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Enfoques cooperativos; Hoy: “La cultura de la cooperación como cultura económica”

“Una economía planificada que regule la producción de acuerdo con las necesidades de la comunidad, distribuirá el trabajo que deba realizarse entre todos aquellos capaces de ejecutarlo y garantizará la subsistencia a todo ser humano. La educación de los individuos, además de promover sus propias habilidades innatas, tratará de desarrollar en ellos un sentido de responsabilidad ante su prójimo, en vez de exaltar el valor del poder y del éxito, como ocurre en la sociedad actual”. Albert Einstein
 
 
 
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En el cierre del ciclo 2016 del programa radial denominado “Hablemos de cooperativas, una empresa que todos debemos conocer” por FM 98.1 La Nueva, el presidente de nuestra entidad TECNICOOP, Lic. Roque Arguello refirió-entre muchos-sobre el concepto económico liberal de que “las necesidades son ilimitadas y los recursos son escasos” agregando que tal falacia le tiene podrido.
 
Explicó el profesional Arguello que “en los tiempos actuales, los tiempos políticos que estamos viviendo, son tiempos de convulsiones y de cambios, se requiere, por tanto,  urgentemente de conocimientos científicos en nuestras instituciones, en las universidades, en dónde debemos hablar de otra economía y esa otra economía es la economía cooperativa, donde demostremos que los recursos son suficientes, que en todo caso, la falla está en su forma de distribuirlos”.
 
En el sentido expuesto, insistió en que “el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Formosa-CPCEF-, hablamos de ciencias y, por ello debe incluir todos los métodos científicos en economía, el hombre crea tantas posibilidades teóricas económicas como le sea permisible y esto se debe llevar a la práctica y es lo plantearemos en ese seno”.
 
Estas apreciaciones encuentran razón de ser en el entendimiento de que las instituciones deben abrirse al combate de la pobreza y la angustia social.
 
Muchos profesionales de la economía de la oferta y demanda pretenden que olvidemos la importancia del cooperativismo, incluso realizan declamaciones injuriosas en el sentido de que no son eficientes en el mercado o peor aún, que los individuos no son aptos para la cooperación. Olvidan ellos, convenientemente, que el mercado está dominado por la política corrupta y los monopolios concentradores.
 
La sabiduría que necesitamos ahora para el desarrollo del cooperativismo es aquella que nos permita empezar una etapa benéfica del proceso cultural del pueblo. La cultura de la cooperación como cultura económica.
 
Pero también “debemos señalarlo muy fuerte que la herencia de los cooperativismos de los siglos XIX y XX  deberían ser base para experimentar cambios evolutivos, actuando  con mayor firmeza doctrinaria, alejándose de tendencias economicistas y elitistas que lo aíslan del pueblo”, tal como lo dijimos en anteriores artículos publicados.
 
La ciencia de la cooperación debe ser liberada de su actual camisa de fuerza que impide su elevación y actualización teórica del siglo XXI y también disputar sitiales en las universidades y centros científicos de investigación para su ulterior popularización.
 
Sólo y tan sólo esa concepción económica liberal, de las tantas que existen, reprochada por el Lic. Arguello: “las necesidades son ilimitadas y los recursos son escasos” que se enseñan a alumnos desprevenidos en los claustros académicos y repetidos y reproducidos en la vida social, causan enormes males en razón a su falacia.
 
Reforzamos nuestra postura con las consideraciones del científico alemán-norteamericano Albert Einstein:
 
“Pienso que el peor daño que ocasiona el capitalismo es el desmedro del hombre. Todo nuestro sistema educativo se ve perjudicado por esta mácula. Se inculca en los estudiantes una actitud competitiva exagerada; se los adiestra en el culto del éxito adquisitivo como preparación para su futura carrera”.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Fuente:
Para: Otras voces en educación Educación <contacto@otrasvoceseneducacion.org>
Fuente Imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/E1V1qfU9npUc0j9xO_68u6LY9ZdqiArYi7fYwaqWKa5Cf53RVSgaFjD7BfrN46a2YC2Alw=s85
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Construyendo pensamiento pedagógico, situando la cooperación como estructurante

Por: José Yorg

“La función de la sociología, a partir de todas las ciencias, es revelar lo que está oculto”
Pierre Bourdieu   



Y entonces nos interrogamos ¿Qué está oculto en el sistema educativo?

