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Los textos escolares como fuentes de investigación

Por: Emilio Vargas Santiago 

Tanto en trabajos monográficos como en tesis doctorales, la problemática de los textos escolares ha ido ocupando un papel de importancia.

Carolina Tosi (2011) especifica que en algunos países se utiliza la denominación libro de texto; en otros, texto escolar y libro didáctico (en portuguéslivro didático). De manera que en muchos trabajos se utilizan indistintamente estos términos, para referirse a este tipo de libros producidos para usarlos en las aulas. Por su parte, Lucía Martínez Moctezuma (2014) expresa que los libros escolares se emplean en la enseñanza, pero no están ligados a una secuencia didáctica como los libros de textos que se elaboran para la enseñanza y de acuerdo con procesos didácticos específicos según la asignatura. Además, cualquier libro para niños es portador de ciertas implicaciones sociales, políticas e ideológicas, desde los de historia y civismo hasta los de ciencias naturales y matemáticas. Así: “El texto escolar constituye para el historiador que se interesa en el estudio de la educación, en el desarrollo de las ciencias, en el de la cultura o en el de las mentalidades, una fuente privilegiada sobre todo cuando consideramos que durante mucho tiempo el libro de texto constituyó la base principal de la práctica cotidiana de los profesores“.

La utilización de los textos escolares históricamente ha provocado diferentes puntos de vista sobre su potencialidad para la educación y la instrucción. Sin embargo, «Ningún libro de texto, por bueno que sea, será un instrumento de validez universal; siempre habrá que emprender actividades adicionales de índole muy diversa» (Cockcroft, W. H., 1985). Y es que el libro de texto no puede sustituir al profesor en ningún caso, aunque la tendencia general sea que el libro dirija de algún modo la actuación del docente.

La investigación en el campo de los libros de texto no es reciente, se remonta básicamente a principios del siglo XX y está directamente vinculada con el movimiento de reforma educativa en torno al cual existió mucho interés en la elaboración de diversos tipos de libros (David Mora, 2012). Para el profesor José Luis Villalaín Benito de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Madrid, España (2001) “La emergencia del libro escolar como objeto de estudio hace quince años forma parte de la renovación que por entonces se produjo en el ámbito de la Historia de la Educación, tanto en las líneas de investigación emprendidas como en los enfoques y métodos utilizados para llevarlas a cabo”.

Desde que los textos escolares se introdujeron en los procesos de enseñanza y aprendizaje, se convirtieron en uno de los elementos más emblemáticos de la actividad educativa y en fuentes de información. Cada año se producen en todo el mundo millones de ejemplares, que serán adquiridos por millones de estudiantes y se constituirán en herramientas inseparables mientras dure el período escolar. Años tras años, maestros y alumnos orbitan en torno a los textos escolares. Por eso, sus contenidos, los conocimientos que privilegian, sus omisiones, los valores que transmiten, su estructura, producción y comercialización, el marco legal que los regula, los criterios utilizados por los docentes para seleccionar unos y no otros, son algunos de los problemas posibles de abordar desde la óptica de un estudio crítico de estos instrumentos pedagógicos (Tulio Ramírez, 2003). Asimismo, muestran el universo científico y cultural que se quiere enseñar a los estudiantes y reflejan los valores, estereotipos e ideologías en que se sustentan (Guillermo Sánchez Borrero, 2021).

La importancia estratégica de los textos escolares ha hecho que en diferentes lugares del mundo se hayan asumido como línea de investigación permanente. En este sentido, uno de los investigadores más acuciosos de esta temática, señala que estos textos «pueden ser estudiados desde distintos puntos de vista, ya que son a un tiempo producto de consumo, soporte de conocimientos escolares, vectores ideológicos y culturales e instrumentos pedagógicos» (Alain Choppin,1992, citado por Tulio Ramírez, 2003). Este último autor opina que la riqueza de información que estos suponen ha generado el interés de investigadores individuales y de centros de investigación, cuya razón social y científica gira exclusivamente en torno a ellos como objeto de investigación.

Dos instituciones que poseen una larga trayectoria y alta credibilidad académica son el Instituto Georg Eckerten Alemania y el Proyecto MANES (Manuales Escolares) en Madrid, España. Según Ramírez (2003), el “Instituto Georg Eckert para la Investigación Internacional sobre Libros de Texto tiene sus antecedentes en la iniciativa de la UNESCO, culminada la Segunda Guerra Mundial, para retomar el trabajo de revisión de los libros de texto que se había comenzado en Europa, inmediatamente después de concluida la Primera Guerra Mundial. La gestión de la UNESCO hizo que Georg Eckert entusiasmara a asociaciones de docentes y representantes políticos dentro y fuera de Alemania para iniciar de manera sistemática y científica la revisión de los libros de texto desde una perspectiva histórica, con el fin de contribuir con la comprensión mutua y la reconciliación de los adversarios de la guerra. Se trataba de indagar en los textos escolares de los países involucrados en la guerra la presencia de contenidos xenófobos y estereotipos que denigraban de los ciudadanos de los países vecinos”. Este autor también expresa que Eckert crea en1951 el Instituto Internacional para el Mejoramiento de los Libros de Texto, en Braunshweig, Alemania. Y que, tras su fallecimiento en 1975 fue convertido en una institución de derecho público con el nombre de Instituto Georg Eckert para la Investigación Internacional sobre Libros de Texto, manteniendo una biblioteca de libros de texto única en el mundo, con usuarios de todo el planeta y crecimiento constante. De acuerdo con la ley de constitución, las tareas a desarrollar son:

  1. Comparar mediante la investigación internacional sobre libros de texto alemanes y de otros países, las presentaciones significativas desde una perspectiva histórica, política y geográfica con el fin de ofrecer recomendaciones para lograr una mayor imparcialidad en los textos.
  2. Organizar conferencias internacionales de expertos para la revisión de libros de texto.
  3. Asesorar a autores, coordinadores y editoriales en la publicación de textos escolares.
  4. Proporcionar dictámenes y apoyar proyectos de investigación sobre textos escolares.
  5. Presentar a través de publicaciones y conferencias sus avances científicos y sus experiencias prácticas al público.

Este instituto realiza proyectos multilaterales y temáticos conforme a estos tiempos, caracterizados por un mundo cada vez más globalizado, cuyos temas están dirigidos a la educación ecológica, los derechos humanos y la sociedad multicultural. A pesar de que las investigaciones han tenido tradicionalmente un marcado sello euro centrista, se han desarrollado trabajos con colaboradores de China, Corea, Japón y Vietnam, así como proyectos con Israel y Palestina, con África del Sur, Estados Unidos, Canadá y América Latina. En sus inicios, el trabajo del Instituto Eckert se concentró en conferencias bilaterales para erradicar los mutuos prejuicios, estereotipos e imágenes de enemigo en los respectivos textos escolares.

