Significado pedagógico de la expresión Regreso a Clases Presenciales

Por: Angel Díaz-Barriga

Estamos ante varios retos, uno es la afirmación «En agosto se regresará a clases presenciales». Tema que requiere un análisis en múltiples dimensiones: La laboral (el establecimiento de condiciones para los maestros, regularización de sus plazas, revisión de contratos temporales, reemplazo de la plazas docentes, etc; las condiciones físicas de las escuelas y sus posibilidades de contar con agua potable (jabón y satinizantes); la evolución de la llamada tercera ola de contagios y la eficacia de la vacunación (tema que toca más a las autoridades de salud); las pedagógicas (que en general se suelen olvidar).

Dedicaremos este planteamiento a analizar algunas de las implicaciones pedagógicas del llamado a regresar a clases presenciales para ello quisiera exponer algunos puntos relevantes que no se han mencionado o tomado en cuenta:

1) Lo que llaman regresar a clases presenciales no significa que la escuela que existía antes de la pandemia se vaya a restaurar, esa escuela ya no existirá. Asistirán a clases presenciales sólo un pequeño grupo de estudiantes de cada grupo escolar. Pensemos un grupo de 40 alumnos quizá puedan asistir un día 15 estudiantes del grupo, e incluso menos. Pero eso ¿qué significa? que 25 estudiantes no estarán en la escuela (se supone que en su casa acompañados por un adulto) (cuando además se está reestableciendo la dinámica económica); pero se supone algo más QUE RECIBIRÁN EDUCACIÓN HIBRIDA, sin tener claro que puede significar eso, en el fondo significa más trabajo para los docentes. Los maestros de grupo reconocen que antes de la pandemia se tenían que desdoblar entre la jornada que atendían presencialmente a sus estudiantes y todo el trabajo que se llevaban a casa (preparación de clases, preparación de materiales didácticos, revisión de cuadernos, tareas, calificaciones), ahora sin decirlo se supone que se tendrán que desdoblar en muchos más elementos: hacer una preparación para los estudiantes que tendrán en situación presencial. En el mejor de los casos un tercio de sus alumnos y pensar como dejar trabajos (quizá trabajar por proyectos) para los alumnos que permanecerán en sus hogares. Ojalá la SEP no insista en aprende en casa, que ha sido un fracaso, y deje que los docentes elaboren las propuestas de trabajo con sus alumnos;

2) Eso requiere no sólo modificar las estrategias didácticas para el trabajo con sus alumnos, sino también hacer una reestructuración curricular, para seleccionar los temas que consideren más relevantes. Esto va contra todo el pensamiento eficientista que circula en ciertos sectores de la sociedad, que están preocupados por recuperar el tiempo perdido, por reestablecer el logro de los aprendizajes previstos en los programas de estudio. La pandemia obligó a un vuelco en la escuela, hoy no se trabaja desde el programa o desde el plan de estudios (ni desde PISA) hoy se trabaja desde lo que se considera relevante para el aprendizaje de los alumnos, incluso desde la forma como la realidad se ha convertido en una fuente de aprendizaje para los niños y adolescentes. Enseñar matemáticas, física, historia, biología, español, etc se puede hacer dejando al plan de estudios de lado y atendiendo a los procesos que los niños y adolescentes están viviendo;

3) Esto reclama que la autoridad educativa empiece a definir cuáles son los aprendizajes sustantivos, los conocimientos básicos, los núcleos de aprendizaje que hay que fomentar en los alumnos, no para prepararlos para la prueba PISA o para la Prueba PLANEA, sino para prepararlos para la vida, esto implica reconocer que durante la pandemia no hay perdida de aprendizajes, sino que se generaron otros aprendizajes, no previstos curricularmente pero significativos para la vida de los alumnos. Esto significa cambiar la lógica escolar y reconocer la realidad como fuente de definición de contenidos curriculares, significa abandonar a la OCDE y dejarla que se quede con su concepto de ciudadanía global y emplear los recursos que se designan a esta institución insignia del neoliberalismo, a las necesidades de docentes y alumnos.

La diversidad y heterogeneidad de estudiantes y de sus condiciones materiales demanda diversidad y heterogeneidad de proyectos de trabajo escolares. Demanda reconocer lo que han hecho los docentes durante la pandemia, ellos son los que han sostenido al sistema escolar, construyendo la forma de trabajar con sus alumnos, a través del whatsapp, de hacer cuadernillos y fotocopiarlos, de ir a casa de los alumnos que han dejado de participar en el trabajo escolar. La diversidad del trabajo docente, ahora 24 X 7, en la que con responsabilidad y asumiendo el reto profesional de trabajar en condiciones no previstas llevaron adelante el trabajo escolar durante el ciclo 2020-2021, no es un problema de capacitar en uso de tecnología, ni de proporcionar los recursos abiertos que ofrece google, es un tema que reclama la existencia de un pensamiento didáctico que oriente el trabajo docente. REGRESAR A CLASES PRESENCIALES RECLAMA PENSAR EL RETO PEDAGOGICO DE TRABAJAR DESDE LA REALIDAD CON UN TERCIO DE ALUMNOS EN EL SALÓN DE CLASES Y DOS TERCIOS EN EL ESPACIO DE SU CASA, armar proyectos de trabajo y replantear contenidos es la tarea del ciclo 2021/2022