Adriana Puiggrós nos advierte al respecto que “Nuestros niños/as y jóvenes, los adultos y los ancianos, viven inmersos en un discurso que incluye, subordina y usa nuestros símbolos, nuestras tradiciones, nuestra lengua, a los fines de consolidar la hegemonía del capitalismo en la más salvaje de sus etapas”.

Por su parte el español Jurjo Torres Santomé nos habla de las “agendas ocultas del curriculum”. Aquella que interpretamos que se exterioriza en la interrelación en los establecimientos educacionales y que son reproductoras de las desigualdades, que no es posible advertir a simple vista porque son productos de costumbres, de hábitos y de procederes muy arraigados y que fluye a partir del pensamiento y accionar de los docentes, transmisores de estos “puntos de vista”, claro está que no figuran en las mallas curriculares oficiales.

El XII Seminario Internacional PROCOAS Comité de Procesos Cooperativos y Asociativos Asociación de Universidades Grupo Montivideo nos invita a la “reflexión conceptual y de las prácticas propias de la Economía Social y Solidaria que enfrentan los nuevos procesos políticos, económicos y sociales emergentes en el mundo y fundamentalmente en América Latina, a partir de la interpelación a una configuración nueva e inédita de su base social y de sus instituciones políticas”.

Este importante evento que se realizará ente los días 14, 15 y 16 de setiembre de 2016 en Rosario, Argentina, bajo el lema “Los desafíos de la economía social y solidaria frente a los nuevos escenarios políticos en Latinoamérica”, del cual nos enfocamos sobre el eje temático “Educación y procesos colectivos”.

Este eje alude que “Los modelos políticos hegemónicos en toda sociedad, permean las concepciones pedagógicas dominantes. Las instituciones y organizaciones, aún aquellas que no dependen del Estado, reproducen culturalmente la concepción dominante. Los procesos educativos en la Economía Social y Solidaria no escapan de manera general al supuesto enunciado”.

En ese orden de ideas nos aclaran que “El énfasis en el XII Seminario en el tema Educación y procesos colectivos, buscan establecer un diálogo entre las diferentes experiencias y reflexiones que se plantean alterar los formatos pedagógicos, disputando y discutiendo las matrices culturales dominantes, así como con quienes construyen pensamiento pedagógico situando la cooperación como estructurante”.

La cooperación como estructurante

Es allí, es en se lugar donde nos ubicamos, desde donde fijamos nuestro territorio cooperario y “construimos pensamiento pedagógico situando la cooperación como estructurante”.

Y es que lo hacemos desde una reiterada llamada de atención: “Ponemos acento al señalar que con demasiada frecuencia se incurre en el error de asimilar a la pedagogía y didáctica cooperativa con métodos de enseñanza oficial, liberal, y así se contravienen en deformaciones de los contenidos, fines, objetivos, valores y principios cooperativos”. J.Y.

Nosotros afirmamos y ratificamos que la Pedagogía cooperaria aporta saberes que destraba las confusiones, artificialmente introducidas, en las denominadas “agendas ocultas del curriculum”.

Cuestiones técnicas-pedagógicas que -dado el espacio que tenemos aquí nos compelen a reducirnos exclusivamente a señalarlos- dado que nos son necesarias para argumentar a favor de nuestra propuesta educativa cooperaria: Estructura y esencia del proceso de enseñanza-aprendizaje, sus componentes cardinales e interrelaciones con las diversas disciplinas aúlicas, independientemente del nivel educativo que hablemos.

Los ejes fundamentales del cooperativismo educacional hacen posible develar aquello que la “agenda oculta del curriculum” dificulta.

Por tanto, la enseñanza de la cooperación abarca ejes integrados e integradores que giran en lo histórico y su análisis que explican su surgimiento como reacción a un esquema socio-económico irremisiblemente injusto, dando nacimiento a la Doctrina cooperativa como guía del proceso de desarrollo del pensamiento crítico y transformador.

Saberes interrelacionados con las disciplinas diversas hacen posible entender la economía, la política y en general las ciencias y su vinculación con la empresa, la sociedad, y el hombre, y que determinan jerarquías sociales injustas, pero pasibles de superación bajo otra forma de organización.

