcapitalismo será inevitablemente “desigual y combinada”, con avances profundos en algunos terrenos: la desfinanciarización de la economía, la desmercantilización de la sanidad y la seguridad social, por ejemplo y otros más vacilantes, tropezando con mayores resistencias de la burguesía, en áreas tales como el riguroso control del casino financiero mundial, la estatización de la industria farmacéutica (para que los medicamentos dejen de ser una mercancía producida en función de su rentabilidad), las industrias estratégicas y los medios de comunicación, amén de  la recuperación pública de los llamados “recursos naturales” (bienes comunes, en realidad)? ¿Por qué no pensar en “esos muchos socialismos” de los que premonitoriamente hablaba el gran marxista inglés Raymond Williams a mediados de los años ochenta del siglo pasado?

Ante la propuesta de un “comunismo reinventado” el filósofo sur-coreano de Byung-Chul Han salta al ruedo para refutar la tesis del esloveno y se arriesga a decir que «tras la pandemia, el capitalismo continuará con más pujanza.” Es una afirmación temeraria porque si algo se dibuja en el horizonte es el generalizado reclamo de toda la sociedad a favor de una mucho más activa intervención del estado para controlar los efectos desquiciantes de los mercados en la provisión de servicios básicos de salud, vivienda, seguridad social, transporte, etcétera y para poner fin al escándalo de la híperconcentración de la mitad de toda la riqueza del planeta en manos del 1 por ciento más rico de la población mundial. Ese mundo post-pandémico tendrá mucho más estado y mucho menos mercado, con poblaciones “concientizadas” y politizadas por el flagelo a que han sido sometidas y propensas a buscar soluciones solidarias, colectivas, inclusive “socialistas” en países como Estados Unidos, nos recuerda Judith Butler, repudiando el desenfreno individualista y privatista exaltado durante cuarenta años por el neoliberalismo y que nos llevó a la trágica situación que estamos viviendo. Y además un mundo en donde el sistema internacional ya ha adoptado, definitivamente, un formato diferente ante la presencia de una nueva tríada dominante, si bien el peso específico de cada uno de sus actores no es igual.

Si Samir Amin tenía razón hacia finales del siglo pasado cuando hablaba de la  tríada formada por Estados Unidos, Europa y Japón hoy aquella la constituyen Estados Unidos, China y Rusia. Y a diferencia del orden tripolar precedente, en donde Europa y Japón eran junior partners (por no decir peones o lacayos, lo que suena un tanto despectivo pero es la caracterización que se merecen) de Washington, hoy éste tiene que vérselas con la formidable potencia económica china, sin duda la actual locomotora de la economía mundial relegando a Estados Unidos a un segundo lugar y que, además, ha tomado la delantera en la tecnología 5G y en Inteligencia Artificial.

A lo anterior se suma la no menos amenazante presencia de una Rusia que  ha vuelto a los primeros planos de la política mundial: rica en petróleo, energía y agua; dueña de un inmenso territorio (casi dos veces más extenso que el estadounidense) y un poderoso complejo industrial que ha producido una tecnología militar de punta que en algunos rubros decisivos aventaja a la norteamericana, Rusia complementa con su fortaleza en el plano militar la que China ostenta en el terreno de la economía. Difícil que, como dice Han, el capitalismo adquiera renovada pujanza en este tan poco promisorio escenario internacional. Si aquél tuvo la gravitación y penetración global que supo tener fue porque, como decía Samuel P. Huntington, había un “sheriff solitario” que sostenía el orden capitalista mundial con su inapelable primacía económica, militar, política e ideológica. Hoy la primera está en manos de China y el enorme gasto militar de EEUU no puede con un pequeño país como Corea del Norte ni para ganar una guerra contra una de las naciones más pobres del planeta como Afganistán. La ascendencia política de Washington se mantiene prendida con alfileres apenas en su “patio interior”: Latinoamérica y el Caribe, pero en medio de grandes convulsiones. Y su prestigio internacional se ha visto muy debilitado: China pudo controlar la pandemia y Estados Unidos no; China, Rusia y Cuba ayudan a combatirla en Europa, y Cuba, ejemplo mundial de solidaridad, envía médicos y medicamentos a los cinco continentes mientras que lo único que se les ocurre a quienes transitan por la Casa Blanca es enviar 30.000 soldados para un ejercicio militar con la OTAN e intensificar las sanciones contra Cuba, Venezuela e Irán, en lo que constituye un evidente crimen de guerra. Su antigua hegemonía ya es cosa del pasado. Lo que hoy se discute en los pasillos de las agencias del gobierno estadounidense no es si el país está en declinación o no, sino la pendiente y el ritmo del declive. Y la pandemia está acelerando este proceso por horas.

