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Educación ambiental en Villas Agrícolas

Por: Elisabeth De Puig 

En el Centro Educativo Palacio Escolar España se capacitaron 800 estudiantes sobre el manejo de los desechos sólidos y los mismos estudiantes están realizando actividades de clasificación.

La XXVIII Cumbre Iberoamericana ha dejado sentada en su Carta Medioambiental Iberoamericana su compromiso con las próximas generaciones. Esta carta constituye un referente común para enfrentar los desafíos ambientales globales que impactan la región como son el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la degradación de los suelos, la escasez de recursos hídricos, entre otros.

El documento ofrece un marco macro y se debe entender que las tareas propuestas deben ser asumidas por la más amplia diversidad de actores. Dentro de esta perspectiva, la multiplicación de pequeñas iniciativas representa un aporte fundamental en la mitigación y adaptación al cambio climático.

Las acciones que involucran a niños y niñas y se centran en la sensibilización y la asunción de compromisos juegan un papel particular al respecto.

La Fundación Abriendo Camino comenzó a desarrollar desde el año 2015, en Villas Agrícolas, un programa de educación ambiental que trasciende los límites de esta institución y que ha recibido el apoyo de empresas como Santo Domingo Motors y Motor Crédito.

Su coordinación de Educación Ambiental es liderada por la licenciada Estefanía Abreu y se propone reforzar las capacidades educativas de niños, niñas y adolescentes (NNA) de la comunidad.

La metodología usada para la educación ambiental es dinámica, lúdica, y se apoya en medios audiovisuales. Toma en cuenta en su implementación la atención, la comprensión, el manejo claro del lenguaje, la memorización, y contempla competencias y concursos.

El programa de educación ambiental de la Fundación es un ejemplo fehaciente de que, tanto en materia de educación como de medio ambiente,  los programas más sólidos son los que se construyen sobre experiencias aprendidas y buenas prácticas.

Actualmente cuenta con dos grupos de promotores del cuidado del medio ambiente, denominados “Brigadas 3R” y “Brigadas Verdes”, con edades que varían de los 6 hasta los 17 años. Se reúnen dos veces a la semana para capacitarse en materia ambiental y participar en actividades de concientización.

Mediante la propuesta “Yo reciclo desde casa”, y actuando desde sus hogares, los NNA están recolectando botellas plásticas, tapas y cartón, que se acopian en el centro.  Luego son entregados a la Fundación de Saneamiento Ambiental de la Zurza (FUNDAZURZA), que recoge todo el material acopiado.

Esta iniciativa se ha extendido de manera tesonera hacia los demás centros educativos del sector con la ambición de completar toda la geografía escolar de Villas Agrícolas. Por ejemplo, en el Centro Educativo Palacio Escolar España se capacitaron 800 estudiantes sobre el manejo de los desechos sólidos y los mismos estudiantes están realizando actividades de clasificación. Los desechos de esta escuela son recolectados por la empresa Polyplas de Villas Agrícolas.

En el Liceo Manuel Aurelio Tavárez Justo se capacitaron 273 jóvenes. Se instalaron cuatro puntos verdes, cada punto tiene dos tanques, uno para depositar plásticos y  el otro para  cartón y papel.

Desde el inicio de la propuesta “Yo reciclo desde Casa” el año pasado hasta el día de hoy, se han entregado 393.45 kg. de papel, 359.05 kg. de cartón y 776.83 kg. de plásticos a FUNDSAZURZA, sin contar la recolecta de la Escuela España.

Por otro lado, desde el huerto orgánico en azotea de Abriendo Camino, con la ayuda de la agrónoma María Sierra, que acompaña el proceso desde sus inicios, todos los niños y niñas de la Fundación, a partir de los 7 años, realizan siembras y trasplantes y también cosechan.

Con los productos cosechados en el huerto se realizan mercaditos para la venta y los participantes pueden también llevar a sus hogares parte de la cosecha.

Se impacta también las familias fomentando la agricultura sostenible e incentivando a la creación  de  huertos caseros con talleres  dirigidos a los padres, madres y tutores.

Dentro de esta línea se desarrolló un proyecto llamado Plantas medicinales, con el patrocinio de la Embajada de Francia en la República Dominicana, impactando 62 familias.