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org

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Inconsistencias y problemas del Proyecto de Reforma Educativa

México / 21 de abril de 2019 / Autor: Ángel Díaz Barriga / Fuente: Educación Futura

Inconsistencias y problemas del Proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución Políticas de los Estados Unidos Mexicanos, aprobado las Comisiones Unidades de Educación y Puntos Constitucionales el pasado 27 de marzo.

Ángel Díaz Barriga

A casi quince días de que el proyecto fue aprobado está suscitando una diversidad de posiciones que no necesariamente reflejan un análisis fino de lo que se propone como “abrogación de la reforma” y conformación de una reforma educativa que responda a un programa de lo que se puede reconocer como la 4 Transformación de la República.

Efectivamente en toda la campaña electoral, el Lic. López Obrador hoy presidente constitucional del país ofreció abiertamente “abrogar la mal llamada reforma educativa. Abrogar significa modificar de raíz. Parte de esta abrogación se entiende por la suspensión de los llamados efectos punitivos de la evaluación del desempeño. En realidad la pérdida de la estabilidad laboral de los docentes a partir de resultados de evaluaciones (exámenes psicométricos y portafolios de evidencias desde 2017, calificados por rúbricas que terminan en una expresión cuantitativa. Un complemento de esta abrogación consiste en la cancelación del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa y en la derogación de la Ley del INEE y de la Ley del Servicio Profesional Docente.

Antes de efectuar el análisis de inconsistencias y problemas tendremos que reconocer que los llamados efectos “punitivos” de la evaluación del desempeño son también problemas técnicos de los instrumentos y procedimientos aprobados para realizar esta tarea. Primero porque dichos instrumentos no se refieren al desempeño docente, sino a un examen válido estadísticamente, pero muy defectuoso en las preguntas que formula: “Que hay que hacer si un alumno se lástima el pie en el patio”, “o el indicador x a que parte del perfil y parámetro corresponde”, o bien “el aprendizaje esperado z, a qué unidad del campo formativo corresponde”. Memorización y preguntas absurdas. Al preguntar a un docente destacado en 2017, sobre esta última pregunta respondió “Si tuve que aprenderme de memoria el documento Perfil, parámetros e Indicadores, así como el programa de la materia, porque sabía que eso me iban a preguntar”. Saber de memoria eso, o las normas ante situaciones de contingencia escolar como la primer pregunta no garantizan un buen desempeño docente. Más aún la docente respondió al finalizar la entrevista “durante ese semestre descuidé a mi grupo para poder reunir las evidencias que me pedían en el portafolio”. Esa es otra faceta de lo punitivo. Y la última faceta de lo punitivo fue clasificar a los docentes: insuficiente, suficiente, etc. De suerte que en las entrevistas realizadas un docente expresó “me sentí humillada cuando en una reunión de padres de familia me preguntaron ‘maestra y que calificación obtuvo en su evaluación’”. Ante todas estas situaciones técnicas nunca se dijo nada

Pero el objeto de este ensayo no es este, sino plantear inconsistencias y problemas del Proyecto aprobado.