El surcoreano Han tiene razón, en cambio, cuando afirma que “ningún virus es capaz de hacer la revolución” pero cae en la redundancia cuando escribe que “no podemos dejar la revolución en manos del virus.” ¡Claro que no! Miremos el registro histórico: la Revolución Rusa estalló antes que la pandemia de la “gripe española”, y la victoria de los procesos revolucionarios en China, Vietnam y Cuba no fueron precedidos por ninguna pandemia. La revolución la hacen las clases subalternas cuando toman conciencia de la explotación y opresión a las que son sometidas; cuando vislumbran que lejos de ser una ilusión inalcanzable un mundo post-capitalista es posible y, finalmente, cuando logran darse una organización a escala nacional e internacional eficaz para luchar contra una “burguesía imperial” que antaño entrelazaba con fuerza los intereses de los capitalistas en los países desarrollados. Hoy, gracias a Donald Trump, esa férrea unidad en la cúspide del sistema imperialista se ha resquebrajado irreparablemente y la lucha allá arriba es de todos contra todos, mientras China y Rusia continúan pacientemente y sin altisonancias construyendo las alianzas que sostendrán un nuevo orden mundial.

Una última reflexión. Creo que hay que calibrar la extraordinaria gravedad de los efectos económicos de esta pandemia que hará de una vuelta al pasado una misión imposible. Los distintos gobiernos del mundo se han visto obligados a enfrentar un cruel dilema: la salud de la población o el vigor de la economía. Las recientes declaraciones de Donald Trump (y otros mandatarios como Angela Merkel y Boris Johnson) en el sentido de que él no va a adoptar una estrategia de contención del contagio mediante la puesta en cuarentena de grandes sectores de la población porque tal cosa paralizaría la economía pone de relieve la contradicción basal  del capitalismo. Porque, conviene recordarlo, si la población no va a trabajar se detiene el proceso de creación de valor y entonces no hay ni extracción ni realización de la plusvalía. El virus salta de las personas a la economía, y esto provoca el pavor de los gobiernos capitalistas que están renuentes a imponer o mantener la cuarentena porque el empresariado necesita que la gente salga a la calle y vaya a trabajar aún a sabiendas de que pone en riesgo su salud.

Según Mike Davis en Estados Unidos  un 45 por ciento de la fuerza de trabajo “no tiene acceso a licencia paga por causa de una enfermedad y está prácticamente obligada a ir a su trabajo y transmitir la infección o quedarse con un plato vacío.”  La situación es insostenible por el lado del capital, que necesita explotar a su fuerza de trabajo y que le resulta intolerable se quede en su casa; y por el lado de los trabajadores, que si acuden a su trabajo o se infectan o hacen lo propio con otros, y si se quedan en casa no tienen dinero para subvenir sus más elementales necesidades. Esta crítica encrucijada explica la creciente beligerancia de Trump contra Cuba, Venezuela e Irán, y su insistencia en atribuir el origen de la pandemia a los chinos. Tiene que crear una cortina de humo para ocultar las nefastas consecuencias de largas décadas de desfinanciamiento del sistema público de salud y de complicidad con las estafas estructurales de la medicina privada y la industria farmacéutica de su país. O para achacar la causa de la recesión económica a quienes aconsejan a la gente quedarse en sus casas.

En todo caso, y más allá de si la salida a esta crisis será un “comunismo renovado” como quiere Zizek o un experimento híbrido pero claramente apuntando en la dirección del poscapitalismo, esta pandemia (como lo explican claramente Mike Davis, David Harvey, Iñaki Gil de San Vicente, Juanlu González, Vicenç Navarro, Alain Badiou, Fernando Buen Abad, Pablo Guadarrama, Rocco Carbone, Ernesto López, Wim Dierckxsens y Walter Formento en diversos artículos que circulan profusamente en la web)  ha movido las placas tectónicas del capitalismo global y ya nada podrá volver a ser como antes. Además nadie quiere, salvo el puñado de magnates que se enriquecieron con la salvaje rapiña perpetrada durante la era neoliberal, que el mundo vuelva a ser como antes. Tremendo desafío para quienes queremos construir un mundo post-capitalista porque, sin duda, la pandemia y sus devastadores efectos ofrecen una oportunidad única, inesperada, que sería imperdonable desaprovechar. Por lo tanto, la consigna de la hora para todas las fuerzas anticapitalistas del planeta es: concientizar, organizar y luchar; luchar hasta el fin, como quería Fidel cuando en un memorable encuentro con intelectuales sostenido en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana, en febrero del 2012, se despidió de nosotros diciendo: “si a ustedes les afirman: tengan la seguridad de que se acaba el planeta y se acaba esta especie pensante, ¿qué van a hacer, ponerse a llorar? Creo que hay que luchar, es lo que hemos hecho siempre.” ¡Manos a la obra!