Partir de la realidad para intentar cambiar aquello que podamos cambiar

Pero también ponemos nuestra atención al interior del Movimiento Cooperativo Organizado, puesto que, infectados por esos vicios de la agenda oculta del curriculum, se filtran en las cabezas de las dirigencias y hace que se asimilen en demasía a los impugnadores de la cooperación retaceando su apoyo a quienes planteamos innovaciones. Proponemos partir de la realidad para intentar cambiar aquello que podamos cambiar.

Por la ilación que vemos con el párrafo anterior consignamos como ejemplo nuestro propio caso en las expresiones del economista y profesor universitario argentino Julio C. Gambina en un trozo de su texto denominado “Solidaridad con la lucha”:

“Es el trabajo que vienen desarrollando los compañeros docentes de TECNICOOP que bregan por esos objetivos y valores en la educación formoseña y que como trabajadores se les retacea la jerarquización laboral y la remuneración salarial correspondiente.

Está claro que no alcanza con demandar al gobierno de Formosa que responda la justa reivindicación laboral y profesional de los docentes cooperativos de TECNICOOP, sino que debemos concentrar potencia solidaria, en primer término, del movimiento cooperativo Latinoamericano, argentino y en segundo término de fuerzas sociales y políticas, encaminando una gran “movida” que llame a los impugnadores a cejar esas impropias políticas anticooperativas.

Se requiere, sin dudas, de un Estado que encause las luchas y valores alternativos, que consolide la enseñanza del cooperativismo en las escuelas y en las universidades.

Así se habrá de consolidar el sector social de la economía, estimulando a los emprendimientos autogestionarios del movimiento popular, a las empresas recuperadas por sus trabajadores, cortándole el paso a la concentración y centralización del capital contra toda experiencia de alternativa no lucrativa.

Por eso estas líneas, contextualizando los reclamos de los docentes sobre sus justos derechos de reivindicación laboral y profesional del cooperativismo escolar y universitario en Formosa, y que por cierto germinan interrogantes sobre la naturaleza de una gestión gubernamental que desaprovecha recursos humanos altamente cualificados como lo son los destacados docentes cooperativos, quienes potenciarían planes o proyectos estratégicos de capacitación a medianos y pequeños productores, ávidos de estas herramientas.

Para ellos mi más solidario reconocimiento, acompañándoles y alentándoles a continuar la lucha y la predica solidaria contra insensibles burócratas y socios menores del capitalismo contemporáneo”.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo! 

Fuente del artículo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213240&titular=construyendo-pensamiento-pedag%F3gico-situando-la-cooperaci%F3n-como-estructurante-
Fuente de la imagen: https://zur2.wordpress.com/2011/08/04/pensamiento-pedagogico-latinoamericano-educacion-libertaria-y-pedagogias-alternativas-en-el-fortalecimiento-del-poder-popular/
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Enfoques cooperativos; Hoy: La educación cooperativa escolar es parte indisoluble del sistema formal educativo argentino.

Por José Yorg, el cooperario.

“La responsabilidad de los gobiernos se reiteró en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (1990) de la Conferencia Mundial sobre Educación para todos, los gobiernos se comprometieron a “actuar en colaboración en nuestras propias esferas de responsabilidad, tomando todas las medidas necesarias para alcanzar los objetivos de la educación para todos”. Unesco.

Nuestra tesis no constituye una novedad, sin embargo, debemos formularla con toda ponderación y firmeza hasta lograr alcanzar el efectivo cumplimiento y reconocimiento que ello implica por parte de quienes tienen la obligación y la responsabilidad moral, histórica y legal de hacerlo.

La inserción de un artículo que refiere al cooperativismo escolar en la Ley nacional de educación de Argentina (26.206/06) fue fruto de un esfuerzo extraordinario de incontables personas e instituciones. Siempre saludamos esa conquista, pero es insuficiente.
A nuestro criterio debió ser consignado como modalidad educativa.

El cooperativismo educacional es un cuerpo pedagógico-didáctico, teórico-práctico de enorme relevancia social y personal cuya experiencia es histórica y cultural de los pueblos del mundo, de la humanidad. En ese sentido, nosotros hemos hecho aportes en su estructura técnico-pedagógica para su cómoda integración con las demás disciplinas curriculares.