  1. En realidad se está realizando una abrogación de esta perspectiva que se tiene sobre los docentes, la que hemos descrito arriba. Mi respuesta es no. Se está eliminando un tema que es la desaparición del efecto laboral de la evaluación, pero ni siquiera se establece un concepto de evaluación que pueda reemplazar los exámenes. Equiparar evaluación a examen es una actividad permanente en el sistema educativo mexicano. El Decreto plantea que se establecerán programas de capacitación docente a partir de evaluaciones diagnósticas. El decreto sigue considerando a los docentes como sub-profesionales, como técnicos de docencia. A los profesionistas (médicos, ingenieros, abogados) no se les capacita se les ofrecen programas de formación continua.
  2. Pero algo más grave sucede con esta redacción: se vuelve a instaurar un sistema de desconfianza hacia el profesional de la educación, que debe ser evaluado para determinar su capacitación, al mismo tiempo que se sostiene un modelo de evaluación individual que lleva a clasificar, a establecer puntajes, en ves que generar una visión distinta de evaluación: la evaluación institucional social, en la cual el trabajo de evaluación consiste en una interpretación de resultados, en construir un diagnóstico. Sólo que en vez de realizarlo a nivel de personas (alumnos y/o docentes) lo tenemos que realizar a nivel de escuelas, si lo que queremos es mejorar el sistema educativo.
  3. La evaluación institucional social, sólo funcionará si los resultados de los exámenes PLANEA se entregan a la escuela para iniciar un diagnóstico (qué significan, a qué se deben y que podemos hacer) ese diagnóstico se podría alimentar también con datos que tiene la SEP sobre tasas de deserción y reprobación de esa escuela y con datos del INEGI sobre el contexto sociocultural que rodea la escuela. Acompañar la realización de ese diagnóstico tendría que ser la tarea central de la nueva instancia que se cree y no todas las que se le asignan (una SEP en paralelo). Para ese diagnóstico habría que construir apoyos, y proporcionar apoyos académicos de normales, UPN y Universidades Públicas. El resultado del diagnóstico por ejemplo frente a matemáticas, español, comportamientos escolares,etc tendría que traducirse en metas de mediano plazo. Pero metas de trabajo didáctico. ¿Cómo mejorar la enseñanza de las matemáticas. ¿Qué estrategias didácticas emplear?, ¿Cómo valorar si los alumnos llegan a desarrollar su pensamiento matemático? Etc. Estas metas tendrían que ser revisadas por la institución creada para ponderar su viabilidad. Las metas tendrían que convocar a toda la escuela: maestros, directores y supervisores, alumnos, padres de familia y comunidad en su caso, para buscar un trabajo conjunto en pro de ellas. Los programas de formación docente surgirían de los mismos diagnósticos y de la evolución del trabajo docente. Todos trabajando para las mismas intenciones. No una superación individual, sino una colectiva. Construir una política educativa desde la escuela hacia el sistema educativo y no al revés. Eso sería un cambio en la educación adecuada a la 4 Transformación y no una cosmética de evaluaciones diagnósticas para establecer la capacitación. Esto sería además una significativa aportación al debate internacional de la evaluación que le permitiría superar la visión individualista, psicométrica y clasificatoria que tiene.
  4. “La admisión, promoción y reconocimiento del personal académico…se realizará a través de procesos de selección”. Afirmación que tiene una ganancia y gato encerrado. ¿Quién garantiza que en esos procesos no se vuelva a aplicar un examen absurdo como el que se aplica actualmente?, ¿qué diferencia existe entre medir conocimientos o conocer habilidades para el desempeño docente?
  5. Por ello se entiende que los docentes demanden que el ingreso al mercado ocupacional para los egresados de las escuelas normales sea directo. No significa que estén luchando por decidir el 50% de las plazas como maltinencionadamente manejan los medios. Significa reconocer que las escuelas normales forman para la docencia (no para atender una tienda de abarrotes, ser secretaría o ser trabajador social). Si el estado ofrece una formación profesional para la docencia, en consecuencia tiene que entregar plazas a estos egresados. La tarea es compleja, demanda construir un reglamento muy cuidadoso sobre los procedimientos para que LA AUTORIDAD EDUCATIVA asigne plazas, un proceso que en esta primera etapa para garantizar su realidad sea vigilado por algún organismos transparencia, derechos humanos e incluso por una comisión de la UNESCO. No se trata que el sindicato intervenga y este debe quedar muy claro.