Fuente: https://rebelion.org/la-pandemia-y-el-fin-de-la-era-neoliberal/

 

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Libro: El giro decolonial Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global

Por: unsa.edu.ar.

El libro se llama “El giro decolonial: reflexiones para un diversidad epistémica más allá del capitalismo global” (PDF), fue publicado en el 2007 y compilado por Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel, dos importantes militantes de esta corriente de pensamiento.

El texto contiene diferentes textos cortos de investigadores como Catherine Walsh, Walter Mignolo, Aníbal Quijano, Juliana Flórez-Flórez y Eduardo Restrepo, entre otrxs. Es un texto muy recomendable para quienes se introducen en el giro decolonial.

Ficha bibliográfica:

Castro-Gómez, Santiago y Grosfoguel, Ramón (Comps.) (2007) El giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global, Bogotá, Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar.

Link para descargar el libro: Giro decolonial

Fuente de la reseña: http://www.unsa.edu.ar/histocat/hamoderna/grosfoguelcastrogomez.pdf

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Libro: La enseñanza contra el capitalismo global y el nuevo imperialismo. Una pedagogía crítica (PDF)

Canadá – Estados Unidos / 27 de enero de 2019 / Autores: Peter McLaren y  Ramin Farahmandpur / Fuente: Traficantes.net

Peter McLaren y, en menor medida, su colaborador en esta obra, Ramin Farahmandpur, se inscriben en una corriente que tiene un nombre concreto y unas coordenadas inconfundibles: la pedagogía radical. Surge este movimiento a partir de una reinterpretación de Marx (en el sentido menos dogmático y más fecundo) con elementos de Paulo Freire y otros autores no menos conocidos en el ámbito académico de los EE.UU. Los planteamientos de esta pedagogía analizan críticamente tanto al postmodernismo como a todas las secuencias planteadas por la globalización y el imperialismo. Como contrapartida, se reivindica una pedagogía de la resistencia ¿ En el aula y fuera de ella? Que pueda abarcar a estudiantes, representantes de la clase obrera y a todas las capas sociales que sufren en carne propia las consecuencias de la marginación y de la explotación. El libro, sin dejar de ser implacablemente crítico, está abierto a muchas posibilidades de futuro y es un llamamiento a inventar colectivamente las condiciones de una nueva sociedad. Tarea difícil, ardua, de largo aliento, en la que los autores comprometen no solamente su pensamiento sino su propia vida.

Links para la descarga:

https://construcciondeidentidades.files.wordpress.com/2014/11/mclaren-peter-la-ensenanza-contra-el-capitalismo-global-y-el-nuevo-imperialismo.pdf

ó

https://drive.google.com/file/d/1g-WAYN5V3FlH3KQyc-Qg2HwloigDw0Zj/view?fbclid=IwAR0nrdqS9QVfF4dx6TZTC45OGMfwsP-qVG0X5woz7TJn_ipbK7xh5y4dQmc

ó

mclaren-peter-la-ensenanza-contra-el-capitalismo-global-y-el-nuevo-imperialismo (1)

 

Fuente de la Reseña:

https://www.traficantes.net/libros/la-ense%C3%B1anza-contra-el-capitalismo-global-y-el-nuevo-imperialismo

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 27 de enero de 2019: hora tras hora (24×24)

27 de enero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 27 de enero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – España: Complubot, el conservatorio de la robótica educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299288

01:00:00 – Conoce las 100 mejores herramientas de aprendizaje utilizadas en el año 2018

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299184

02:00:00 – Bolivia es uno de los tres países de América del Sur con los niveles más altos de asistencia escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299292

03:00:00 – La educación, la cultura y la palabra (Artículo de Manuel Pérez Rocha)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299295

04:00:00 – El informe de la UNESCO pone de relieve la necesidad de eliminar los obstáculos con los que se enfrentan los migrantes y las personas desplazadas para acceder a la educación (+PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299391

05:00:00 – Francesco Tonucci: “Sólo los buenos maestros podrán salvar la escuela”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299197

06:00:00 – Libro: Las formas de la educación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299402

07:00:00 – 5 libros de Paulo Freire que no te puedes perder (Artículo de Miguel Ángel Ruíz Domínguez)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299388

08:00:00 – Libro: La enseñanza contra el capitalismo global y el nuevo imperialismo. Una pedagogía crítica (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299410

09:00:00 – 11 películas que reflejan la importancia de la labor docente (Artículo de Camila Londoño)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299406

10:00:00 – Libro: Pedagogía y política de la esperanza. Teoría, cultura y enseñanza. Una antología crítica (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299419

11:00:00 – La Ruptura Paradigmática de “lo Educativo” (Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299385

12:00:00 – España falta a clase el I Día Internacional de la Educación: solo lo celebra en redes