Para fundar en mayor realce nuestro análisis, invitamos a efectuar una observación sobre la propia Ley en estudio, en este caso específico en su artículo N° 17:
“La estructura del Sistema Educativo Nacional comprende cuatro (4) niveles —la Educación Inicial, la Educación Primaria, la Educación Secundaria y la Educación Superior, y ocho (8) modalidades”.

“A los efectos de la presente ley, constituyen modalidades del Sistema Educativo Nacional aquellas opciones organizativas y/o curriculares de la educación común, dentro de uno o más niveles educativos, que procuran dar respuesta a requerimientos específicos de formación y atender particularidades de carácter permanente o temporal, personales y/o contextuales, con el propósito de garantizar la igualdad en el derecho a la educación y cumplir con las exigencias legales, técnicas y pedagógicas de los diferentes niveles educativos. Son modalidades: la Educación Técnico Profesional, la Educación Artística, la Educación Especial, la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, la Educación Rural, la Educación Intercultural Bilingüe, la Educación en Contextos de Privación de Libertad y la Educación Domiciliaria y Hospitalaria”.

¿Y la modalidad de la educación cooperativa escolar?

No se la reconoce en esa categoría y desata nuestro reproche desde lo moral, histórico, profesional y legal de hacerlo.

Si bien es cierto que a continuación de lo consignado arriba, en el artículo, se otorga esa facultad a las Provincias, Formosa no ha enmendado esa omisión:
“Las jurisdicciones podrán definir, con carácter excepcional, otras modalidades de la educación común, cuando requerimientos específicos de carácter permanente y contextual así lo justifiquen”.
Desde lo histórico-legal recordamos la primera ley de educación común N°1420, inspiración de Domingo Faustino Sarmiento del año de 1884 en sus artículos N°s. 42, inc. 4; 57, inc. 18.

El 2° Plan Quinquenal del año 1953 contempla la educación cooperativa escolar en el Capítulo 4 punto G.14 “La difusión del cooperativismo y los principios del cooperativismo y la constitución de las cooperativas escolares y estudiantiles que serán auspiciadas por el Estado a fin de contribuir a la formación de la conciencia nacional cooperativista y prestar servicios útiles a los alumnos”. Se instituyó al efecto una Comisión y se publicaron cartillas instructivas.

En el año de 1986 el propio Ministerio de Educación de la Nación Argentina emitió la Resolución N° 1599/86 que establece la forma reglamentaria de las cooperativas escolares para establecimientos primarios y secundarios.

Por último, la actual la ley en estudio que la contiene en su artículo N° 90. Así nuestra alegación toma efectividad en cuanto a que la educación cooperativa escolar es parte indisoluble del sistema formal educativo argentino.

Y si miramos este análisis a la luz de la Constitución nacional en su artículo N° 14, específicamente en cuanto garantiza el derecho de “enseñar y aprender” comprenderíamos en su magnitud el asunto que estamos tratando: Todos y todas tenemos el derecho de enseñar los nobles saberes del cooperativismo escolar y universitario. Todos y todas tienen el derecho de aprender los nobles saberes del cooperativismo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

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Enfoques cooperativos; Hoy: Situación pedagógica cooperativa, un problema retórico a resolver.

Por  José Yorg, el cooperario.
 
 
“El problema de la enseñanza no puede ser comprendido bien al no ser considerado como un problema económico y como un problema social” J. C. Mariátegui.
Estamos concluyendo el curso semi-presencial denominado “Especialización Docente en Políticas Socioeducativas” pos-título docente del Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela” del Ministerio de Educación de la Nación Argentina, hemos atravesado nueve módulos y ahora estamos en el taller del Seminario final de la mano de nuestra Tutora Prof. Ana Borioli.
Así que y, de acuerdo al requerimiento académico, hemos elegido una situación pedagógica a estudiar, un problema  retórico a resolver.
He aquí nuestro problema:
“La ausencia de la cooperación teórica-práctica en las aulas de escuelas rurales de la Provincia de Formosa, situación socioeducativa en la que sería propicia la vinculación educación – trabajo y organización emprendedora cooperativa”.
 