El programa de Educación Ambiental fomenta valores ambientales a temprana edad con el fin de inculcar actitudes que contribuyan a la conservación de la naturaleza y una mayor concientización sobre el cuidado del medio ambiente y el planeta.

Lo fundamental es que una nueva generación esté encabezando esas actividades. Es solamente de esta manera que se pueden cambiar hábitos y construir nuevas prácticas.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/educacion-ambiental-en-villas-agricolas-9180610.html

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Las escuelas y la violencia

Por: Elisabeth De Puig 

Los juegos sexuales, masturbaciones, exhibicionismo, posible mangueos, embarazos adolescentes, consumo de pornografía y violencia cibernética ya eran realidades entre los entrevistados y entrevistadas en 2019.

Las escuelas no son burbujas independientes de la sociedad y a medida que los problemas sociales cambian y evolucionan, cambian y evolucionan los problemas dentro de las mismas escuelas. Sobre todo, los casos se hacen más mediáticos por la irrupción desenfrenada de las redes sociales en la vida de escolares y maestros.

Durante los tres primeros meses del año, el Listín Diario señala que se han reseñado diversos hechos escandalosos que tienen que ver con planteles escolares en toda la geografía nacional. Para mí estos visibilizarían lo que está pasando desde hace mucho tiempo en algunas escuelas del país. No son siempre fenómenos nuevos y su control depende en gran medida del tamaño del plantel, de la calidad de su dirección y de la implementación o no de una política de prevención de la violencia.

Todos los hechos mencionados en la prensa giran alrededor de una forma u otra de violencia que atañe a escolares. Nuestros muchachos y muchachas de sectores desfavorecidos se enfrentan a todo tipo de violencia en su vida cotidiana: verbal, intrafamiliar, barrial, policial, escolar, cibernética, sónica o sencillamente violencia de la pobreza, para citar algunos ejemplos.

La investigación Estar, ser y convivir en la Escuela. Una mirada profunda a la violencia escolar en la República Dominicana, de Berenice Pacheco-Salazar, publicado en el 2019, nos orienta sobre el componente escolar de la violencia a la cual están sometidos los NNA, sus formas de reaccionar frente a la violencia en función de su cosmovisión, la violencia del cuerpo docente y del mismo plantel.

Sin embargo, es bueno señalar que, a pesar de la violencia que puede existir en las escuelas, los estudiantes la consideran muchas veces como un lugar de menos riesgos que la calle o la misma familia.

Tanto docentes como alumnado provienen en muchas ocasiones de los mismos sectores regidos por la violencia, están inmersos en una cultura popular del presente, forman parte de un mundo y de una ciudad poco conocido pero real. El libro habla de esta dinámica de la violencia, de la violencia sexual y del acoso a dentro de los planteles.

Para la investigadora los estudiantes han interiorizado un modo de relacionarse violento como parte de la identidad masculina que ejercen hacia sus compañeras; el cuerpo femenino construido como objeto sexual, las redes sociales como escenario para las ciber violencias. Para los estudiantes el no quedarse dao,o la intolerancia, es la principal estratégica de afrontamiento.

Los juegos sexuales, masturbaciones, exhibicionismo, posible mangueos, embarazos adolescentes, consumo de pornografía y violencia cibernética ya eran realidades entre los entrevistados y entrevistadas en 2019.

No hay nada nuevo bajo el sol, sino remangarse las mangas y trabajar en el diseño impostergable de planes integrales para la convivencia escolar y por el abordaje y prevención de la violencia escolar. Estos planes deben girar alrededor de la prevención, el diálogo, la confianza, la participación, la coeducación y la empatía.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-escuelas-y-la-violencia-9177706.html

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Leer y escribir

Por: Elisabeth De Puig 

Nadie quiere seguir oyendo que todo está bien cuando las evidencias hablan por sí solas.

Estamos de regocijo porque en el Ministerio de Educación soplan nuevos aires. Sencillamente, se está diciendo que los niños y niñas deben aprender a leer y escribir.

