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Portugal: Sobre la educación – la matanza de los terneritos

Sobre la educación – la matanza de los terneritos

Adultos que salen de la escuela después de muchos golpes en los tiernos pescuezos que un día, hace tiempo, en el inicio, fueron cuellos interesados e interesantes, fascinados y fascinantes.

GONÇALO M. TAVARES

Sí, volvamos a la síntesis, sobre la educación:

“No se trata de llenar un cubo, sino de prender un fuego”.

1.

Y seamos, pues, directos y pragmáticos: no es posible prender un fuego en lugar de llenar un cubo si lo que se pide al final, en los exámenes, es que el cubo lleno –el alumno que se sabe los temas– descargue el agua perdida en la medida correcta. Una evaluación cerradísima, de cualquier asignatura – que en lugar de pensamiento pide cierre – exige un cubo lleno de una agua concreta y bien definida y lo que impide, violentamente, es el maravilloso ejercicio de la curiosidad. Aunque esto sea involuntario o inconsciente, es lo que ocurre. Toda curiosidad estará prohibida, dice el examen cerrado, nada más empezar el año, a los alumnos, como un altavoz para que ningún oído se escape; toda curiosidad sobre asuntos paralelos al programa, aunque sean fascinantes, es curiosidad inútil ya que no llena el cubo con el agua cerradísima que va a evaluación. -Este autor y sus ideas son increíbles, sí, pero eso no sale en el examen, me temo, sigamos.

2.

Estamos, por lo tanto, a menudo así: diez mil cabezas diferentes, llenas de exámenes, vertiendo exactamente la misma agua en un pozo sin fondo; pozo que tantos cubos recibe, pero que con ese agua nada hace a no ser contestar con un número que evalúa: 20, 16, 14, 10. Un desperdicio de agua y de cabezas, sin duda.

Me imagino esto: diez mil alumnos de camino a un examen llevando, sí, concretamente, cubos llenos de agua recibida en la misma fuente – y una vez en el lugar del examen, un concreto pozo sin fondo, vaciando los cubos con el agua solicitada.

Se trata de hacer que los alumnos transporten mercadoría de un año hacia otro y los exámenes son esa frontera en el espacio y en el tiempo. Pasas la frontera si traes esa agua exigida, esa agua neutra, sin nombre, agua igual para todos, un agua colectiva.

Evidentemente una información y una cultura comunes son esenciales para la formación de una comunidad. La comunidad se forma en torno a aquello que tiene en común, esto es etimológicamente obvio. Pero también se forma, y aquí es donde gana fuerza extra, gracias a aquello que separa y distingue increíblemente a una persona de otra. Una comunidad de máquinas fotocopiadoras tiene en común que todas son máquinas fotocopiadoras y forman, sin duda, una comunidad – poco festiva y un poco quieta, pero sí, una comunidad. Una comunidad humana es, por supuesto, otro asunto.

3.

No pierdas tiempo con lo fascinante si lo fascinante no se evalúa – esta es una síntesis de la trampa en la que gran parte de la enseñanza y de las distintas asignaturas ha caído.

Fuera del escenario quien no entra en la obra: lo que no sale del examen, si entra en la escuela, lo hace para enredar, dicen el programa y la evaluación y dicen después, a veces, los padres, profesores o los alumnos.

La idea de que sólo se debe aprender lo que es útil es una idea útil pero completamente estúpida.

Si hacemos una lista de cosas inútiles esenciales en una existencia humana tardaremos muchos años.

Se trata, pues, muchas veces en la enseñanza – y sí, una vez más, felizmente hay muchísimas excepciones entre profesores, padres y alumnos – pero, en la generalidad de la enseñanza, se trata de matar la curiosidad a golpes, nada más nacer, con un palo-evaluación pesado y cerrado que no falla; y que golpea, con puntería, el cuello del aún fascinado animal-alumno ternerito. En pocos años, el humano nacido curioso se vuelve humano con los ojos clavados en la evaluación; y, en el primer día de clase, la esencial pregunta del hipnotizado, que mucho golpe recibió en los años anteriores, enseguida es: ¿cómo es la evaluación?