Ahora, ¿Qué es la retórica?  Según leímos en Wikipedia “Es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad, periodismo, ciencias de la educación, ciencias sociales, derecho, etc.) que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética, añadida a su finalidad comunicativa. Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica.(https://es.wikipedia.org/wiki/Ret%C3%B3rica)
 
Hemos adelantado una definición de la retórica puesto que en la clase 1 se nos planteó que “Tal como han visto en ese taller, el punto de partida de cualquier trabajo de escritura es el problema retórico a resolver, es decir, que el escritor se enfrenta a una situación que exige un texto escrito como respuesta. Lo primero que se debe hacer frente a este problema retórico es  reflexionar respecto de los rasgos que lo definen:
 
“Primero, la descripción del tema de trabajo: en este caso, una situación pedagógica sobre la cual recortaremos alguna problemática o tema educativo, y que identificaremos en una política socioeducativa”.
 
“A su vez, la resolución del problema retórico se relaciona con la determinación de otros dos aspectos: ¿a quién o quiénes está dirigido el escrito? y ¿para qué lo hacemos? Por un lado, el público al cual está dirigido nos lleva a la necesidad de evaluar la competencia comunicativa del hipotético lector y decidir, en función de ello, el registro lingüístico que corresponde al texto que nos proponemos escribir”.
 
Justificación del tema
Parto de la firme convicción de que una educación centrada en los intereses y expectativas del educando, en concreto, en sus necesidades,  pero también con un alto nivel educativo teórico-práctico, amplio  y diverso, sería la mejor manera de enfocar cualquier proyecto que pretenda afirmar el Derecho al acceso a las mejores formas posibles de enseñanza que garanticen los  aprendizajes para todxs; Derecho a la participación en la generación de las políticas y prácticas educativas; en suma, derecho a una educación inclusiva, solidaria y de calidad.
 
De esta convicción, basada en experiencias propias y sus teorizaciones, surge la idea de que sería propicia la vinculación educación – trabajo y organización emprendedora cooperativa en las instituciones rurales pondría  -a mi juicio- una formidable herramienta de incentivo a los estudiantes.
 
Para mejorar la perspectiva de comprensión de mi fórmula para tales fines las tomé prestada del pedagogo norteamericano John Dewey, quien “confiaba en una educación basada en la actividad práctica, que superara los problemas de conducta y disciplina de los estudiantes, en forma tal, que la educación tradicional, pasiva, centrada en el pupitre, no lo podía hacer. En lo referido a los fines de la educación, criticó a otros pedagogos porque sus metas, decía, “…nacen fuera de las actividades reales de los estudiantes y les son ajenas. Si los fines educativos se originan en las actividades reales de la vida, serán tantos y tan variados como la vida misma”. “Al estudiante debe dársele la oportunidad de realizar observaciones e investigaciones directas y debe tener a su disposición materiales de consulta. Se le debe estimular a aprender actuando”. Consideraba el aprendizaje como un proceso de acción sobre las cosas, no como un proceso pasivo, de recibir datos a través de los sentidos. ‘Aprender Haciendo’.(http://www.ecolegios.org.pe/Curso/curso-virtual/Modulos/modulo2/3Secundaria/m2_secundaria/Aprender_haciendo-John_Dewey.pdf)
 
Desde esta perspectiva, el logro de los objetivos de la iniciativa se convierte en las herramientas que permitirían, desde mi punto de vista, superar la situación pedagógica, objeto de estudio.
 
A mi modesto juicio indagar en la relevancia que posee la temática escogida reside en el hecho de que el Cooperativismo, en función educacional, posee los atributos pedagógicos y didácticos mediante los cuales el proceso enseñanza-aprendizaje puede trasformar percepciones, actitudes y valores, potenciar sus capacidades, destrezas y habilidades de los educandos.
 
¿Cómo motiva la cooperación en función educativa las potencialidades de los estudiantes?
Utiliza un instrumento didáctico denominado Cooperativa Escolar, de actividad productiva a partir de la huerta o de la cría de pequeñas aves, de producción y comercialización de pan, de talleres de rudimentos de carpintería y electricidad, y otros tantos, serán los emprendimientos educativos económicos en que los conocimientos generales harán sus aportes más significativos.
 
