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República Dominicanana: Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

Una mirada hacia la mujer del siglo XXI

 Karen Barbeito Mejía

Un ser con ocupaciones polifacéticas que enmarca la grandeza de la espontaneidad y la diversidad en su más alto esplendor. Cuando hablo de mujeres, refiero al hecho de las oportunidades que han sido abiertas para poder elegir todo cuanto queremos ser; muy importante saber que la responsabilidad de nuestros actos y decisiones dependen únicamente de nosotras, quienes queremos predicar con el ejemplo, educar en valores, dejar legados, ejercer derechos y lo más importante, ser.

Ser y ser. Una pequeña y poco compuesta frase que he hecho mía desde hace varios años, porque cuando somos, no refiero a que solamente hacemos algo en específico, más bien, interpreto estas dos palabras desde la homofonía que componen el existir y el hacer algo determinado que sea propio de una persona. En otras palabras, soy y hago.

La mujer del siglo XXI es un ser que lleva consigo una carga de presiones impuestas por protocolos humanos que han servido para regir el reloj biológico de su existencia. Justo o no, existe en la cabeza de toda mujer querer encajar en múltiples roles, con los que no necesariamente estemos de acuerdo.

Complicada la postura de una mujer que no quiere ser madre, y a lo mejor lo intenta, porque “una mujer no puede quedarse sin hijos”. Tenemos la versión de aquellas que deben casarse antes de los 30 y ni imaginar a las que llegan a 40 y no han contraído las nupcias matrimoniales. Estos son simples ejemplos de una gobernanza de imposiciones sociales que no crean más que presiones, pero la pregunta es ¿por qué querer gobernar la existencia o las decisiones de otra persona?

Todas las respuestas son importantes, porque estas opiniones son las que idealizan el reglamento social que no ha sido escrito, pero que por costumbre tiene fuerza de ley y aunque no lo aceptemos, pesa sobre nuestros hombros aquellas decisiones tomadas o dejadas de tomar con miedo e inseguridades.

Los idealismos, más que posturas sociales que se vienen arrastrando con la línea del tiempo, son importantes cuando versan sobre la educación que corrige de manera que no intenta imponer el orden de una decisión tan íntima y propia de otro ser humano, porque con el tiempo aprendemos que, no toda mujer nació para ser madre, para estudiar, para ejercer una profesión con la que no se identifique, para cumplir con estigmas sociales, para llevar un matrimonio, para realizar una actividad que no la haga feliz o para intentar amar a alguien por el que no sienta nada.

Parte de ser ese ser es respetarte a ti misma mientras descubres quien eres y lo quieres, igual es válido tomarte el tiempo que sea necesario para explorar las opciones que te lleven a tomar tu decisión. Igual, si te equivocas o te arrepientes, será siempre una carga personal con la única diferencia de que la presión social no ha sido impuesta.

Las mujeres tenemos cada vez más una participación activa, continua y en constante evolución con la sociedad en sus distintos roles, lo que crea por igual, más presión para poder cumplir con el listado de metas que nos hemos propuesto en el mismo tiempo que tenían otras mujeres con menos exigencias.

La libertad de poder elegir pesa sobre nosotras. Qué bonito se siente poder escribirlo y decirlo a la franca y con la certeza de que no pasará nada si lo expresamos en voz alta, sin embargo, las presiones son otras, pero igual de frustrantes.

Me quiero quedar con la idea de que puedo lograr lo que quiera si me lo propongo, pero no tengo por qué elegir todo al mismo tiempo o cumplir con todos los estándares de esa lista que la sociedad ha realizado para toda mujer. Está bien decir NO, pero igual saber, que la decisión siempre será una respuesta exclusiva e individual de cada mujer.

Amar ser, también es una responsabilidad

Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/una-mirada-hacia-la-mujer-del-siglo-xxi-9330230.html

 

 

 

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Costa Rica: Seccional de Jubilados de la UCR informa y denuncia

Comunicado

Denunciamos el acuerdo de una asamblea del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica- SINDEU.

El viernes 12 de abril 2024, una Asamblea integrada por 90 personas, votaron la moción de eliminar la seccional de jubilados del SINDEU.

Los argumentos fueron muy pobres y los términos contra esta seccional, atentan contra la dignidad y la voluntad de lucha de las personas Adultas Mayores, quienes históricamente han demostrado su integridad y nivel político por las luchas de la clase trabajadora, dentro y fuera de la Universidad de Costa Rica.

Se olvidó en esta Asamblea que, la generación de los y las Personas Adultas Mayores, trabajaron y aún, en nuestra condición de jubilados, seguimos trabajando duramente a favor de la Convención Colectiva y las justas reivindicaciones de las y los trabajadores de la UCR, y que, por dicha, estos sindicalistas con inspiración y con su trabajo, constituyeron y seguimos siendo parte inquebrantable de una generación importante en un sindicato que se define como sindicato de clase.