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299398

13:00:00 – UNESCO: Un tercio de los niños sufren acoso escolar

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299414

14:00:00 – Pedagogos del mundo asistirán a congreso internacional en Cuba

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299395

15:00:00 – Enseñanza multinivel (Artículo de José Blas García)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299190

16:00:00 – Transforman un autobús en una escuela móvil para los niños que se han quedado sin colegio en Irak (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299285

17:00:00 – Conversatorio «Cine y Educación» (Video)

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18:00:00 – El Salvador con inversión histórica en educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299200

19:00:00 – Los retos de la neuropedagogía en la modernización de las facultades de Educación (Artículode Andrea Paola Romero Ramos)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299181

20:00:00 – Puerto Rico: Vetado el proyecto de educación especial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299187

21:00:00 – Leontxo García: “El ajedrez tiene bastante para aportar a la educación” (Video)

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22:00:00 – República Dominicana: La educación con inclusión: el otro gran desafío del sistema educativo

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23:00:00 – Mareas educativas: movilizaciones globales en defensa de la educación pública. Encuentro con Agustín Moreno y Diego Andrés Salinas Flores

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/299194

 

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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Argentina: Marchas y cacerolas en Argentina empiezan a mostrar la desnudez del rey

Por: Carlos A Villalba

Ἂνἔτιμίαν μάχηννικήσωμεν, ἀπολώλαμεν.

(“Con otra victoria como ésta, estaré perdido”)

Pirro de Epiro (318-272 a.C)

Corrían los años turbulentos que siguieron a la muerte de Alejandro, el Magno que construyó el más grande imperio existente hasta ese momento, arrancando desde la modesta Macedonia, a partir de los consejos de Aristóteles, su tutor, y de la decisión de conquistar el mundo conocido y el desconocido. Comenzaba el Siglo III antes de Cristo cuando Roma atacó a la ciudad de Tarento, en las costas adriáticas. Los del Sur pidieron ayuda al rey macedónico de Epiro, un gran guerrero llamado Pirro, quien vio la oportunidad de llevar su influencia a la península.

Fueron 20.000 infantes, 3.000 caballeros, 2.000 arqueros, 500 honderos y 20 elefantes de guerra los que cruzaron el mar y desembarcaron en el golfo de Tarento y presentaron batalla en Heraclea. A poco de comenzado el combate, los romanos creyeron haber matado el jefe heleno; Pirro se vio obligado a recorrer sus filas a cara descubierta para convencer a sus hombres de que todavía seguía vivo; para terminar de estimularlos y desanimar a los romanos, decidió enviar a sus elefantes a la batalla. Al verse frente a tales moles en movimiento, desconocidas para ellos, los legionarios se asustaron, sus caballos se aterrorizaron, hubo desbande.

La victoria fue de Pirro. La estadística de muerte es confusa, pero impactante: 7.000 romanos muertos para algunos, 15.000 para otros; los griegos perdieron entre 4.000 y 13.000 hombres. Un año después -279 a.C.- Pirro volvió a vencer, esta vez en Asculum. Los romanos perdieron 6.000 hombres, Pirro 3.500, incluidos muchos de sus oficiales. Su habitual recorrida por el campo de batalla fue el momento de la frase que lo hizo famoso: “Otra victoria como esta y estaremos acabados”, fue el nacimiento del concepto de “victoria pírrica”, aquella que adoquina el camino de la derrota final de quien se llevó la jornada. Cosa que le pasó al héroe macedonio.

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El jueves 14 y el lunes 18 de diciembre sucedieron muchas cosas en la Argentina, totalmente diferentes a las que se leen en los diarios, se escuchan en las radios y se observan en las pantallas televisivas de un sistema de medios privados y estatales monocolor, parcial, tendencioso y absolutamente subjetivo. Tanto es así que, si las cámaras del presente estuviesen enfocadas en los campos de Heraclea y Ásculo, sus editores estarían anunciando que Pirro gobernaría para siempre y que Roma desaparecería de la faz de la tierra…

La lista de la desnudez del rey

La calle fue protagonista una vez más, aunque no en el sentido persecutorio en que lo interpreta la Casa Rosada. Solo la miopía de conveniencia o el uso maquiavélico de los conceptos, puede transformar en intentos de desestabilización a la bronca que causa que le toquen el bolsillo a los padres y los abuelos, a uno mismo en algunos años.

Y hubo dos calles, con posibilidades futuras de complementarse en un futuro, aunque hoy son diferentes.

  • La calle de la participación organizada, encuadrada en movimientos sociales, sindicatos y centrales obreras, agrupaciones políticas, grupos de profesionales, centros de estudiantes; organizaciones de centro, de centroizquierda y de izquierda; expresiones nacionales y populares, partidos internacionalistas.