Gabriela Ossenbach Sauter (2000) indica que La Historia de la Educación de América Latina no cuenta con una larga tradición como disciplina académica y como campo de investigación. De ahí que en su trabajo La investigación sobre los Manuales Escolares en América Latina: La Contribución del Proyecto MANES expresa que como el desarrollo de la investigación histórico-educativa es relativamente reciente en Latinoamérica, no es extraño que los trabajos sobre los libros y manuales escolares no tengan mayoritariamente un enfoque histórico. De ahí que los análisis más frecuentes se refieren al gran protagonismo asignado a los libros de texto en las reformas educativas y curriculares ocurridas entre 1960 y 1990, y a las cuestiones políticas e ideológicas de relevancia. Otro tema coyuntural es el análisis de la imagen de España y de América Latina en los textos escolares, surgidas para la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América en 1992.

Para esta autora, los textos escolares analizados en los dos últimos siglos corresponden a materias claramente involucradas en la creación de valores políticos, como la Historia, la Educación Cívica y la Geografía, incluyendo los Catecismos políticos y religiosos. Y agrega, que la gran mayoría de los trabajos relativos a los libros escolares han abordado prioritariamente, su influencia en la creación de las identidades nacionales y los imaginarios colectivos, así como en los procesos de secularización de diversos países latinoamericanos a partir de la Independencia. Y continúa diciendo que, del análisis del contenido de los textos, se han abordado cuestiones como el control oficial de ellos, las políticas nacionales referidas a los programas de estudio y a la elaboración de los textos. Varias universidades latinoamericanas se interesaron en la temática del Proyecto MANES y establecieron convenios de adhesión. Las primeras fueron las de Cuyo (Argentina), Antioquia (Colombia) y Nacional Autónoma de México. Para impulsar los vínculos con América Latina, este proyecto organizó en septiembre de 1996 el seminario «Los manuales escolares como fuente para la Historia de la Educación en América Latina. Un análisis comparativo», reuniendo en Madrid a participantes de seis países.

La convocatoria se realizó con un tema amplio, afirma, a fin de sondear entre los investigadores latinoamericanos el interés por la temática, enfocada desde las más diversas perspectivas, épocas y aspectos de la enseñanza. Al finalizar el encuentro hubo unanimidad en continuar esa línea de investigación y constituir un grupo interamericano con objetivos similares a los del proyecto MANES y trabajar en coordinación. A partir de esa fecha ingresaron al proyecto las universidades de Lujan, de La Pampa, del Comahue y del Nordeste (Argentina); y la de La República (Uruguay). Dada la importancia del tema y la necesidad de seguir profundizando en él y en sus problemas metodológicos, se celebró otro seminario en noviembre de 1997 en la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina). Luego continuaron las adhesiones al proyecto MANES por parte de las universidades argentinas de La Plata, Buenos Aires y Entre Ríos; la Pedagógica Nacional de Bogotá, la Católica de São Paulo y la Pontificia Universidad Católica de Quito. Entre los resultados de estas iniciativas, la autora destaca la publicación de las ponencias presentadas en los dos seminarios, donde se abordan junto a los problemas que venían siendo más estudiados, algunas nuevas temáticas, como las cuestiones de género en los textos escolares, el análisis de algunos manuales para la formación de maestros y algunos problemas metodológicos del análisis de los textos escolares, entre otros. De especial relevancia considera el apéndice bibliográfico incluido en el libro que recoge las ponencias del primer seminario celebrado en 1996 en Madrid, porque enumera los trabajos más importantes que han utilizado los libros de texto como fuente de investigación histórica en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Uruguay. También reconoce que cada universidad latinoamericana adherida al proyecto MANES desarrolla iniciativas de investigación sobre temáticas diversas relacionadas con los textos escolares.

Por último, valora que las contribuciones que hacen al estudio histórico de los manuales escolares, los estudiantes latinoamericanos del Programa de Doctorado del Departamento de Historia de la Educación y Educación Comparada de la UNED, tanto en trabajos monográficos como en tesis doctorales, la problemática de los textos escolares ha ido ocupando un papel de importancia en sus investigaciones

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/los-textos-escolares-como-fuentes-de-investigacion-9190902.html

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La educación durante y después de la pandemia

Por: Emilio Vargas Santiago

El “impacto de la crisis provocada por la COVID19 en la educación no tiene precedentes. Ha retrasado el logro de los objetivos internacionales en materia de educación y ha afectado de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables.

En esta entrega se exponen algunas ideas del contenido de dos importantes informes. El primero plantea recomendaciones sobre la educación durante y después de la pandemia de COVID-19. El segundo pretende visibilizar las consecuencias de las medidas en las comunidades educativas, planteando recomendaciones para sobrellevar su impacto para el aprendizaje y la innovación en la educación posterior a la pandemia en Latinoamérica. Por último, se ponen a disposición de los lectores los textos completos.

Informe de políticas: La educación durante la COVID-19 y después de ella. Este Informe fue publicado en agosto de 2020 y parte de que: “Antes de la pandemia, el mundo se enfrentaba ya a ingentes desafíos para cumplir la promesa de lograr que la educación fuera un derecho humano básico”. Pero, reconoce la matriculación casi universal en los primeros grados en la mayoría de los países y “de acuerdo con cifras disponibles de la UNESCO respecto a 25 países de la región [latinoamericana], de no ser por la pandemia el gasto educativo habría aumentado un 3,6% de 2019 a 2020”.

Entre los desafíos a enfrentar están más de 250 millones de niños sin escolarizar y unos 800 millones de adultos son analfabetos. Otros datos reveladores de las deficiencias acumuladas se refieren a que para los alumnos escolarizados el aprendizaje no estaba garantizado, ya que se calculaba en todo el mundo que había unos 387 millones de niños en edad escolar de primaria (56%) que carecían de aptitudes básicas de lectura, de modo que la financiación de la educación era un problema abrumador antes de la COVID-19. Además, se espera que un número elevado de estudiantes no vuelvan a las aulas, pues al menos 1.2 millones de niños y adolescentes podrían quedar excluidos de sus sistemas educativos en América Latina y el Caribe, sumándose a los 7.7 millones que no asistían regularmente a la escuela antes de la crisis sanitaria (Viteri et al, 2021).