Preocupados por esta posición, que los jubilados y jubiladas desaprobamos, nos permitimos denunciar la orientación equivocada de la actual dirigencia del SINDEU, quienes se vanaglorian por decisiones que afectan la democracia del SINDEU, Sindicato que, en otrora, se destacó por una orientación y excelentes acciones a favor de la luchas de la clases en nuestro país y la defensa de la Universidad Pública.

La decisión, que la impugnamos todas las personas de la Seccional de jubilados, por razones políticas y discriminatorias, y con mucha preocupación por el retroceso del SINDEU, excluyendo y anulando la seccional como estructura de los Jubilados, es rechazada apelando a criterios jurídicos y políticos.

Es importante señalar, que algunos de los y las presentes, indicaron que ese no era el texto que se votó en el Congreso.

En conclusión, esa decisión afecta Derechos de los Jubilados, la dignidad de las personas que integran la seccional y de manera irracional, afecta la democracia del Sindicato histórico, de nuestra Alma Mater. Pero, además, contraviene los Derechos Humanos, contemplados en los Convenios Internacionales, ratificados por el Estado de Costa Rica.

Ana Cecilia Jiménez Arce.
Ciudadana Costarricense, jubilada de la UCR.

San José, 18 abril. 2024.

Fuente: https://surcosdigital.com/seccional-de-jubilados-de-la-ucr-informa-y-denuncia/

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República Dominicana: Literatura y analfabetismo

Literatura y analfabetismo

Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

 Jorge Urrutia

Los atraídos por la literatura y no solo los profesores, deberíamos preguntarnos más por el objeto de nuestro interés y su entorno. Nos preocupamos como lectores, y tal vez como enseñantes, por los libros u objetos similares, cuya función ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Los soportes de los escritos han sido y son varios y muy distintos: pieles, vegetales, tablillas, piedras, metales, papel, hasta los modernos y útiles artilugios electrónicos. El objeto que llamamos libro fue primero una aspiración y ahora una melancolía, bien en el nombre, como el “libro electrónico”, bien en esas tabletas flexibles y plegables.

Todos esos objetos y sistemas han exigido una preparación previa por parte del lector: el aprendizaje de unos signos, de su equivalencia fónica o conceptual, el aprendizaje de la dirección de lectura, también el de la verticalidad u horizontalidad de su sucesión sobre el plano, la comprensión por qué se distribuye lo escrito en referencia a la página…

Llegar a alcanzar esos conocimientos y su práctica nos parece sencillo, incluso obvio, a los letrados y, sin embargo, han tenido que transcurrir siglos y, poblando los siglos, generaciones y generaciones de seres humanos que han buscado cómo transcribir el pensamiento para llegar a fijarlo. Es decir: conocer que todo hoy tendrá un mañana y que el saber es acumulativo dentro de la especie. Leer y escribir han sido, y constituyen, un trabajo comunitario, un real y verdadero trabajo en equipo capaz de transformar el  mundo.

¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Con esta última frase —estimados y siempre voluntariosos lectores— habrán entendido por qué, al principio de la columna, me referí a los atraídos por la literatura y no por la lengua. Los lingüistas se preocupan por el pasado y el presente del lenguaje. El futuro no va con ellos. Cualquiera sabe si el capricho creará una palabra, si algún extranjero o viajante de paso pondrá otra de moda, si una epidemia hará perder los incisivos y los hablantes serán incapaces de pronunciar la “f” inicial de palabra. Los lingüistas registran, analizan y explican, no promueven. En cambio los literatos, en sus distintas funciones (de escritura, de lectura, de explicación), descomponen el mundo y planean, incluso construyen, uno nuevo.

Volvamos al aprendizaje. Tener que saber algo implica necesariamente separar a quienes no lo saben. Tener que saber algo previo para obtener y conocer una información, significa que quienes no poseen esos conocimientos necesarios carecen de posibilidad de acceder a la información. Si para leer hay que saber leer, quienes no saben leer son incapaces de hacerlo. Me dirá alguno que estoy descubriendo el Mediterráneo y ese mar lleva ya unos cuantos años entre Algeciras y Estambul. Incluso estaba antes de que existieran una y otra.

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¿Pero los escritores o los profesores de literatura tenemos presente esta conclusión mía, digna de Pero Grullo, de que quien no sabe leer no puede leer? Cuando hablamos de, por ejemplo, Enriquillo, de Manuel de Jesús Galván, y de su influencia en la conformación sentimental de la nación dominicana, pensamos en cuántas personas podían leer la novela en 1882? Entonces, la tasa de analfabetismo en la República se acercaba al 80%. ¿Nos preocupamos los enseñantes de literatura de tenerlo en cuenta y, en consecuencia, de saber si existía un hábito de lectura colectiva suficientemente desarrollado como para sustituir en algo la lectura individual? Y esto puede decirse de todos los países. Precisamente la República Dominicana ha llevado a cabo campañas muy intensas de eliminación del analfabetismo. ¿Cómo nos atrevemos a hablar de la importancia de la literatura en la sociedad, si no nos preocupamos por quiénes pueden leer?