  6. Pero sobre todo en secundaria y bachillerato también se requiere del ingreso de postulantes que no se formaron como docentes (sociólogos, historiadores, abogados ingenieros, etc). La salida es que la existe en los bachilleratos de las Universidades Públicas Estatales. Formar comisiones dictaminadoras. En este caso integradas por profesores de nivel C, d y E de carrera magisterial, más profesores destacados de Escuelas Normales y UPN, más Profesores de Universidades Públicas Estatales. Para ello será necesario formular un reglamento nacional de integración y funcionamiento de comisiones dictaminadoras. Una comisión técnica nacional que apruebe la integración de comisiones técnicas estatales, quienes a su vez aprobarán la integración de las comisiones dictaminadoras, tantas como se requieren para secundarias, telesecundarias, secundarias en medios no urbanos, igual con los bachilleratos. Es complicado, sí, pero no imposible. A estos docentes será necesario pedirles un año de regularización pedagógica que puede ser ofrecido por las normales superiores, las UPN o las facultades afines a lo educativo.
  7. Para el caso de puesto de director, ATP y Supervisor en todo caso debe existir una comisión dictaminadora, que además de exigir determinados años de servicio en el nivel educativo específico demande un programa de trabajo para la tarea que se va a desempeñar. (Desterramos los exámenes).
  8. En cuanto a las escuelas normales las declaraciones son por demás contradictorias:  Por una parte se establece que el Ejecutivo determinará los planes de estudio, mientras que en los décimo primer transitorio se afirma “En el caso de las escuelas normales, la ley respectiva en material de educación superior, establecerá los criterios para su desarrollo institucional y regional y la actualización de planes de estudio”. No se entiende porque le cuesta tanto al congreso asumir que al ser las escuelas normales instituciones de educación superior deben tener un núcleo básico de conocimientos pedagógicos y disciplinarios y una libertad curricular para establecer su plan de estudios de acuerdo a sus características y necesidades particulares: rural, urbana, indígena, centro regional; de preescolar, primaria, secundaria, educación especial, educación física, educación artística, etc. La homologación de planes de estudio constituye una camisa de fuerza para la formación de maestros y contradice la meta de reivindicar al magisterio
  9. No fue suficiente para las comisiones establecer que los planes y programas tendrán perspectiva de género y orientación integral, con el conocimiento de las ciencias y las humanidades. Avanzaron en establecer materias: historia, geografía, civismo, filosofía, educación física…. Entre otras. No mencionan ni matemáticas, ni Español, precisamente los temas en que se ha intentado focalizar la política educativa desde hace 20 años. Por lo menos es absurdo que en la Constitución se encuentre este señalamiento
  10. Pero lo más delicado. Una intención de la reforma es que el Estado TENGA LA RECTORÍA DE LA EDUCACIÓN. Pues sencillamente en este proyecto de decreto sede la rectoría de la educación a un Sistema de Mejora Continua de la educación. Baste leer la cantidad de funciones que le asigna para reconocer que de aprobarse esta instancia sería en el mejor de los casos una SEP paralela e incluso una autoridad educativa sobre la autoridad educativa. En cuyo caso quizá ya no se requiera de un Secretario de Educación. Así se le asignan: b) Determinar indicadores de resultados de mejora continua de la educación; c)Establecer los criterios que deben cumplir las instancias autorizadas en la CERTIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE MEJORA (esto no se encontraba en la ley del INEE); d) Emitir lineamientos relacionados con el magisterio (ENTONCES NO ES TAREA DE LA AUTORIDAD EDUCATIVA) desempeño escolar, resultados de aprendizaje…. E) Proponer mecanismos de coordinación entre autoridades educativas federal y las entidades federativas (SI ESTO LE TOCA AL SISTEMA, ¿CUÁL VA A SER LA TAREA DEL SECRETARIO DE EDUCACIÓN?), f) Sugerir elementos que contribuyan a la mejora de los objetivos de la educación inicial, los planes de estudio y los programas de estudio …. (ENTONCES QUE DESAPAREZCA LA DIRECCIÓN DE DISEÑO CURRICULAR DE LA SEP)
  11. La funciones de este organismo lo convierten de facto en una súper-autoridad educativa, en realidad reproduce el esquema actual del INEE, eliminando un tema: las consecuencias en la evaluación del desempeño. Por ello consideramos que con este proyecto NO SE ABROGA, SINO SE REEMPLAZA, con un organismo que sigue teniendo una visión conservadora, gerencial y eficientista de la educación.
  12. El máximo absurdo en todo ello es la integración de una junta directiva con 5 miembros y un consejo técnico con 7 miembros. Para su integración el senado abrirá una convocatoria para que instituciones, organismos de la sociedad organizada (ENTIÉNDASE EMPRESARIOS COMO MEXICANOS PRIMERO, SUMA POR LA EDUCACIÓN) y miembros de la sociedad propongan candidatos para integrar las ternas en donde se designarán a los integrantes de la junta y del Consejo Directivo. Si antes los empresarios estaban al lado del INEE, hoy estarán dentro de la Junta Directiva y del Consejo Técnico, aberración más grande no pudieron redactar.