Esa calle lleva 24 meses resistiendo las políticas de ajuste sin piedad del gobierno de las corporaciones; desde los despidos hasta los aumentos de tarifas, desde las importaciones que los dejan sin trabajo hasta la inflación, desde los cierres de programas de salud hasta el recorte de las jubilaciones.

A lo largo de 2017 organizó una veintena de protestas callejeras que superaron los 100.000 manifestantes. Al menos cinco rozaron el medio millón de personas expresando descontento por las políticas actuales.

  • La calle de las cacerolas, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, en especial alrededor del Congreso pero que abarcó la mayoría de los barrios -en general en los habitados por los votantes del PRO/Lilita Carrió-, el cono urbano capitalino y con expresiones muy importantes en todo el interior.

Esta es una expresión diferente de aquella, no genera estruendo para repudiar todo lo actuado desde el 10 de diciembre de 2015; sí lo hace–al menos hoy- contra el saqueo del bolsillo de jubilados y pensionados.

Seguramente, si volviese a votar mañana, muchos de ellos repetirían el acompañamiento a la Alianza Cambiemos. Con no menos certeza, se puede afirmar que el desgranamiento de ese electorado ya empezó. No se insulta una medida, no se explican las maniobras espurias de un gobierno sin que comience el proceso de comprensión de lo que está sucediendo.

  • Se rompió la aceptación inercial de las decisiones presidenciales, como en el cuento de Hans Christian Andersen, donde un rey embaucado por los hermanos Farabutto, sastres mentirosos y chantas que le vendieron la inexistente tela más suave del mundo, con la especial virtud de “sólo los tontos no pueden verlo”. Así desfiló por las calles el monarca, como Adán antes de morder la deliciosa manzana, en medio de miradas que fingían no ver o, directamente no veían, de tanto apoyarlo. Hasta que un chiquito, para desesperación de sus mayores dijo lo obvio: ¡Pero si va desnudo!

Lentamente, muy lentamente, empezaron los cuchicheos, primero cerca del coronado, luego a dos, cinco, veinte cuadras. Toda la ciudad, al fin, supo que su soberano estaba desnudo.

  • Rechazo y problemas reales en la balanza. Es sabido el uso que hace el oficialismo del rechazo que un sector importante de la sociedad siente por el anterior gobierno y, sobre todo, por su figura emblemática, Cristina Kirchner. Buena parte del nivel de tolerancia social hacia las políticas antipopulares y hasta a los dislates presidenciales, se basa en esa bronca. “No estoy de acuerdo en nada con él, sólo en que la meta en cana a Cristina”, decía dos semanas atrás un encargado de departamentos en plena calle Corrientes y daba letra a una pancarta imaginaria que ilustra la situación.

Es como una balanza, si ese “odio”, “rechazo”, “bronca”, es más fuerte que lo que genera la desocupación y el hambre, Macri -que ahora que está en la sureña Villa la Angostura- podría dormir sin frazada. Sin embargo, cuando los problemas del conjunto -que no solo afectan a quien los padece, sino también a quienes tienen miedo de que les pase lo mismo, a los que se preocupan por familiares y amigos o, sencillamente, son personas solidarias y fraternas- pesen más que el rechazo de un pasado que, más que herencia ya se percibe como excusa, todos podrán analizar con más profundidad los hechos y tomar distancia de quien los gobierna. ¡Pero si va desnudo!, dijo el nene de la fábula.

  • De los balazos contra otros también se aprende . Jueves y lunes fueron jornadas de represión dura, con toda la parafernalia bélica comprada a Israel para la Gendarmería por Macri-Bullrich sacada a la calle y explotada contra cuerpos, cabezas, ojos, de manifestantes, de legisladoras y legisladores. Con la técnica y los fierros incorporados por la Policía de la CABA atados a la disposición de una jueza que quiso que se cumpliese el protocolo legal, no el de una ministra que tiene dos muertos en su haber en menos de cuatro meses.

Los reprimidos resistieron, protestaron, bancaron, no provocaron, como lo hizo ese grupo de siempre que, cuando no es de infiltrados, es de alentados por los servicios de inteligencia para generar la imagen de “desmanes”, “violencia”, “desestabilización”, que la Jefatura de Gabinete usa para descalificar la protesta, racional, organizada, ordenada, de centenares de miles de personas.

A pesar del silencio de pantalla, los argentinos lo vieron, no fue en la gélida soledad del río Chubut, ni en el paisaje agreste del Mascardi, fue en Rivadavia y Entre Ríos, en Irigoyen y Virrey Cevallos, en pleno centro de Buenos Aires, donde las tropas reprimieron. Eso también enseña a quienes no quieren ver.