Este Informe indica que la pandemia afectó a casi 1,600 millones de alumnos en más de 190 países en todos los continentes, equivalente al 94 % de los estudiantes de todo el mundo, cifra que asciende al 99 % en países de ingreso bajo y mediano bajo. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe. Además, solo a consecuencia de sus repercusiones económicas, alrededor de 23.8 millones de niños y jóvenes de nivel preescolar y postsecundario, respectivamente, podrían abandonar la escuela o no tener acceso a ella en años siguientes. Pero también, la interrupción de la educación ha tenido y seguirá teniendo efectos en otros ámbitos, como  la capacidad de trabajar de muchos padres y aumentar los riesgos de violencia contra mujeres y niñas.

Este Informe pretende mitigar las consecuencias potencialmente devastadoras de la pandemia, y alienta a los Gobiernos y otros interesados a llevar a la práctica las siguientes respuestas en materia de políticas, destinadas a:

    1. Proteger la financiación de la educación y coordinarse para lograr resultados, a fin de fortalecer la movilización de recursos internos para abordar las ineficiencias.
    2. Fortalecer la resiliencia de los sistemas educativos para lograr un desarrollo equitativo y sostenible, haciendo hincapié en la equidad y la inclusión, reforzando las capacidades para gestionar el riesgo en todos los niveles y asegurando una coordinación y un liderazgo robustos.
    3. Repensar la educación y acelerar el cambio positivo en la enseñanza y el aprendizaje, centrándose en responder a las pérdidas de aprendizaje y prevenir el abandono escolar de los grupos marginados; apoyar la profesión docente y la preparación del profesorado; ampliar la definición del derecho a la educación para incluir la conectividad y reforzar los datos y el seguimiento del aprendizaje.

Informe CEPAL-UNESCO: La educación en tiempos de la pandemia de COVID-19. Este Informe pretende visibilizar las diversas consecuencias que provocaron las medidas en las comunidades educativas, así como plantear recomendaciones para sobrellevar su impacto proyectando oportunidades para el aprendizaje y la innovación en la educación, posterior a la pandemia en América Latina y el Caribe. Se publicó en agosto de 2020.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconoce que antes de la pandemia, la situación social en la región se estaba deteriorando, por el aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema, las desigualdades y un creciente descontento de la población. De manera que la crisis tendría  efectos negativos en los distintos sectores sociales, particularmente en la salud, la educación el empleo y la evolución de la pobreza.

En el ámbito educativo, la información recolectada sobre los 33 países de América Latina y el Caribe hasta el 7 de julio de 2020 permite constatar quegran parte de las medidas que adoptaron estos países ante la crisis, se relacionan con la suspensión de las clases presenciales en todos los niveles, lo que dio origen a tres campos de acción: el despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia, mediante la utilización de una diversidad de formatos y plataformas con o sin uso de tecnología; el apoyo y la movilización del personal y las comunidades educativas, y la atención a la salud y el bienestar integral de los estudiantes.

Este Informe, preparado por la CEPAL y la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), alerta a la comunidad internacional acerca del incremento de las brechas existentes producto de la pandemia, tanto en el acceso como en la  equidad y calidad, afectando especialmente a los más vulnerables. Asimismo, plantea que la interrupción del ciclo escolar debe convertirse en una oportunidad en materia de adaptación e innovación de los sistemas de enseñanza, lo que puede significar enormes avances, pero también puede implicar una acentuación de las brechas educativas preexistentes en la región entre los estudiantes más vulnerable y los más aventajados en resultados de aprendizaje y otros indicadores educativos, como el progreso y la permanencia en la escuela.

Otro aspecto importante que resalta, se refiere a la contracción de la actividad económica que se proyecta para la región, que “llama a poner urgente atención en la necesidad de salvaguardar el financiamiento como una prioridad fundamental para proteger a los sistemas educativos nacionales de la exacerbación de las desigualdades en el acceso a la educación y la crisis de aprendizaje”.

Entre las medidas y desafíos regionales, el Informe señala que las respuestas nacionales en materia de educación permitieron detectar desafíos prioritarios a la hora de implementar medidas para proyectar la continuidad, la equidad y la inclusión educativas durante la suspensión de las clases presenciales y en los procesos de reapertura de los centros educativos. Y que los retos en equidad e inclusión deben centrarse en los grupos poblacionales más vulnerables y marginados. Y llama a atender especialmente el riesgo de abandono escolar de los grupos más vulnerables a los efectos de la pandemia y la consecuente crisis sanitaria, social y económica.

Además, la pandemia puso en evidencia la deuda en inclusión digital y señala que la desigualdad en el acceso a oportunidades educativas por la vía digital, aumentó las brechas preexistentes en el acceso a la información y el conocimiento, por tanto, el proceso de aprendizaje que se impulsó a través de la educación a distancia dificultó la socialización y la inclusión en general. En cuanto a la calidad y pertinencia, la mejora de los contenidos de los programas de estudios debe centrarse en  la  salud y el bienestar, así como en el apoyo especializado al personal docente, asegurando condiciones contractuales y laborales adecuadas, la formación docente para la educación a distancia y el retorno a clases, y el apoyo socioemocional para trabajar con los estudiantes y sus familias. Se deben reformar tanto la formación inicial como la formación en el empleo destinadas a docentes para capacitarlos mejor en nuevos métodos de enseñanza.

El documento plantea que las respuestas aplicadas en los distintos países muestran que existen iniciativas innovadoras y prácticas prometedoras, así como importantes avances en tiempo récord, para intentar garantizar la continuidad del aprendizaje. Sin embargo, repensar la educación, sus propósitos y formatos, se vuelve esencial. Por eso, llama a replantear los contenidos y la organización del aprendizaje de cara a las lecciones que deja la pandemia. Estos contenidos deben preparar a los estudiantes para comprender la realidad y actuar de manera solidaria y responsable, y formatos que respondan a la diversidad y a la incertidumbre, más allá de los tiempos de crisis. También plantea que “esta crisis ofrece una oportunidad sin precedentes para aumentar la capacidad de recuperación de los sistemas educativos nacionales y transformarlos en sistemas equitativos e inclusivos que contribuyan al cumplimiento del compromiso colectivo asumido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos los países de la región están desigualmente preparados para enfrentar esta crisis aprovechando la digitalización, porque aún persisten brechas considerables en el acceso efectivo al mundo digital, lo que tiene profundas implicaciones en las oportunidades y la participación de las nuevas generaciones. “El acceso a conexión a Internet es bastante más extendido y, con la excepción de México y Panamá, las brechas por nivel socioeconómico y cultural son menores”, aunque  “no es suficiente tener acceso a Internet, porque no todas las modalidades ofrecen las mismas oportunidades de uso y aprovechamiento, ya que estas también dependen en gran medida de la calidad de la conexión y el tipo de dispositivo”. De ahí que es central que las políticas de promoción de un acceso más igualitario a la tecnología comiencen por reconocer las “diferentes dimensiones que estructuran las desigualdades sociales en la región y trabajar intencionalmente para revertirlas”.