Empezar por el final justo en el inicio: el medio, el camino hasta allí, es insignificante y cualquier desvío es pérdida de tiempo. Así se empiezan a formar las tediosas cabezas utilitarias con las que nos cruzamos cada día. Cabezas que más adelante, adultas, tienen para cada asunto una única frase, una conclusión – y con ella están más que satisfechos. Y defienden, luego, su ignorancia y su incapacidad de pensar como quien defiende el honor de la familia. No lo sé –ni me interesa, pero concluyo– estos son los adultos que salen de la escuela después de muchos golpes en los tiernos pescuezos que un día, hace tiempo, en el inicio, fueron cuellos interesados e interesantes, fascinados y fascinantes.

Traducción de Leonor López de Carrión. Originalmente publicado no Jornal Expresso

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/sobre-la-educacion-la-matanza-de-los-terneritos-9165328.html

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Portugal ¿Adiós a Europa?

¿Adiós a Europa?

Un nuevo-viejo fantasma se cierne sobre Europa: la guerra.

El continente más violento del mundo en términos de muertes en conflictos bélicos en los últimos cien años (para no retroceder en el tiempo e incluir las muertes sufridas en Europa durante las guerras religiosas y las muertes infligidas por europeos a los pueblos sometidos al colonialismo), se encamina hacia un nuevo conflicto bélico que puede ser aún más fatal, ochenta años después del conflicto hasta ahora más violento, con cerca de ochenta millones de muertos: la Segunda Guerra Mundial. Todos los conflictos anteriores comenzaron aparentemente sin una razón fuerte, era opinión común que durarían poco tiempo y, al comienzo, la mayoría de la población acomodada siguió haciendo su vida normal, yendo de compras y al cine, leyendo la prensa, disfrutando de las vacaciones y de amenas conversaciones en terrazas sobre política y cotilleo. Siempre que surgía un conflicto violento localizado, la convicción dominante era que se resolvería localmente. Por ejemplo, muy poca gente (incluidos los políticos) pensó que la guerra civil española (1936-1939) y quinientos mil muertos serían la antesala de una guerra mayor, la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que las condiciones estuviesen presentes. Aun sabiendo que la historia no se repite, es legítimo preguntarse si la actual guerra entre Rusia y Ucrania no es el preludio de una nueva guerra mucho mayor.

Se acumulan señales de que un peligro mayor puede estar en el horizonte. A nivel de la opinión pública y del discurso político dominante, la presencia de este peligro se presenta mediante dos síntomas opuestos. Por un lado, las fuerzas políticas conservadoras no solo detentan la iniciativa ideológica, sino también una presencia privilegiada en los medios de comunicación. Son polarizadoras, enemigas de la complejidad y de la argumentación serena, usan palabras extremadamente agresivas y hacen encendidos llamamientos al odio. No les perturba el doble rasero con el que comentan los conflictos y la muerte (por ejemplo, entre muertos en Ucrania y en Palestina), ni la hipocresía de apelar a valores que desmienten con sus prácticas (denuncian la corrupción de los adversarios para esconder la suya). En esta corriente de opinión conservadora se mezclan cada vez más posiciones de derecha y de extrema derecha, y el mayor dinamismo (agresividad tolerada) proviene de estas últimas.

Este dispositivo pretende inculcar la idea del enemigo a destruir. La destrucción por las palabras predispone a la opinión pública a la destrucción por los actos. A pesar de que en democracia no hay enemigos internos sino solo adversarios, la lógica de la guerra se traslada insidiosamente a supuestos enemigos internos, cuya voz ante todo debe ser silenciada. En los parlamentos, las fuerzas conservadoras dominan la iniciativa política, mientras que las fuerzas de izquierda, desorientadas o perdidas en laberintos ideológicos o en cálculos electorales incomprensibles, giran en torno a un defensismo tan paralizante como incomprensible. Como en la década de 1930, la apología del fascismo se hace en nombre de la democracia; la apología de la guerra se hace en nombre de la paz.

Pero este clima político-ideológico está marcado por un síntoma opuesto. Los observadores o comentaristas más atentos se dan cuenta del fantasma que acecha la sociedad y convergen de modo sorprendente en sus preocupaciones. Recientemente me he sentido identificado con algunos análisis de comentaristas que siempre he reconocido como pertenecientes a una familia política diferente a la mía, es decir, comentaristas de derecha moderada. Lo que tenemos en común entre nosotros es la subordinación de las cuestiones de la guerra y la paz a los asuntos de la democracia. Podemos diferir en lo primero y coincidir en lo segundo. Por la sencilla razón de que sólo el fortalecimiento de la democracia en Europa puede conducir a la contención del conflicto entre Rusia y Ucrania e, idealmente, a su solución pacífica. Sin una democracia vigorosa, Europa caminará, sonámbula, hacia su destrucción.