No son todas las cuestiones críticas que tiene el proyecto de ley pero nos permite entender porqué en algunos medios se informa que el nuevo proyecto contiene el 80% de lo que estaba estipulado en la reforma anterior y porque algunos diputados de la comisión expresaron que daban su voto positivo dado que el proyecto conservaba “el corazón de la reforma de 2013”.

Ciertamente que los más de 30 millones de votos que recibió el hoy presidente de la república expresaban para el tema educativo un mandato contundente de impulsar un cambio relevante en el artículo tercero.

Un artículo que apunta a ser un tratado confuso sobre muy diversos temas, pero no aborda lo sustantivo: Cuál es el proyecto educativo que tiene este gobierno de la 4 Transformación, cuáles son sus grandes finalidades y cuáles son sus líneas rectoras.

Fuente del Artículo:

Inconsistencias y problemas del Proyecto de Reforma Educativa

ove/mahv

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Reforma Educativa y campañas para la presidencia de la República

México / 1 de abril de 2018 / Autor: Ángel Díaz Barriga / Fuente: Profelandia

Un tema que es sustantivo en la campaña electoral para la presidencia de la República que se realiza este año es, sin lugar a dudas, el que se relaciona con la educación, y en particular con la profesión docente. En el año 2010 se firmó un acuerdo entre las autoridades mexicanas con la OCDE que lleva por título “Acuerdo de Cooperación México- OCDE para mejorar la calidad de las escuelas mexicanas” que incluye 8 puntos sobre la profesión docente, todos directamente vinculados con el establecimiento de plazas a concurso, evaluación del desempeño y, unos que no han sido de interés de las actuales autoridades del país, relacionados con mejorar la formación inicial de los docentes. En estricto sentido prefirieron cancelar la formación inicial al establecer en la Ley de Servicio Profesional Docente que cualquier egresado de educación superior que apruebe el Concurso de Ingreso, en los hechos reducido a un examen de conocimientos que no tiene ninguna relación con las habilidades que reclama el ejercicio profesional, puede obtener una plaza docente. El IMSS no hace lo mismo para sus plazas de médico familiar, ni el sistema judicial para las plazas de jueces. Sólo se planteó esta situación para las plazas docentes, lo que muestra el amplio desprecio que tienen los que promovieron y aprobaron esta legislación que afecta a la profesión, puesto que cualquier egresado de educación superior con un examen se puede convertir en docente.

Sin embargo, la legislación aprobada presenta otras graves evidencias del desprecio hacia la profesión docente. Califica la docencia “como una profesión de Estado”, cualificación que a ninguna otra profesión se le hace en el país. Pero a partir de dicha enunciación se le quitan todos sus derechos laborales, incluso los derechos adquiridos como es la estabilidad en el empleo.

Los docentes mexicanos de la educación obligatoria nunca tendrán derecho a gozar de estabilidad en su trabajo pues según la ley cada cuatro años deberán presentar una evaluación de desempeño. Con lo que, incluso aquellos docentes que ya tenían una estabilidad por haber adquirido su nombramiento con una antigüedad de 10, 15, 20 o más años, se encuentran en la condición de que para permanecer frente a sus alumnos tendrán que presentar evaluación cada cuatro años. A ninguna otra profesión del país se le han eliminado sus derechos tan brutalmente como en el caso de la profesión docente.

Las leyes del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y del Servicio Profesional Docente establecieron un galimatías en donde ambas instituciones se cobijan y dificultan su tarea permanentemente. Una propone, la otra aprueba; una establece criterios, la otra realiza —e incluso, como es el caso de la Coordinación del Servicio Profesional Docente, puede contratar a una asociación civil (el CENEVAL) para que elabore el examen, llamado de evaluación del desempeño.

Ambas leyes confunden medir y evaluar. Ello ha dado pauta a que el INEE (la institución que tiene el manejo técnico de la evaluación como disciplina de las ciencias de la educación) y la Coordinación del Servicio Profesional contraten a una institución para elaborar exámenes a gran escala. En este caso, 64 instrumentos fueron elaborados sin reconocer que en el tiempo en que los construyeron no pudieron seguir con estricto cuidado los pasos que demanda la “teoría de la respuesta al ítem” y “el modelo rash” para la validación de reactivos. Mucho menos pudieron trabajar con rigor el contenido disciplinario de esos instrumentos.

En este contexto, con una clara falta a su responsabilidad por el manejo disciplinario del tema de evaluación, el INEE solicitó al servicio Profesional Docente que convocara en 2015 a profesores que tuvieran más de 15 años de servicio para ser evaluados. En realidad para presentar un examen y asistir en un ambiente opuesto a las mínimas condiciones de evaluación a 150 mil docentes. Los cuales fueron obligados a presentarse bajo la presión de perder el empleo. La ley no prevé ningún caso en el que un docente por razones personales (embarazo, enfermedad o parto) pueda no participar una vez que es convocado. Algunas situaciones que caracterizaron este acto fueron errores burocráticos; convocatorias a docentes con 2 años de servicio o con más de 20 años —es decir, fueron notables las decisiones arbitrarias— y, no se debe olvidar el ingreso al espacio en donde se resolvería el examen en un ambiente militar-policíaco. En este sentido, México se coloca como el país que aporta a la experiencia internacional la militarización de  la evaluación.

Pero presentar un examen no es evaluar el desempeño. Las preguntas que hicieron en ese momento a los docentes fueron absurdas, se les pidió una planeación didáctica de memoria sin poder consultar ni los programas de su materia, ni los materiales que todo profesional docente emplea en su planeación.