Según este Informe, el profesorado que cuente con competencias para usar las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en su práctica profesional, dispone de mejores elementos para brindar una educación de calidad y para guiar eficazmente el desarrollo de las competencias del alumnado en materia de TIC. Pero, aún son pocas las instituciones que han transformado sus procesos de formación docente inicial, a fin de preparar a las futuras generaciones de docentes en lo referente a las competencias necesarias para la educación del siglo XXI.

Este Informe concluye, entre otros aspectos,  expresando que el “impacto de la crisis provocada por la COVID19 en la educación no tiene precedentes. Ha retrasado el logro de los objetivos internacionales en materia de educación y ha afectado de manera desproporcionada a los más pobres y vulnerables. Sin embargo, la comunidad educativa se ha mostrado resiliente y ha sentado las bases para la recuperación”

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-educacion-durante-y-despues-de-la-pandemia-9036182.html

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Trabajos académicos: tipos y estructuras

Por: Emilio Vargas Santiago 

Se requiere prestar atención a una serie de reglas. Los más comunes son el comentario de texto, resumen, reseña, monografía, ensayo, tesina y tesis.

Los trabajos o textos académicos son propios del ambiente escolar y universitario. Su finalidad es desarrollar habilidades que son parte del aprendizaje y de la formación profesional. Se consideran como antecedentes para la elaboración de proyectos de investigación, elementos fundamentales en la educación superior.

El estudio de las diferentes clases de texto, tiene por objeto proporcionar un acercamiento a las diversas formas que puede adoptar la expresión escrita. Entre ellos se incluyen los denominados textos no literarios, como son los académicos, argumentativos, científicos, descriptivos, didácticos, expositivos, narrativos, normativos, periodísticos y publicitarios, entre otros (Cáceres Ramírez, 2019).

La literatura especializada señala que la redacción de textos académicos ayuda a los estudiantes en su desarrollo intelectual y gramático, ya que la escritura integra habilidades cognitivas de cómo generar ideas, organizarlas de forma coherente y a construir oraciones gramaticalmente correctas. A hacer esquemas y resúmenes; elaborar borradores; manejar un léxico específico y una construcción determinada en cada disciplina; mejorar la gramática, ortografía y la sintaxis en un texto; ayuda a pensar la mejor manera de expresar algunas ideas y cómo podría ser más comprensible.

Bajo el nombre de trabajo escrito se clasifica una serie de discursos que van desde las tareas hasta los trabajos de finalización de grado y postgrado, es decir, que existen diferentes tipos y para realizarlos es necesario conocer las especificidades de cada uno, ya que para desarrollarlos se requiere prestar atención a una serie de reglas. Los más comunes son el comentario de texto, resumen, reseña, monografía, ensayo, tesina y tesis. A continuación, se describen, sucintamente,  los primeros 4. Los restantes en la siguiente nota.

Comentario de texto.El comentario de textos es una actividad académica habitual que se inicia en la escuela secundaria. Comentar un texto es analizar lo que dice y cómo lo dice, pues implica hablar de lo que ha tratado. Estos dos aspectos son inseparables porque “No puede negarse que en todo escrito se dice algo (fondo) mediante palabras (forma)”, afirma el profesor Lázaro Carreter, personalidad relevante de la filología española. Se trata de un ejercicio sumamente importante para demostrar el nivel de comprensión lectora. A continuación, pasos a seguir y consejos importantes para realizarlo (Ruiz, 2017). Y el Comentario de texto de Calderón de la Barca: la brevedad de la vida.

Resumen. Esta palabra se deriva del verbo latín resumĕre, que  significa volver a tomar, comenzar de nuevo.Es una exposición abreviada, concisa y fiel sobre los puntos más importantes de un texto o documento. Debe ser objetivo, claro y coherente, “sin que medien interpretaciones o posturas críticas”. Es “una técnica de síntesis”. Se considera que es “la reducción de un texto original o de partida al 25% del total”. Su finalidad es difundir información concisa y clara que sirva para anticipar el contenido del texto original. Se trata de la concreción de la idea principal de uno o varios textos, de manera que quede expuesta la intención del autor de forma clara y más corta. Aunque suele ceñirse con bastante exactitud al texto original, las ideas propias no se mezclan con las del autor original. Ayuda a la comprensión lectora y contribuye al mejoramiento de la capacidad de síntesis de los estudiantes. Se afirma que facilita la retención y la atención; enseña a redactar con precisión y calidad. El resumen académico es la síntesis de las ideas presentes en un texto. En Significados.com se describen las principales partes del resumen. De los ejemplos de resúmenes, ver el ejemplo  1 sobre  el Impresionismo.

Reseña. La palabra, como tal, deriva del verbo reseñar, que a su vez proviene del latín resignāre, que significa tomar nota, escribir o apuntar. También se le conoce como “recensión”. Es un género discursivo que tiene como objetivo describir y evaluar textos de distintos tipos. “La evaluación es importante ya que la diferencia de otros géneros cercanos, como el resumen, la revisión bibliográfica o el informe de lectura”. Es un texto de corta extensión que informa acerca de una obra literaria, científica, artística o de un acontecimiento reciente. En general, las reseñas abordan libros de publicación reciente, para informar a los lectores sobre las nuevas publicaciones, ya que es imposible leer todos los que aparecen cada día. Se presenta para dar una idea sobre el interés o el valor de una obra, no para sustituirla o analizarla a profundidad. Se publican en diarios o revista, aunque también son textos de uso académico. Suele tener un carácter constructivo, ya que su función es valorar y/o recomendar una obra, tanto de las que se publican en la prensa, como para las reseñas académicas, que valoran obras en el contexto de la asignatura estudiada.

El redactor de la reseña no opina sobre el tema, sino sobre cómo el autor lo ha expuesto, tratado y desarrollado. Otras de sus funciones son que ejercita la capacidad de lectura de textos científicos y académicos; distinguir lo importante de lo accesorio en un texto; desarrolla una lectura crítica propia. Asimismo, una reseña puede ser la nota que se toma de todos los rasgos relevantes de una persona, animal u objeto con el fin de poder ser identificada. Se le considera parte del género de opinión. Cuando la intención es hacer una evaluación profunda para exponer los límites y alcances de una obra, no se habla de reseña sino de crítica. A continuación, cómo hacer paso a paso  una reseña crítica y ver el ejemplo 5de reseña del libro “Jardín del Arte Escultórico de la Ciudad de México”.