De los discursos también se aprende

por ejemplo:

  • de diputadas y diputados que explican la obviedad de que la dádiva de los $ 4.000 millones “compensatorios” -repartidos recién dentro de tres meses y por única vez- es menos que los entre $ 80.000 y 100.000 millones que dejarán de recibir jubilados y pensionados.

Faltaría explicar que 45.000 primero, 65.000 después, de esos millones, son para María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires que Macri quiere blindar para conseguir su reelección en 2019. Es decir, saquean las arcas previsionales para hacer campaña electoral.

  • de recordatorios sobre la intención presidencial de que “su empresa de su padre” se quede con los $ 70.000 millones que le quitó al Correo Argentino; si los devolviese prácticamente no habría que esquilmar a abuelas, abuelos, lisiados, ex combatientes, viudos y viudas, víctimas directas o indirectas de la dictadura cívico militar, familias numerosas.

Estas verdades, vale recordarlo, muchos no quieren verlas, o las ven y las minimizan. Por ejemplo el cálculo de cuántos “bolsos de López” entran en la plata mal habida blanqueada por los Macri, sus socios y amigos, gracias a un decreto confeccionado por los Macri, sus socios y amigos, contra lo dispuesto por el Congreso de la Nación y la Constitución no menos nacional.

Para más ejemplo, en cuántos miles de millones superan a las supuestas denuncias contra el kirchnerismolas ganancias de la Shell gracias a las decisiones gubernamentales del accionista de la Shell, Juan José Aranguren. Se pueden sumar casos como esos hasta pagar la deuda externa agigantada y poner en marcha el aparato productivo del país.

Las autoridades nacionales y los medios adictos no pueden verlo, se los impide el prejuicio, a los últimos la falta de ética profesional; inclusosi alguno empieza a detectarlo, prefiere callarse, no sea cosa que quede como el “tonto” que no puede ver el hermoso traje inexistente del desnudo de ojos celestes.

Quedaron muchos magullones en la propia tropa

  • El jefe de gobierno de la capital, Rodríguez Larreta no tolera que Patricia Bullrich, minustra de Seguridad, le ocupara la ciudad de la manera que lo hizo y él se quedó mirando. Cuentan los malos, con información, de la Rosada que la rebajadora serial de ingresos jubilatorios estuvo a la espera de que la policía de la Ciudad Autónoma de Buenos A fracasase el lunes para salir a lucir de nuevo sus juguetes de guerra.
  • El presidente de Diputados, Emilio Monzó, se enloqueció cuando la vergorrágica diputada macrista Elisa Carrió, el faro que ilumina a la Alianza desde que se formó para derrotar al peronismo kirchnerista, le manejó la sesión del jueves y se la cerró. Y es así aunque las plumas amigas de Clarín traten inventar una reunión al pie del presídium de Diputados para que eso sucediese.
  • Carrió está enojada con todos, con todos los propios, empezando con su “Mauricio”; entre otras cosas porque “qué tenía que hacer (Daniel) Angelici -su operador judicial y, a la vez, presidente del club Boca Juniors- a la noche en la Rosada”, cuando en el horizonte del país aparecía el naranja de las primeras llamas. Sabe que estaba recibiendo instrucciones para retransmitirlas a jueces y cortesanos, sobre detenciones y sobre el rechazo de impugnaciones y cautelares, contra normas ilegales.
  • Los gobernadores asociados al PRO trinan contra los diputados “propios” que no aceptaron el mandato antipopular.
  • En ese rumbo, Macri, sin enterarse de que gobierna un país federal, manejó las decisiones de la mayoría de los gobernadores; al ver la forma en que se comportaron algunos de sus diputados puso en la mira de su látigo presupuestario a Sergio Uñac de San Juan, Miguel Lifschitz de Santa Fe, Gerardo Zamora de Santiago del Estero, Carlos Verna de La Pampa y el riojano Sergio Casas.

Fotos que dejaron dos jornadas bisagra

  • El ajuste a los jubilados puso en claro para muchos que antes no lo veían, que las acciones de Macri, su equipo y el Fondo Monetario que los monitorea, no son positivas para la población, menos aún para los más empobrecidos.
  • La ciudadanía rechazó una medida de gobierno por tercera vez en dos años, antes lo había hecho en contra de los aumentos aplicados a los servicios domiciliarios y comerciales y en oposición al “2 x 1” favorable a los represores presos.

En este caso, además, lo hizo con sus cacerolas espontáneas y en barrios y ciudades que votaron al macrismo. A diferencia de las anteriores, el rechazo de dos noches seguidas incluyó a muchos votantes de la papeleta amarilla.