La Doctrina Cooperativa, en su método empresarial escolar irá gradualmente ayudándoles a los niños y jóvenes a romper el determinismo fatalista de sus progenitores, que los mantienen en la resignación y pasividad, demostrándoles en la práctica, en el quehacer educativo productivo cooperativo que ellos, con su esfuerzo y tenacidad y disciplina grupal han de adquirir los conocimientos, para tener la voluntad y la capacidad de asumir la responsabilidad de transformar, en vez de perpetuar la adversa e injusta realidad, lo que equivale a decir, que la mejor forma de salir adelante es a través de un esfuerzo propio y ayuda mutua, es adquiriendo los conocimientos empresariales cooperativos para que encuentren así alternativas de progreso.
 
Este ejemplo de Pedagogía, este perfil pedagógico irá adquiriendo preponderancia, en la que seguramente, la comunidad rural irá percibiendo su benéfica y emancipadora acción educativa.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
 
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Enfoques cooperativos; Hoy: ¿Problemas en la educación? Interpelemos al modelo político.

Por José Yorg, el cooperario.
 
 
“Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”. Proverbio hindú
 
“¿Cómo “hacer escuela” en estos escenarios donde las desigualdades persistentes se articulan con diferencias culturales que se procuran respetar y reconocer?” Especialización Docente en Políticas Socioeducativas. MP Clase 2.Pasado y presente de las políticas socioeducativas
 
Existe una fuerte tendencia mecanicista a abordar el complejo problema de la educación, y ello consiste-a nuestro criterio- en poner la atención sobre los docentes, los educandos y los contenidos, en ese orden, luego, a regañadientes se reconocen el deterioro edilicio, muebles, bajo presupuesto y finalmente aluden a la inefable “crisis económica”.
 
Llegado a este punto los tecnócratas y sabiondos ensayan muchas fórmulas de intervención “necesitamos datos, necesitamos evaluar para saber cómo están los alumnos y medir la eficiencia de los educadores para tener un certero diagnóstico y realizar los cambios”.
 
Para no cansarnos con estas cuestiones que todos los días nos conferencian y exponen teorías que sólo ellos lo comprenden, señalemos mejor nuestra visión del asunto que nos ocupa en esta ocasión.
 
No somos descubridores, sino más bien narradores de conclusiones desde nuestras propias experiencias de más de dos décadas en todos los niveles educativos, excepto en el nivel pre-escolar.
 
Vemos, como dice el dicho, que “en todas partes se cuecen habas”, y por tanto, no vamos a decir que esos factores negativos señalados más arriba no formen parte de los grandes problemas con que se lidia, sin embargo, diremos que esos factores son consecuencias y no causales.
 
¿Entonces?
 
Las escuelas, las instituciones educativas no funcionan en una burbuja aséptica, los docentes, los alumnos y los trabajadores no-docentes no arrojan a las calles sus infortunios antes de entrar a realizar sus actividades y luego, al terminar su jornada, recogen sus alforjas de quebrantos y de tal mecanismo, sus estados de ánimos no influyen en el proceso educativo.
 
El dilema educativo ya está develado, el hecho de que no quiera verse o reconocerse, ya es “harina de otro costal”, en realidad, ante los problemas en la educación deberíamos interpelar al modelo político, dado que es el epicentro de las decisiones que impactan en las sociedades incluyendo a las instituciones educativas.
 
Es en los Estados donde se constatan responsabilidades eludidas, ausencias de inexcusables cumplimientos de normativas legales y constitucionales que les competen, como por ejemplo, el servicio educativo cooperativo escolar y universitario.
 
Esa “ausencia” se estima como carencia perjudicial para los educandos, toda vez que ello implica, entre otras, una situación educativa en que se aíslan saberes, situación que coloca al alumno en debilidad de aprovechar oportunidades en su medio. Sin embargo, de proceder a dotarlos de tales saberes se empoderarían de habilidades, destrezas  y capacidades organizativas empresariales que favorecerían y darían por resultado una mentalidad emprendedora cooperativa.
 
Hasta podríamos a atrevernos a decir cambiad el modelo político, en crisis, por cierto, y cambiareis el modelo educativo para “bien de todos y no para mal de ninguno” como nos alecciona el Martín Fierro.
 
Creemos que no hacemos una observación improvisada, la verdad objetiva es que todo el andamiaje socio-económico y político-institucional debería atravesar un proceso de evaluación, a quienes, sin dudas, y a tenor de los desastrosos resultados, los desaprobaríamos.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
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Enfoques cooperativos; Hoy: ¿Problemas en la educación? Interpelemos al modelo político.