Monografía. El término se deriva del griego mono, referente a único  y grafíaque significa escrito o escritura. Es un tipo de tarea común en el ámbito académico escolar y superior. Es un trabajo explicativo sobre algún aspecto de la ciencia, el arte u otro asunto en particular. Un punto muy importante es que el autor debe argumentar el contenido de su obra. Requiere realizar una investigación sobre el tema escogido y  recurrir a distintas fuentes que proporcionen la información necesaria para escribirla. Los temas que se tratan dependen del autor o pueden ser preestablecidos, como es el caso de los que se asignan como tarea en el ambiente académico. La información utilizada debe ser correctamente citada en el trabajo. Según Cáceres Ramírez (2019), no existe una estructura específica, pero como es un trabajo de investigación hay que desarrollarlo de manera ordenada. Para ello propone esta estructura. A continuación, esta dirección electrónica para conocer distintas monografías https://www.ejemplos.co/10-ejemplos-de-textos-monograficos-monografias/

Fuente: https://acento.com.do/opinion/trabajos-academicos-tipos-y-estructuras-9010953.html

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Orientaciones para elaborar trabajos académicos

Por: Emilio Vargas Santiago 

Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión.

Un número considerable de estudiantes que cursa estudios a nivel superior confronta dificultades para elaborar los trabajos académicos cotidianos que se les asignan y más todavía cuando es para concluir una licenciatura o maestría. Cabe destacar que en el país son pocas las instituciones que disponen de una guía de normas propias para la orientación del formato y del estilo para estos trabajos, por tanto, los estudiantes apelan a distintas publicaciones para realizarlos. Desde este espacio se pretende contribuir a la elaboración de distintos tipos de textos académicos.

Los trabajos académicos son una práctica fundamental en la vida académica. De ahí que el estudio de los distintos tipos de textos bajo esta denominación es de suma importancia para que los estudiantes adquieran los conocimientos necesarios para abordarlos con mayor posibilidad de éxitos, debido a que los mismos tienen una marcada característica formal y demandan prestar mucha atención al lenguaje y al estilo que emplean, a la forma de estructurarlos, a las normas para las citas bibliográficas, entre otras.

Estos trabajos presentan el resultado de una investigación, por consiguiente, deben demostrar que el estudiante posee la capacidad de investigación y reflexión al abordar un tema, estructurarlo, presentarlo y demostrar interés por la materia de estudio. Además, es un ejercicio previo al trabajo científico real y potencialmente publicable. En ese sentido, su función, como en toda publicación científica, es informar sobre una determinada materia.

Cuando el tema es sugerido por el profesor, se aconseja concretar con él el alcance del mismo. Si lo elige el estudiante es importante que escoja uno que le resulte atractivo, ya que su realización supone esfuerzo y tiempo. Se considera que elegir un tema de interés hará que la investigación y el proceso de escritura sean más satisfactorios. En cualquier caso, conviene compartir con el profesor las ideas y dudas para asegurar que se avanza por el camino adecuado.

Los tipos y las formas de estos trabajos son variados, ya que cada disciplina emplea métodos particulares. Para redactarlos hay que tener mucho cuidado con el estilo, porque deben estar escritos correctamente, los párrafos inteligibles y prestar atención a la ortografía, redacción y puntuación. Asimismo, el estudiante debe tener presente que es un texto elaborado en torno a un tema que deberá redactarse aplicando unas normas relativamente establecidas. El tema a tratar depende de la disciplina, de ahí que habrá textos académicos educativos, sociales, científicos, etc. Además, también debe tener presente que el destinatario “es siempre un lector culto, supuestamente ignorante del tema que va a desarrollar”.

Según Romero Medina (2010), todo trabajo escrito, sea una publicación científica o un trabajo académico para concluir estudios superiores o proyectos de investigación implican esta secuencia de fases: 1) Decisión: Elección del tema. 2) Documentación: Acopio de bibliografía y documentación sobre el tema. 3) Estudio del tema: Lectura rápida del material obtenido; delimitación del tema; elaboración del esquema de trabajo; lectura minuciosa de la bibliografía y elaboración de fichas de contenido. 4) Comunicación de resultados: Redacción del borrador, redacción final y publicación o entrega.

En cuanto a las partes de un trabajo, este autor establece las siguientes: 1) Introducción: Debe incluir un planteamiento claro y ordenado del tema de investigación, su importancia e implicaciones, así como la manera conveniente de abordar el estudio de los diferentes elementos que lo integran. 2) Desarrollo:Es la fundamentación lógica, minuciosa y gradual de la investigación. Consiste en hilar las ideas o datos tomados de otros autores, y combinarlos con el análisis y la reflexión. 3) Conclusión: Es la última impresión del trabajo. Se debe iniciar generalizando los logros del trabajo a manera de introducción, para luego sacar en claro ordenadamente las ideas más relevantes. Al final conviene llegar a conclusiones generales. Es pertinente complementar las conclusiones con un planteo general de las perspectivas del problema estudiado.

1) Pensar bien el tema propuesto, documentándose sobre el mismo para adueñarse del contenido. 2) Trazar un plan o guión. Evita contrasentidos, repetición de ideas, falta de lógica, incoherencias, etc. 3) Escribir con sencillez, naturalidad y claridad. Evitar la ampulosidad. Aunque se escriba sobre un tema complejo, referirse a él de modo sencillo, teniendo en cuenta que la finalidad es comunicar un pensamiento, no hacer gala de erudición. La claridad es fundamental en un texto escrito, pues toda frase mal construida es incomprensible. La claridad reside en la gramática. Por eso, tener en cuenta las concordancias, la correlación de tiempo, el empleo adecuado de las proposiciones, etc. Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión. 4) Usar correctamente los signos de puntuación. Deben estar bien colocados en cada oración. En caso contrario, modifican el sentido y dificultan la comprensión. Procurar un progresivo conocimiento del idioma y un mayor dominio del vocabulario. 5) Realizar un borrador. Hacer un escrito perfecto en el primer intento no es para estudiantes, porque siempre existen dificultades. Se recomienda hacer un borrador y someterlo a un proceso de pulimiento, de revisión  cuidadosa de la forma y el contenido.

Existen cinco estilos de redacción para comunicar por escrito lo que se desea expresar: académica, literaria, periodística, administrativa y técnica. La redacción académica es “propia del ambiente científico y universitario”. Los temas que pueden tratarse con este estilo son tan amplios, como la variedad de ciencias que existen. Es decir, pueden escribirse trabajos académicos del ámbito de la sociología, la psicología y que investiguen algún fenómeno o producto tecnológico, etc., indica  Cáceres Ramírez (2019).