  • En apenas dos meses, el camino abierto por los resultados electorales de octubre se evaporó, o se llenó de piedras; del “aval a todo” que Macri creyó ver en su noche de los globos y Tan Biónica, se pasó a las dificultades, las discusiones, la desnudez descarnada de la represión a mansalva.
  • Las organizaciones sociales y políticas opositoras, no solo mantienen su nivel de convocatoria sino que lo acrecientan a medida que el gobierno avanza con sus políticas de ajuste. El prejuicio no le permite a los oficialistas verlo, sin embargo, en las dos jornadas fueron multitudes las que llenaron calles y avenidas en defensa propia, llegando como pudieron, hasta caminando, y partiendo desde los barrios, los merenderos y comedores multiplicados por el hambreamiento que provocan la desocupación, la inflación y la pérdida del poder de compra de los magros ingresos de esos sectores.
  • El escenario fue corriendo las posiciones de los distintos sectores gremiales. Por encima de las siglas, la inmensa mayoría de los trabajadores son afectados por las políticas de este gobierno, las conducciones intermedias y regionales se lo hacen sentir a sus dirigentes. Prácticamente quedaron sin oxígeno para mirar hacia otro lado, ni qué decir para apoyar públicamente al Ejecutivo. El desgranamiento también avanza entre las cúpulas; hoy son más los que rechazan o ignoran al “triunvirato” de Azopardo, que quienes lo siguen.
  • Las políticas antipopulares unen a la mayoría de los sectores legislativos que se diferencian del macrismo. Kirchneristas, masistas, el Evita, Donda, hasta algunos “peronistas federales”, enfrentando la represión y votando contra los proyectos previsionales lo dejaron en claro.

Se abrió un nuevo tiempo parlamentario

El regreso de Agustín Rossi al hemiciclo de la cámara Baja le dio nuevos bríos al conjunto de los peronismos que la habitan. Además de un atisbo de coordinación; ya se prepara un mecanismo de acuerdos “por tema” para actuar en el recinto; incluso varios bloques menores y diputados “sueltos” analizan la conformación de una bancada unificada.

  • El quiebre entre gobernadores avaladores del “pacto fiscal” para Vidal y de la reducción que correspondía a jubilados y pensionados a partir de 2018, y los diputados de sus provincias que lo rechazaron, no es “el colmo de ser opositor” como lo presenta la gran prensa. Constituye la expresión de esos legisladores de impedir que el Congreso sea la “escribanía” de la que se quejaba Macri desde el llano y ahora exige, con aprietes nada sutiles, como vaciarle las arcas a las provincias para que no puedan pagar sueldos y aguinaldos y obligar a que sus representantes voten contra los intereses de sus electores.
  • En una Argentina de cortos interregnos electorales, todas estas decisiones tendrán consecuencias en el corto plazo, cuando muchos dirigentes, desde el llano o las administración, se pongan otra vez los trajes de candidatos.

A los que votaron bajo la batuta de la casa de gobierno de Balcarce 50 va resultarles difícil explicar por qué redujeron los ingresos. Los que rechazaron esos compases, ya se aprestan a ocupar nuevos espacios; más de un voto de rechazo al recorte se explica por eso, se movió la llave del tablero electrónico en disputa con el gobernador que ya había negociado con el Presidente.

  • Es una situación nueva; con más crítica hacia el Gobierno y con un parteaguas legislativo que definirá la dirección de un porcentaje del sufragio. Los meses lo dirán, en un país que abandonó el “voto cautivo” hace décadas y con una sociedad con un porcentaje importante de su población en estado “líquido”, que define sus posturas en función de estados de ánimo de coyuntura y teniendo en cuenta caracteres secundarios y hasta banales de los emergentes político partidarios que los interpelan, más que sus propuestas, proyectos y trayectorias.
  • Si no logra seducirlos de nuevo, Macri ya lo dejó claro, parafernalia represiva, disparos, gases, hidrantes, así en el Sur como en su Ciudad Mágica.

Pirro venció, en Heraclea primero, en Asculum después. El campo lleno de muertos hizo que entendiera que, así, no llegaba a buen puerto, como finalmente sucedió.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235659&titular=marchas-y-cacerolas-en-argentina-empiezan-a-mostrar-la-desnudez-del-rey-

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Lo que crece desigual se derrumba

Por: Fander Falconí

La publicación del Informe sobre la desigualdad global 2018 contiene cifras que marcan una tendencia mundial. Eso nos hace recordar algunos ejemplos que muestran que tal tendencia es histórica.

La caída del Imperio Romano no se produjo por falta de recursos. Roma era dueña de todos los recursos. Tampoco se enfrentaron los ejércitos romanos a una tecnología superior. Roma poseía la mejor tecnología de su época. Lo cierto es que el mundo mediterráneo del siglo V era un mar de desigualdades. En las colonias del Imperio (la mayor parte del territorio) no solo se mantenían las mismas estructuras esclavistas, sino que habían aumentado las desigualdades. Roma había nombrado a los anteriores reyes locales o a sus familias como recaudadores de impuestos. Ellos empezaron a cobrar más tributos a sus súbditos, para la nobleza local y para Roma, aumentando las desigualdades. En Italia, los ciudadanos romanos pobres veían a diario los excesos de los romanos ricos y la perversión de sus césares, mientras ellos se empobrecían.