Esta afirmación tan evidente, enunciada de manera tan simple, no deja de constituir una revolución en el mundo educativo dominicano. Con ella se vuelve a lo sencillo, a lo básico, a lo imprescindible, a las bases de la enseñanza; o sea, a la lecto-escritura y las matemáticas, tradicionalmente pisoteadas en la República Dominicana, y que recibieron tantas embestidas en los dos años de pandemia y post pandemia.

Y es que sin bases sólidas no hay posibilidad de desarrollar entes pensantes, capaces de usar la tecnología para bien y transformarse en buenos ciudadanos. “Mejor es tener una cabeza bien hecha que una cabeza a bien llena”, decía el filósofo Michel de Montaigne. Una vez creada la zapata se pueden agregar la educación ambiental, cívica, tecnológica y la enseñanza de los idiomas.

Los niños y niñas de muchas de nuestras escuelas públicas y centros privados de sectores vulnerables arrastran problemas por generaciones, sin disponer de las bases fundamentales de cualquier proceso de aprendizaje, que es poder leer y comprender lo que se lee.

Está claro que algo no ha funcionado en nuestro sistema público de enseñanza, al igual que en muchos otros sistemas educativos, lo que no es tampoco un fenómeno nuevo.

Los de mi generación aprendieron a leer con el método silábico y no con el global, y aún menos con el modelo virtual. El método silábico hizo sus pruebas alrededor del mundo y ha producido millones de lectores empoderados. Este método, desplazado por el método global, ha sido revalorizado por los últimos avances de las neurociencias.

Sin embargo, más allá del método para aprender realmente a leer y escribir hay que dar un sentido al aprendizaje para que niños, niñas y familias entiendan para qué sirven la lectura, los libros, las matemáticas y, también, cuál es hoy en día el papel de la tecnología.

Tenemos un pasivo acumulado catastrófico para nuestros niños, niñas y adolescentes, para nuestra economía, para el país. Los pobres resultados de desempeño de niños y niñas repercuten luego en el mercado laboral al punto que, según el Boletín de Competitividad Sectorial 2021, el 48.8 % de los trabajadores tiene un nivel educativo por debajo del necesario para el puesto.

Mientras más objetivos seamos evaluando el momento crítico por el que atraviesa la escuela dominicana más estaremos en capacidad de enfrentar sus tremendos desafíos.

Al ministro que por favor siga tal como ha empezado, que no nos duerma con cantos de sirena, que hable de los tropiezos, de las piedras en el camino y de los éxitos cuando le toque, que sea transparente. Nadie quiere seguir oyendo que todo está bien cuando las evidencias hablan por sí solas.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/leer-y-escribir-9094598.html

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Las mujeres en la guerra

Por: Elisabeth De Puig

Llama poderosamente la atención que no haya una sola mujer incluida en la comisión negociadora de la paz entre rusos y ucranianos.

La guerra es parte integral de la historia de la humanidad desde sus inicios y siempre ha sido percibida como un asunto más bien masculino. Sin embargo, las mujeres han estado siempre implicadas en los preparativos y el esfuerzo de guerra.

Las dos últimas guerras mundiales requirieron de la movilización de todas las energías de los países beligerantes. En estos contextos las mujeres se vieron obligadas a asumir roles que anteriormente eran atribuidos solo a hombres. Hubo una feminización de los oficios tradicionalmente masculinos.

Se crearon en varios países cuerpos auxiliares femeninos que se encargaron de la intendencia, administración, manejo de vehículos, transmisiones, defensa pasiva, etc. También las mujeres fueron incansables enfermeras en todos los campos de batalla.

Es interesante notar que, en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, un número importante -estimado en un millón de mujeres- fueron integradas en el ejército soviético o combatieron al lado de los partisanos.

Desde el final de esta conflagración mundial la guerra y la violencia han seguido omni presentes en el mundo, con el desarrollo de un elevado número de conflictos armados internos y externos entre grupos étnicos, religiosos o políticos que pelean para el control de recursos, territorios y poblaciones.

Las mujeres participaron activamente en las guerras de liberación nacional, como en la de Vietnam, donde centenares de miles de ellas pelearon contra el ocupante francés primero, y luego contra las tropas norteamericanas.