Otras recomendaciones sobre la redacción apuntan al uso del estilo impersonal, donde el autor adopta la tercera persona; utilizar letras cursivas para resaltar ideas; para usar abreviaturas escribir el nombre completo la primera vez, entre otras.

La siguiente entrega abordará Tipos y estructuras de los trabajos académicos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/orientaciones-para-elaborar-trabajos-academicos-9000291.html

Imagen: StartupStockPhotos

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La educación secundaria dominicana precovid-19

Por: Emilio Vargas Santiago

La pandemia ha sido una etapa de sobrevivencia educativa, con consecuencias que hay que afrontar para nivelar los aprendizajes de cada grado.

El año pasado, noviembre de 2020, fue publicado el I Informe Regional del Sistema Flacso, titulado: ESTADO DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: APORTES  PARA UNA MIRADA REGIONAL. Esta iniciativa responde a que este nivel educativo “ha atravesado un proceso de expansión y, en algunos casos, de transformación acelerada”. Es una radiografía de la situación previa a la pandemia de Covid-19. El propósito es “Fortalecer el conocimiento sobre la educación secundaria en la región por medio del trabajo conjunto”.

Este Informe reconoce que todos los países de la región realizaron esfuerzos que incrementaron notablemente la escolarización de adolescentes y jóvenes, así como franquear el acceso a un nivel educativo que hasta finales del siglo XX era abiertamente elitista en muchos de ellos. Sin embargo, la persistencia de problemas estructurales y de desigualdades regionales y por país, actualiza la necesidad de estimular reflexiones que impulsen al centro de la agenda educativa las problemáticas y desafíos que enfrenta la educación secundaria en Latinoamérica.  .

En el año  2013, la UNESCO informó que “la insatisfacción con la calidad de la escuela secundaria es generalizada y ha sido persistente en el tiempo en la mayoría de los países de América Latina”. De ahí que “la FLACSO espera contribuir a la circulación, a la reflexión y al debate de las problemáticas educativas que enfrenta la región”.

El capítulo referente al país, los autores Oscar Amargós y Magda Pepén Peguero de la Unidad Académica de FLACSO, lo titulan: Educación secundaria y la desigualdad social en República Dominicana.  A continuación, aspectos relevantes de este Informe.

En el año 1995, el sistema educativo preuniversitario quedó estructurado en los niveles Inicial, Básico y Medio. Dieciocho años después se asumió la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación de la UNESCO. Mediante la Ordenanza N° 3-2013 los niveles educativos se denominaron: Inicial, Primario y Secundario, con duración de 6 años, subdivididos en dos ciclos de 3 años cada uno. Esta modificación comenzó a implementarse en el año 2017-2018.

El Nivel Secundario ofrece tres Modalidades: Académica, Técnico-Profesional  y en Artes. El Primer Ciclo de este nivel es común a las 3 modalidades. La Modalidad Académica ofrece una formación general e integral que profundiza en diferentes áreas del saber científico y humanístico. La Modalidad Técnico-Profesional ofrece una formación general y técnico-profesional que capacita para la inserción laboral en una determinada actividad productiva o de servicios. La Modalidad en Artes ofrece la formación de una actitud crítica, sensible y participativa en la producción v recreación del arte y la cultura. Ofrece oportunidades para el desarrollo de competencias profesionalizantes y ocupacionales en el campo del arte. Las tres modalidades habilitan para continuar estudios a nivel superior. La edad normativa para el Primer Ciclo de Secundaria es de 12 a 14 años y de 15 a 17 años el Segundo Ciclo.

En el año escolar 2008-2009, la matrícula  total de secundaria era de 574 mil estudiantes. Se  mantuvo prácticamente igual hasta 2016-2017 al aumentar a 575 mil estudiantes. En 2017-2018, la matrícula total de secundaria alcanzó 924,714 estudiantes, representaba el 33.8% de la matrícula total del sistema educativo, ascendente a 2, 736,697 estudiantes. Mientras que la matrícula del Segundo Ciclo fue de 433,031 estudiantes. El 80% (360 mil), correspondió a la Modalidad Académica (MA); el 18.6% (67,109) a Técnico-Profesional (TP) y el (1.4%) restante (5,922) a Artes. Se estima que la población no escolarizada del país entre 12 y 17 años era en 2018 alrededor de 228 mil. En el período 2013–2018, se incorporaron 5,061 nuevas aulas a la educación secundaria.

El Ministerio de Educación (MINERD) en su Plan Estratégico 2017-2020 prioriza a TP del Nivel Secundario. Un total 4,570 centros públicos, privados y semioficiales ofrecían este nivel. De estos, 3,577 funcionan en Jornada Escolar Extendida. El curriculum con enfoque de competencias laborales contempla 17 familias profesionales y 52 titulaciones de bachilleratos técnicos.

La asistencia escolar a la escuela secundaria disminuye conforme aumenta la edad. En el año 2019, el MINERD reportó que la participación de los que tenían 12 años era de 92.7%, mientras que los de 17 años disminuían a 74.9%. Esto incide en el número de adolescentes y jóvenes que se encontraban fuera de la educación secundaria. En efecto, según el repositorio de datos del Banco Mundial, en 2017 habría alrededor de 139 mil jóvenes fuera del Segundo Ciclo del Nivel Secundario. Sin embargo, en los últimos 7 años se  produjo una contracción significativa, pues en 2010 sobrepasaban los 200 mil, una reducción de 31%.

Según las modalidades, las diferencias entre la cantidad de promovidos, reprobados y excluidos favorece a los estudiantes de TP. La proporción de los promovidos es de 92.7%. Este porcentaje disminuye a 84.8% en la MA. Los reprobados y los que abandonan es de casi 5% en perjuicio de los de la MA. Idealmente, la tasa de abandono escolar debería aproximarse a cero, en consecuencia, este indicador revela la alta ineficiencia del sistema. Según datos de 2019 del MINERD, la tasa neta de conclusión del año lectivo 2017-2018 fue de 53.2%. Esto significa  que de cada 100 adolescentes con 17 años que asistieron a la escuela, más de la mitad terminó el Nivel Secundario. En 2015-2016 fue de 47.7%. Significa también que 47 estudiantes de cada cohorte no lograron graduase en el tiempo estipulado y un aumento de costos para el Estado y las familias.