¿Estamos a tiempo para evitar la catástrofe? Me gustaría decir que sí, pero no puedo. Los signos son muy preocupantes. Primero, la extrema derecha crece globalmente impulsada y financiada por los mismos intereses que se reúnen en Davos para salvaguardar sus negocios. En los años 30 del siglo pasado, tenían mucho más miedo al comunismo que al fascismo; hoy, sin la amenaza comunista, temen la revuelta de las masas empobrecidas y proponen como única respuesta la represión violenta, policial y militar. Su voz parlamentaria es la de la extrema derecha. La guerra interna y la guerra externa son dos caras de un mismo monstruo y la industria armamentística se beneficia por igual de ambas.

En segundo lugar, la guerra de Ucrania parece más confinada de lo que realmente es. El flagelo actual, que azota las llanuras donde hace ochenta años murieron tantos miles de personas inocentes (principalmente judíos), tiene las dimensiones de un autoflagelo. Rusia hasta los Urales es tan europea como Ucrania, y con esta guerra ilegal, además de vidas inocentes, muchas de ellas de habla rusa, está destruyendo la infraestructura que ella misma construyó cuando era la Unión Soviética. La historia y las identidades étnico-culturales entre los dos países están mejor entrelazadas que con otros países que anteriormente ocuparon Ucrania y ahora la apoyan. Tanto Ucrania como Rusia necesitan mucha más democracia para poder poner fin a la guerra y construir una paz que no las deshonre.

Europa es mucho más vasta de lo que parece desde Bruselas. En el Cuartel General de la Comisión Europea (o de la OTAN, que es lo mismo) prevalece la lógica de la paz según el Tratado de Versalles de 1919, y no la del Congreso de Viena de 1815. La primera humilló a la potencia vencida (Alemania) y la humillación condujo a la guerra veinte años después; la segunda honró a la potencia vencida (la Francia napoleónica) y garantizó un siglo de paz en Europa. La paz según Versalles presupone la derrota total de Rusia, tal como la imaginó Hitler cuando invadió la Unión Soviética en 1941 (Operación Barbarroja). Incluso admitiendo que esto ocurra al nivel de la guerra convencional, es fácil predecir que, si la potencia perdedora tiene armas nucleares, no dejará de usarlas. Será el holocausto nuclear. Los neoconservadores norteamericanos ya incluyen esta eventualidad en sus cálculos, convencidos en su ceguera de que todo sucederá a miles de kilómetros de sus fronteras. America first… and last. Es muy posible que ya estén pensando en un nuevo Plan Marshall, esta vez para almacenar los desechos atómicos acumulados en las ruinas de Europa.

Sin Rusia, Europa es la mitad de sí misma, económica y culturalmente. La mayor ilusión que la guerra de información ha inculcado a los europeos en el último año es que Europa, una vez amputada de Rusia, podrá restaurar su integridad con el trasplante de Estados Unidos. Justicia sea hecha a los Estados Unidos: cuidan muy bien sus intereses. La historia muestra que un imperio en declive siempre busca arrastrar consigo sus esferas de influencia para retrasar la decadencia ¿Y si Europa supiese cuidar de sus intereses?

………………………………….

Boaventura de Sousa Santos. Académico portugués. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal). Profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) y de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los científicos sociales e investigadores más importantes del mundo en el área de la sociología jurídica y es uno de los principales dinamizadores del Foro Social Mundial. 

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

Fuente: https://www.other-news.info/noticias/adios-a-europa/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/adios-a-europa-2/

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Miles de profesores se manifiestan en Lisboa por la mejora de la Educación Pública

Decenas de miles de profesores de la escuela pública de todo Portugal han marchado este sábado en Lisboa para demandar mejoras en el modelo educativos y en los salarios.

También contra la alteración de los procesos de selección. Esta marcha se suma a las continuas concentraciones, cartas abiertas y huelgas convocadas en las últimas semanas que han tenido lugar en todo el país.

Está previsto que las movilizaciónes duren como mínimo hasta finales de enero y afecten a miles de alumnos. Este 20 de enero el Sindicato de Todos los Profesores se reúne con el ministro de Educación.