Jorge Urrutia en Acento.com.do

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/literatura-y-analfabetismo-9319398.html

 

 

 

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UNUCEF – La Infancia en peligro: La niñez migrante en América Latina y el Caribe

La Infancia en peligro: La niñez migrante en América Latina y el Caribe

En esta región se registra una de las mayores y más complejas crisis de migración infantil del mundo

Millones de niños, niñas, adolescentes y familias de América Latina y el Caribe se encuentran en tránsito debido a que han tenido que abandonar sus hogares y comunidades obligados por las condiciones que afrontan en sus países de origen. Algunos emprenden el viaje a causa de la pobreza o el colapso de los servicios esenciales; otros, debido a las devastadoras consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos o a la amenaza de la violencia armada. Cualquiera que sea la razón, estos viajes conllevan frecuentemente riesgos para los niños, las niñas, los adolescentes y las familias en movimiento.

Millones de migrantes no pueden acceder a las vías de migración regulares y seguras porque carecen de documentación oficial, no disponen de medios para pagar el alto costo de la migración regular o no tienen un patrocinador en el país de destino. Esto puede convertir sus viajes en una experiencia peligrosa a través de terrenos traicioneros plagados de traficantes y otros delincuentes. Las familias migrantes también pueden ser detenidas en tránsito o al llegar a su destino, y corren el peligro de que los devuelvan a sus países de origen o al último país de tránsito.

Los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes de la región también afrontan considerables obstáculos para acceder a los servicios esenciales en los países de tránsito y destino. Al mismo tiempo, muchas comunidades de acogida tratan de satisfacer las necesidades de servicios y protección tanto de la población migrante como de la población nacional, un esfuerzo que ejerce una presión adicional sobre los recursos y la cohesión social.

En este informe de la serie La Infancia en Peligro se examina la dinámica cambiante de la migración infantil en América Latina y el Caribe a través de la lente de tres flujos migratorios clave: el norte de Centroamérica y México, Haití y Venezuela.

DESCARGAR EL INFORME

Panorama general del problema

Niños sentados en el suelo leyendo

¿Cuántos niños, niñas y adolescentes se encuentran en movimiento?

El número de niños, niñas y adolescentes en movimiento en ALC ha alcanzado máximos históricos y ahora representan una mayor proporción de la población migrante que cualquier otra región. Mundialmente, los niños, niñas y adolescentes representan menos del 15% de la población migrante; sin embargo, constituyen el 25% de las personas en movimiento en América Latina y el Caribe. En 2022, cerca de 250.000 migrantes, de los cuales unos 40.000 eran niños, niñas y adolescentes, cruzaron la peligrosa selva del Darién. En los primeros seis meses de 2023, más de 196.000 inmigrantes han cruzado, entre ellos más de 40.000 niños, niñas y adolescentes.

¿Qué factores contribuyen a esta crisis?

Las raíces de la migración en la región son muy diversas: desde factores socioeconómicos −como la pobreza generalizada, las escasas oportunidades de subsistencia, la desigualdad estructural, la inseguridad alimentaria y los obstáculos para acceder a los servicios esenciales− hasta el deseo de las familias de que sus hijos tengan un mejor futuro. La gente también deja sus países para escapar de la violencia doméstica, política, de género y relacionada con las bandas. Los desastres provocados por fenómenos como los huracanes y los terremotos también han generado un importante desplazamiento interno en la región, y tanto el cambio climático como las repercusiones de la pandemia de COVID-19 han agravado estos factores.

Los viajes son largos y peligrosos…

Familias se bajan de un bote

UNICEF/UN0793521/pich urdanetaFamilias llegando a Lajas Blancas luego de cruzar la selva del Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. UNICEF y sus aliados apoyan los esfuerzos locales para proteger los derechos de los niños y niñas migrantes mientras están en tránsito por Panamá.

Los riesgos físicos que corren especialmente los niños, niñas y adolescentes migrantes a lo largo de estas rutas irregulares son innumerables. En 2022, al menos 92 niños, niñas y adolescentes migrantes perdieron la vida o desaparecieron mientras se desplazaban por la región, una cifra superior a la de cualquier otro año desde 2014. La falta casi total de acceso a servicios esenciales de salud, nutrición, agua potable, saneamiento o protección acrecientan estos riesgos. Mientras están en tránsito, los niños, niñas y adolescentes migrantes pueden verse obligados a trabajar, una situación que les expone a ser víctimas de la explotación y el abuso.

La travesía de 100 kilómetros por la selva del Darién, también conocida como Tapón del Darién, es particularmente peligrosa y está plagada de amenazas naturales a las que los niños y niñas pequeños son especialmente vulnerables. Los niños, niñas y adolescentes también corren el riesgo de contraer diarrea, enfermedades respiratorias, deshidratación por la falta de agua potable, enfermedades transmitidas por insectos y ataques de animales salvajes.