Estas guerras han impactado a hombres y mujeres, y a niños y niñas, de manera diferente. Las poblaciones civiles han estado directamente expuestas, sea por haber sido tomadas directamente como blanco, o porque la proximidad de los combates las pone directamente en peligro.

Las mujeres no constituyen un grupo homogéneo y pueden vivir los conflictos de múltiples modos: como víctimas, combatientes o promotoras de paz. La guerra puede ser sinónimo de violencia, privación de medios económicos, muerte de seres queridos, abandono, deportaciones, migraciones, detenciones, heridas, violencias sexuales y muerte.

Todas estas situaciones obligan a las mujeres a cumplir nuevos papeles y a crear nuevos mecanismos de adaptación para proteger y asegurar el sostén de sus familias.

En este sentido, la violencia de género sigue siendo un grave desafío que afrontan mujeres, niñas y niños en Ucrania, con un conflicto que dura desde hace 8 años en la zona oriental del Donbas.

Según un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas-UNFPA: Well-Being and Safety of Women, el 75% de las mujeres del país informaron de haber sufrido algún tipo de violencia desde los 15 años de edad y una de cada tres manifestó haber sufrido violencia física o sexual. El informe también constata que las crisis y los desplazamientos ponen a las mujeres en mayor riesgo de estas violencias.

Frente a estos datos el Banco Mundial destaca que sobre los 44 milliones de personnas qui viven en Ucrania 23 millones son mujeres. Es el país que tiene el mayor porcentaje de mujeres que sirven en el ejército.

El ejército ucraniano cuenta unas 35000 mujeres, de las cuales más de 4000 son oficiales. Mas de 1400 de ellas combaten desde 2014 a los separatistas pro rusos en el este del pais.

Si bien un gran número de mujeres se han refugiado en el oeste para proteger a los niños y a los ancianos , muchas se han quedado y se han enrolado en la resistencia armada no militar, la Defensa territorial civil.Las que no saben manejar armas, también se ocupan de los heridos, aprovisionan las fuerzas armadas y organizan la ayuda humanitaria.

A medida que incrementa el papel de las mujeres en la sociedad aumenta su papel en la guerra y las posibilidades de alcanzar posiciones de mando.

No obstante, llama poderosamente la atención que no haya una sola mujer incluida en la comisión negociadora de la paz entre rusos y ucranianos.

Fuente de la información: https://acento.com.do

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Las 12 campanadas de la medianoche

Por: Elisabeth De Puig

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

Las 12 campanadas de la medianoche del pasado viernes 31 nos propulsaron en el año 2022 y, simbólicamente, nos despojaron por un momento de todas nuestras cargas para abrazar el nuevo año esperanzados de iniciar un periodo más auspicioso que el acabamos de atravesar.

Sin embargo, tal duende travieso, ómicron se apoderó de nuestras mentes y nos acompañó durante la velada. Ahora todos quisiéramos saber si asistimos al principio del final de la epidemia o si estamos en presencia de una trampa del virus que se presta a resurgir, tal ave fénix, bajo nuevas formas de sus cenizas.

Los próximos meses lo dirán. No obstante, venga lo que venga, debemos seguir cuidándonos al máximo. Debemos reforzar las vacunas e invitar a vacunarse a los que no lo han hecho. Participando en el cuidado de los demás aportamos a nuestro entorno.

Para los moradores de la República Dominicana, el año 2021 estuvo marcado por un excelente desenvolvimiento en cuanto al enfrentamiento   de la pandemia. También por el hecho, digno de estudio, de que somos uno de los dos países con más baja letalidad de todo el continente americano.

En otro tenor, estamos siendo testigos de una lucha contra la corrupción sin precedente, y de una recuperación económica que nos coloca como uno de los países de la región mejor preparados para afrontar nuevos retos.

Con estas señales esperanzadoras, una pandemia de por medio y la tremenda amenaza del cambio climático, el presente sería el momento idóneo para reflexionar sobre el modelo de la sociedad que debemos construir para que la recuperación alcanzada y los pasos institucionales que se han dado se traduzcan en una transformación real hacia una sociedad ambiental, social y políticamente sostenible.