«Esta es una marcha abierta a profesores, alumnos, padres y cualquier miembro de la sociedad civil interesado en la defensa de la Escuela Pública de calidad», explicó a EFE Carla Piedade, dirigente nacional de STOP, quien afirmó que «hay un descontento muy grande» en el país en un momento en el que la inflación ha alcanzado niveles récord en 30 años (diciembre cerró en el 9,6%).

Estableció el 2008 (marcado por reformas educativas y recorte de gastos públicos) como el año en el que el empeoramiento aceleró y afirmó que desde entonces los gobiernos han aplicado «una política del silencio, el rechazo a negociar y la imposición de medidas».

«Desde 2008 hasta ahora lo que ha ocurrido han sido sucesivos ataques y este es el momento de decir no más. Basta», añadió.

Los participantes de la protesta han recorrido la Avenida Liberdade cargados de carteles donde se leía «Basta», «Respeto» y «Luchando también estamos enseñando», entre otros, en un momento en el que el Gobierno propone alterar el mecanismo de reclutamiento y movilidad de los docentes.

El punto final de la marcha ha sido la turística Plaza del Comercio, donde han instalado un escenario donde han repetido sus reclamos y han cantado lemas como «La Escuela Pública jamás será vencida».

Entre ellos estaba Claudia Martins, una profesora llegada en autocar desde Oporto junto a un grupo de más de 300 personas: «Estamos aquí en Lisboa porque en Portugal la Educación llegó al límite de mucha burocratización», alegó a EFE.

Otra profesora, Emanuela Costa (llegada del distrito de Setúbal), cree que «el Gobierno entiende» las dificultades del sector y que «hay una situación económica difícil» que complica atender sus peticiones, pero han llegado al límite.

«Creo que hemos sido una clase pacífica pero ahora hemos aprendido a luchar y a estar unidos. Puede ser que conquistemos alguna cosa», valoró.

Fuente: https://es.euronews.com/2023/01/15/miles-de-profesores-se-manifiestan-en-lisboa-por-la-mejora-de-la-educacion-publica

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Portugal: Por una autocrítica de Europa

Por una autocrítica de Europa

Boaventura de Sousa Santos

 

Debido a que Europa no ha sido capaz de hacer frente a las causas de la crisis, está condenada a hacer frente a sus consecuencias.

El polvo de la tragedia está lejos de haberse asentado, pero, aun así, nos vemos obligados a concluir que los líderes europeos no estaban ni están a la altura de la situación que estamos viviendo. Pasarán a la historia como los líderes más mediocres que Europa ha tenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Ahora están haciendo todo lo posible en la ayuda humanitaria, y no se puede cuestionar el mérito de dicho esfuerzo. Pero lo hacen para salvar las apariencias ante el mayor escándalo de este tiempo. Gobiernan pueblos que, en los últimos setenta años, más se han organizado y manifestado contra la guerra en cualquier parte del mundo donde sea que esta se haya producido. Y no fueron capaces de defenderlos de la guerra que, al menos desde 2014, se venía gestando en casa. Las democracias europeas acaban de demostrar que gobiernan sin el pueblo. Hay muchas razones que nos llevan a esta conclusión.

Esta guerra estaba siendo preparada hace mucho tiempo tanto por Rusia como por los Estados Unidos. En el caso de Rusia, la acumulación de inmensas reservas de oro en los últimos años y la prioridad otorgada a la asociación estratégica con China, concretamente en el ámbito financiero, con miras a la fusión bancaria y la creación de una nueva moneda internacional, y en el comercio donde hay enormes posibilidades de expansión con la iniciativa Belt and Road en Eurasia. En las relaciones con los socios europeos, Rusia ha demostrado ser un socio creíble, dejando claras sus preocupaciones de seguridad.

Preocupaciones legítimas, si por un momento pensamos que en el mundo de las superpotencias no hay buenos ni malos, hay intereses estratégicos que hay que acomodar. Este fue el caso en la crisis de los misiles de 1962 con la línea roja de los Estados Unidos que no quería misiles de mediano alcance instalados a 70 km de su frontera. Que no se piense que fue solo la Unión Soviética la que cedió. Los Estados Unidos también desistieron de los misiles de mediano alcance que tenían en Turquía. Cedieron de manera recíproca, se acomodaron, y tuvieron un acuerdo duradero. ¿Por qué no fue posible lo mismo en el caso de Ucrania?  Veamos la preparación en el lado estadounidense.