Por José Yorg, el cooperario.
 
 
“Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”. Proverbio hindú
 
“¿Cómo “hacer escuela” en estos escenarios donde las desigualdades persistentes se articulan con diferencias culturales que se procuran respetar y reconocer?” Especialización Docente en Políticas Socioeducativas. MP Clase 2.Pasado y presente de las políticas socioeducativas
 
Existe una fuerte tendencia mecanicista a abordar el complejo problema de la educación, y ello consiste-a nuestro criterio- en poner la atención sobre los docentes, los educandos y los contenidos, en ese orden, luego, a regañadientes se reconocen el deterioro edilicio, muebles, bajo presupuesto y finalmente aluden a la inefable “crisis económica”.
 
Llegado a este punto los tecnócratas y sabiondos ensayan muchas fórmulas de intervención “necesitamos datos, necesitamos evaluar para saber cómo están los alumnos y medir la eficiencia de los educadores para tener un certero diagnóstico y realizar los cambios”.
 
Para no cansarnos con estas cuestiones que todos los días nos conferencian y exponen teorías que sólo ellos lo comprenden, señalemos mejor nuestra visión del asunto que nos ocupa en esta ocasión.
 
No somos descubridores, sino más bien narradores de conclusiones desde nuestras propias experiencias de más de dos décadas en todos los niveles educativos, excepto en el nivel pre-escolar.
 
Vemos, como dice el dicho, que “en todas partes se cuecen habas”, y por tanto, no vamos a decir que esos factores negativos señalados más arriba no formen parte de los grandes problemas con que se lidia, sin embargo, diremos que esos factores son consecuencias y no causales.
 
¿Entonces?
 
Las escuelas, las instituciones educativas no funcionan en una burbuja aséptica, los docentes, los alumnos y los trabajadores no-docentes no arrojan a las calles sus infortunios antes de entrar a realizar sus actividades y luego, al terminar su jornada, recogen sus alforjas de quebrantos y de tal mecanismo, sus estados de ánimos no influyen en el proceso educativo.
 
El dilema educativo ya está develado, el hecho de que no quiera verse o reconocerse, ya es “harina de otro costal”, en realidad, ante los problemas en la educación deberíamos interpelar al modelo político, dado que es el epicentro de las decisiones que impactan en las sociedades incluyendo a las instituciones educativas.
 
Es en los Estados donde se constatan responsabilidades eludidas, ausencias de inexcusables cumplimientos de normativas legales y constitucionales que les competen, como por ejemplo, el servicio educativo cooperativo escolar y universitario.
 
Esa “ausencia” se estima como carencia perjudicial para los educandos, toda vez que ello implica, entre otras, una situación educativa en que se aíslan saberes, situación que coloca al alumno en debilidad de aprovechar oportunidades en su medio. Sin embargo, de proceder a dotarlos de tales saberes se empoderarían de habilidades, destrezas  y capacidades organizativas empresariales que favorecerían y darían por resultado una mentalidad emprendedora cooperativa.
 
Hasta podríamos a atrevernos a decir cambiad el modelo político, en crisis, por cierto, y cambiareis el modelo educativo para “bien de todos y no para mal de ninguno” como nos alecciona el Martín Fierro.
 
Creemos que no hacemos una observación improvisada, la verdad objetiva es que todo el andamiaje socio-económico y político-institucional debería atravesar un proceso de evaluación, a quienes, sin dudas, y a tenor de los desastrosos resultados, los desaprobaríamos.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
 
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Enfoques cooperativos; Hoy: ¿Cómo abordar la enseñanza de la economía a los campesinos?

Por José Yorg, el cooperario.
“Cuatrero el jefe político, ladrones los comisarios, carneadores los milicos, nosotros… los gauchos malos. Hacen rodeos de vacas, las pasan al otro lado; se arreglan certificados ahí nomás al lao del río, y todo lo suyo es mío en un Jesús alabado”. Orlando Vera Cruz “Cayendo”, Pilchas gauchas
 
 
 
 
No pretendemos ser originales en la temática, puesto que existen innumerables bibliografías sobre la cuestión campesina y su dilema económico y educativo, simplemente recogemos algunos recuerdos de nuestra trayectoria como maestros rurales interpelados por nuestros ulteriores estudios universitarios en aras de reflexionar, aspirando aportar saberes útiles.
 