En los últimos nueve años el promedio anual de  bachilleres es de 90,400. El crecimiento promedio anual de graduados, en los últimos siete años, se sitúa en 1%, con altibajos. En el año lectivo 2017-2018 alcanzó los 100 mil. De estos, el 79.4% y el 20% proceden de las MA y TP, respectivamente.  El 57.2% corresponde al sexo femenino.  Según zona de residencia, los egresados del Nivel Secundario se distribuyen en un 62.8% los  de la zona urbana y 51.3% los de la zona rural. Asimismo, los de sexo femenino, 70.3%,  superan los de sexo masculino,  55.4%. En el año 2018, los estudiantes de 12 a 17 años no escolarizados  en secundaria rondaban alrededor de los 228 mil. Y República Dominicana es de los países con la proporción más baja en el balance entre la Modalidad Académica y la Técnico Profesional; por cada 4.3 estudiantes de la primera, uno está adscrito a la segunda.

Por último, agregar que los avances y las falencias que persisten en la educación preuniversitaria dominicana están documentados y permanentemente presentes en cada ciudadano consciente del país. La pandemia ha sido una etapa de sobrevivencia educativa, con consecuencias que hay que afrontar para nivelar los aprendizajes de cada grado. Poco a poco el país va construyendo su normalidad. Pero esa normalidad demanda otra educación que mejore la vida de la mayoría. Las respuestas atañen a toda la sociedad, pero los responsables de redireccionar  la educación nacional descansa en las autoridades nacionales, regionales y locales. La escuela dominicana requiere de un liderazgo empoderado, que actúe con mayores niveles de compromiso y lealtad para mejorar la calidad educativa en todos sus niveles.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-educacion-secundaria-dominicana-precovid-19-8959878.html

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Alfabetización académica: ¿por qué y para qué?

Por: Emilio Vargas Santiago 

Nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria.

Según la RAE, el término alfabetización proviene del verbo alfabetizar y trata de la acción de enseñar a leer y escribir. ​ Para Richard L. Venezky, alfabetizar “es la habilidad mínima de leer y escribir una lengua específica, como también una forma de entender el uso de la lectura y la escritura en la vida diaria”. De modo que la alfabetización es tanto el acto de enseñanza como la capacidad adquirida para leer y escribir por cuenta propia.

Desde hace tiempo, la alfabetización de la población se ha visto como un imperativo, una obligación del Estado y un derecho que ciudadanas y ciudadanos deben ejercer, pero esta ha estado pautada por una enseñanza y un aprendizaje tradicionales, porque la lectura ha sido mecánica y la escritura repetitiva.

Las Naciones Unidas declararon el período 2003-2012 como la Década de la Alfabetización y se plantea como un largo proceso que abarca el desarrollo individual y está determinada por los cambios tecnológicos, científicos, políticos y culturales. Pero ese cambio resulta difícil, porque los docentes la enseñan como a ellos les enseñaron; tratan que niñas y niños  lleven el código escrito al código oral y transcriban lo ya escrito.

En la actualidad, la alfabetización comprende el desarrollo de saberes, capacidades, competencias para leer críticamente y escribir académicamente. Por tanto,  el cambio debe ser primero asimilado por los docentes, para después transmitirlo a sus estudiantes. La lectura crítica y la escritura académica van perfeccionándose a lo largo de la vida y su uso está determinado por la enseñanza y el aprendizaje.

La problemática de la lectura y la escritura viene siendo objeto de discusión en muchas partes del mundo. Pero donde más se ha adelantado con propuestas metodológicas ha sido en los países anglosajones, principalmente en Estados Unidos, Australia y Canadá. En los últimos años, también en Latinoamérica se han desarrollado propuestas en procura de mejorar el desempeño de los estudiantes en cada una de ellas.

Cabe señalar que en 1874, la Universidad de Harvard aplicó el primer examen de inglés escrito para ingresar a sus aulas. La mitad de los estudiantes falló, lo cual cuestionó los niveles educativos básicos y medios, y con la presión de las universidades  lograron una importante reforma educativa para que los estudiantes llegaran mejor preparados en lectura y escritura.

Después de la Segunda Guerra Mundial accedieron muchos soldados a las aulas universitarias, evidenciando la necesidad de desarrollar destrezas comunicativas escritas, pues una escritura pobre limitaba el desempeño laboral. Esto favoreció la creación de un movimiento para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza de la escritura en la educación superior en ese país.

Estos dos procesos, lectura y escritura, constituyen la denominada alfabetización académica, entendida como el proceso mediante el cual los estudiantes adquieren las competencias necesarias para manejar con autonomía un determinado tema, expresándose con propiedad, propiciando el intercambio de ideas en el área en discusión y comunicándolo al entorno (Rosales Mora, 2016).

La alfabetización académica se plantea para afrontar la necesidad que tienen las instituciones educativas de desarrollar en los estudiantes habilidades para interpretar y/o producir textos científicos y académicos. Esto así, porque se observa que los alumnos tienen dificultades para configurar sentidos cuando escriben, y suelen producir numerosas interpretaciones erróneas cuando leen, se reporta en la literatura.

La medida para encarar esta situación ha sido desarrollar la lectura y la escritura en todas las disciplinas de cada carrera durante la educación superior. Sin embargo, como es notoria la ausencia de conocimientos básicos acerca del lenguaje y la cultura escrita de los estudiantes, algunos autores proponen extender el concepto de alfabetización académica al nivel secundario, porque es un mandato ético dotar al bachiller de recursos idóneos para enfrentar los textos disciplinares, afirma la profesora de Comunicación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral de Guayaquil, Ecuador, Martha Espinoza.

Una alfabetización académica temprana proporcionaría al estudiantado: a) Acceso a las diferentes culturas escritas de las asignaturas; b) Amplía las lecturas y escrituras, al incluir los textos de estudio; c) Al implicar a todos los profesores, estos se harían más conscientes de que la lectura y la escritura son herramientas de aprendizaje.

Algunos docentes creen que una vez que el educando aprende a leer, la competencia está lograda y es posible aplicarla indistintamente a todo tipo de texto; “este concepto es errado, pues la lectura responde a una capacidad abierta como la inteligencia”. De ahí la importancia de capacitar a los docentes de todas las asignaturas para que cada uno, desde su disciplina/asignatura, proponga procesos de lectura y escritura, así como propiciar la escritura académica a través de blogs, periódicos escolares, presentaciones con apoyo de Power Point, entre otros, recomienda Martha Espinoza.

Con respecto a los textos de estudio es necesario que se apliquen estrategias específicas de interpretación, para que los estudiantes se familiaricen con el lenguaje propio de los temas abstractos, con los discursos explicativos y argumentativos, y con la retórica académica. También hay que abandonar la  concepción de que leer para aprender es extraer datos, y reemplazarla por la comprensión de que leer es interpretar relaciones y conceptos, afirman algunos especialistas.