En muchos países ha tomado cuerpo el criterio de que la recuperación económica post pandemia no puede ser el mero retorno a las formas de consumir y producir de antes de la COVID-19. Hacerlo así sería reproducir las formas de maltrato a la naturaleza que han generado el cambio climático cuando de lo que se trataría es de revertirlas.

De la misma manera nos podemos preguntar a la luz del resultado de las últimas elecciones en Chile, campeón del neoliberalismo y de la desigualdad, si el modelo económico actual será sostenible políticamente en la República Dominicana a mediano plazo y si no se necesita trabajar desde ahora para lograr una sociedad más inclusiva donde impere la justicia social.

¿Qué lanza al destierro a tantos dominicanos que se entregan a redes que los llevan a Chile o a las carreteras de Chiapas? ¿Qué nos espera realmente en estos próximos meses donde en el medio de un tercer año de pandemia la pobreza y sus estragos en la República Dominicana chocan con la imagen del país que queremos proyectar?

En fin, las oportunidades deben existir para las grandes mayorías. De ahí la pregunta: ¿cómo repartir el maná del crecimiento entre los que más lo necesitan para que este gobierno sea el gobierno del cambio en aspectos fundamentales que tocan la vida misma de las personas?

Alarman las voces de la Sociedad Dominicana de Pediatría llamando la atención sobre el aumento de un 20% en la mortalidad infantil durante el pasado 2021, al igual que la recrudescencia del dengue y otras enfermedades.

Que una niña de 14 años haya dado a luz al primer bebé del año no es casual y solo refuerza la urgencia de la lucha contra las desigualdades y a favor de los derechos fundamentales de la niñez en la cual están envueltos, entre otros, la educación, la salud, la vivienda.

No solamente debemos velar porque no se produzcan desacatos a los derechos humanos en materia de migración, como los atropellos injustificables a las extranjeras que procuran servicios médicos en la República Dominicana, sino también recordar que las mujeres que votaron a favor del PRM esperan un código penal garante de derechos y a la altura del siglo XXI.

Aprovechemos pues el año 2022 para dar un salto hacia políticas públicas que logren cambiar el comportamiento social, propulsen una justa redistribución y aseguren un clima social favorable al crecimiento.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/las-12-campanadas-de-la-medianoche-9020486.html

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Una tragedia nacional

Por: Elisabeth De Puig

El método silábico hizo sus pruebas alrededor del mundo y ha producido millones de lectores empoderados. Este método, desplazado por el método global, ha sido revalorizado por los últimos avances de las neurociencias.

Hoy en día todo depende del tono y de la manera como se presentan los acontecimientos a la opinión pública. De la forma de comunicación triunfalista u objetiva dependerán los correctivos que se aporten a los diversos temas en la palestra.

Al momento que nuevos estudios transversales confirman lo que entendidos y no entendidos saben hasta la saciedad sobre las lagunas en lectoescritura y matemáticas de nuestros alumnos y alumnas, el ministro de Educación, encargado de una cartera difícil y espinosa, se vanagloria de haber vencido el pesimismo de quienes no creían que era posible una educación de calidad en medio de la pandemia de la COVID-19.

El ministro afirma también que el pasado año escolar transcurrió sin interrupción y que se implementaron innovadoras y exitosas herramientas que enriquecen el aprendizaje.

Como en todo, unos ven el vaso medio lleno y otros lo ven a mitad vacío. Es permitido preguntarse cómo el año escolar puede tildarse de exitoso sin una medida real del aprendizaje alcanzado durante el tiempo de pandemia y sobre qué base, sin evaluación, se emprenderá un proceso general de nivelación escolar.

El Boletín de Competitividad Sectorial (BCS) 2021, publicado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), indica que el 62.3 % de la población de 10 años no puede leer ni entender un texto simple.

Esto no es realmente noticia ya que el informe diagnóstico realizado en 2018 por el Ministerio de Educación (MINERD) destacaba que solo el 12% de los niños, niñas y adolescentes (NNA) estaban en capacidad de entender un texto corto, y otro informe del mismo ministerio decía que el 60% de la deserción de los jóvenes se debía a limitaciones en lectoescritura y matemáticas.

Todos estos datos fueron corroborados por nuestro penoso rendimiento en las últimas pruebas PISA y es en estas lamentables condiciones que el gobierno del Cambio recibió la cartera de educación en medio de una pandemia totalmente desconocida.