…y se caracterizan por una creciente diversidad

Cartel dibujado a mano

UNICEF/UN0807812/Luis KellyUn cartel incluido en una exposición interactiva apoyada por UNICEF llamada «Voces de los migrantes», que se exhibe en el Museo de Tapachula, México.

Cada vez hay más niños y niñas en movimiento, a edades cada vez más tempranas, a menudo solos y de diversos países de origen, incluso de lugares tan lejanos como África y Asia. El aumento de la migración infantil, y de la migración en general, se concentra en gran medida en el movimiento dentro y a través del norte de América Central y México, el movimiento de haitianos desde Haití y entre otros países de la región, y el movimiento de migrantes de Venezuela. Pero también hay movimientos de personas más reducidos, aunque significativos, dentro de la región, como las que se desplazan desde Cuba y Nicaragua, las que se desplazan dentro y fuera de los países andinos de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, y los flujos extracontinentales de migrantes que llegan a la región procedentes de África y Asia.

En la actualidad, el grupo más numeroso de niños, niñas y adolescentes migrantes está conformado por menores de 11 años, que representan hasta el 91% de los niños y niñas desplazados en algunos puntos de tránsito clave. Esta nueva realidad plantea retos a las políticas nacionales de migración y a las respuestas humanitarias en la región.

Algunos grupos son particularmente vulnerables

 

Aunque probablemente todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes no disponen de un acceso adecuado a los servicios mientras se encuentran en tránsito o cuando llegan a su destino, algunos grupos son particularmente vulnerables. Entre ellos se encuentran los niños, niñas y adolescentes con discapacidades, los que se identifican como LGBTQI+ y los que pertenecen a grupos indígenas. Múltiples estudios han revelado que los niños, niñas y adolescentes indígenas carecen de un acceso adecuado a los servicios de protección tanto en los países de tránsito como en los de acogida, y que los niños, niñas y adolescentes indígenas migrantes y refugiados corren un mayor riesgo de ser víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual.

¿Cómo está respondiendo UNICEF?

Una madre baña a su hija en un lavadero

Victoria, de 1 año, y su madre en un lavadero de la Estación de Recepción de Migrantes de Lajas Blancas.

Independientemente de su situación migratoria o legal y de los motivos para abandonar sus países de origen, los niños, niñas y adolescentes en movimiento y sus familias tienen derechos, como por ejemplo a la protección y al acceso seguro a los servicios básicos. UNICEF trabaja sobre el terreno en toda la región de América Latina y el Caribe, junto con los gobiernos y sus aliados, para prestar apoyo y asistencia vital a los niños, niñas y adolescentes migrantes y desplazados.

Inspección y supervisión de un nuevo sistema de agua.

En 2023, UNICEF seguirá proporcionando a los niños, niñas, adolescentes y familias acceso a los servicios básicos a lo largo de su trayecto migratorio, y mediante intervenciones integradas seguirá facilitando su acceso a los servicios de educación, salud y protección en las comunidades de acogida. Esto implica:

  • Colaborar con aliados para apoyar a los gobiernos y a los proveedores de servicios que buscan ampliar el acceso de los niños, niñas y adolescentes a servicios básicos como educación y atención de la salud, en especial para los más vulnerables.
  • Proporcionar apoyo específico para ayudar a los sistemas nacionales y locales de protección de la infancia a prevenir, detectar y salvaguardar a los niños, niñas y adolescentes de la violencia. Esto implica trabajar con gobiernos municipales, organizaciones religiosas, comunidades y escuelas para reducir la violencia mediante la creación de espacios seguros y oportunidades recreativas, educativas y vocacionales alternativas.
  • Colaborar con aliados para apoyar políticas y prestar asistencia a niños, niñas, adolescentes y familias de la región que encaran dificultades, situaciones de explotación y, en algunos casos, peligro de muerte durante su trayecto migratorio irregular, lo que supone trabajar con los albergues para proporcionar herramientas y formación en ”primeros auxilios” psicosociales para los niños, niñas y adolescentes migrantes.

¿Qué pide UNICEF?

La mayoría de los países de América Latina y el Caribe son simultáneamente puntos de origen, tránsito, destino y retorno. Esto requiere asumir un enfoque integrado que abarque a toda la región para proteger a todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes, y para aliviar las causas profundas de la migración irregular y forzada.

Mural que muestra la silueta de una persona cargando una maleta y un niño en los hombros

Como parte de «Me llaman migrante», una intervención de cambio de comportamiento social apoyada por UNICEF, niños, adolescentes y artistas locales e inmigrantes se reunieron para pintar murales. Este mural fue pintado en la fachada de un centro comunitario en Tapachula, Chiapas, México, que brinda servicios médicos, educativos y psicosociales, así como actividades de arte, pintura, danza, ajedrez y deportes a fin de fomentar la integración.