El INEE en su momento reconoció la mayoría de estos problemas, pero afirmó que los mismos no  afectaban las calificaciones que los docentes recibieron. Cada evidencia se calificó en 170 puntos, en ese momento eran tres evidencias —reporte de 3 alumnos con alto y bajo rendimiento, examen de conocimientos y planeación argumentada— lo que da 510 puntos, pero el docente recibió una calificación sobre 1600 puntos. El número no explicaba nada, sin derecho a réplica o a solicitar alguna aclaración, un trato muy diferente que el que el Modelo Educativo establece para evaluar el aprendizaje en el aula.

El INEE prometió que para 2017 presentaría otra estrategia para superar las deficiencias del ejercicio 2015, y que ésta sería voluntaria en 2016, excepto para quienes habían recibido la calificación de insatisfactorio. Pero en 2017 sólo logró hacer cambios de forma y no los sustantivos. Esto es, se siguieron aplicando 64 versiones de exámenes y se redujeron las evidencias iniciales a un reporte de una situación didáctica completa por parte del docente. Desafortunadamente ese reporte contiene tal cantidad de información que mucha se repite, otra es imposible de trabajar, sobre todo si un docente tiene 250 alumnos (lo que es común en la secundaria o el bachillerato) y resulta muy complicado diferenciar entre lo que los especialistas denominan currículum formal y currículum real. Además, en los exámenes se encuentran preguntas absurdas, y algunas requieren haber memorizado el documento “Perfil, parámetros e indicadores de desempeño”. Resolver el examen no garantiza un mejor trabajo docente. Se trata de cambios cosméticos para evitar una evaluación de desempeño.

En suma, la reforma 2013 constituye una agresión profesional al docente, elimina sus derechos básicos como estabilidad en el empleo, deja un amplio margen de indefensión cuando afirma que será despedido sin ninguna responsabilidad para la autoridad educativa. En otras palabras, le quita los derechos laborales que contiene la actual Ley del Trabajo.

El SNTE tendría que haber realizado una defensa laboral de los docentes, pero resulta que su estructura formal se ha aliado al candidato del partido en el poder, con lo cual en los hechos le da la espalda a los docentes para mantener su “relación atípica con la SEP”. Su presidente se sienta en el presídium al lado de las autoridades educativas.

Por todas estas razones la necesidad de revisar la reforma de 2013 es un tema de esta campaña. La demanda debería centrarse en reconocer:  los derechos laborales de los docentes; las etapas de la vida profesional (novata, consolidada, experta); la posibilidad de que el docente tenga estabilidad en su empleo; evaluar el desempeño mediante una evaluación de pares que vaya a las aulas; eliminar de la ley la palabra medición; exigirle al INEE que realice de manera profesional una evaluación desde la disciplina educativa y dar autonomía curricular a las escuelas normales para fortalecer la formación inicial de docentes, y diferenciar los requisitos para ser docente de preescolar y primaria, de los que se requieren para incorporarse a la docencia en secundaria y bachillerato.

Los candidatos a la presidencia de la República no pueden cerrar los ojos a la afrenta que tiene el magisterio en este momento si lo que desean, realmente, es trabajar para mejorar la educación de nuestro país.

Fuente del Artículo:

Reforma Educativa y campañas para la presidencia de la República.

Fuente de la Imagen:

http://www.uniradioinforma.com/noticias/internacional/389678/reforma-educativa-es-clave-para-futuro-economico-de-mexico-analistas.html

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Pistas para analizar el modelo educativo 2016 y la propuesta curricular para la educación obligatoria 2016

Por. Ángel Díaz-Barriga

No es fácil analizar los dos documentos que recientemente ha presentado el Secretario de Educación Pública, me refiero al Modelo Educativo 2016 y a la Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016. Su lectura permite identificar que finalmente se presenta –aunque de manera muy tardía– una visión para el futuro de la educación del país. Se puede afirmar en primer término que estamos ante dos documentos que tienen una rigurosa formulación, ideas significativas para impulsar un cambio en la educación y que al mismo tiempo por su extensión, diversidad de temas que contienen y su visión de la educación para el siglo XXI difícilmente se pueden comentar en una primera aproximación y mucho más difícil resultará convertirlos en realidad en el país.