Las consecuencias de este pasivo acumulado son catastróficas para nuestros NNA, para nuestra economía, para el país. Los pobres resultados de desempeño de los niños y niñas repercuten luego en el mercado laboral al punto que, según el boletín de Competitividad Sectorial 2021, el 48.8 % de los trabajadores tiene un nivel educativo por debajo del necesario para el puesto.

Los niños y niñas arrastran  problemas por generaciones, sin disponer de las bases fundamentales de cualquier proceso de aprendizaje, que es poder leer y comprender lo que se lee.

Debido al hecho de que sus padres padecieron de los mismos aprendizajes deficientes estos se encuentran en muchos casos incapacitados para brindarles cualquier tipo de ayuda, lo que es un agravante a la desigualdad.

EDUCA ha tildado esta situación de “tragedia nacional”.  Si le agregamos los resultados del reciente estudio Kids Online República Dominicana,  realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en conjunto con el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), sobre la utilización de la Internet en el país por los adolescentes, los cuestionamientos  sobre el resultado del año escolar pasado y la implementación de la virtualidad se hacen más apremiantes y deben tomarse en cuenta para el  próximo regreso a clase.

El estudio confirma lo que se ha visto en la práctica, o sea, las importantes desigualdades existentes entre los adolescentes. La mitad de ellos acceden solamente a internet a través del celular, lo que implica una gran limitación en el desempeño.

Esta desigualdad se acentúa en las familias de nivel socioeconómico bajo para ascender al 70% de los adolescentes, y se reduce al 30% en los adolescentes que viven en hogares de nivel socioeconómico medio y alto.

Está claro que algo no ha funcionado en nuestro sistema de enseñanza, al igual que en muchos otros sistemas educativos, lo que no es tampoco un fenómeno nuevo.

Soy de la generación del B, A, BA… B, E, BE, del método silábico y no del método global, y aún menos del modelo virtual. El método silábico hizo sus pruebas alrededor del mundo y ha producido millones de lectores empoderados. Este método, desplazado por el método global, ha sido revalorizado por los últimos avances de las neurociencias.

Más allá del método para aprender realmente a leer y escribir hay que dar un sentido al aprendizaje para que niños, niñas y familias entiendan para qué sirve la lectura,  los libros y el papel de la virtualidad.

Lo importante es que se entienda que estamos ante circunstancias inéditas que amenazan con echar por tierra avances que se habían venido logrando. La calidad del aprendizaje del niño y su bienestar deben estar en el centro de cualquier política de nivelación escolar y de regreso a clase.

Mientras más objetivos seamos evaluando el momento crítico por el que atraviesa la escuela dominicana más estaremos  en capacidad de enfrentar los tremendos desafíos que ella nos plantea.

Fuente de la información: https://acento.com.do/opinion/una-tragedia-nacional-8980665.html

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Función pública, caridad e interés general

Por: Elisabeth De Puig

El estado de derecho consignado en nuestra constitución debe asegurar el justo equilibrio entre la libertad y la solidaridad en la repartición de la riqueza, trátese de  bienes económicos o intelectuales, culturales y científicos.

Es bueno reflexionar de vez en cuando sobre el porqué, a pesar de los esfuerzos para enmarcar la función pública dentro de parámetros estrictos y exigencias más rigurosas de formación, la noción de servicio público no ha calado a cabalidad en el imaginario colectivo de la gran mayoría de la población, incluyendo los mismos funcionarios de nuestro país.

Toda agrupación humana tiene sus propias formas de organización social que, de cierta manera, están integradas a su cultura; posee un sistema de valores reconocido por los miembros del grupo y forman tanto su contexto cultural como su concepto de nación.

Frente a estos valores positivos existen valores negativos que frenan el pleno desarrollo de las personas y de las comunidades y que son fruto de circunstancias históricas que las refuerzan.

Estos anti valores han invadido tantos los ámbitos sociales como los políticos y se han desarrollado como un caldo de cultivo en las instituciones públicas. Se han realizado varios esfuerzos a lo largo de nuestra vida democrática para contrarrestar esta situación.  Estas iniciativas incluyen tanto la creación del Ministerio de Administración Pública (MAP), como el empeño declarado de cambio del Gobierno del Cambio.