Cuando las hordas asiáticas entraron a Europa en esos tiempos, las tribus germánicas huyeron hacia Occidente y se toparon con las legiones romanas. Al principio, fueron rechazadas (no les daban la visa, se diría hoy). La posición de las tropas imperiales en las colonias se sostenía por la colaboración con la población local, pero cuando esta población sintió que su situación económica era insostenible, optó por pactar con el enemigo. La Guerra de las Galias (recordando el libro de Julio César) se convirtió en una guerra civil, apoyada desde afuera. Las desigualdades habían llegado a ese extremo en el que los esclavos ya no tenían nada que perder, excepto sus cadenas.

La situación de desigualdad en el siglo XX también produjo cambios sustanciales en el mapamundi. La caída de Rusia en 1917 ocurrió por las desigualdades entre oficiales y tropas, entre aristócratas y campesinos, entre industriales y obreros. La rendición rusa, firmada por Trotsky en febrero de 1918, la utilizaron después los militaristas alemanes para inventar el mito de la invencibilidad germana. Los alemanes, a su vez, cayeron ante los aliados a fines de ese mismo año. El pueblo alemán se rebeló contra las desigualdades sociales que defendía su gobierno y eso produjo la rendición de alemanes y austro húngaros en la I Guerra Mundial.

En 1945, al concluir la II Guerra Mundial, Europa quedó devastada. La riqueza, en gran parte, se había nivelado en cero. Lo mismo había sucedido en Japón. En los Estados Unidos, la gente pobre empezó a exigir más bienestar, tal como había prometido Roosevelt si ganaban la guerra. Rusia ya vivía un socialismo con mínimas desigualdades y China iniciaba igual camino. Estados Unidos y Europa tendían a reducir las desigualdades. Eso cambió desde 1980.
Aquí empieza el informe. Un buen indicador de la desigualdad de ingresos es el porcentaje de la riqueza que percibe el 10% de los más ricos. En 2016 (hoy, se podría decir) es 37% en Europa, 41% en China, 46% en Rusia, 47% en Estados Unidos y Canadá. Pero es un 55% en África (excepto los países árabes, de Marruecos a Egipto), Brasil e India. En Medio Oriente, hay más desigualdad que en África: el 10% más rico acapara el 61% del ingreso de sus países.

Desde 1980, esta desigualdad ha aumentado rápidamente en Norteamérica, China, India y Rusia, pero en Europa ha crecido poco. Mientras Europa Occidental y Estados Unidos tenían cifras similares de desigualdad en 1980: la participación del 1% de mayor ingreso era un 10% en ambas regiones. Hoy es 12% en Europa Occidental, mientras en Estados Unidos se duplicó al 20%. La participación del 50% de menos ingresos de Estados Unidos era más de 20% en 1980, hoy es 13%. ¿Qué pasó en Estados Unidos? Una enorme desigualdad educativa, algo que debe hacernos reflexionar, y un sistema tributario cada vez menos solidario. Esto último lo comprueba el reciente anuncio de su presidente Donald Trump: la reducción de impuestos por 1,5 billones de dólares, favoreciendo a las grandes empresas y a las personas con mayores ingresos. Récord histórico que el diario español El País describe así: “el presidente ha enarbolado la bandera del neoliberalismo”. Es decir, aumentarán las desigualdades.

Desde 1980, la riqueza privada ha crecido bastante, mientras la riqueza pública ha disminuido en forma escandalosa. Los gobiernos ya no tienen medios para reducir la desigualdad. La fiebre de privatizaciones aumenta la desigualdad de ingresos y la concentración de la riqueza en pocas manos. El Informe presenta proyecciones de la evolución de la desigualdad de ingreso hasta 2050. Si las condiciones actuales se mantienen sin cambios, la desigualdad seguirá continuaría creciendo. Si todos los países siguieran el estilo de Europa Occidental, la desigualdad mundial podría reducirse, erradicando la pobreza.

Reducir la desigualdad implica primero dar educación de calidad a los más pobres. Luego mejorar los salarios de ese mismo sector y cobrar más impuestos al que más gana. Democratizar la dirección de las empresas también ayuda. Finalmente, hay que combatir a dos enemigos de la igualdad económica y de la justicia social: la evasión fiscal y la corrupción. Lo contrario hará estallar una bomba.

Fander Falconí Benítez, economista ecológico y académico ecuatoriano. Actualmente es el ministro de Educación de Ecuador.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235642

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