Destacan algunos aspectos positivos que emanan de estos documentos. Una visión centrada en la escuela, en el alumno y en el aprendizaje de temas significativos para la vida. Utilizan una vieja expresión “aprender a aprender”, al reconocer que en el siglo XXI, la escuela no puede ser responsable de enseñar todo aquello que es factible aprender. Dicho en otros términos, se coloca en una posición muy distinta al aprendizaje repetitivo, memorístico y escolar. La escuela abierta a la vida, al aprendizaje activo. Más aún, claramente señalan que los docentes deben establecer ambientes de aprendizaje, en vez de trabajar ante el pizarrón, que deben dejar de trabajar contenidos para establecer problemas significativos que los alumnos analicen en forma colaborativa. Las ilustraciones del texto presentan aulas interactivas, con mobiliario intercambiable durante su presentación, ciertamente más parecidas a las escuelas de Finlandia que las mexicanas. Las metas son ambiciosas  pretende una ciudadanía con dominio del castellano (verbal y escrito) y del inglés, lo que supone que el 50% de las clases sean en español y el otro 50% en inglés, como lo hacen las escuelas bilingües, con docentes que trabajen matemáticas, español, historia y de preferencia docentes nativos que trabajen matemáticas, español e historia; con dominio de las TIC y uso de las TIC para el aprendizaje, lo que demanda una ruta amplia de experimentación didáctica, (por ejemplo, el Plan CEIBAL en Uruguay lleva más de 20 años, mientras en los últimos sexenios en México la política ha carecido de una orientación sólida: hemos pasado de enciclomedia a habilidades digitales y actualmente al uso de tabletas); sin olvidar el reto de lograr que no sólo las escuelas tengan internet, sino que en toda la sociedad se pueda acceder a la información en línea, única manera de no excluir a los más pobres. Se establecen siete marcos de formación, más campos formativos, asignaturas, áreas de desarrollo personal (lo socio-emocional), la formación ciudadana con valores, ética, entre otros. No queda claro en cuántas horas semana/mes están pensando dedicar para el desarrollo de todas estas habilidades: de comunicación, de razonamiento lógico, de comprensión de temas socio-históricos y de las ciencias naturales. Propone un modelo interno de evaluación formativa para el trabajo con los estudiantes en la escuela, pero no asume que dicho modelo se contradice con la forma como actualmente realiza la evaluación del desempeño docente.

El modelo y el proyecto curricular en términos generales contiene ideas de avanzada acordes con una educación para el siglo XXI, sus propuestas y metas son ambiciosas, lo cual tiene el riesgo de que “el que mucho abarca poco aprieta”. Carecen de una definición de etapas  pues lograr una transformación como la que propone, de un día a otro, no será tarea fácil.

Por otra parte, es preocupante el poco espacio que se concede a las escuelas normales. Mientras en el currículo de educación básica hablan de autonomía curricular –tema impulsado por el BID en los años noventa del siglo pasado– la necesaria autonomía curricular para las escuelas normales no se aborda, sólo aparece una referencia secundaria de “impulsar la sinergia entre normales y universidades”, no queda claro si esta sinergía significa que las universidades asumirán la formación de profesores desde preescolar hasta el bachillerato. O sólo es el reflejo del escaso valor que esta administración ha concedido al fortalecimiento de la educación normal.ipn-alumnos

Más serios son los límites que desde un análisis político se puede realizar a la presentación y propuesta de discusión de ambos documentos. En primer término emerge una contradicción entre la cara autoritaria y democrática del Estado. El modelo se está trabajando desde 2014, lo prometieron para 2015 y lo presentan en 2016, para aplicar en 2017. No hay prisa, porque hay que promover la participación, foros que iniciarán a una semana de su publicación. Pero esta participación democrática que se negó en 2012 y 2013, cuando se aprobó en 21 días las modificaciones constitucionales al artículo 3º y se aprobó apresuradamente (el 1 de septiembre de 2013) la Ley de Servicio Profesional Docente –que tanta agresión y descalificación ha motivado hacia los docentes– y que se sigue negando en un marco de muy confusas declaraciones. 

El modelo es un ejemplo de una política al revés. Primero la evaluación del desempeño docente y luego el modelo, esto es, primero se construye el piso 15 del edificio y luego nos dicen a los mexicanos ya tenemos el modelo de la planta baja al piso 21, nos piden decidir si será condominio, hotel u oficinas, pero el 15 no se toca. Esto es lo que estamos viviendo en estos días, un secretario que afirma que la evaluación del desempeño fue poco justa y poco pertinente; la presidente del INEE que señala que lo mejor era hacer observaciones en el aula, pero salía muy caro, que la ley debería modificarse pero que no es el momento; mientras que Guevara Niebla, un consejero del INEE, manifiesta su extrañeza porque el examen lo haya hecho el Ceneval, que no estuvo calibrado y que tuvieron muchas presiones, incluyendo la de aceptar el documento Perfiles, parámetros e indicadores; por su parte el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados pide a la CNTE un proyecto de reforma.Por otra parte, la revisión de la ley es un tema al que claramente se ha negado tanto el Presidente de la República al afirma que al ejecutivo le corresponde aplicar la ley y en general los actores mencionados que consideran que se pueden mejorar los instrumentos, pero no la concepción de evaluación que se desprende de las leyes aprobadas.

No se puede dejar de señalar que el Estado mexicano contradice uno de los principios fundamentales de la reforma: asumir la rectoría  sobre la educación, envía una señal equivocada al subir en el presídium, del acto público de presentación del modelo, al presidente del SNTE,  darle el micrófono cuando se trata de un tema académico y no laboral. Los maestros tienen una estructura que les permite analizar el modelo como son los consejos técnicos escolares y las academias en secundaria y bachillerato.