Sabemos que el servicio público integra las actividades realizadas por las instituciones gubernamentales para responder a necesidades colectivas y sociales que deben ser atendidas y que el funcionario tiene obligación de dignidad, de imparcialidad, de integridad, de probidad, de continuidad y debe asegurar la igualdad en el servicio.

Sin embargo, esta noción está todavía viciada en varios de sus estamentos por toda una serie de prácticas que siguen enclavadas como el nepotismo, el desorden, la codicia, la ineptitud, la insolencia, la negligencia, la improvisación o el tráfico de influencia, para citar solo algunos de los males que acechan en grados diversos.

Crear las condiciones para inculcar confianza en el servicio público es una tarea que incumbe al gobierno. La educación es uno de los factores clave: ser un buen ciudadano se aprende desde chiquito.

Sin embargo, uno no se nutre solamente de enseñanza: si queremos forjar buenos ciudadanos que podrán ser buenos funcionarios públicos tenemos que ofrecerles un servicio público de calidad que garantice acceso a la salud, a la educación, a la justicia,  etc… en condiciones de igualdad.

No sirve de mucho enseñarle a la gente sus derechos y sus deberes si estos se quedan como conceptos huecos y vacíos, y las instituciones estatales generan críticas de los usuarios.

A pesar de que existen excelentes servidores públicos, acervos de la nación, es por el  déficit de un servicio público de calidad que las grandes mayorías siguen identificando en el funcionario público a un corrupto que “chupa la teta” del Estado para su beneficio propio y que, a la vez, “es un pendejo si no lo hace”.

Los mismos que critican la corrupción no se dan a menudo cuenta que son parte de ella o quisieran participar de ella .

No ha calado la noción de grandes servidores del Estado reconocidos por sus capacidades y sus aportes. Lo que prima es un concepto político que no reconoce como primordial la necesidad de la continuidad del servicio público y, tarde o temprano, de manera clara o encubierta, se tiende a barrer en las instituciones a los servidores de los anteriores gobiernos.

Para corroborar la afirmación anterior hay muchos ejemplos de dependencias del Estado que progresan con un gobierno o un determinado incumbente, y cuyos servicios decaen a su salida.

Todavía no ha quedado superada la visión del Estado paternalista y patrimonial a la vieja usanza, heredado de la  forma de dominación de los  terratenientes y donde la regla era la confusión de lo público y lo privado, como fue característico en el gobierno del doctor Balaguer.

Nuestra generación recuerda la Cruzada del Amor y las largas filas que se hacían frente a la casa del presidente Balaguer para cualquier distribución de cajas o juguetes, entregando como si fueran propios bienes adquiridos por el Estado, al tiempo que se proclamaba la frase célebre: la corrupción se detiene a la puerta de mi despacho.

Esta visión pasada y en vía de superación se mantiene, sin embargo, en muchas mentalidades. Cuando la gente, empujada por las necesidades, le pide de manera individual a los gobernantes: “deme una casa”, “regáleme útiles escolares”, o “necesito que me costeen una operación”, reproduce un determinado patrón de comportamiento. Queda claro que el estado moderno, que debería ser un estado de derechos y de justa redistribución, todavía no ha logrado su cometido.

Por eso es que la caridad, noción fundamentalmente religiosa en su origen, por bien intencionada que sea, no ataca la raíz del mal. Atrae la atención sobre quien la ejerce y trata de subsanar los efectos de dramas sociales y económicos, sin llegar a las causas que han provocado el acto de caridad.

Los actos de caridad son soluciones individuales a problemas colectivos que, al final de cuentas, ocultan las desigualdades y las injusticias.

El estado de derecho consignado en nuestra constitución debe asegurar el justo equilibrio entre la libertad y la solidaridad en la repartición de la riqueza, trátese de  bienes económicos o intelectuales, culturales y científicos.

Soy de las que entiendo que la caridad favorece la injusticia y que se necesita más igualdad para que haya más derechos y justicia.

Fuente de la información: https://acento.com.do/opinion/funcion-publica-caridad-e-interes-general-8978340.html

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