UNICEF sigue instando a los Estados Miembros de las Naciones Unidas de la región para que adopten las siguientes medidas para garantizar los derechos, la seguridad y el bienestar de los niños, niñas, y adolescentes migrantes y refugiados:

  • Continuar movilizando un enfoque regional para la protección internacional y abordar las causas fundamentales de la migración específicas de los niños, niñas, y adolescentes, para aprovechar la naturaleza interconectada de los movimientos migratorios y las respuestas políticas en la región.
  • Seguir invirtiendo en los países de origen para mejorar el acceso a los servicios, prevenir y responder a la violencia, y crear oportunidades de educación y medios de subsistencia para los niños, las niñas, los adolescentes, los jóvenes y las familias vulnerables, y apoyar a los niños, niñas, y adolescentes que siguen residiendo en el país de origen mientras sus padres han emigrado.
  • Seguir ampliando las vías seguras y regulares de migración para los niños, niñas, adolescentes y las familias, incluidos los mecanismos de reunificación familiar, al tiempo que se defiende el derecho al asilo territorial.
    • Garantizar que los procesos de control en los centros de procesamiento regionales o fronterizos se llevan a cabo en coordinación con los proveedores de servicios, de modo que se identifiquen las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y las familias y no se pase por alto el acceso a servicios críticos, como los servicios de protección infantil.
  • Invertir en sólidos sistemas nacionales de protección de la infancia para salvaguardar a todos los niños, niñas, y adolescentes, incluidos los migrantes y refugiados, de la explotación y la violencia, garantizando el cumplimiento de los procedimientos adecuados para determinar su interés superior, y promover el cruce seguro de fronteras.
  • Garantizar que todos los niños, niñas, y adolescentes que se desplazan tengan acceso a la documentación necesaria sobre identidad, ciudadanía y situación legal durante todo el viaje migratorio.
  • Garantizar que los niños, niñas, adolescentes y las familias tengan acceso integral a servicios básicos como educación, protección social, agua, saneamiento e higiene, salud y nutrición, durante el tránsito, una vez asentados en las comunidades de acogida y en caso de ser retornados.

Puntos destacados

América Latina y el Caribe (ALC) alberga una de las mayores y más complejas crisis de la niñez migrante del mundo. El informe  «El rostro cambiante de la niñez migrante en América Latina y el Caribe: Una región como ninguna otra» examina la dinámica cambiante de la migración infantil en ALC a través de la lente de tres flujos migratorios y de refugiados clave: el norte de Centroamérica y México, Haití y Venezuela.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/infancia-peligro/ninez-migrante-america-latina-caribe

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Panamá: Movilidad humana y educación: “oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”

Se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

El pasado 21 de marzo, se llevó a cabo un conversatorio bajo el título “Educación y Movilidad Humana: Oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”. Este evento tuvo lugar dentro de la XXXIX Asamblea General de Fe y Alegría, celebrada en la Ciudad del Saber de Panamá.

La diversidad de participantes fue notable, incluyendo directores y delegados de las distintas entidades de Fe y Alegría que conforman la Federación, así como representantes de instituciones especializadas en migración de la Compañía de Jesús, autoridades gubernamentales panameñas, socios, aliados estratégicos, organismos internacionales y cooperantes.

La jornada se inició con la inspiradora ponencia de Oliver Bush, Coordinador País de HIAS en Panamá, quien abordó la complejidad de la migración desde una perspectiva centrada en el derecho a la educación. Su intervención marcó el inicio de un panel en el que participaron destacadas figuras como Javier Cortegoso, Coordinador de la Red Jesuita con Migrantes de Latinoamérica y El Caribe (RJM LAC), Óscar Calderón, Coordinador del Servicio Jesuita para Refugiados de Latinoamérica (JRS-LAC), Blanca Gutiérrez, Lideresa de la Iniciativa de Migraciones de Fe y Alegría Internacional, y Elías Cornejo, Colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio a Migrantes de Fe y Alegría en Panamá.

Durante este diálogo, se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

Conclusiones del conservatorio Movilidad humana y educación

El reto principal: Atender las necesidades educativas y emocionales de la niñez migrante. Es fundamental comprender que, según el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, los niños y niñas migrantes son aquellos menores de 18 años que se encuentran fuera de su país de origen con la intención o necesidad de residir en otro lugar.

La realidad de estos miles de niños, niñas y adolescentes migrantes implica enfrentarse a violencias estructurales en sus países de origen, así como a la violencia criminal y xenofóbica en su tránsito y destino. La migración conlleva la ruptura de lazos familiares y sociales, así como la interrupción de la vida cotidiana de estos niños, niñas y adolescentes, quienes muchas veces se ven privados de acceso a la educación tanto durante su tránsito como en su lugar de destino.

Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes que son familiares de migrantes también experimentan el impacto emocional de la migración debido a la separación de sus familias, lo cual afecta directamente su desempeño educativo y el acompañamiento que reciben en este ámbito.