Sin lugar a dudas ambos documentos Modelo y Propuesta curricular requieren de un análisis más cuidadoso, pero ante la gran cantidad de tareas que actualmente demanda el trabajo escolar:  atención a alumnos, (preparación de clase, llenado de formatos y de boletas), participación en el consejo técnico escolar,  atención a padres de familia, y otra la cantidad de actividades que se realizan cotidianamente y en el transcurso del año escolar, el análisis de estos documentos será una acción secundaria.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/pistas-para-analizar-el-modelo-educativo-2016-y-la-propuesta-curricular-para-la-educacion-obligatoria-2016-angel-diaz-barriga/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/07/modelo_educativo-768×513.jpg

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Hacia una alternativa / Ángel Díaz-Barriga

 Por Dr. Díaz-Barriga

MANIFESTACIÓN DE MAESTROS DEL CNTEHe estado analizando discursos contra la reforma. Veo posiciones encontradas: (para) los conservadores la reforma debe seguir porque la ley debe cumplirse; (para) los colegas que apoyan a la CNTE la reforma debe eliminarse. Ni unos, ni otros. Es necesario diseccionar la reforma, analizar los diferentes temas que implica:

a) Recuperación de la conducción de la educación por el estado, SÍ, pero con el reconocimiento (mea culpa del Estado) que fue el Estado el que cedió esta situación anómala en el sistema educativo que degeneró en venta y herencia de plazas.

b) Ingreso por concurso. Sí, pero diferenciando educación preescolar y primaria de enseñanza media (secundaria y bachillerato). El papel de la formación de profesores que ejercen las escuelas normales del país no puede ignorarse, pero sobre todo no puede desconocerse que para trabajar con niños de 3 a 5 años en preescolar y de 6 a 12 años en primaria se requiere de una formación específica que no tiene cualquier egresado de educación superior como establece la Ley. En cambio para secundaria desde hace muchos años -más de 50-, ingresan profesionales de distintas formaciones universitarias (sociólogos, psicólogos, médicos, abogados, historiadores, filósofos, etcétera). Sólo que en los años sesenta y setenta del siglo pasado se les pedía cursar un curso en la Normal Superior de nivelación pedagógica (un año).

c) Ingreso por concurso no es ingreso por examen. Aunque cueste más, hay que pensar en un concurso real de manejo de habilidades docentes.

d) Desconocimiento de la definitividad adquirida en la plaza que se tiene. No aplicar la ley en forma retroactiva (artículo 14 de la Constitución). No pueden, como están haciendo en este momento, hacer firmar a maestros que obtuvieron su plaza un nuevo contrato en que se estipule que es por los siguientes cuatro años. Es una violación a los derechos laborales de los docentes.

evaluacion-extraordinaria-michoacan2e) Evaluación del desempeño (como dice la manta de los profesores de Chihuahua: “Evaluación SÍ pero no así”. Eliminar el examen (mal) construido por el CENEVAL, evidencias que son un fragmento de clase y una planeación artificial que se le llama argumentada, por una evaluación de largo plazo, que implique evaluar el desempeño (esto es obtener evidencias del trabajo en clase, realizar observaciones al trabajo docente en clase, realizar entrevistas al docente para conocer las razones de sus decisiones profesionales), EVALUAR, NO MEDIR. Retroalimentar no calificar con una puntuación.

f) Eliminar el carácter punitivo de la evaluación, iniciar con una fase voluntaria de evaluación, generar CONFIANZA EN LA EVALUACIÓN y no miedo.

g) Hacer ajustes a la Ley para que el INEE realmente sea autónomo y no tenga que solicitar licencia a la Coordinación de Servicio Profesional Docente.

h) Que entre las normales y la UPN se construya el perfil de desempeño docente (eliminar la idea de parámetros e indicadores de desempeño). Necesitamos construir una evaluación de y para docentes, de y para docentes de América Latina.

i) Convocar a mesas de trabajo de docentes, expertos en evaluación y en educación para generar una ruta de cambio.

j) Reconocer el papel que el Consejo Técnico Escolar puede tener para la mejora de la educación. Una mejora desde la comunidad escolar y no desde funcionarios del INEE o del CENEVAL (hoy no se sabe quien es quien).

*Doctor en Pedagogía e investigador del IISUE de la UNAM

Fuente: http://www.educacionfutura.org/hacia-una-alternativa-angel-diaz-barriga/

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-uoRlKuFAHuE/U5AG3aQ5Y4I/AAAAAAAABdE/MpKU5PswyxY/s1600/1Maestros.jpg

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