Ante el declive del dominio global que ha tenido desde 1945, los EE.UU. buscan consolidar a toda costa zonas de influencia, que garanticen facilidades comerciales para sus empresas y acceso a materias primas. Lo que escribo a continuación se puede leer en documentos oficiales y think tanks, por lo que se prescinde de teorías conspirativas. La política del regime change no está dirigida a crear democracias, solo gobiernos que sean fieles a los intereses de Estados Unidos. No fueron estados democráticos los que surgieron de las sangrientas intervenciones en Vietnam, Afganistán, Iraq, Siria, y Libia. No fue para promover la democracia que alentaron golpes de Estado que depusieron a presidentes elegidos democráticamente en Honduras (2009), Paraguay (2012), Brasil (2016), Bolivia (2019), sin mencionar el golpe de 2014 en Ucrania. Desde hace algún tiempo, el principal rival es China.

En el caso de Europa, la estrategia estadounidense tiene dos pilares: provocar a Rusia y neutralizar a Europa (especialmente a Alemania). La Rand Corporation, una conocida organización de investigación estratégica publicó en 2019 un informe preparado a petición del Pentágono, titulado «Extendiendo Rusia. Competir desde terreno ventajoso».

En él se analiza cómo provocar a los países para que la provocación pueda ser explotada por los Estados Unidos. Con respecto a Rusia, dice: «Hemos analizado una serie de medidas no violentas capaces de explotar las vulnerabilidades y ansiedades reales de Rusia como un medio para presionar al ejército y la economía de Rusia y el estatus político del   régimen en el país y en el extranjero. Los pasos que hemos examinado no tendrían la defensa ni la disuasión como objetivo principal, aunque podrían contribuir a ambos. Por el contrario, tales pasos se consideran elementos de una campaña diseñada para desestabilizar al adversario, obligando a Rusia a competir en campos o regiones donde Estados Unidos tiene una ventaja competitiva, llevando a Rusia a expandirse militar o económicamente, o haciendo que el régimen pierda prestigio e influencia a nivel nacional y/o internacional.”

¿Necesitamos saber más para entender lo que está sucediendo en Ucrania? Rusia fue provocada a expandirse para luego ser criticada por hacerlo. La expansión de la OTAN hacia el este, en contra de lo que se había acordado con Gorbachov en 1990, fue la pieza clave inicial de la provocación. La violación de los acuerdos de Minsk fue otra pieza. Cabe señalar que Rusia comenzó por no apoyar el reclamo de independencia de Donetsk y Lugansk después del golpe de 2014.  Prefería una fuerte autonomía dentro de Ucrania, como está establecido en los acuerdos de Minsk. Estos acuerdos fueron rotos por Ucrania con el apoyo de Estados Unidos, no por Rusia.

En cuanto a Europa, el principio es consolidar la condición de socio menor que no se atreva a perturbar la política de las zonas de influencia. Europa debe ser un socio fiable, pero no puede esperar reciprocidad. Por eso la UE, ante la ignorante sorpresa de sus líderes, fue excluida del AUKUS, el tratado de seguridad para la región del Índico y el Pacífico entre EE.UU., Australia e Inglaterra. La estrategia del socio menor requiere que se profundice la dependencia europea, no sólo en el ámbito militar (ya garantizado por la OTAN) sino también en el económico, es decir, en términos energéticos.

La política exterior (y la democracia) de EE. UU. está dominada por tres oligarquías (no solo hay oligarcas en Rusia y Ucrania): el complejo militar-industrial; el complejo gasífero, petrolero y minero; y el complejo bancario-inmobiliario. Estos complejos tienen ganancias fabulosas gracias a las llamadas rentas monopólicas, situaciones privilegiadas de mercado que les permiten inflar los precios. El objetivo de estos complejos es mantener al mundo en guerra y crear una mayor dependencia de los suministros de armas estadounidenses. La dependencia energética de Europa en relación con Rusia era inaceptable. Desde el punto de vista de Europa, no se trataba de dependencia, se trataba de racionalidad económica y diversidad de socios.

Con la invasión de Ucrania y las sanciones, todo se consumó como estaba previsto, y la apreciación inmediata de los precios de las acciones de los tres complejos tenía champán esperándolos.  Una Europa mediocre, ignorante y sin visión estratégica cae impotente en manos de estos complejos, que ahora les dirán los precios a cobrar. Europa está empobrecida y desestabilizada por no haber tenido líderes a la altura del momento. Además de eso, se apresura a armar a los nazis. Tampoco recuerda que, en diciembre de 2021, la Asamblea General de la ONU adoptó, a propuesta de Rusia, una resolución contra la “glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que promuevan el racismo, la xenofobia y la intolerancia”. Dos países votaron en contra, Estados Unidos y Ucrania.