Para abordar estos desafíos, se proponen las siguientes acciones:

  • PROTEGER a través de la educación: El acceso a la educación es fundamental para proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes. La educación no solo contribuye al desarrollo humano, sino que también ayuda a mitigar los efectos negativos de la movilidad forzada en la salud mental de la niñez migrante, proporcionando un sentido de normalidad en un entorno marcado por la ruptura y la incertidumbre.
  • PROMOVER la investigación y sistematización de experiencias, que son herramientas poderosas para generar propuestas que mejoren la atención socioeducativa de la niñez migrante y promuevan su acceso efectivo al derecho a la educación. Esta labor debe ser colaborativa e incluir la participación de distintos actores para garantizar la pertinencia y efectividad de las propuestas.
  • INTEGRAR la voz de las y los migrantes en la construcción de soluciones: Es fundamental que las propuestas socioeducativas y de incidencia incluyan la participación activa de la niñez y juventud migrante. Su experiencia y perspectiva son fundamentales para diseñar intervenciones que respondan de manera efectiva a sus necesidades y realidades.
  • El trabajo en red emerge como la estrategia clave para enfrentar este desafío. La colaboración entre instituciones especializadas en migración y organizaciones educativas como Fe y Alegría es fundamental para garantizar una atención integral y efectiva a la niñez migrante. La complementariedad de conocimientos y recursos enriquece los procesos y amplía el impacto de las intervenciones. Es importante destacar que el trabajo en red requiere de humildad, escucha activa y reconocimiento de la diversidad de perspectivas para lograr resultados significativos.

¿Hacia dónde nos dirigimos a partir de este proceso?

Es crucial recordar nuestras raíces y compromisos como organización:

  • Nacimos en las periferias con la misión de educar a los pobres y excluidos.
  • Nuestro origen está marcado por la búsqueda de justicia social y transformación.
  • Somos agentes de cambio que se comprometen con la historia y el bienestar de nuestro pueblo.
  • Estamos abiertos al espíritu y la historia, en constante proceso de conversión y empoderamiento.
  • Nos comprometemos políticamente con los más vulnerables, respondiendo a las exigencias de los tiempos.
  • Somos portadores del evangelio en un mundo necesitado de esperanza.
  • Nuestra labor educativa trasciende las aulas, promoviendo la integración personal y social.
  • Nuestro crecimiento y transformación se sustentan en el trabajo en red, colaborando con otras entidades para ampliar nuestro impacto y alcance.

En resumen, Fe y Alegría es más que una organización educativa: es un movimiento que se compromete en la construcción de un mundo más justo, solidario y equitativo.

Nuestro trabajo en red nos permite ampliar nuestra capacidad de acción y promover un cambio real en las vidas de aquellos que más lo necesitan. Juntos, podemos hacer la diferencia y construir un futuro mejor para todos y todas.

Por: Blanca Gutiérrez, lideresa de la iniciativa de Migraciones y Elías Cornejo, colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio al Migrante en Fe y Alegría  Panamá.

Fuente: https://www.radiofeyalegrianoticias.com/movilidad-humana-y-educacion-oportunidades-y-desafios-para-el-trabajo-en-red/

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Honduras III. Destruir o crear. Dos mundos en disputa

Por: Raúl Zibechi

 

Fotos: Ofraneh y Raúl Zibechi

“El árbol se va a quedar en el centro del edificio de la universidad”, comenta Miriam señalando con su brazo, bajo el sol demoledor del mediodía de Vallecito. Desde ese árbol, Víctor tomó todas las medidas y la marcación de la universidad para levantar un edificio redondo de ladrillos y techo de tejas. “Son tres anillos. El de afuera tendrá salas de docentes y los jóvenes podrán trabajar e investigar colaborando entre ellos y ellas, por ejemplo en la elaboración de tambores. Luego vienen los diferentes pasillos y donde está el árbol será un patio interno”.

La construcción de la universidad garífuna avanza de la mano de una decena larga de varones jóvenes guiados por Víctor, el mayor del grupo de constructores. Miriam explica que la construcción circular hace posible que “las salas estén conectadas y los estudiantes puedan transitar por ellas sin que haya una separación. Todo está relacionado. Queremos algo integral, no parcializado, como esas especializaciones que sólo sirven para que ganen mucho dinero”.

La propuesta es que la universidad pueda servir a todo el pueblo garífuna y que estudiantes de las 48 comunidades puedan llegar aquí a estudiar mientras trabajan. También serán invitados miembros de pueblos indígenas, como los miskitos, ya que la casa de estudios será abierta, participativa y, por supuesto, anti-colonial, desde la estructura física hasta el modo de funcionar.

“Los que van a dar clases son la gene de nuestra comunidad que tienen conocimientos ancestrales, las parteras, las que saben de salud, los que hacen tambores, para que los jóvenes puedan fortalecer la cultura del pueblo garífuna”, remata Miriam.