Este artículo, pues, puede considerarse una continuidad o segunda parte del anterior denominado “Doblando el lomo para recolectar algodón en Formosa”.
 
Retornemos a un punto señalado en el anterior artículo para adentrarnos en el tema económico y nuestra visión sobre él, cuando narramos que “Las conversaciones con los padres-pequeños productores-de los alumnos develaron otra atrocidad económica, cual es la expoliación sufrida con la venta de sus productos a los acopiadores. La ausencia de la enseñanza básica de la ciencia económica en esos hombres y mujeres, laboriosos y fecundos, se expresaba en la resolución de la transacción de sus bienes ante el comprador en una ecuación matemática con toda desigualdad”.
 
Sin dudas que el intercambio mercantil desigual procede de una diferencia substancial entre la magnitud del valor y el precio de ventas de las mercancías.
 
¿Cómo juegan los factores de la producción entonces en estas relaciones económicas?
 
Miremos: el campesino posee los factores tierra, trabajo, fundamentalmente, y herramientas agrícolas y la cultura productiva que serían su capital. El cuarto factor en juego, cual es la organización empresarial, está ausente en demasía.
 
Sin dudas su posición en el mercado capitalista es con toda evidencia desventajosa.
 
Su relación ante el comprador es débil y sucumbe. Su horizonte de progreso está limitado y su ruina acecha. Los hijos emigran y la venta de la tierra se considera próxima.
 
Ante esta realidad surge inmediatamente el interrogante: ¿Cómo abordar la enseñanza de la economía a los campesinos? La respuesta positiva debe provenir de los decisores políticos del área educativa.
 
Aquí hemos planteado el problema con toda crudeza: la economía campesina no es un tipo de producción capitalista porque es una economía de subsistencia que ocupa fuerza de trabajo familiar, pertenece a un tipo de economía de intercambio previo al capitalismo; pero que sin embargo enfrenta un dilema al estar inserto en mercados capitalistas, es, entonces, una economía acoplada al modo de producción capitalista.
 
Reflexionamos que la educación y capacitación a los pequeños labriegos deberían poner su foco en esos contenidos conceptuales de la economía y también en saberes de la ciencia administrativa, de lo empresarial, más que en aspectos productivos dado que poseen una cultura intensa de ello.
 
El recelo característico de la personalidad del campesino, su individualismo- resultado de siglos de expoliación y subyugación- puede ceder ante un programa educativo participativo y cooperativo que lo ayude a ampliar su cosmovisión sobre la sociedad, el hombre y la empresa, positivamente.
 
Para nosotros, miembros de TECNICOOP, con casi 25 años de vida institución y práctica educativa, sigue y tal vez más que nunca efectiva la propuesta cooperativa en el ámbito rural.
 
Aceptar “la aventura de la cooperación” implica en los hechos unir los factores de la producción que funcionan dispersos en las chacras. Claro que la tarea no es ni sencilla ni  fácil, pero, planeando actividades educativas y de capacitación, avanzando de manera gradual, podrían alcanzarse éxitos que permitan su afincamiento.
 
 Las cooperativas pueden dar fin a una forma de explotación en el proceso de comercialización que afecta al campesino aislado a través de empresas que están ligadas a intereses extranjeros, y que aplican maniobras non santas destinadas a la rebaja de los precios en el período en que los campesinos venden sus cosechas.
 
Nuestros compañeros Roque Arguello y Luli Aquino nos conferenciaron en el programa radial “Hablemos de cooperativas” de que “Estas empresas han construido verdaderos entramados de cacerías ya que  actúan a través de acopiadores, que a su vez se vinculan con los dueños de almacenes Ramos Generales, devenidos a su vez como caudillos políticos en las zonas agrícolas que someten a los campesinos dado sus necesidades elementales. Este entramado o círculo vicioso tiene por fin tramposo el objetivo de que los labriegos vendan sus productos cuando el mercado está lleno y los precios deprimidos internacionalmente”.
 
Por eso la respuesta cooperativa sigue siendo válida.
 
En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
 
 
 
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