Las negociaciones de paz en curso son una equivocación. No tiene sentido que sean entre Rusia y Ucrania. Deberían ser entre Rusia y los EE.UU./OTAN/Unión Europea. La crisis de los misiles de 1962 se resolvió entre la URSS y los Estados Unidos. ¿Alguien se acordó de llamar a Fidel Castro para las negociaciones? Es una cruel ilusión pensar que habrá una paz duradera en Europa sin compromiso real por parte de occidente. Ucrania, cuya independencia todos queremos, no debería unirse a la OTAN. ¿Finlandia, Suecia, Suiza o Austria han necesitado hasta ahora la OTAN para sentirse seguros y desarrollarse?

De hecho, la OTAN debería haber sido desmantelada tan pronto como acabó el Pacto de Varsovia. Sólo entonces la UE podría haber creado una política y una fuerza de defensa militar que respondiera a sus intereses, no a los intereses estadounidenses. ¿Qué amenaza había para la seguridad de Europa que justificara las intervenciones de la OTAN en Serbia (1999), Afganistán (2001), Irak (2004), y Libia (2011)?  Después de todo esto, ¿Es posible seguir considerando a la OTAN como una organización defensiva?

Fuente de la Información: https://rebelion.org/por-una-autocritica-de-europa/

 

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La educación a distancia, motor de la enseñanza superior privada en 2020

La educación a distancia, motor de la enseñanza superior privada en 2020

Las universidades privadas sintieron el impacto de la pandemia de COVID-19, tal vez en menor medida de lo que muchos analistas habrían esperado. Esa es una de las conclusiones del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, según el cual las universidades privadas y escuelas de negocios alcanzaron un volumen de negocio de 2.715 millones de euros en 2020, lo que supone un aumento del 3,4% respecto a 2019.

Este crecimiento se apoyó en el incremento de la demanda y particularmente, en el ámbito de las universidades no presenciales. Estas alcanzaron unos ingresos de unos 370 millones de euros con un robusto crecimiento del +15,9%. Incluso las universidades presenciales aumentaron su facturación un 5,2%, llegando a un total de 1.580 millones de euros. Son las universidades privadas las que de llevan la parte más importante del pastel de la enseñanza superior, con un 72% de este mercado – por un 28 de las escuelas de negocios – y unos ingresos de 1.955 millones de euros, un 7,1% más que en el ejercicio precedente.

Las escuelas de negocios, penalizadas por el COVID el curso pasado

Por el contrario, los ingresos de las escuelas de negocios cayeron un 5% en 2020, hasta una cifra de 760 millones de euros. El negativo comportamiento de la demanda empresarial y la disminución del alumnado internacional por las restricciones a la movilidad ocasionadas por el COVID, penalizaron a este sector.

Si nos fijamos en el número de alumnos, las universidades privadas han mantenido el crecimiento del porcentaje sobre el total del alumnado universitario. El pasado curso alcanzaron una cifra del 21,4%. El número total de matriculados en grados y másteres universitarios en universidades privadas se situó en unos 340.000 alumnos en el curso 2020/2021, incrementándose un 8% con respecto al curso anterior.

Mejora de las expectativas para el curso 2021 – 2022

Para el curso que acaba de comenzar, la situación parece más optimista. La progresiva recuperación de la capacidad de gasto de las familias y de la inversión empresarial tras la crisis, y la recuperación de la matriculación de alumnado extranjero, están permitiendo fortalecer la demanda. Se espera que los ingresos totales del sector puedan crecer en torno a un 4% en el conjunto de 2021, hasta los 2.800 millones de euros.

Tampoco la pandemia ha frenado nuevos proyectos universitarios. A comienzos de curso, en octubre de 2021 había un total de 36 universidades privadas reconocidas por ley y con actividad docente, lo que supone tres más que un año antes. Por lo que se refiere a las escuelas de negocio, a esa fecha había cerca de un centenar con una actividad significativa. En este sector hay una alta concentración de facturación en las escuelas más importantes. Las cinco primeras concentraron el 27% del valor total del mercado en 2020, mientras que las diez primeras acumulaban prácticamente la mitad del negocio, con un 46%.