Capitalismo, violencia y destrucción

“Las plantaciones de palma aceitera avanzan a pasos agigantados por América Latina, trayendo consigo expulsión de comunidades de sus territorios, deforestación, violencia y pobreza. En Honduras, se registran cerca de 210 mil hectáreas de palma. La expansión de la palma se está dando sobre territorios indígenas y afrodescendientes, en particular en las comunidades garífunas y del Bajo Aguan. Estas comunidades sufren violencia, acoso y amenazas por parte de militares y grupos paramilitares vinculados a políticos del país”, explica un texto de la ONG ambientalista Grain1.

Vallecito es el vivo retrato de este breve relato. Los monocultivos no sólo dañan el medio ambiente sino que también destruyen el tejido social. Los jóvenes motoqueros trabajan en las fincas de palma que rodean las comunidades, en sus tiempos libres trabajan como guardaespaldas para los “empresarios” dedicados al tráfico que les encargan los trabajos más riesgosos.

La expansión de la palma de aceite es imparable. “El consumo de aceite de palma aumentó en los últimos 30 años del 2% al 41% del total de producción de aceites en el mundo, desplazando a la soya como el aceite vegetal más consumido en el mundo”, explica Grain. Del mismo modo, la superficie sembrada se multiplicó por 3,5 veces, con su secuela de pobreza extrema y aumento de la violencia.

En paralelo, se asiste a la expansión de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDE), que pueden ser definidas como estados dentro de un estado, ya que cuentan con un régimen legal especial que permite que los inversionistas queden a cargo de la política fiscal, de seguridad y resolución de conflictos2.

Del mismo modo que los monocultivos y los emprendimientos turísticos, las ZEDE provocan desplazamiento forzado porque el capital financiero que impulsa estos proyectos necesita controlar cada vez más territorios, en una guerra sin fin contra los pueblos que va dejando estelas de muerte y desapariciones, pero también de emigración y desplazamiento.

“Hay una política de vaciamiento de nuestras comunidades que afecta sobre todo a los jóvenes, para entregarlos vencidos al narco”, dicen las mujeres de Vallecito. Migración e inundación de las comunidades con drogas, son para ellas dos caras de un mismo proyecto de exterminio del pueblo garífuna y del conjunto de pueblos originarios.

Resistir creando vida

La Casa Ceremonial o Gayunari, situada en el centro de la comunidad Vallecito, es una enorme construcción de barro y techo de palmas que acoge decenas de personas que danzan al sonido de tambores y maracas. Sería un error confundir espiritualidad con religiosidad. En las religiones occidentales los fieles son apenas objetos de las idea y costumbres que promueven los sacerdotes. En la espiritualidad garífuna, por el contrario, existe una pluralidad de sujetos que se relacionan sin la mediación de ninguna autoridad que los adoctrine o dirija los cultos.

Se trata de prácticas colectivas que fortalecen la identidad comunitaria y contribuyen a la salud física y emocional de las personas. “La espiritualidad garífuna no es un aspecto aislado en la dinámica de vida diaria, está vinculada a todo lo que acontece con el individuo, con la familia y con la comunidad en general. Es un todo”, explica la psicóloga garífuna Tesla Quevedo en un trabajo sobre espiritualidad3.

En el mismo sentido apuntan las Casas de Salud Ancestral, consideradas como un eje organizador del pueblo garífuna. Ya funcionan nueve casas y cuatro más están por abrirse, pero durante la pandemia de Covid funcionaron hasta 33 centros de salud, casi uno por comunidad.

Melissa Martínez explica que convocan a los “abuelitos” para aprender de ellos y desaprender los saberes inculcados por el sistema. “Recuperamos los saberes ancestrales de hierbas y plantas, abordamos los principales problemas de salud como la diabetes, la hipertensión y la violencia doméstica contra niños y niñas en base a los saberes propios, porque la pandemia nos mostró que los pueblos tenemos conocimientos que han sido negados por la industria farmacéutica”.

Miriam recuerda que el garífuna es “un pueblo enfermo” y que necesitan abordar la salud de modo integral. Por el mismo motivo están diversificando la producción de alimentos, siendo el coco un cultivo central del que extraen aceite en su propia fábrica que vuelcan a las Casas de Salud y a las demás comunidades, incluso a las miskitas. Intentan eludir las medicinas de la industria farmacéutica y están multiplicando los “huertos medicinales”, a cargo de las mujeres que son el eje de los cuidados comunitarios y de la espiritualidad. También crearon clubes de danza en las Casas de Salud, como parte de su visión integral del bienestar.

En la recorrida pudimos observar gallinero, criadero de cerdos, cultivos de yuca, frijoles, plátanos y sandía, que suelen trabajar el minga. Algunas de estas iniciativas, como el procesamiento de aceite de coco con métodos tradicionales, han sido compradas con el apoyo de Ofraneh, por lo que ahora llegan personas de otras comunidades a trabajar en la aceitera.