En conclusión, nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria para llevar a cabo la alfabetización académica en las distintas asignaturas que enseñan a sus estudiantes. El desarrollo de las competencias para lograr una auténtica formación en lectura crítica y escritura académica, es una vía importante hacia el mejoramiento de la calidad de la educación del país. ¡Mano a la obra!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/alfabetizacion-academica-por-que-y-para-que-8948704.html

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Podcast: Una herramienta para enseñar y aprender

Por: Emilio Vargas Santiago

Han revolucionado el panorama educativo al promover la edición libre y horizontal de la información. Son una excelente oportunidad para los alumnos con dificultades visuales y de atención.

En la actual sociedad globalizada de la información y la comunicación, los recursos tecnológicos se han multiplicado para satisfacer distintas necesidades. La llegada de Internet proporcionó cambios significativos en todos los sectores comunicativos.

Sin duda que la incorporación de la tecnología en el aula mediante recursos audiovisuales facilitan la enseñanza y los aprendizajes. Para ambos procesos existe una herramienta denominada Podcast, un archivo descargable conocido también como la nueva radio. Puede ser en formato de audio y video (vidcast). Familiarizarse con este concepto es importante, ya que es posible que muchos docentes aún ignoren que se escuchan programas de radio a través de Internet.

El término podcast es un anglicismo sin equivalente en español. Según el Observatorio de palabras de la RAE, que ofrece información provisional, admite también pódcast, en plural los pódcast. Lo acuña el periodista del diario The Guardian,Ben Hammersley, el 12/02/2004 para describir la posibilidad de escuchar la radio en reproductores portátiles. Nace de la unión de las palabras iPod (el reproductor de música de Apple) y broadcasting (radiodifusión en inglés). Podcasting hace referencia a la creación de estos archivos de sonido. Al respecto, se afirma que “El sonido es invisible, pero tiene una fuerza tan poderosa,… que para bien o para mal, modela nuestros cerebros y la forma cómo aprendemos”.

El podcast es una tecnología donde prima la simplicidad y los requerimientos técnicos que se necesitan para escuchar, reproducir, editar o compartir son mínimos, basta un teléfono inteligente u ordenador. Lo esencial para grabar un audio o video es tener claro qué decir, a quién y para qué se le va a decir. Permite tratar cualquier tema, siendo el límite la creatividad del productor y se puede escuchar o ver dónde y cuándo el usuario quiera.

El podcast se incorporó en la educación hace varios años, aunque el concepto ha sido escasamente tratado en este ámbito. En términos educativo se define como un medio didáctico que supone la existencia de un archivo sonoro con contenidos educativos y que ha sido creado a partir de un proceso de planificación didáctica. Sus contenidos informativos y educativos  ayudan a mantener la atención de los alumnos, entrenan su capacidad de escuchar, facilitan la obtención de conocimientos o los afianzan. También ayudan a maestros y profesores a desarrollar sus clases. Puede ser creado por  docentes, estudiantes, personas y empresas. Sus posibilidades y facilidad de creación han contribuido a que su uso se extienda cada vez más a todos los niveles educativos.

Como herramienta para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, tiene un doble uso: pasivo y activo. El primero se refiere a la infinidad de programas de distintas temáticas disponibles en Internet, que se pueden recomendar al alumnado como material de estudio: libros,  artículos en revistas especializadas, videos, documentales, etc. La otra opción, más interesante a nivel pedagógico, es emplearlos desde un punto de vista activo, creándolos en el aula docentes y alumnos.

Los podcast con realmente útil para el aprendizaje cuando el alumnado lo produce, ya que cualquier contenido se puede utilizar para crearlos. Sin embargo, utilizar las TIC en el aula porque sean de uso popular entre los estudiantes, no implica que el éxito esté garantizado. Por tanto, para  incorporar los podcast hay que saber dónde y cómo ubicarlos  en los diseños curriculares.

Los podcast educativos tienen multitud de beneficios para los estudiantes mejorar distintos aspectos de las competencias orales de la lengua nativa y de segundas lenguas: la pronunciación, entonación, fluidez y las estrategias de cortesía conversacional, por nombrar algunas. Pero también tienen otros como:

  1. Incrementan la motivación. Cuando otras personas escuchan lo que se ha creado, incrementa la motivación intrínseca. Pero también, si es creado por el docente les provocará curiosidad a los alumnos y buscarán más información y tendrán más interés por la asignatura. 2. Potencian la creatividad. Cada podcast tiene sus efectos o sus recursos vocales, literarios, humorísticos… para captar la atención y hacer el contenido más atractivo. 3. Estimulan la imaginación. Al escuchar una narración sin estar en presencia de imágenes, el cerebro las recrea mentalmente, generando competencias de concentración para la interpretación y el análisis.
  2. Mejoran la compresión de contenidos. Los podcast educativos ofrecen la posibilidad de repetición y pausa, lo cual ayuda a una mejor comprensión de los contenidos, además de reforzar el aprendizaje. 5. Potencian el aprendizaje autónomo. Al ofrecer asincronía y un formato compatible con la mayoría de los dispositivos móviles o fijos para la reproducción de audio, los estudiantes pueden planificar la escucha en cualquier momento y lugar. 6. Desarrollan competencias comunicativas. Si los estudiantes desarrollan contenidos mediante podcast y escuchan frecuentemente este tipo de audio, se les estarían estimulando sus habilidades comunicativas.

Los contenidos de los videos educativos están determinados por los objetivos o competencias. De acuerdo a su intención, estos videos se  clasifican en: 1) Instructivos cuyo propósito es que los estudiantes dominen un determinado contenido. 2) Cognoscitivos pretenden dar a conocer diferentes aspectos relacionados con el tema a estudiar. 3) Motivadores cuya finalidad es disponer positivamente a los estudiantes hacia el desarrollo de una determinada tarea. 4) Modelizadores son los que presentan modelos a imitar o a seguir. Y 5) Lúdicos o expresivos son aquellos utilizados por los estudiantes como un medio de expresión, a través de las habilidades y del conocimiento de esta herramienta.

Estudios indican que en general se aprende 10% de lo que se lee; 20% de lo que se escucha; 75% de lo que se ve y se oye; y 90% de lo que se hace. Por tanto, estos porcentajes muestran que introducir los podcast en las aulas en sus versiones de audio y video pueden producir modificaciones sustanciales en los aprendizajes de los estudiantes. Asimismo, cabe destacar la flexibilidad de los podcast en manos de maestros y profesores, por la diversidad de enfoques metodológicos que pueden adoptarse, tanto en enseñanza presencial, a distancia o híbrida.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/podcast-una-herramienta-para-ensenar-y-aprender-8928386.html

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