Este estudio ha sido elaborado por INFORMA D&B, filial de CESCE que se presenta como la compañía líder en el suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing en España y Portugal.

 

Fuente de la Información: https://exitoeducativo.net/la-educacion-a-distancia-motor-de-la-ensenanza-superior-privada-en-2020/

 

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Portugal: La OEI y la Universidad de Porto cooperan para crear una Cátedra de Educación para la Ciudadanía Global

La OEI y la Universidad de Porto cooperan para crear una Cátedra de Educación para la Ciudadanía Global

Se firmó un Protocolo entre la Oficina de la OEI en Portugal y la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Porto (FPCEUP), a través del Centro de Investigación e Intervención Educativa (CIIE), con el objetivo de apoyar la configuración de una Cátedra OEI de Educación para la Ciudadanía/Educación para la Ciudadanía Global, en el contexto de la Universidad de Porto y la FPCEUP.

Este proyecto se justifica por la relevancia de crear conocimiento y promover acciones relacionadas con los temas de Derechos Humanos, Ciudadanía, Desarrollo y Democracia en el contexto de la Educación, una prioridad temática de la OEI, que tiene en el Centro de Investigación e Intervención Educativa de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Porto un socio con el necesario reconocimiento científico.

 

Fuente de la Información: https://oei.int/oficinas/portugal/noticias/oei-e-universidade-do-porto-cooperam-com-vista-a-criacao-de-uma-catedra-de-educacao-para-a-cidadania-global

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Portugal: Tardam esclarecimentos e falta a medida mais importante: reduzir o número de alunos por turma

A menos de uma semana de os professores se apresentarem nas escolas, o Ministério da Educação tarda em esclarecer alguns aspetos muito importantes, quer em relação a questões de natureza sanitária, quer a aspetos de ordem pedagógica.

Relativamente à segurança sanitária, informava a ministra da Mariana Vieira da Silva, em conferência de imprensa, há uma semana, que os ministérios da educação e da saúde estavam a trabalhar em normas que seriam comunicadas às escolas. Ora, recorda a reduzir o número de alunos por turma que as questões de Saúde e Segurança no Trabalho são objeto de negociação coletiva, de acordo com o disposto na alínea h) do número 1 do artigo 350.º da Lei Geral do Trabalho em Funções Públicas (Lei n.º 35/2014). Até agora, porém, as organizações sindicais de docentes não foram contactadas para esse efeito. Uma situação que não pode deixar de merecer o mais vivo repúdio, tendo em conta que a pandemia ainda não está ultrapassada, que muitos alunos ainda não foram vacinados, uma vez que o processo de vacinação ocorreu em férias das famílias, e, portanto, aspetos como o distanciamento físico, a par de outras medidas, não podem ser desvalorizados, sob pena de, ao longo do primeiro período, poderem surgir casos de alunos, docentes e trabalhadores não docentes a ficarem em isolamento. Para garantir o distanciamento indispensável é necessário reduzir o número de alunos dentro da sala de aula, ou seja, o número de alunos por turma.

A redução do número de alunos por turma, contudo, não é medida que se esgote no plano sanitário; ela é fundamental no plano pedagógico e ganha ainda maior importância num ano letivo em que se anuncia um plano de recuperação, designado Plano Escola+ 21/23. Como a FENPROF já afirmou, acompanhando as justas apreciações de outros membros da comunidade educativa, as dificuldades de aprendizagem não surgiram com a pandemia, pelo que as medidas que as escolas deverão poder concretizar terão de ter como pano de fundo o facto de se estar a lidar com um problema estrutural que a pandemia apenas tornou mais visível. Reduzir, de facto, o número de alunos por turma significa enfrentar de forma séria e determinada o problema, indo além da mera propaganda e da utilização de fundos europeus para suportar medidas avulsas e temporalmente limitadas, muitas vezes desenvolvidas por entidades exteriores às escolas.

Para além de tudo o que antes se refere, o ano letivo 2021/22 poderá vir a ser marcado pela generalização forçada do processo de municipalização. De acordo com o disposto no Decreto-Lei n.º 56/2020, de 12 de agosto, a transferência de competências deverá estar concluída até 31 de março de 2022 o que, a concretizar-se, empurrará a Escola Pública para um caminho errado que colocará em causa o caráter universal do direito à educação.

Fuente: https://www.fenprof.pt/?aba=27&mid=115&cat=95&doc=13101

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