“Elaboramos el aceite con prensado en frío, para que conserve sus propiedades. Tenemos 18 mil plantas de coco en los viveros que luego sembramos. No usamos agrotóxicos. Lo hacemos en jornadas con compas solidarios que vienen a ayudarnos. Tenemos unas 115 manzanas de coco cultivadas. Una manzana es algo más de media hectáreas. La idea es llegar a 500, y tenemos una parcela con plátanos y cítricos, además los cerdos para ir teniendo una diversidad de alimentos porque el tema de la comida se va a convertir en algo insostenible y necesitamos alimentos para las 150 personas que comemos aquí”, sigue Miriam.

Universidad para la vida

El abogado garífuna Rony Castillo asegura que Vallecito “es un centro de identidad, de soberanía alimentaria y de espiritualidad para el resurgir de nuestro pueblo”. La universidad es parte de esa realidad expansiva que está en el centro de la existencia de Vallecito. Para este pueblo la universidad es “toda la comunidad” y no sólo lo que sucederá en las aulas. Como en la salud, la educación es integral y comunitaria. De ese modo se van afirmando en su resistencia al sistema, porque en todos los aspectos re-descubren que tienen alternativas al capitalismo, como señala Rony.

La cuestión de la educación genera debates. “Luchamos contra los maestros” dice Melissa. Miriam agrega: “Si no cambiamos, si no nos despojamos de lo que arrastramos, esto se acabó, porque hemos captado mucha basura de afuera”. Se trata, dicen, de una “lucha desde adentro” en la que se juega el destino del pueblo garífuna. Frases que se pueden escuchar en muchos pueblos originarios de nuestro continente.

“A nuestros hijos la educación del Estado los arrebata y deforma”, dice el buyei (líder espiritual) Selvin en la penumbra del anochecer. “Por eso uno de nuestros grandes problemas son los maestros”. El objetivo es que los maestros garífunas “enseñen según el plan de vida de nuestro pueblo”, que es su modo de “descolonizar la educación”.

En base a la convergencia de salud y educación propias con y de tejer la espiritualidad garífuna, van tejiendo las autonomías territoriales que el sistema se empeña en desmantelar.

La cola verde

Luego de que Miriam sufriera varios atentados, la comunidad decidió que sea protegida por cinco soldados del ejército hondureño, que la siguen como una sombra. Una decisión polémica que genera cierta perplejidad entre quienes llegamos de la ciudad. Sin embargo, fue una decisión colectiva porque el pueblo garífuna aún no tiene capacidad de protegerse a sí mismo.

Lo importante es que Miriam y los demás comuneros están abiertos al debate, que reconocen que se trata de una contradicción y que van conociendo experiencias de autodefensa como la Guardia Indígena nasa del Cauca colombiano. Para nosotros, es una exigencia de respeto porque no son nuestras vidas las que corren peligro.

La compleja realidad y el tremendo antecedente del asesinato de Berta Cáceres, hacen que la “cola verde”, como la denomina Miriam, no sea motivo de orgullo sino un recordatorio de las tareas pendientes como pueblo.

1 “La palma de aceite en América Latina: monocultivo y violencia”, 17 de marzo de2024 en https://desinformemonos.org/la-palma-de-aceite-en-america-latina-monocultivo-y-violencia/

2 Thelma Gómez, “Hay un plan genocida contra el pueblo garífuna”, Mongabay Latam, 13 de octubre en https://es.mongabay.com/2021/10/honduras-amenazas-pueblo-garifuna-entrevista-premio/

3 Tesla Quevedo, “Espiritualidad garífuna: una fuente de bienestar”, en https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/tdna/article/view/17430/25909

Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org
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República Dominicana: Educación llama a retomar la docencia tras asueto por Semana Santa

Educación llama a retomar la docencia tras asueto por Semana Santa

Recordó a los padres, tutores y estudiantes «la responsabilidad compartida de mantener un compromiso constante con la educación, asistiendo puntualmente a clases y participando activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje».

El Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) llamó este domingo a los más de 2.7 millones de estudiantes y personal docente a integrarse mañana a las aulas públicas y privadas, tras el asueto de la Semana Santa.

En un comunicado, el ministro de Educación, Angel Hernández, consideró «crucial garantizar la continuidad del proceso educativo y minimizar los retrasos que puedan afectar el desarrollo formativo de los estudiantes».

En ese sentido, recordó a los padres, tutores y estudiantes «la responsabilidad compartida de mantener un compromiso constante con la educación, asistiendo puntualmente a clases y participando activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje».

Asimismo, instó a los docentes a redoblar sus esfuerzos para ofrecer una educación de calidad, adaptándose a las necesidades individuales de cada alumno.

«Nuestro compromiso con la excelencia educativa es inquebrantable y juntos podemos alcanzar grandes logros», concluyó.

El año escolar 2023-2024 inició el pasado 28 de agosto y concluirá el 21 de junio próximo.

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